Partida Rol por web

Los goblins son unas pequeñas criaturas que ahora poblan la tierra del Fuego, no destacan en ningún aspecto en especial pero se hacen notar. Son pequeñas criaturas con el don de resistir al calor y al daño de fuego, cosa que algún supuesto hijo de Keldor dice que puede nadar en lava causando su lenta y dolorosa muerte. 

Los goblins son avezados y valientes, de estar en lo más bajo del poder de kappa llegaron a lo más alto. Sus sociedades son pequeñas, desordenadas, vulnerables y cochambrosas. Desastres naturales (que son extraordinariamente frecuentes), desastres químicos (que también son extraordinariamente frecuentes), desastres arquitectónicos de la mina (que suelen ser bastante a menudo) y la poca cohesión, hacen que los grupos de goblins vayan y vengan. No se tienen demasiada estima unos a otros debido a la alta mortalidad, pero se quieren bastante el tiempo que pasan juntos. Mineros, herreros, químicos, guerreros, cazadores, cazadores-guerreros y algunos charlatanes conforman las difíciles tribus de los goblin.

Viven en minas o incómodos nidos de piedra sin dueño que comparten unos con otros si consiguen llegar a un entendimiento. El idioma goblin se habla en toda la tierra del fuego con un marcado aZento en los goblins de los territorios y tribus centrales.

Alimentación: Omnívoro          Consumo: 5 raciones
Crecimiento: Vida normal (50 años).  Desarrollo rápido (4 meses)
Zona: Tierra del Fuego

Atributos: Fuerza 1d6+6, Constitución 1d6+6, Destreza 1d6+6, Tamaño 1d6+6, Inteligencia 1d6+6, Poder 1d6+6, Carisma 1d6+6.
Movimiento 4, Marcha 2

Cualidades: Resistencia al fuego 4p
Idioma: Goblin

Desarrollos
- Tribu - La sociedad goblin se agrupa en tribus de hasta 20 goblins
- Minería
- Trampas - Pueden conseguir media ración de bestias que normalmente no pueden
- Química - Crean la pólvora
-Armas
-Armaduras

Sociedades
- ÑamÑam WakaWaka - Líder+capitanes - 20 individuos
- Cozaz Brillantez - Líder+capitanes - 20 individuos
- Loz Tramperoz - Jefe  - 20 individuos
- El Club de la lucha - El Bruto - 20 individuos

Los Goblins nacieron en un parpadeo, ninguno de los que estaban ahí sabían porque pero tampoco les importaba no era su mayor preocupación. Todos miraron sus alrededores, era una zona donde el sol pegaba con fuerza, pero ellos ni les importaba, incluso uno se detuvo a mirar al sol durante un rato. En las proximidades había volcanes, algo de agua, incluso algún rio de lava y lo mejor de todo plantas con una pinta deliciosa.

Los que menos pensaban se tiraron a por ellas para darle un buen bocado, de gusto picante a algunos les gustaban mas que a otros y por ellos algunos se atrevieron a probar otras. No parecian muy listos y eran poco respetuoso entre ellos puesto que se trataban de conseguir el pedazo mas grande para ellos. O para una buena moza...

Capítulo 2: Jorgito el Goblin - El inicio de una generación

Jorgito és de los primeros de su especie, rojizo por lo que veía, era uno más no veía diferencia entre todos alguno tenia más nariz, el otro tenía las orejas mas grandes o pequeñas, un tono de piel distinto, la otra... *Jorgito empezó a babear* - Lo que tenía ante sus ojos era lo mejor que había visto en su vida (en serio), por lo que fue a por comida para ofrecerle, el único problema es que en las cercanías ya estaba ocupado. Decidió alejarse en busca de algo bueno. Tras unos minutos vio la mayor seta que vio nunca y decidió ir a por ella. El problema fue que cuando iba a cogerla un listillo también estaba yendo a por ella, decidieron darse unos puños. Jorgito ganó haciendo que los de los alrededores se alejaran intimidados. Con el pecho en alto se fue en busca de su pareja.

Al volver se vio que se movieron de sitio se acercaron mas a la zona interior donde había agua. Junto a la pareja que el escogió estaba solicitada. Su manera de decidir quien ganaba era un concurso de natación después de observar durante un rato quedaron muy pocos (los que aprendieron a volver). 

Al final quedaron Jorgito el de la fruta, Waja el fuerte, Kami el nadador. Decidieron que una competición de natación estaba bien pero que el lugar estaba ya lleno de goblins flotando y no quedaba muy bien para esa panda de ganadores.

