¡Ben, por Tutatis! ¡Un post al día!
Pasaron la tarde fumando en pipa y hablando de banalidades propias de los hobbtis y que no tenían ningún sentido práctico. Estuvieron, por ejemplo, largo rato hablando de las propiedades de la hierba de Valle Largo e intentaron buscar un sinónimo en la comida a su sabor. También discutieron a cerca de cual era el mejor pueblo de La Comarca y cual de todas las ciudades tenía el arroyo de agua más limpio y cristalino.
Cenaron los tres juntos. Marcus decidió irse mediada la tarde a terminar el reparto de carne y se despidió efusivamente de su amigo Ben. Tras la cena estaban llenos como gorriones que han comido demasiado trigo y no pueden alzar el vuelo a más de tres cuartas del suelo.
Recogió el sombrero que había dejado apoyado sobre la silla y se lo colocó sobre el cogote, quedando suelto y con el ala muy elevada, dandole un aspecto curioso.
Bueno señores, mañana a primera hora de la mañana os espero aquí. Les dijo a sus nuevos compañeros. Espero que tengaís todo listo para partir. Después le pidió al posadero que le indicara donde se encontraba su habitación y dió las buenas noches a todos.
-Buenas noches amigos. ¡Hasta mañana entonces!
Y la jovial Amy se fue a la cocina, le quedaba una última horneada antes de retirarse a descansar. Cuando terminó, un suave pero delicioso aroma invadió la posada. Por la mañana, los pastelillos estarían en su punto. Tendrían un desayuno de reyes...
Apenas pudieron conciliar el sueño en sus camas ante la espectativa del inminente viaje. Dieron numerosisimas vueltas entre las sabanas, pensando en lo emocionante y entretenido que tenía que ser salir de la Comarca, pero también tuvieron rato para pensar en los peligros y desconocidas criaturas y gentes que habitarían más alla de sus fronteras.
A la mañana siguiente el rico aroma de los pastelitos preparados por Amy inundaba toda la posada. Timorothy ya se encontraba desayunando cuando ellos bajaron. Concentrado en su vaso de leche, devoraba con ahínco los pasteles de la hobbit, no sin antes untarlos en la leche. A su lado descansaba la mochila cargada de cosas con la que había llegado el día anterior.
Al sentir bajar a la hobbit por las escaleras, Tim sonrió con la boca llena de dulce.
¡Eftof paftelef eftan muy buenof! De su boca saltaron migas a discrección mientras hablaba.
Benjamin inspiró profundamente el delicioso olor de pasteles desde lo alto de las escaleras. Un aroma dulzón y sabroso, pero lleno de sutiles detalles. A Ben se le hacía la boca agua
Amy, ¡¡va a ser un placer viajar contigo!!!
Riendo, terminó de bajar las escaleras y saludó efusivamente a Tim. Ben no había pasado una noche muy agradable, pero los pasteles y ver de nuevo a sus compañeros le había devuelto el buen humor. Se limpió las migas que Tim había propulsado hasta su camisa, y se sentó a la mesa, preparado para tomar su primer desayuno del viaje
Perdonadme..el internet de mi casa me está matando!!!! Estos días he tenido poco tiempo para postear, pero el problema ha estado en que el poco tiempo que he tenido ha sido desperdiciado por errores de conexión todo el rato....hoy ya me está funcionando, espero que se quede estable. Nunca me había pasado :(
-¿A que sí? Ya os lo dije, ¡Jajajaja!, otra cosa no sabré hacer, pero los pastelillos de Amy... ¡esos son para chuparse los dedos!
Bajó los últimos escalones dando saltitos, lo que provocó que Pooka, que asomaba hasta entonces su cabecita por el bolsillo central del delantal de la hobbit, se metiera en ella por completo. No volvió a salir hasta que hubo comprobado que estaban ambas en suelo firme, y la muchacha había dejado de hacer acrobacias.
