Partida Rol por web

Neram le mira sopesando el tema. Observa a los enanos y luego al chaval de nuevo.

- Y... tu padre ¿Se llamaba...? - pone a prueba al muchacho.

Nunca está de más ser precavido. Su mano reposa cerca del pomo de la espada. No está de más...

-Mi padre se llamaba Arminthen, Capitán de los montaraces de El Ángulo. - Aquel nombre trajo viejos recuerdos de juventud a Neram, había servido durante su preparación con aquel hombre de aspecto normal, más bajo que la mayoría de los de su especie pero tremendamente ágil y sigiloso. Muchos le llamaban el gato. -El tuyo es Markam de Amon Súl, si mal no recuerdo. Espero que siga tan bien como la última vez que lo vi.

Neram asiente con la cabeza en un semisaludo.

- Se te saluda, Celedhen... Si, la última vez que lo vi, lo estaba... 

Le hace un gesto hacia la mesa.

- Siéntate y cuéntame esas nuevas. Tus compañeros, también son bienvenidos si pueden ayudarnos.- Se vuelve hacia la mesa.

Edrram escuchaba de cerca.

Neram invito a Celedhen y sus amigos enanos a sentarse, si tenían noticias de Leowyn podrían ayudar a encontrarla. Lo cierto es que el Gondoriano pensaba mas en el camino que Bolgen había seguido, estaba casi seguro de que era el al que el posadero había visto. Además todo indicaba que viajaba con el hermano de Amy y Tim, y tal vez de su tío. Seria un alivio encontrarlos a todos ellos.

-¿Podemos ir a un lugar más tranquilo? -Le preguntó a Neram. -Ya, sabes donde podamos hablar sin que haya muchos oídos presentes, aún estamos en terreno de la familia Dunlen... -Añadió en voz muy baja. Si traían noticias de Leowyn, cualquier precaución era poca, no obstante, estaban hablando de una fugitiva.

- Supongo - dice Neram.

Mira en derredor y le hace una seña al posadero de que se acerque.

Cuando lo hace, en voz baja le comenta:

- ¿Tiene un sitio discreto donde hablar con mis amigos? Digamos... lejos de oídos indiscretos... - y mientras habla mueve una pieza de plata hacia el posadero.

El posadero se quedó algo perplejo ante la petición del montaraz, pero una moneda de plata, era una moneda de plata.

-Bueno, están las habitaciones que me han alquilado... -No se le ocurría nada más discreto. -O las cuadras. -dijo en última estancia como una oportuna ocurrencia de última hora buscando el merecimiento de aquella moneda de plata.

- Una plata - pensó Edrram. Era una generosa recompensa por una información tan evidente. Pero Neram sabría lo que hacia. Esa moneda compraría también la discrccion del posadero al menos.

Edrram miraba a los enanos, los supuestos amgigos de ese enigmático Celedhen, un montaraz de una zona llamada El Angulo. el gondoriano no sabia de lo que hablaban, pero si de que el muchacho podría darles información sobre Leowyn. Si además de eso, les ayudaba de alguna otra forma, estaría atento a lo que el joven pudiera decir.

- Si, las habitaciones, claro... - sonrió el comandante.

En su interior, solo esperaba la llega del nuevo día, y con ella, la esperanza de reencontrarse con su viejo amigo Bolgen.

Neram mira a Celedhem, los enanos y a los del grupo.

- Vamos... - se levanta - Quien quiera puede descansar y luego le resumiremos la situación... 

A continuación se dirige a las habitaciones mirando en derredor de forma discreta por posibles espías.

El rohirrim sigue a los hombres a las habitaciones, una vez dentro mira a sus compañeros -Debemos tener cuidado, no confío ni en el posadero, ni en el resto de la gente de la posada. Creo que alguien debería quedarse fuera vigilando fuera-aunque seguramente hasta las paredes tienen oidos-

Miriamele tenía intención de escuchar la conversación, pero ante las palabras de Fhengel cambió de idea.

-Tienes razón, me quedaré fuera. No dudéis en llamarme si algo ocurriera. Estaré alerta ante cualquier suceso extraño - Toqueteándose la capucha para cerciorarse de que se encontraba bien calada, tapando la mayor parte de su rostro, se apoyó lánguidamente contra la pared más cercana a las habitaciones alquiladas, aunque realmente estaba bien atenta. La posición le permitía no perder de vista la puerta, y de paso seguir observando una buena zona de la posada. 

-Bien, ahora vuelvo. Un segundo. - Se alejó de la mesa mientras ellos se preparaban para moverse hacía la habitación y fue con discreción a buscar a los enanos. Luego regresó junto a ellos para seguir al grupo a las habitaciones.