Se fueron al otro río (si el de lava). La competición empezó los valientes Waja y Kami se tiraron sin dudar, pero a Jorgito le gustaba mucho ese río, por lo que se distrajo y se quedó mirándolo. A los segundos le distrajo un molesto ruido, eran los otros dos que gritaban de dolor mientras la piel se les fundía. Todos los presentes se dieron cuenta que era mala idea meterse ahí.

Finalmente Jorgito ganó los hombres de alrededor lo miraron con aprobación y le gritaron (aprobación o insultos por quedarse a la mas guapa). Las mujeres en cambio trataron de acercarse a él pero nuestra querida Merche ahora pareja de Jorgito no dejaban que se le acercara nadie.

Así fue como la primer parejita se formó. Montaron un nido a base de los grandes Helechos del Caos cerca de donde sucedió todo. Los demás les copiaron, todos alejados unos metros entre ellos para no molestarse. Seguramente para que no le hecharan un vistazo a su pareja...

Cada 4-5 meses aparecía una nueva generación en la familia de Jorgito, los cuales aprendían sobre lo que les rodea, donde hay comida, que es un río de lava y que no hay que meterse, a no ser que quieras meter ahí a tu enemigo...

Capítulo 3: La comunicación

Tras años de estar en Kappa, de hacer grandes cosas como comer, dormir, emparejarse y repetir, empezaba ha haber una gran cantidad de goblins. En la cual estaba la parte joven, de la que salían intrépidos aventureros los cuales deambulaban por las tierras en busca de comida nueva. Los que no se iban aprovechaban para conseguir una nueva pareja y si tenian la mala suerte de que volvían antes de tiempo, comenzaba una pelea que empezaba con gritos y luego en pelea. Pero un día se encontraron dos goblins que realmente no querían pelear por lo que pasaron largos minutos insultando, hasta que a uno se le ocurrió decir "Whrarj!" y el otro le repitió y los presentes de la pelea (porque era uno de los mejores entretenimientos) se la aprendieron, naciendo así los insultos. A medida que nuevas peleas asomaban nuevos insultos nacían, creando incluso un torneo de insultos.

Historieta sobre la comunicación algo mas inteligente.

Un día, una pareja de goblins fué en busca de comida, se fueron a su zona conocida en la que había mucha variedad y se separaron para abarcar mas. Uno de ellos encontró la planta mas grande que vio y se fue en busca del otro para que le ayudara, se le acercó y entre grito y grito se podía diferenciar un Flamígera y comida. El otro se sorprendió por los gritos y fueron a por la planta. Al estar al lado Ricardo (el que la encontró) dijo Flamígera, comida. Y Anastasia intentaba repetir lo que decía. 

Mientras seguían buscando Ricardo empezaba a decir cosas que Anastasia intentaba repetir, como comida que era lo que mas les gustaba, volcán al cual no les gustaba acercarse, fuego que no había que tocar a pesar de ser muy atrayente, río que tenía mucha agua y esta saciaba la sed, río muerte que tampoco había que tocar pero alguno se confundía y bebía de este, bueno que te hacía sentir bien y malo, que no era buena idea acercarse. 

A la siguiente planta Anastasia también quería participar y mientras pensaba que nombre poner Ricardo se el adelantó y dijo Helecho, Anastasia que quería decir algo le atizó un golpe y dijo Helecho caos. 

Después mientras trataban de buscar el resto de plantas para poder comérselas y de paso tratar de decir una palabra chula como cactus, para la planta grande con malo o ñam ñam para la otra planta que tenia mucho bueno.

Emocionados les decían lo que aprendían a algún goblin que se econtraban.

Tras estar unas cuantas horas comiendo y cogiendo mas comida, Anastasia le dijo a Ricardo casa con señas para que le entendiera lo que quería decir su nueva palabra. 

Una vez allí Ricardo contento y satisfecho le dijo Waka Waka, mientras hacía señas que solo un hombre puede hacer y Anastasia lo pillo rápidamente.

 No solo los protagonistas de la "Historieta sobre la comunicación algo más inteligente" eran pareja. De hecho, daba igual que fueran goblins machos o hembras que siempre que tuvieran ocasión ellos intentarían poner en en práctica el, como diría todo goblin, waka waka. Pero vamos, que por muy goblins que fueran...no todo era waka waka ¿O sí?