Llevaba con ella su zurrón, repleto con todas sus pertenencias, por su aspecto hinchado. Incluso asomaba el mango de un cazo de cobre: Amy gustaba de cocinar con cacharros así, y éste era su preferido, un cazo pequeño, ya antiguo, abollado pero reluciente. En todo el borde tenía una cenefa labrada en el metal, y el mango acababa en un adorno de madera tallada, representando una mariquita.
Se acercó a la mesa donde sus dos compañeros estaban ya desayunando, y se sentó con ellos, sin dejar de reir. No se la veía nerviosa, en todo caso excitada porque su viaje acababa de dar un nuevo tumbo, y si había empezado a buscar a su hermano sola, ahora seguiría adelante con ellos.
-Bueno, ¿qué? ¿qué planes tenéis para hoy? ¿Salimos enseguida, no? ¡después de desayunar! Mmmm... sí que están buenos.... -acababa de clavarle un mordisco a uno de los pastelillos, y lo degustaba entusiasmada- ...¿ha llegado alguien de fuera con nuevas noticias? ¿algo que debamos tener en cuenta...? -Arrancó unas migajas y se las dió a la hamster, que se puso a comer pulcramente tomando los pedacitos con cuidado.
El pequeño hobbit que degustaba con una enorme sonrisa los pastelitos de Amy tragó costosamente todo lo que tenía en la boca para poder hablar.
Partiremos en cuanto hayamos desayunado. Sonrió de nuevo. No ha llegado nadie, ni si quiera esos dos viejos maleducados... No debe haber mucho viajero en estas tierras.
Rápidamente volvió a llenarse la boca con más pastelitos y señalando a su mochila dijo:
Tenfgo un mafpa. Echó la mano a su mochila y sacó un viejo plano arrugado y lleno de grietas, el color del papel era amarillento y los colores de los dibujos estaban ya muy apagados.
Era de mi viejo tío. Dijo tras tragar nuevamente. En el mapa venían representados todos los pueblos de la comarca y algunas localidades circundantes conocidas, pero no había mucho más.
Seguiremos este camino, descendiendo por el sur. Posó su dedo en Valle Largo y siguió con el dedo el camino hasta el fin del mapa. Una vez pasemos esto, el mapa ya no será útil. Dijo con gran pesar.
No se ve muy bien pero encima de Valle Largo al sur del mapa hay una flecha. Esta flecha será el indicador de donde os econtrais a partir de ahora en los mapas generales que vaya poniendo.
El camino que ha señalado Tim es el que va desde Valle Largo a la frontera de La Comarca, donde pone: "al Vado de Sarn"
-¡¿A ver...?! El abuelo tenía uno de esos! Era más grande que ese, pero los puntos eran más pequeños... Amy había acaparado el mapa y estaba inclinada sobre él, escudriñándolo de cerca. -¿Ves? Esto de aquí, Los Gamos, era a penas una mota en ese otro mapa. Y seguía mucho más, pero... uff... no recuerdo qué había. Era muy intrincado, ¿sabes?, muchos pueblos, y luego... caminos, ríos, montes. Todo muy comprimido. Valles, ¡y bosques! ¿sabéis la de cantidad de bosques que hay ahí abajo...? Y pantanos. Eso... uf... eso sí que me da grima. -Tamborileó con los dedos sobre la mesa, al sur de lo que sería el lugar donde el hobbit había señalado, y donde, evidentemente, ya no había mapa.-Pero este se acaba aquí... no es como el del abuelo. Y el del abuelo se lo llevó Tom con él, él lo tiene. ¡Puede que llegues a verlo, si lo encontramos, te gustará!. Hum... el vado de... Sarn. No me suena... no me suena nada.
Se giró hacia Ben, levantando por fin su cabeza de encima del amarillento pergamino, y dejándole ver.
