Partida Rol por web

MASKS: Año Uno

3.C-El Juego de la Vida y de la Muerte

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04/11/2021, 23:49
Rafaela Teresa Garcia

Había peleas que ni siquiera El Toro podía ganar.

Hacía unas horas, la Nueva Carnicería García había sido asaltada por una banda de maleantes. Querían el dinero, comida y divertirse con las empleadas. El gerente era un hombre eficiente pero no era un héroe, tenía una familia que mantener y sólo consiguió que le mataran.

Rafaela, aunque no trabajaba allí todavía, era la hija de la propietaria. Solía rondar el negocio para ser los ojos de su madre y asegurarse de que todo funcionaba como era debido. No tenía que haber intentado nada, podría haberse quedado escondida, a salvo. Sin embargo, al oír gritar a una de las chicas, sintió que debía hacer algo. Cogió uno de los cuchillos de carnicero e intentó una locura: se enfrentó a los atracadores.

Se llevó tres disparos, uno en la pierna izquierda, otro en el abdomen y un tercero en el pecho.

Cualquiera de ellos podía ser mortal.

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05/11/2021, 00:00
María Asunción

La pequeña habitación de hospital estaba atestada de gente. María Asunción García se mordía el labio inferior en un gesto de impotencia. Abrazaba a su hija pequeña, Dolores, que lloraba contra su hombro, sin apartar la mirada de la figura inconsciente de Rafaela.

Su hija mayor estaba tendida en la cama cubierta de vendajes, conectada a una máquina para respirar y a un gotero con morfina. La habían intervenido dos veces y no descartaban hacerlo una tercera. Los médicos no estaban seguros de que sobreviviera.

-Héctor... -dijo al verle entrar. Tenía los ojos enrojecidos.

Muy pocos habían visto a María Asunción García llorando. 

Dolores le dedicó a su hermano pequeño una breve mirada de pies a cabeza, sin duda juzgando su "ropa nueva". Tuvo la decencia de permanecer callada. Aquel no era un lugar para peleas.

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05/11/2021, 00:04
Jorge Garcia

En una esquina, Jorge, el hijo mayor, mordisqueaba el filtro de un cigarrillo sin encender. En sus manos temblaba un móvil con el que mandaba mensajes furiosos.

Eran las tres de la mañana. Dedicó una mirada irritada a Héctor:

-Llegas tarde.

Le hizo un gesto con la cabeza indicando a Héctor que quería hablar en privado 

Notas de juego

Héctor, llegas a la habitación donde está tu familia. Has cruzado media ciudad para encontrarte con esto. 

¿Qué vas a hacer?

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08/11/2021, 00:15
Héctor García

Las dos cosas que nunca olvidaría (*) Héctor de ese momento fue ver a su hermana en la cama y a su madre llorando. La persona llena de tubos y conectada a un respirador no parecía Rafaela, sino un cyborg pálido, mitad humano mitad máquina, como uno de esos tipos de la peli de Matrix. Y su madre, llorando, no parecía tampoco su madre, la mujer fuerte que siempre, absolutamente siempre, parecía controlar la situación. Ahora no daba esa impresión en absoluto y todo tenía par Héctor un aire irreal, de pesadilla. 

A pesar de que Jorge le había hecho un gesto, Héctor no pudo seguirle. No aún. Simplemente se arrojó en brazos de su madre y la abrazó y deseó que todo pasara y que mamá lograra poner todo en orden de nuevo por la pura fuerza de su voluntad, como siempre había hecho antes. Héctor notó su abrazo e incluyó a Dolores en él porque cuando de verdad pasa algo importante es cuando te das cuenta de lo poco que importan la mayoría de las discusiones del día a día.

Estuvo así un tiempo largo, muy largo, pero todo era confuso y extraño, así que Héctor no habría sabido decir si fueron largos minutos o meros segundos. Al fin, se separó mínimamente de María y pudo al fin preguntar. —¿Qué os han dicho? ¿Cómo está? ¿Qué dicen los médicos? 

Mientras hablaba, sabía que debía mirar a Rafaela, pero no se atrevía. No podía. No era capaz de hacerlo. 