Pues esto es algo que no sabremos del cierto hasta que esta casi nueva especie sea observada durante algún milenio más, de momento tenemos que conformarnos con saber que, si bien se forman parejas amorosas, muchas de ellas son meramente informales y con el único propósito de reproducirse o al menos de disfrutar de ello.

Sherry y Toffu eran unos jóvenes goblins aventureros. Mirándolos se podría decir que no eran muy fuertes, estaban bastante escuálidos. Por lo que serían carne de goblin para cualquier bestia, como un archeron o incluso para otros goblins menos debiluchos. Se podría pensar que siempre iban juntos a todas partes porque así podían aunar fuerzas y ser más, más....no sabría definirlo con una palabra, pues nadie podría pensar ni siquiera que fueran más fuertes, pero podría pensarse que era por algo así. Pero no, su unión tenía un motivo más íntimo y menos egoista, estaban goblienamorados.

Estas graciosillas criaturas, querían construir una vida juntos y para ello decidieron buscar un buen lugar. No eran tan avispados como una snitch dorada, pero sabían que en la montaña de la que salía agua caliente roja no podían habitar (si no querían hacer una barbacoa caníbal), por lo que de allí solo cogieron rocas. Rocas con las que empezaron a hacer nidos en zonas cercanas a las ñam ñam e intentando evitar los helechos del caos.

Buscaron un lugar con comida, cagadero cercano y fangoso, vamos a lo que un goblin llamaría una ubicación de lo más acogedora y con poco malo.
Una vez establecido su nido exploraron los alrededores, se llenaron el buche y cogieron algo de reserva para más tarde. Estos pequeñajos volvieron a su nido y, sin muchos preámbulos, macho y hembra se miraron intrigados. ¿Qué podían hacer ahora? Mucho bueno Seguro que pensaron ambos, que empezaron a moverse el uno delante del otro y acercándose para iniciar su waka waka. Toffu acabó su movimiento sexy y esperó a que Sherry se abalanzará sobre él, pues ella tenía la comida y no quería que se chafara su manjar. Y siguieron a lo suyo. Sherry pegó un salto sobre el otro goblin lo rodeó con las piernas y empezó a lamerle la comisura de la boca, cuando no hubo rastro de ñam ñam, siguió indagando con su lengua en el interior de la boca de Toffu. Se recrearon un buen rato pero no tardaron en seguir con otras partes del cuerpo. Ahora Toffu fue el que lamió y relamió la sexualidad que los goblins exudaban por su piel, ese sabor era único, era una explosión de sexualidad. Quien viera esa escena desde un plano externo al waka waka solo vería un resquicio de lo que había debajo de esa asquerosidad de baba goblin. Pero si alguien estuviera allí dentro vería, sentiría y oiría el placer personificado, digo...goblinificado. El waka waka no acababa ahí, seguía con la desnudez de ambos revolcándose por los pequeños lodazales cercanos al nido y con las embestidas del miembro de Toffu haciendo gemir y gritar de placer a Sherry. Cuando ambos culminaban y se quedaban a gusto de hacer cosas con mucho bueno, volvían a repetirlo tantas veces como el cuerpo del goblin lo permitiera.

Esta pareja de goblins, es solo un símil de lo que muchas otras parejas (o tríos váyase a saber) (o parejas de machos!!) de goblins hacen gran parte del día. Pues los goblins a parte del buen gusto por lo no malo y por la comida, se caracterizan por la gran sexualidad que desprenden.

Capítulo 5: Peleas hasta para hablar

Esta historia empieza con Mikael y Mikaela, ambos estaban haciendo lo que era mas "cool", moderno y super Whaag, hablar. -Comida buena cerca -dijo Mikael y obvimente Mikaela responde -Si, bueno, bueno, vamos, vamos. Y como ese era un buen sitio con buena comida había otra pareja y Mikael con su buena fe les dice- ¡Iros! ñam ñam mío, ¡mío! 

La otra pareja al ver esto dicen -Tranquilos, bocaditos buenos compartir. - Mikael y Mikaela no entendieron ni papa. Por lo que se miraron, asintieron y se acercaron a la pareja, arremangándose sus mangas actualmente inexistentes. Solo servía para marcar bíceps. -Wraj, Iros, todo mío, ñam ñam, helecho, todo. Los otros dos no parecían entender - ¿ñam ñam? No, no, no, esto bocaditos y otro rico rico. Tu mal. 