-¿Te suena a tí, Ben? Tú llevas tiempo repartiendo carne, quizá has recorrido mucho trecho del Valle Largo, ¿no? ¿Has pasado por ese sitio...? La hamster había saltado de su bolsillo hasta encima de la mesa, junto al mapa, y miraba muy atenta. La cabecita ladeada, los ojillos brillantes, se hubiera dicho que entendía los dibujos que se desplegaban ante ella, a escala de alfombra para el animal. Pero rompió la imagen cuando se sentó sobre sus cuartos traseros, y ceremoniosamente empezó a lamerse las manitas, limpiando los restos de su opíparo desayuno.
Amy le lanzó un vistazo de reojo, sin dejar de mantener su objetivo en su compañero, pero susurró por lo bajo algo así como "sí, claro, es igual que el del abuelo, pero este es sólo de un trozo del otro, tonta..."
Ben examinó con curiosidad el mapa. Le daba vértigo pensar hacia dónde iban...ni siquiera estaba en el mapa...¡pero sería genial!
Alguna vez he entregado carne en Sacovilla, pero nunca he ido más al sur... Ben se inclinó sobre sus amigos, bajó la voz, y su tono se volvió preocupado. Sin embargo, he oído que el vado de Sarn es frecuentado por bandidos y criaturas peores...quizá sólo sean habladurías, pero deberíamos tener cuidado Ben asintió reafirmando sus palabras con intento de expresión de tipo duro Si, si. Debemos estar alertas. Pero tranquila Amy, soy buen tirador
Tim tragó toda la leche que le quedaba en el bol y se espanzurró en la silla con la tripa llena y una mano sobre el estomago como signo de conformidad con el desayuno.
Bien, pues en cuanto hayais desayunado nos pondremos en marcha.
Amy asintió, sin hablar, puesto que estaba así mismo terminando su tercer pastelillo. Su bol de leche humeaba, y tiró un pedazo de chocolate en el interior, removiéndolo con la cucharilla hasta que se deshizo por completo.
Sí, acabarían el desayuno y.... ¡ya podían partir!
Benjamin termina ansioso el desayuno y prepara su fardo. Tras despedirse del posadero y echar cuentas, mira a sus compañeros que ya están preparados
¡Vámonos!
¡Perfecto! Dijo el hobbit. Pongamonos en marcha. Se pusó su inseparable sombrero y recogió su mochila cargada. Saludó al posadero y pagó lo que había consumido y la habitación.
Qué pena que no esten esos dos viejos gruñones, me hubiera gustado despedirme de ellos. Dele recuerdos de mi parte. Le dijo al posadero antes de salir.
Abrió la puerta y dejó que Amy y Ben salieran primero. Hacía un día de sol radiante, el cielo estaba azul, sin una nube a la vista. Todo empezaba a ponerse verde gracias a la llegada de la primavera y en los árboles crecían las hojas asomando timidamente en aquellos días.
Tim salió silvando una vieja tonada del Norte de la Comarca que a los otros hobbits les sonaba de haber oido alguna vez.
Esta posada es gratis, pero a partir de ahora os descontare todo lo que comais, compreis, bebais...
Haced un ultimo post antes de cambiar de escena.
La muchacha se despidió también del posadero, no sin antes haber dejado la cocina tan limpia como si nunca hubiera amasado, horneado ni cocinado en ella.
Cuando saalió al aire libre, tras un guiño al galante Tim, inspiró profundamente, llenándose de luz y aromas que le trajeron la imagen de su abuelo a la mente. Para rematarlo, esa tonada...
...¡era increíble, estaba empezando una aventura real!
¡Eh!¡Que Amy ha trabajado!!
XD
Benjamin salió de la posada y se encontró con el tímido calor del sol en la cara, y con la frescura del rocio en los pies. La panza bien llena de sabrosos pasteles, un día espléndido y dos nuevos compañeros...no imaginaba mejor forma de comenzar un viaje.
Trató de imaginar todos los lugares que conocería a partir de aquel día, todas las personas que encontraría en su camino, todas las experiencias que viviría.....y se llenó de júbilo. Radiante, comenzó a andar. A partir de ese momento, empezaba su aventura