Notas de juego

(*) O sí. La máscara es lo que tiene, que come recuerdos.

Captado lo de que Jorge quiere hablar con Héctor a solas, pero no es posible que el chico se vaya sin antes hablar ni siquiera un momento con su madre. No sería correcto ignorar a la matriarca.

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08/11/2021, 17:24
María Asunción

-Ha perdido mucha sangre... Le han tenido que extirpar el bazo. No se atreven a quitarle la bala del pecho.

María Asunción se tapó la boca un instante cerrando los ojos. 

-Todavía no sabemos si vivirá hasta mañana. 

Notas de juego

Probablemente sea un gran momento para hacer de hijo como Dios manda, hacerle unos cariñitos a mamá y tirar Consolar o Apoyar para quitarle una condición (que, sin entrar en detalles, debe tener marcadas unas cuantas).

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09/11/2021, 23:27
Héctor García

Bueno, pe-pero no te preocupes, mamá, seguro que saldrá todo... —dijo Héctor, mientras se atrevía a mirar de nuevo la cama donde estaba su hermana. Lo cual fue un error. Los cables, la palidez de Rafaela y hasta un detalle tan idiota como el que tuviera las manos unidas en el pecho, como si ya estuviera muerta y se encontraran en su velatorio, hicieron que el muchacho no pudiera ni siquiera continuar hablando. 

De repente, todo se hizo muy agobiante. Héctor notó cómo le faltaba el aire y hasta el abrazo de su madre y su hermana, que había sentido como algo cercano y reconfortante, de repente se convirtió en una tenaza, en algo que le mantenía atado a ese lugar que olía a muerte. Héctor se desembarazó como pudo de ellas, sin preocuparse de si estaba siendo brusco o cuidadoso. Simplemente tenía que salir de allí. Tenía que salir.

Dio un paso hacia atrás y luego otro, se tropezó con algo que no pudo identificar y, trastabillando, salió de la habitación. Se fue por el pasillo mientras se pasaba la mano por el pelo y respiraba entrecortadamente. Joder. JODER. Al fin terminó parándose, poniendo la espalda en la pared y tapándose la cara con las manos. Intentó respirar profundamente para calmarse, pero no le estaba resultado sencillo.

- Tiradas (1)

Motivo: Consolar

Tirada: 2d6

Dificultad: 7+

Resultado: 7(-2)=5 (Fracaso) [6, 1]

Notas de juego

Fallo de los gordos. No me extraña, Héctor no está muy centrado últimamente en su lado Mundano.

¿Me marco potencial?

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10/11/2021, 19:27
Jorge Garcia

-Han sido los Malamadre-la voz de su hermano mayor le sacó del océano de autocompasión en el que estaba a punto de ahogarse.

Le había seguido al pasillo. Miró a un lado y a otro y encendió el cigarro que había estado mordisqueando con su zippo del Jinete Calavera. Héctor le había visto llorar sólo una vez, cuando su perro Pulgas murió atropellado. Tenía los ojos enrojecidos pero seguro que diría que era cosa del humo del cigarro o alguna fanfarronada parecida.

-Esos hijos de perra han estado haciendo de las suyas: la semana pasada atracaron la Cantina de Lupe y antes, robaron seis coches del taller de Ernesto. Se creen que pueden ir por ahí abusando de la gente decente, de los que son más débiles que ellos.

Los Malamadre eran una de tantas bandas latinas que rondaban el Distrito de Santa Tecla donde vivían los García, un grupo de jóvenes sin estudios ni trabajo que se juntaban para sobrevivir a costa de los demás. Su nombre provenía de una leyenda urbana, la Madre Superiora Teresa Fuensanta que se decía había dirigido un orfanato pero se dedicaba a asesinar a los niños y vender sus órganos.

Otras bandas más grandes y más organizadas se dedicaban al lucrativo negocio de la extorsión y el tráfico de drogas pero los Malamadre actuaban a pie de calle.

-Sé dónde se esconden. Yo y unos amigos vamos a ir a darles un escarmiento que no olvidarán. ¿Te apuntas? Es decir, si te cambias de ropa: uno no va a una balasera con esas pintas... Mierda, disimula, es el novio de mamá.