Los dos creían, no, sabían que tenían razón. Pero esa "conversación" no iba a ningún sitio. Mikaela cansado, saltó encima de la otra goblin, tumbándola y golpeándola. Los dos machos miraron la escena y hasta que no vieron sangre no empezaron ellos a pelear. Ambos salieron algo heridos pero Mikael era fuerte y Mikaela ágil, no tenían rival. Cuando empezaban a retirarse dijeron -Ñam ñam y helecho mío, vosotros tontos, prfffft le sacó la lengua e hizo sonidos de pedos. 

La "sociedad" goblin tenía varios dialectos incluso algunos empezaron a usar la z en su vocabulario como vozotroz débilez comida nueztra y otras cosas. Pero eso será en otro momento.

Capítulo 6: La búsqueda del más fuerte

He aquí Grufina, la goblin, una de las mas guapas del lugar, la cual buscaba una pareja, pero no una cualquiera, ella sabía lo que quería, una pareja fuerte, del cual podría fardar aún mas de su suerte y su bendición de perfección. 

Mientras caminaba en busca de algo de comer un trío de hombres pasó cerca y ella empezó su misión -Yuuujuuuu, chicos, ¿como?- dijo. Los tres la vieron, de arriba a abajo y empezó una carrera para acercarse a ella, codazos y patadas volaron, uno llego con la nariz rota. -Que quieres. Que quierez. Aaah, duele.

De primer ojo no impresionaron - Hambre, cansada, ñam ñam y yo dar bueno, muy bueno... mientras guiña el ojo. Los tres captaron la idea así que salieron en carerra.

Al volver solo había dos y los que estaban tenían sangre encima, cosa que le pareció muy sexy a Grufina. Ésta comió y los chicos esperaron una respuesta. -Gracias, pero solo puede haber uno...

Se miraron los hombres, uno pareció querer decir algo, pero es difícil mientras te están estrangulando. Yo Trufo y tu y yo waka waka. Tras su hazañas no perecía nada malo, pero al día siguiente vio que realmente no era para tanto, sabía hacer sus cosas, pero no era suficiente, así que lo abandonó mientras dormía. 

Tras unos días de deambular, escuchó unos gritos, no eran de dolor, pero no el de caer o "caer por accidente" a lava, sinó de pelea. Se acercó interesada y pudo ver a un goblin perfecto, fuerte, robusto, peleando en un 2vs1 y ganando. 

Cuando pisó la cabeza del último Gurfina se acercó excitada, pero antes de llegar vio que había otra, por lo que aprovecho la carga para abalanzarse a su cuello. Tras esta espectacular acción ambos se enamoraron. 

La pareja no tenía rival, cuando querían algo amenazaban a algún despistado o Gurfina seducía a algún necio el cual se llevaba una paliza si es que sobrevivía. Eran la pareja perfecta. 

El amor de Gurfina y Rufio nunca se rompió eran demasiado perfectos el uno para el otro.

Refour era un goblin sofísticado y elitista, le gustaban las piedras solo puramente negras y las apilaba en un saliente de su nido hecho de roca volcánica. Refour había tenido varios compañeros, pero todo terminaba siempre igual cuando alguien tocaba sus ornamentos hogareños.

Tu kaka, no coger piedra-volcán, mi piedra-volcán, ¿tú querer piedra? ¡TOMA EZTA!

Y así otro cadáver goblin era arrojado al cercano y pequeño cráter que burbujeaba lava. Refour era un goblin que le gustaba de exibir las cicatrices de sus muchísimas peleas, esto hacía que numerosas veces los goblins se vieran intimidados y se marcharan a otro lado.

Su casa no estaba precisamente en un lugar privilegiado, a seis horas del agua templada, al menos tenía la falda del volcán donde podía rebuscar las piedras-volcán más negras y puras. El viento del desierto raspaba la cordillera ocultando su verdadero color, pero esto no era problema para el avezado buscador.

Los goblins difícilmente podían variar su dieta vegetal pero hoy sería un día de suerte para Refour- Cangrejo muerto hambre hambre – Fuera de la tierra del fuego los más débiles se arrastraban por la comida, los más fuertes tenían su territorio en la zona del fuego. Más allá de los volcanes las plantas apenas sobrevivían a la voracidad de los más hambrientos… Refour no era uno de ellos, pero sí bajaba al desierto a por agua.

