Partida Rol por web

Suspiró, algo asqueada por el ambiente. Sólo le quedaba seguir adelante y rezar para encontrarse algún lugar mejor iluminado. Un bosque bonito, como los de los cuentos, no estaría mal. Habría comida y un montón de animalillos simpáticos que cazarían por ella cuando se hiciera su amiga.

Bueno, seguramente no. Pero estaba segura de que, dado el caso, no le atacarían.

Pensar en un paraíso natural dentro de aquel apestoso ambiente era lo más agradable que podía hacer la niña.

Simplemente siguió hacia delante.

Thais continua caminando por la carretera, y termina llegando a un edificio, no muy alto, parece hecho con desechos. Le faltan pedazos, tiene el tejado de uralita destrozado por varias partes, que han sido tachonadas con plásticos y cartones.

Es de una única planta y no llegará al metro ochenta la altura del techo.

La depuradora parece inactiva, hay dos zonas claramente separadas por una pared de ladrillo. En cada una hay dos tanques de agua enormes. Hay escalerillas para subir a cualquiera de ellos.  Un cuadro de mandos rudimentarios parece conectado a ambas cubas. 

Subo a las depuradoras para ver si el agua es potable y examino el agua de ambas. 
Me pregunto si agua sera potable y busco indicios de estancamiento y mal olor, incluso si veo que está normal, pruebo un poquito de ambos a ver si el sabor me dice algo sobre su estado.

No era el sitio más precioso que pudiera haber imaginado, pero serviría si se ponía a llover. Además, estaba cansada, y quería sentarse a pensar un rato. Tenía que hacer tiempo mientras los demás se cortaban miembros y morían de hambre.

Así, se dedicó a caminar hacia su interior para ver qué se encontraba.

Solo la luz de la luna y las estrellas permite ver algo en este paraje de película de miedo. James camina hasta los puestos de venta de tickets con dificultad. La niebla, espera al otro lado del arco de la entrada, con ansias devoradoras. Mira hacia el centro del parque, la luz y el sonido del tiovivo han desaparecido. Todo esta en una oscuridad casi completa. 

Caminas hacia el este durante largo rato. Llegas hasta la fábrica. Es un edificio de tres plantas, con una gran puerta en la entrada a un lado hay un cuadro eléctrico para meter contraseñas, con números del uno al nueve, en la parte de arriba hay una placa con una inscripción, está emborronada por algo marronaceo o rojizo, y a un lado, también en el mismo color está escrito: 1731

James empezó a acercarse a los depositos de agua, quizas alli hubiera algo del liquido elemento que fuera facilmente accesible...su daga se mantenia siempre fuera y James iba intentando ocultarse en todo sitio que pudiera, siempre mirando a los alrededores de los contenedores de agua

La suerte no parecía estar con Elle, la fábrica estaba cerrada y no parecía que pudiera entrar por la puerta a no ser que estuviera abierta. Pero quizás si pudiera ver lo que ponía en las inscripción de la puerta, podría encontrar alguna manera de entrar.

Elle gira alrededor de la fábrica intentando buscar algo que le pueda ser de ayuda para entrar o ver la placa de encima de la puerta, o buscar alguna manera alternativa de entrar.

Decido mantenerme escondida entre las vigas de la noria, a la espera de alguna víctima imprudente o de mi aliado.

Caminas en la oscuridad sin perderte. Te acercas pero solo alcanzas a ver la forma general de la depuradora, recortada contra la oscuridad. Un edificio cuadrado, no muy grande, de dos plantas. Parece que el tejado es de uralita y las paredes de ladrillos al aire, sin pintar, parece construido con prisas y piezas sacadas de otros edificios. 

Nada se acerca a donde estas, y la quietud reina en la oscuridad y el silencio.

Subes por la escalerilla, las cisternas se mantienen quietas, probablemente en movimiento fueran mucho mas estruendosas. Cada una de ellas tiene una tapa en la parte superior. La de la derecha, una vez abierta, libera un hedor fétido. Mientras que la segunda, se mantiene tan inodora, como el agua corriente. 

 En cuanto llega al umbral la niebla alrededor parece disiparse, permitiendo que haya cierta luz. Thais avanza sin problemas, dentro no hay luz alguna, pero la estructura tiene demasiadas grietas, y se filtra parte de la luz exterior. Si bien personas mas grandes se tendrían que agachar, ella se mueve sin tener ni que doblar las rodillas.  Puede ver cables eléctricos y bombillas que recorren los suelos y paredes o cuelgan sin mampara alguna del techo. algunas planchas de metal, tapan cachos de paredes o el suelo. 
 