Repentinamente, le pasó el brazo por los hombros y se apoyó contra la pared junto a él. Héctor no sabía que su madre estuviera con nadie. No pudo evitar mirar pasillo abajo y notó cómo el corazón le daba un brinco en el pecho.

Alejandro Guzmán. De todos los hombres que había en Halcyon City. Alejandro Guzmán. El Demonio Rojo.

-Hola, Jorge... ¿dónde...?-le guiñó un ojo a Héctor. Jorge le señaló la habitación-Gracias.

Notas de juego

Ya lo creo que te marcas Potencial. 

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11/11/2021, 08:52
Héctor García

Alejandro Guzmán. Saliendo con su madre. ¡Con su madre! Era, sin duda, un truco, un engaño. Un modo de acercarse a él y robarle la Máscara. Y se permitía el lujo de guiñarle el ojo. Héctor se quedó de piedra, helado, paralizado en el sitio.

Cuando Guzmán se metió en la sala, entonces sí, Héctor reaccionó. Apretó los puños y, sin mirar a Jorge, le dijo. —Vamos. Me apunto.

Tenía ganas de darle de puñetazos a alguien. De derribar la madriguera donde se estaban escondiendo los Malamadre encima de sus cabezas. De hacerles pagar lo que habían hecho. 

Aunque sospechaba que vería la cara de Alejandro Guzmán en la de cada uno de ellos mientras se las partía.

Notas de juego

Potencial marcado.

Cuando se calme un poquito, Héctor justificará su decisión en que tenía que proteger a Jorge. Pero su primer impulso ha sido pegarle a alguien para quitarse de encima la rabia de ver a Guzmán.

Guzmán, que ha venido para quitarle su tesssoro.

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11/11/2021, 11:45
Jorge Garcia

Guzman se alejo de ellos hasta la habitacion de Rafaela. Hector oyo a su madre saludarle con efusividad pero no pudo entender las palabras.

-Bien-Jorge asintio-Estoy reuniendo a los chicos. La hermana del "Chato" Juarez es la novia de un chino* y nos puede conseguir algo de artilleria. Y Mario de los Batos Locos nos puede prestar un coche con la matricula cambiada. Se esconden en el vertedero, cerca del rio.

Habia un temblor casi impercetible en su voz. Al criarse sin una figura paterna, Jorge habia tenido que dar un paso adelante y convertirse en el hombre de la familia. Era un cargo vacio y totalmente falto de autoridad a la sombra de Maria Asuncion pero las deudas de sangre debian pagarse.

-No te rajes, ¿eh? Lo haremos la semana que...

Jorge volvio a pasarle el brazo por el hombro y a echarse contra la pared. Era malo disimulando. 

Dos individuos en traje y corbata pasaron a su lado sin prestarles atencion. Hector estuvo casi seguro de haber visto una insignia de A.E.G.I.S. en la solapa de uno de ellos.

-Te digo que caso cerrado: aqui no pasa nada-decia uno de ellos por el movil mientras bebia cafe de un vaso de carton-Esto no es un Codigo Azul, ni siquiera Verde... Amarillo, por Dios, deberian crear algo por debajo de eso, Blanco Amarillento... vamos, hombre, ¿un osito de peluche desaparece y nos llaman a nosotros?... me da igual que los pacientes y el personal de una planta entera del hospital tuvieran la misma horrible pesadilla durante seis dias... una coincidencia, les echarian algo en el agua... pero luego no paso nada... ¿los ojos pintados por las paredes de los lavabos?... iEso fue vandalismo!... iPues se pinta encima!... Estoy seguro... No, nada de "Filtracion psicoenergetica de otra realidad", en el informe pondre "Casualidad" y "Gamberrada"... Ah, ¿sabes algo de la agente Gilbear?

Notas de juego

*En español en el original. Apelativo despectivo para los miembros de las mafias asiaticas. 

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11/11/2021, 18:24
Héctor García

No me voy a rajar —dijo Héctor, con seguridad. Es más, probablemente si consiguiera que Jorge soltara la información sobre el sitio donde estaban los Malamadre antes de tiempo, se acercaría él solo. Un grupo de matones no tenían nada que hacer contra El Toro y podría darles una buena paliza sin necesidad de que su hermano y sus colegas se jugaran la vida en un enfrentamiento. A ver si había suerte y le tiraba de la lengua a Jorge. Tampoco podía ser muy difícil.