¡Carne yo guzta! - Arañó la carne del cangrejo devorándola con avidez, a los quince minutos estaba lleno cuando tres goblins famélicos aparecieron en escena, las cicatrices de Refour no eran suficientes para luchar contra el hambre de aquellos tres desgraciados que puños cerrados se abalanzaron, Refour lejos de buscar problemas les tiró una piedra mientras pudo y salió corriendo. – ¡¡Goblin hambre!!

Capítulo 8: La unión

Esta historia empieza con una pareja de goblins, los cuales acaban de ser padres. Estos lo llamaron Unri. Unri era sano y sus padres podían comer tanto como él, ya que estaban en una zona bastante buena. 

Los años pasaron y no pasó nada fuera de lo normal, es decir, las peleas entre goblins son normales y que a tu madre se la coma un agnaktor también. Nada que no se arregle con caminar y buscar lo que te falta. 

A su crecida edad Unri y su padre eran una pareja imparable, Unri creció fuerte como su padre, pero tenía algo mas, Unri era hasta mas guapo. Una buena noche después de cenar con su cuarta madre y primer padre se escuchaban unos fuertes ruidos cercanos por lo que la familia se preparó para darle una paliza a lo que fuere. Tras voltear una gran roca no encontraron nada y cuando empezaron a marchar el suelo empezó a temblar. La gran roca pasó a ser un agnaktor y este se tomó el primer plato con su madre, -Gracias, yo cansado de ella. Ahora, ¡corre! -dijo su padre. Ambos pudieron correr un poco, pero el agnaktor corría mas. No podían hacer nada, así que se tiraron a por él. A pesar de lograr hacer una herida que dejaría marca en el ojo de la bestia, papá acabó entre sus garras y finalmente estómago, pero Unri tuvo suerte un codazo lo mandó volando y lo escondió entre unas rocas. 

Una goblin lo encontró y lo ayudó como pudo y tras una semana despertó y tras hablar con la que fue su nueva mujer le comentó su plan. Solos no podían hacer nada, pero, si muchos de ellos se unían podrían vencer.

Unri, junto a su mujer hicieron una gran colecta de comida, para llamar la atención de unas cuantas parejas de goblins. Haciendo esto unas cuantas parejas fueron a su reclamo. Unri les explicó su plan y les dijo que repitieran el proceso, si 2 pueden conseguir 10, 10 consiguen pues...pues... un montón. 

Gracias a su fuerza, astucia y carisma Unri logró unir una gran cantidad de goblins los cuales le seguían. Unri no podía hacer esto solo por lo que a medida que se reunían iba nombrando capitanes. El mas listo, el mas pensador, el mas fuerte y un puesto bastante importante el que trataba que todos hablaran el mismo lenguaje. También gracias a este grupo de capitanes surgió la idea poner un nombre al grupo, que quedaría super molón. Y así Venganza de papá nació, la primera tribu. 

La tribu no pasaba desapercibida, por lo que algunos listillos copiaban la idea y creaba la suya propia. 

La primera misión de la Venganza de papá, fue ir a la guerra, la tribu fue en busca de un cangrejo, para probar la teoría de Unri y demostrar su fuerza. Encontraron uno que parecía estar durmiendo, pero al ver que una gran cantidad de goblins gritaba y corría para dar una paliza de muerte al cangrejo hizo que este despertara, sin miramientos este contraatacó, llevándose parte de la delantera y utilizando ambas pinzas haciendo una escabechina. Pero tal y como planearon, rodearlo y que cada vez que muriera uno se pusiera otro hasta que él muriera funcionó, a pesar de perder muchos goblins. 

Todos celebraron la victoria y fueron de los primeros en saborear buena carne. 

Tras un año, la tribu creció y Unri estaba preparado para revelar su plan maestro y descabellado. -Nosotros, matar Agnaktor -gritó- Juntos, poder, juntos MAATAAAAAR. -con la euforia de su líder no pudieron resistirse y todos se animaron. A la tarde del mismo día ya estaban en camino de encontrar uno. Unri no mandó exploradores porque como ya sabía ninguno nunca volvía, ya sea porque muere o porque se olvida de su misión y se ve con alguna chabala o a comer. Así que había que ir preparado por si aparecía uno. El plan era el mismo de siempre, rodear y matar. Unri sabía su objetivo, no olvidó esa noche, movilizando así la tribu a ese lugar. 