No hay habitaciones, sólo pasillos y recovecos, como un laberinto para hamsters. 

Desde fuera solo alcanzas a ver que falta parte del tejado de uralita, pero se encuentra demasiado alto para intentar colarse por arriba. Las paredes son de ladrillo, y están enteras, la fábrica se asienta sobre asfalto, impidiendo que se hunda en el fango. 

La inscripción aunque emborronada es legible, cuando la iluminas con la linterna. "El quinto primo seguido del mas cercano a su doble."

Finalmente parecía que si que había una pista sobre la puerta de entrada a la fábrica.

El quinto primo seguido del mas cercano a su doble. Madre mía, si al final las clases de matemáticas del padre Adrian, puede que me sirvan para algo ... o no¿?¿?

Unos instantes sobre la puerta de acceso, dubitativa Elle comienza a pensar lo que esta piensa que puede ser la solución ante el acertijo de la puerta y lo que esperaba que le abriera la puerta a una posible lugar para pasar una noche tranquila. Como balbuceando, como si esperara que alguien pudiera oírla para corregirla Elle comienza a calcular.

Ehhh ... El quinto primo es 1, 3, 5, 7, 11  ... 11 es 11. Y el primo más cercano al doble de 11, 22, es .... 23. O sea que la clave de acceso parece ser 1123.

Tras la duda, Elle decide jugar su opción y introducir la clave que ha calculado, esperando no confundir el tiro.

Sonrió. Allí seguro que no la encontraban ni de coña.
Y si la encontraban, estaba segura de que ella sería capaz de moverse con la suficiente agilidad como para que los asesinos se quedaran atrás.

Antes de ponerse a descansar y seguramente dormir, intentó rebuscar por el lugar algo que pudiera servirle de utilidad. Y si nada le llamaba la atención, buscaría un sitio lo suficientemente rebuscado y pequeño para refugiarse un rato.

Bebo el agua de la más limpia de todas y relleno el tarrito que tenia con ella.

Decido montar guardia cerca de la entrada, en algún lugar donde esté un poco a cubierto, estaré atento a cualquiera que se acerque, espada en mano, los tributos necesitan agua y esta es una de las zonas más lógicas a las que acudir.

No me gusta perder el tiempo, pero me gusta menos perder la vida y dar vueltas sin un objetivo claro, así que, de momento, este es el mejor plan que se me ha ocurrido.

También busco algo en el suelo, pequeño y que pese (una piedra tal vez, o una madera pequeña), mi intención es, si alguien entra, arrojarla como si fuese un señuelo, para que mire al lado en el que no estoy y atacar.

Esperar y emboscar. El corazón me empieza a latir con fuerza solo con la idea de que el plan salga bien y mi cabeza me empieza a enviar imágenes y pensamientos de que podría pasar si el plan fracasase.
Intento alejarlas y monto guardia.

En el suelo hay grava y otros restos de la construcción apresurada del edificio, no es difícil encontrar algún fragmento lo suficientemente grande como para que tenga la consistencia necesaria para tus fines.
Solo la luz de la luna y las estrellas que se cuela por la puerta y las grietas del techo ilumina tenue la habitación. La noche parece cerrada, pero la posición del satélite y las constelaciones presentes te permite saber que estáis en verano, y será aproximadamente la una de la madrugada, quedando alrededor de 6 horas hasta el amanecer.

Encuentras que en la construcción abundan las paredes, techos y suelos falsos, como una inmensa red de túneles interconectados. Tu exploración te hace bajar hacia una zona más profunda y fría, pero seca. Entras en una sala, en la que hay luz. Una bombilla pelada ilumina la estancia con una luz amarillenta, la sala es la más limpia de lo que llevas visto en todo el edificio. A diferencia de lo demás construido con escoria, el hormigón es omnipresente.

Hay estantes con puertas de cristal, detrás de ellas puedes ver botes con diversos productos químicos, así como material de laboratorio. En una mesa central se encuentra montado todo lo necesario para la síntesis de sustancias. Si tu conocimiento de la materia no te fallaba, eso era un laboratorio de síntesis de drogas, aunque estas segura de que con las herramientas disponibles, podrías preparar más cosas.