Por un momento, Héctor se planteó seguir a los tipos de AEGIS, pero no era tampoco el mejor disimulando. Aunque al menos era un poco mejor que su hermano. 

Pero no quería volver dentro, no ahora, no después de haber salido corriendo. Y no, desde luego, con Guzmán ahí dentro —Oye, Jorge, voy a estar por aquí, no... no tengo ganas de entrar ahora mismo, ¿ok? Voy a, al servicio, sí. Ponme un mensaje si pasa algo, ¿vale? —dijo. Y lo lamentó, porque "algo" podía ser que Rafaela se muriese.

Se alejó de su hermano mientras miraba el móvil. Tenía un mensaje de Kenji y le respondió mientras iba de un sitio para otro. No se iba a alejar demasiado, estuviera o no Guzmán por aquí. Pero de repente se vio a sí mismo recorriendo la planta del hospital y entrando en todos los lavabos, para ver si veía los ojos que habían comentado los agentes de AEGIS. A ellos les parecería muy normal, pero a él desde luego que no. Y solo faltaba que hubiera algo que pudiera afectar a su hermana en estos momentos.

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12/11/2021, 15:00
Bedel

Al salir de los bañor, Héctor se encontró con un bedel que empujaba un carrito de la limpieza. Del carrito colgaban varias tiras de plástico de "Zona Restringida" con el logotipo de A.E.G.I.S. Con un poco de conversación, el bedel no tardó en soltarlo todo:

-Ocurrió... creo que fue la semana del 10 de mayo... yo acababa de volver de vacaciones, no estoy seguro de la fecha. En la planta infantil hubo un follón por una tontería... una niña con leucemia se puso a llorar porque perdió su osito de peluche... los padres montaron un escándalo y quisieron traer hasta la policía. Estas cosas pasan, es normal estar un poco nerviosos con la cría así, ¿verdad? Pero la cría no paraba de llorar y tuvieron hasta que sedarla para que se calmara. El caso es que empezaron a pasar cosas muy raras: todos los de la planta, incluidos personal y los enfermos de la Sección Renal, todos empezaron a tener la misma pesadilla sobre una columna, un monolito o algo así con una calavera encima que se reía... se despertaban asustados, claro, unos gritos... y luego los ojos, las paredes de los baños empezaron a llenarse de ojos pintados. Pensamos que era algún vándalo pero aparecían cada noche aunque estuvieran cerradas las puertas y algunos cambiaban, parpadeaban de un día para otro... los directores del hospital acabaron informando a A.E.G.I.S. pero al cabo de unos días se tranquilizó todo bastante, la gente empezó a dormir bien, los ojos fueron desapareciendo... igual queda alguno en aquel baño de allá, vengo de quitar las cintas...

Notas de juego

Ya que no hay ningún movimiento de investigación propiamente dicho (Evaluar la Situación no sirve aquí), te voy a dejar pasar directamente a las deducciones. Imagínate una viñeta grande con la cara de Héctor y un montón de recuadros de texto con el hilo de sus pensamientos.

Quizás recuerdes uno de los primeros posts de Bool: 

 Hizo un juego de manos a la altura de los labios, murmuró unas palabras ininteligibles y por arte de magia sacó un osito de peluche del puño y se lo ofreció a la niña. - Toma. ¿Por qué no vais con él? - Añadió un poco preocupada para sí misma, con aquel hechizo no había invocado algo de la nada, sino que más bien lo había tomado prestado. Y cuando decía prestado quería decir robado, pero no sabía ni de dónde ni de quién.

Y tu comentario subsiguiente en el offtopic: 

Me ha molado lo del oso. Conociendo a G-Master, dentro de un par de meses o tres se descubrirá que ese oso se lo robaste a una niña enferma en el hospital. 

Todos los sucesos paranormales del hospital son consecuencia de los poderes de Bool...

Damos esta escena por cerrada. Si quieres añadir algo, adelante. Te iré abriendo la siguiente escena la semana que viene.