Tal y como se esperaba, se volvió a escuchar un ruido, pero este era distinto, era un rugido, un agnaktor corría hacia la multitud, partiendo por la mitad a cualquiera, si no lo había devorado. Pese a la terrible escena, la estupidez de los goblins y la fe ciega en su líder les hacían seguir. Los capitanes se mantenían atras, como última refuerzo, pero su ayuda era muy necesaria, el agnaktor no parecía sangrar pese a ver recibido gran cantidad de golpes y tampoco parecía cansado, a pesar de haber devorado a una gran cantidad de goblins. Tras pasar dos minutos de pelea algunos empezaban a retirarse, porque se habían dado cuenta de que ya no era posible. Los capitanes mas estúpidos cargaron y Unri lideró la carga. Al acercarse lo vió con claridad, ese no era un agnaktor cualquiera, ese era EL aganktor, tenía una cicatriz en el ojo, devolviendo a Unri la horrible imagen de su padre muerto, haciendo que este se tirara a la cara del aganaktor encontrando así su muerte.

Tras la disolución de los Vengadores, otros valientes y/o listos goblins conseguían hacer seguidores creando sus propias tribus, ya sean pacíficas, como la tribu ÑamÑam WakaWaka la cual solo servía para recolectar y hacer grandes fiestas, donde siempre pueden contar con compañeros para ayudarse o otras mas belicosas como Ahora Mío donde los mas fuertes de la tribu tienen la mejor condición de vida y dan las órdenes. Sea como sea Unri pasó a ser una leyenda para los goblins, honrando su muerte y recordándolo como Unri el Unificador.

Se dice que en su honor hay un altar con las pinzas y el caparazón del primer cangrejo que mataron los Vengadores.

Capítulo 9: La montaña tiene regalos

Tras un tiempo, entre las filas de los ÑamÑam WakaWaka apareció Minus, un fuerte, corpulento, musculoso, pero estúpido y feo goblin, que quería ser uno de los capitanes, pero su líder Lidozo, no lo quería entre uno de sus capitanes, ya que como ellos realmente no peleaban, para que querían a alguien tan fuerte, es decir, puede ser útil, pero, ¿le has visto la cara? Si es que no tienes suerte. 

Un buen día Minus decidió plantarle cara a Lidozo, para que le pusiera como capitán, pero lo único que consiguió fue una ronda de insultos y que le sudaran los ojos (guiño, guiño, codo, codo). Tras esto le dijo a Lidozo que formaría una tribu y todo lo que tuviese no lo compartiría con él y insultos varios, no olvidemos insultos varios. 

Tras esto nuestro joven Minus empezó a crear su tribu, empezó juntando a algunas parejas, gracias a que era fuerte podía espantar alguna panda de goblins matones. Y ya luego con decir que hay mas mujeres que hombres aunque sea mentira mas goblins aparecían y a la inversa con el otro género. 

La primera reunión de la tribu fue para decidir el nombre, pero a Minus no le gustaba ninguno, incluso nombró a un capitán para que lo hiciera, pero ninguno le convencía. Frustrado se fue de paseo, golpeando y chutando algunas rocas, era un pasatiempo divertido, pero solo duraba un rato. En un momento, llegó a un volcán y deicidio pegarle puñetazos, ya para sacar mas piedras que chutar, pero, al hacer esto, vio algo brillante y bonito, era un mineral, pero él no lo sabía aún. Minus siguió pegando y sacando material, a pesar de dañarse las manos, consiguió un buen montón el cual compartió con su tribu y les explicó como lo consiguió. Minus explicó que era un buen pasatiempo para descargar su ira y así no estarían todo el día comiendo, waka waka y/o pegándose.

La tribu enloqueció con esta práctica, se lo pasaban bomba golpeando las rocas con todas su fuerzas. Pero no pararon ahí si una montaña venía con sorpresa en el interior, porque no las otras, por lo que se dividieron en grupos y fueron hacia el resto de montañas donde conseguían distintos materiales, con sus distintas características y las diferentes tactos. 

El primero que consiguieron lo nombraron sílex, era el menos buscado de todos ya que se conseguían muy fácilmente. Mas tarde encontraron la obsidiana y el jaspe. La manera de diferenciarlos era principalmente por el color. El sílex que era marron, era como la piedra misma. El de color negro la obsidiana, que no se te caiga en el pie que esta muy dura, y por último y no menos importante el jaspe, que era rojo y brillante.

Minus se sintió muy contento con sus descubrimiento y progreso, era un gran líder, no, el mejor líder que había visto nunca. Y decidió que llegó el momento, era hora de hacer que Lidozo le besara los pies y se disculpara, no importaba el orden. Minus, tras varias reuniones, movió a su recientemente nombrada Tribu Brillante y se dirigió al encuentro de los ÑamÑam WakaWaka, donde Minus tomaría venganza.

