Primavera del 2799 de la Tercera Edad.
Leowyn era una joven mujer de Aldburgo, de cabellos dorados y radiantes como los rayos del sol y una belleza poco común, e incluso se diría que casi élfica si no es porque al lado de una elfa una mujer de La Marca queda deslumbrada. La llamaban Leowyn Naeth, debido a su tristeza profunda, pero pese a ello, era una mujer ardiente y de la cual contaban que manejaba la espada tan bien como su hermano, un valiente rohirrim del ejército.
La causa de su tristeza, fue conocida poco después, ella misma se la contó a un grupo de rohirrim, entre los que estaba su hermano y un valiente guerrero llamado Fhengel:
Resulta que Leowyn se enamoró de un joven llamado Argulf, el tercer hijo del vecino de su tía Breawyn, donde ella fue enviada para aprender los modales de una señorita rohirrim y olvidar las espadas y las luchas de los hombres. Tenían planes de casarse cuando Argulf volviera de una misión en la que debía acompañar al embajador de Rohan en Gondor. Pero alguien le asesinó.
Leowyn decida a darle venganza pidió a aquellos rohirrim, entre los que estaba su hermano Leothud y el amigo de este, Fhenguel, que le acompañaran hacía el Norte, le habían dicho que el asesino estaba cerca de las Tierras Brunas.
Cabalgaron decididos a tomar venganza, pero en realidad aquello solo se trataba de una mala pista, quizás una trampa que les llevó a ser emboscados por los dunlendinos. Quienes mataron a la mayoría de los rohirrim y les cortaron la huida a Rohan. Leothud murió y sólo Leowyn y Fhengel, y otro hombre muy malherido, consiguieron escapar sin ninguna otra opción, hacía el Norte. Leowyn dijo conocer a una elfa en el Norte que podría prestarle ayuda. Se dirigieron a Bree, para mandarle una carta de auxilio.
Una vez que llegaron a Bree alquilaron con el poco dinero que les quedaba una habitación en una posada llamada "La Media Pinta" y acomodaron al hombre malherido en la estancia, el dinero no les había llegado para más y solo podían tener una cama. Leowyn pidió a Fhengel que cuidara de aquel hombre mientras ella iba a buscar un mensajero para enviarle la carta a su amiga.
Fhengel no estaba seguro de que camino debia seguir, la suerte no lo estaba acompañando ultimamenteTal vez alguno de nuestros perseguidores anda cerca no voy a dejar que vallas sola
La bella mujer de cabellos rubios y tez blanca insistió en lo que había dicho anteriormente.
Por favor. Quedate. Alguien tiene que cuidar de él. Dijo casí suplicandole. Yo estare bien, se defenderme. Y no creo que corramos peligro en esta aldea.
Si no vuelves en media una hora ire a buscarte le contesta el rohirrim resignadotu hermano no me perdonaria nunca si algo te pasara
master si me agregas el pantalon y la camisa extra te lo agradeceria =)
por cierto la Bree como es? pequeña? mediana? "grande"? pude apreciar algo que no me alla gustado? hace cuanto que perdimos a los dunledinos?
Cuándo Leowyn se marchó de la habitación y cerró la puerta, Fhengel se quedó meditando sobre la aldea de Bree y todos los acontencimientos que habían ocurrido en las ultimas horas.
Bree era un antiguo pueblo localizado en pleno centro de Eriador, en el cruce del Camino del Este y el Camino Verde. Era la mayor población de las tierras que llevan su nombre, una pequeña región civilizada que comprende otras tres aldeas: Entibo, Archet y Combe. Desde la segunda mitad de la Tercera Edad, en la villa y la región coexisten pacificamente los hombres de Bree con un grupo numeroso de extrañas gente que se hacen llamar a si mismo hobbits. Aunque los hombres los llaman medianos, por que miden la mitad que un hombre común.
Bree se eleva en la vertiente oeste de la Colina de Bree, cerca del Bosque de Chet. Al pie del monte se encuentra un centenar de casas de hombres, construidas con ladrillo, madera y piedra. Más arriba en la loma se encuentran los agujeros Hobbit. El pueblo está rodeado por una empalizada semicircular de madera. Dos puertas guardadas se abren del lado oeste y sur respectivamente. Al ser un cruce de caminos importante, Bree canaliza buena parte del comercio de Eriador, y es una parada obligatoria de todo viajero. Por ello hay varias posadas en el pueblo. Una de ellas, la de La Media Pinta.
Aquella posada no era de las mejores de Bree, se encontraba algo alejada del centro de la ciudad, y el dueño era un hombre rudo de aspecto desagradable y mal caracter. El aspecto del posadero no les gustó a ninguno de los dos, y una mirada complice entre ellos bastó para mostrarse deacuerdo sobre ello. Había algo extraño en aquel hombre, quizá sus rasgos recordaban a los de un dunlendino y por ello no se fiaban.
No obstante, era lo único que se podían permitir, ya que los precios de otras posadas se les disparaban del acortado presupuesto que tenían.
Cinco días antes (Tuvieron suerte de que un comerciante de Eriador aceptara llevarles hasta Bree a mitad de camino.), habían salido vivos de milagro de la encerrona que los dunlendinos les habían hecho cerca de Tharbad. Bree era un lugar relativamente seguro, ya que los dunlendinos no se atreverían a montar ningún tipo de problemas en Eriador, una tierra en la que, al igual que los rohirrim, eran extranjeros.
