Partida Rol por web

El muchacho curaba a la elfa. El hermano cuidaba de transporte que necesitaría la muchacha para moverse; pero ¿Y el resto del grupo? ¿Dónde estaban? ¿Los veía?

Estaba preocupado. Habían luchado y hecho huir al enemigo, pero ¿Y si tenían más integrantes y esto solo era parte? ¿Les habrían flanqueado? Si veía a los demás, se aproximaría al finado a ver que portaba. No tenía intenciones de mancillar su cuerpo, pero ... si tenía algo que les pudiera interesar a cualquiera de ellos, era todo un desperdicio dejarlo. Para si pensaba en Muchacha aguanta, muchacha aguanta. Pero imaginaba que estaba en buenas manos, y que si tal vez, el resto les veía, vendrían a poner su granito de arena para que la muchacha se ponga en pie y siga con nosotros.

Aguanta muchacha, aguanta.

-Sabe a mar...-Fue lo único que atinó a decir la elfa antes de cerrar los ojos, aún aturdida y dolorida. Nunca había estado en la costa, y precisamente era lo que quería hacer antes de que su viaje se viera tan aplazado por causas ajenas, pero una vez probó la sal de un humano estafador, y éste le dijo que aquél era el sabor del océano. 

Tardó largos y aterradores segundos en recuperarse lo suficiente como para orientarse y saber donde se encontraba. Se había acostumbrado tanto a localizarse y aprenderse los caminos que recorría, que era horrible para ella no poder decir con exactitud su localización exacta. Solamente le pasaba lo mismo en las cuevas profundas, donde nunca podías saber dónde encontrarías la siguiente salida a la superficie. 

Al abrir los ojos de nuevo trató de incorporarse, pero por primera vez se le escapó un leve quejido de dolor. Desistió en su intento de levantarse, aprovechando en cambio para agarrarle el brazo a Celedhen con urgencia con su mano buena.

-Los otros, ¿cómo están?¡Ayudadlos por favor!

Que bueno que estes bien- le dice el rohirrim a la elfa mientras se agacha junto a ella- uno de los enanos la lleve con el caballo al campamento, si salen ahora tal vez tendrán una oportunidad, pero no deben parar por nada, ni por nadie. Esto no ha acabo, el resto vamos a ayudar a los otros - o vengarlos - y despues nos vamos pitando leches antes de que vengan con mas hombres-

Un rápido vistazo al otro bando les tranquilizó bastante cuando vieron que los otros dunlendinos también huían y el cerco se levantaba permitiendo que pudieran reagruparse de nuevo, por tanto no era necesario que les ayudaran. Una flecha acabó con el último de los dunlendinos que todavía se resistía a huir junto con sus cobardes compañeros.

Sin embargo se había pagado un alto precio por aquella momentánea victoria: Neram, Edrran y los hobbits parecían estar bien pero Bledwyn, Galanthir y Silwen habían caído en combate y se encontraban muertos. El grupo corrió a reagruparse para reorganizarse y actuar cuanto antes.