Vaya, vaya, el feo aquí. -dijo Lidozo. -Tu no gracia, yo enseñarte yo mejor, mira -Minus trajo un montón de piedras brillantes para que Lidozo las vea, Lidozo no dice nada solo las contempla con gran deseo y pregunta-¿D-donde conseguir...? Minus soltó una risita y dijo -Yo ser mejor que tu y mas listo y fuerte y yo... no, mi tribu conseguir piedras bonitas, que también duras y para demostrar mira-cogiendo este un trozo de obsidiana y se lo tira a la cabeza a Lidozo, tirando a éste al suelo. Estas piedras ser útiles y podemos conseguir montón. Si tu rendir y decir a todos yo mejor, yo enseñar a conseguir. Tras pensárselo un poco, Lidozo cedió, quería mas piedras, no, quería conseguir mas que Minus, necesitaba aprender como y mejorar su técnica. Tribu ÑamÑam WakaWaka, yo Lidozo pido perdón a Minus en nombre todos, nosotros tratar mal. Así que ahora llevar bien. A Minus le bastó, a lo que alzó la voz y dijo -Nosotros, los Cozaz Brillantes, descubrir que volcán esconde estas piedra-y enseña alguna de las que tiene y las tira a la multitud y como se puede prever todos quieren ver y tocar lo que es nuevo asi que unos puños y patadas desde la sombra surgieron, pero nada grave- Llamar sílex la marrón, obsidiana la negra y jaspe la roja, si no llamar así nuestra tribu paliza a él o ella. 

Para conseguir necesitar hacer esto- levantando en alto un pico-Con esto no hacer daño en manos y sacar piedra. Yo enseñar, seguir. Minus los llevo a la montaña mas cercana y picó un poco. Vosotros ver, ahora vosotros hacer. Les regaló el pico y enseñaron a Lidozo y sus capitanes como hacer mas y que podían usar las piedras nuevas para hacer de otro color e incluso mejores. 

La tribu Cozaz Brillantes, inventó una nueva actividad para que los goblins se pudieran divertir golpeando cosas y que encima luego hacías cosas con ella, ¡era increíble! Haciendo que esta fuera la mas famosa, mas que los ÑamÑam WakaWaka.

Capítulo 10: ¿Ezo ez una trampa?

No era un día muy diferente a otro, los goblins vivían en paz, quitando las pérdidas de estos a manos de agnaktors hambrientos o algún que otro cangrejo en señal de defensa. 

Esta historia trata sobre Groyo, un joven goblin que tenía un sueño, hacer una tribu y para ello se inspiraba en sus ancestros, si descubría algo interesante sería un líder súper guay, pero no se le ocurría nada. Su pasatiempo favorito, como el de tantos y otros goblins era minar, era la sensación del momento, pero como él quería descubrir algo nuevo, no se limitaba a golpear las montañas, también golpeaba el suelo con la intención de encontrar lo mismo. 

Un buen día cuando iba a su sitio habitual de mina de suelo, encontro en su hoyo un cangrejo. ¡Oh! Cangrejo en mina, ¡ladrón! - le gritaba ferozmente, el cangrejo lo único que hacía era amenazarle con las pinzas. -Espera, si cangrejo no venir a atacarme, cangrejo no poder salir de mina, entonces yo, poder matar a cangrejo... Eh... no creo que pueda, al menos solo, pero... si yo tribu... NOSOTROS poder con cangrejo y comer carne! ¡Siiii! -Tras este hallazgo Groyo empezó a bailotear y cuando miro al cangrejo de vuelta, lo veía golpear las esquinas de la pared y al minuto de ello vio como éste maldito acorazado se hizo un túnel para escapar. Era una gran decepción, pero se dio cuenta de otra cosa, que, si mejoraba la mina y vigilaba al cangrejo podrían matarlo tarde o temprano. 

Así fue como el joven y veloz Groyo fue tratando de explicar a los demás como hacer estas cosas que más tarde nombró trampa. -Si tu hacer mina en suelo y esperar cangrejo caer y en grupo matar. A lo que le interrumpían y decían -Tu tonto? Como que mina en suelo.-le decía la pareja a la que explicaba. -Si, si venir y comprobar. 