En estos pensamientos se encontraba Fhengel cuando el golpear de unos nudillos en la puerta sonó y el jovén muchacho que ayudaba en la posada asomó la cabeza ligeramente para preguntar en un precario rohirrico:
Señores... ¿Necesitar... cosas?. Al contrario que el hosco posadero, aquel muchacho no tenía tanto aspecto de dunlendino, y pese a la suciedad que lo cubría se podría decir que tenía incluso un aire "noble". Algo en su sangre que lo hacía distinto.
Su pelo llegaba hasta los hombros y era castaño oscuro. Vestía con una camisa de color indescifrable, llena de remiendos y rotos que le llegaba hasta las rodillas y unos pantalones haciendo juego, varias tallas más grande, sujetado con un sencillo cordel. Unas sandalias y un delantal mugriento completan el patético cuadro.
La camisa y el pantalón ya están puestos. Tienes los que llevas puestos y los de repuesto.
Una sonrisa aparece en el hosco rostro del rohirrim Niño donde aprendiste tu la lengua de mi pueblo?
Muchas gentes pasan por aquí. Y hablan lenguas extrañas. Yo solo escucho, y a veces aprendo algo. Comentó el joven.
Parece que está mejor. Dijo cambiando de tema, mientras con un gesto señalaba al rohirrim que yacía tendido en la cama. Debe haber sido una herida fea. Si necesitan algo, solo diganlo y procuraré conseguirlo.
Solo un poco de agua, pero antes dime, hay alguien de mi raza por estas tierras? tambien me gustaria saber si conoces alguien que pueda ofrecerme un trabajo en mi estadia en Bree le contesta al joven en lengua comun aunque con cierto acento rohirrico y si lo deseas despues te enseñare un poco mas de mi idioma
Fhengel pudo escuchar como una voz se dirigía al muchacho cuando le comentaba lo del agua y este se volvió para hablar con la voz. El rohirrim no puedo escuchar lo que decían, pero parecía que alguien más iba a asomarse por la puerta. El muchacho seguía en el quicio, con la puerta abierta ligeramente y su cabeza había salido de la habitación para hablar con el otro.
Has cambiado el mensaje tarde, ahora no puedo rectificar eso.
Fhengel desenvaina su espada, aunque estubiera en "tierra segura" no era su tierra asi que decidio tomar recaudo, se acerco hasta la puerta para ver en el pasillo. Si nada llamaba su atencion cerraria la puerta y volveria a la espera de Leowyn.
al principio puse solo lo del agua por que justo me estaba llendo y queria poner algo para que siga la partida. Cuando llegue al trabajo y vi que no me habias contestado decidi hacerle las preguntas ahi mismo. Entonces en vez de escribir un nuevo mensaje edite el anterior :P
Al asomarse al pasillo vió que la voz con la que el muchacho hablaba era la de un hombre muy alto, de aproximadamente un metro ochenta y cinco, ataviado con una larga capa con capucha color verde pardoso, unos pantalones marrón oscuro y una raída camisa de manga larga. Era uno de esos montaraces que vagaban por el norte.
El montaraz hizo un gesto reverencial al ver al guerrero, trató de ser los más cortés posible pese a las carencias que hacían de los montaraces hombres de campo y no de palacios, por lo que decidió empezar con el tradicional saludo de buenaventura que usaban en aquellas tierras.
Saludos Jinete, que los pájaros vuelen sobre tu cabeza.
Mi nombre es Nerám, habitante de las colinas que rodean esta aldea, me gustaría tener una conversación con usted...
En ese momento el joven miró al muchacho y añadió... ...en privado.
Tras evaluar la situación unos momentos, el muchacho hizo una leve reverencia a ambos y se retiró.
Seguro. Estaré abajo, si necesitáis algo no dudéis en llamar.
Fhengel envaina si espada y sale al pasillo cerrando la puerta tras de si no creo que alla problema pero por las dudas mejor no arriesgarnos Mi nombre es Fhengel, que es lo que tiene para decirme? el rohirrim escrutaba el rostro del montaraz que querra?
Nerám extendió su brazo hacia el poderoso jinete y le miró diréctamente a los ojos, para tratar de mostrar su transparencia.
Encantado Fhengel, más que querer hablar con ustedes querría que ustedes hablaran conmigo. Permítanme que me explique.
Como saben en estas tierras no hay un estado ni un ejército como tal y por tanto son proclives a incursiones orcas, pese a que cada pueblo de estas tierras tiene unos guardias defensivos y un parápeto o empalizada, tales defensas son pírricas para el poder de un ejército organizado.
Yo pertenezco a un grupo que trata de preservar la tranquilidad de estas gentes y al verles entrar manchados de sangre y heridos me he alarmado, pues en mi mente se ha recreado la visión de una posible amenza para mi causa.
Es por eso por lo que estoy aquí, quisiera saber qué les ha ocurrido, con quién han entrado ustedes en liza y, en definitiva, si algún ejército o grupo importante de enemigos viene hacia aquí.
Justo en ese momento llamaron a la puerta. La voz de un hombre sonó desde el otro lado.
Me envía Leowin Naeth, he venido a ayudarles. Dijo desde fuera la voz.
El rohirrim estaba pensando que decia el montaraz cuando llega el desconocido y al escuchar el nombre de la hermana de su amigo solo puede preguntarse algo Donde esta ella?
por cierto master en mi mensaje anterior digo que salgo al pasillo, no queria un desconocido en la habitacion del herido!
No marques a nadie más.
Perdona ha sido un fallo mío, habia supuesto que entrariais a la habitación.