- Alatia es mi nombre. - La muchacha había estado escuchando atentamente a su compañera. - El pasado es oscuro, pero al menos tú has podido luchar por tu pueblo.
Alatia quedó en silencio.
- Sí, Lya – confirmó con una sonrisa – De aquí y de allá. Nunca he sido de echar muchas raíces – contestó quitándole importancia a la cuestión.
Escuchó las respuestas de las otras dos. Ya había identificado a la alma de la fiesta. Bufff…
- Lamento lo de tu pueblo, Hrönn – le dijo a la otra – Esta noche beberemos en su recuerdo. – le propuso – y brindaremos porque pronto tengamos el poder para cambiar las tornas. – trató de animarla – Es una verdadera lástima que no tengas aquí la botella de brandy para poder hacerlo ya. – se encogió de hombros - ¿Cuál es tu bebida preferida? – trató de cambiar el tema a algo más ligero.
–Poco pude hacer más que verlos morir y luchar por mi vida. Y estos perezosos sureños poco podrán hacer de no prepararse, si la horda decide ponerse en marcha de nuevo. Pero juro que algún día esas bestias pagarán lo que han hecho. ¿Tú no pudiste luchar, Alatia?
La dasharii trató de sacar más información de la enigmática elfa, que parecía no querer dar ningún detalle de su vida anterior al Gremio.
Hrönn se alegró al escuchar la propuesta de Lya.
–Jaja, una una pena no tenerlo, si...
La salvaje pelirroja quedó unos segundos pensando, y con el ceño fruncido quedó en silencio, observando a la hechicera.
–Espera, ¿Cómo sabe ella del brandy? ¿Me ha leído la mente o me ha robado la botella?
Lo del brandy fue un pensamiento. Quizá no lo expresé bien pero seguí el patrón marcado por el jefe xD (cursivas sin negrita). En cualquier caso la desconfianza hacia tí ha aumentado xD
Alatia puso cara de amargada al escuchar la pregunta de Hrönn.
- ¿Luchar? - pausa, apenas segundo y medio - No, los dejé vivir y me marché.
A partir de ese momento se quedó mirando el paisaje por la ventana del carruaje, como si estuviera sola en el mismo.