Partida Rol por web

Tras estar atendiendo a Walia y asegurarse de que sus constantes vitales retornan a la homeostasis, katla deja reposar al cansado Walia y se une a la pequeña HOGUERA improvisada. La Chimer se aproxima y se sienta al lado de Sahak sobre sus piernas cruzadas mirando hacia la hoguera, con una postura descansada y la mirada fija en el hipnótico movimiento de las llamas.

Durante unos segundos solo se escucha el crepitar de la madera bajo el fuego que lentamente devora las ramas que conforman la lumbre. Mientras Katla sigue mirando el fuego, inicia la conversación con Sahak.

-Hoy has luchado bien...me ha sorprendido tu poder, Sahak. Hacía mucho que no veía a un vástago de las llamas a moldear el fuego a su voluntad. ¿Dónde aprendiste a moldear las llamas a tu voluntad?

Sahak pasaba la noche sumergido en sus pensamientos. No era capaz de pensar en nada mas fuera de su misión y los hechos que le habían sucedido en las ultimas semanas. Mientras revivía una vez mas lo sucedido escucha la voz de Katla dirigiéndose hacia él. Con recelo, Sahak contesta. Es evidente que empatizando con sus pasadas vivencias, las cuales se encuentra reviviendo en este momento, Sahak se muestra irascible.

- Hace mucho, eh? Espero que la ultima vez no fuera visitando nuestra Ciénaga. Soy consciente de que algunos de tus hermanos se pasaron de listos y volvieron hechos brasas, ellos y.....esa arpía en forma de araña.-Sahak frunce el ceño y dice en voz baja con la mirada perdida- Esta claro que nadie era rival para ese poder... Mientras da una profunda calada a la pipa que le acompaña siempre que se sumerge en sus pensamientos.

Tras unos segundos piensa mas profundamente en las palabras de Katla y contesta a regañadientes sin querer reconocer que sus formas no han sido las adecuadas.

- Se que la forma en la que realizamos nuestros sortilegios no es la misma que con la que los elfos manejáis la magia. Los chamanes nos comunicamos con los espíritus de la naturaleza y les pedimos que nos den parte de su fuerza para convocar a los elementos que nos rodean. En mi tierra los Hist nos escuchan y ayudan a los chamanes que lo necesitan. Fuera de mis tierras... bueno la comunicación con estos espíritus es... diferente...

Katla guarda silencio mientras Sahak habla. Una vez que este parece haber acabado, dejando un prudente silencio en la conversación, Katla continúa con el mismo tono tranquilo con el que comenzó la conversación.

- Desconozco lo que llevó a los míos a entrar en la Ciénaga Negra... Yo jamás he estado más allá de las fronteras que delimitan la tierra de Morrowind. Katla hace una pausa en su discurso, como tratando de recordar mientras habla. - A veces...los Chimer son codiciosos...olvidan su tierra, sus origenes... incluso a sus dioses... Seguro que disteis un buen motivo a los descarriados para recordar su error.

De nuevo, Katla vuelve a guardar silencio.

-Es...interesante...en tu tierra llamáis a las fuerzas de la naturaleza los "Hist"...son ¿vuestros dioses?...¿Qué forma tienen?

Katla vuelve a guardar silencio, pero en su voz se atisba un interés más allá de su tono conciliador y sedante.

- Dices que los Chimer son codiciosos... en eso estamos de acuerdo, pero creo que son un claro ejemplo de vuestras creencias, ¡de vuestros malditos dioses! -Sahak se altera solo de pensar en ello- Si, es culpa de ellos que yo me encuentre en esta situación. Culpa de ese maldito Dios vuestro, ese Dios con cuerpo de serpiente y torso humano... ¡El quiere acabar con los míos y con los Hist! Debo impedirlo...

Sahak se detiene y respira, el odio le nubla la mente. Al tranquilizarse intenta dar otro enfoque a todos sus problemas y se da cuenta de que Katla quizás pueda contarle algo mas sobre ese Dios Chimer.

- ¿Sabes a que deidad me estoy refiriendo? ¿Podrías darme alguna información sobre se Daedra?

Katla recapacita sobre los Dioses chimer. Sabe que los Daedra no siempre cogen la misma forma cuando aparecen en el plano humano, pero generalmente repiten sus apariencias. Azura se presenta como una mujer con los símbolos del sol y la luna. Mephala coge una forma híbrida de mujer con patas de araña. Boethiah tiene varias reencarnaciones, pero hay dos en particular que más se conocen. Su forma masculina muestra un varón de piel grisácea con escasos ropajes rojos y negros, portando un gran hacha de hierro. Por el contrario, su forma femenina tiene extremidades viperinas y porta una gran espada de oro.

Katla guarda silencio una ve más. El estado alterado del argoniano puede acabar siendo peligroso, y un enfrentamiento abierto con él no le servirá ni a ella ni al grupo.

La Chimer recapacita sobre las palabras y la descripción que le ha dado sobre su búsqueda...sin duda algo realmente grave debe haberle ocurrido a esta criatura para que un odio tan visceral le haga perder la compostura con tanta frecuencia a pesar de tratar de parecer calmado...

-Si... es posible que hables de la Principesa Boethiah, la Señor de los Daedras, la más poderosa y simpar...ella fue quien guió a nuestro pueblo fuera del influjo de los antiguos dioses...de su corrupción, su desidia y su depravación... Pero...tu búsqueda es compleja y sin lugar a dudas será tortuosa, pues la señor de los Daedras tiene poder como para crear y destruir poderes que no están siquiera a nuestro alcance... ¿Cómo tienes pensado detener a un Dios?