Tras reunir a un grupo de parejas que confiaban en su truco o que pasaban para reírse de Groyo, éste les enseño. Yo hice esto una vez -mientras señala un hoyo profundo de unos 4 metros -Entonces un día cangrejo caer y cuando ver, este no salir hasta que vi que cangrejos agujero en suelo también y salir por otro lado. Así que al ver esto yo pensar -al decir esto un par de los reunidos se rieron, la palabra pensar es muy divertida en éstos tiempos. Ha ha, escucharme. Yo pensar que si vigilar cangrejo y obligar a no mover, nosotros tarde o temprano matarlo y comerlo y disfrutarlo. Mi plan es desde arriba tirar piedras o dejar las piedras en suelo y pared y este no escapar. Uno de los reunidos tuvo otra idea que explicó- Yo tener idea, un día al minar, yo clavarme trozo de piedra y doler mucho, porque no, coger piedras punzantes, poner en suelo con parte punzante arriba y si alguien caer, clavar todo. Al escuchar esto Goyo temió por su liderazgo por lo que dijo- Si yo pensar eso, pero ser mi última opción, pero muy bien si muy bien. -Todos se miraron extrañados pero acabaron asintiendo con aprobación. Así que, manos a la obra. 

Tras una semana de repartirse, conseguir piedras punzantes abreviadas a pinchos, cavar hoyos, ayudarse a salir de los hoyos con pinchos y de hacer lanzas, solo hacía falta cangrejos despistados. Se quedaron cerca de las trampas a observar y vieron como un cangrejo pasó cerca pero rodeó el agujero. Así que tocó volver a mejorar la trampa.

Lo mejor que pudieron hacer es, de los restos de las plantas, coger los palos y las plantas e improvisar una tapa. Como el cangrejo es hasta mas tonto que ellos, seguro que alguno cae.

Tras unos días y cuando parecía estar todo perdido, cayó un cangrejo en una de las trampas, haciendo que este se quedara atrapado entre los pinchos, por si fuera poco, a este cangrejo le empezaron a llover piedras e incluso hicieron una cadena de goblins para pegarle con un pico. Tras unos largos minutos el cangrejo dejó de moverse y al sacarlo celebraron su victoria y Groyo, orgulloso, les ofreció crear una tribu que nombraron Los Tramperos.

Capitulo 11: Club de lucha

A pesar del pacifismo goblin a algunos de ellos les gusta pegarse, porque pegar a una roca no lo es lo mismo que pegar a otro goblin, no se queja, no sangra, no suelta dientes, no pide clemencia, no es lo mismo. De ahí y de un poco de suerte surgió la idea de hacer un club de lucha, idea hecha en el cerebro de Brutuz. Su objetivo era juntar a los mas fuertes de sus tiempos para ver quien podía llevarse el trofeo de campeón que era un caparazón de cangrejo pintado con su sangre. Su primer torneo fue complicado porque tuvo que reunir gente, que el viera digna de pelear y además explicar las reglas:

Es decir, nada de golpearse en las partes nobles. -¿Ezo era la polla no?- soltó uno del público. Si maldita sea... Hehehehe polla- se escuchaba con normalidad. Resumo, dos pegarse, resto mirar, si vencer pasar a otro combate si perder esperar a ver ganador o irse a hacer algo, pero volver. 

Al día siguiente empezaron el torneo, tras explicar las normas por si acaso por última vez. Los goblins peleaban, se divertían miraban mal a los que pegaban donde no tocaba y sacaban a los inconscientes del rondo.

Esta actividad pasó a ser un gran entretenimiento, pasó a ser uno por semana y todos podían mirar pero para participar había que enfrentarse a uno de los capitanes de Brutuz y que este vea que tienes madera de luchador. Generalmente siempre ganaba Brutuz, a él se le ocurrió la idea y nadie dijo de pegar a otro fuera del rondo cuando nadie miraba.

Capítulo 12: La lava no es tan mala

Hacía ya un tiempo que Ermito vivía solo, cerca de la lava, ya que le fascinaba, se podía quedar todo el día mirándola. Una vez vio un goblin que se tiró a ella así que sabía que pasaba si trataba de tocarla.

Cuando apareció la minería Ermito no lo supo hasta unos cuantos días, se enteró cuando pasó un grupo de goblins con picos y Ermito les pregunto para que eran y ahí le explicaron todo. Le pareció interesante les pidió uno y se puso a conseguir para él mismo. 

Con un buen montón de cada uno lo primero que hizo fue poner una de cada al borde de la lava a ver que pasaba. Pudo ver como al cabo de un rato, la punta del mineral que tocaba la lava se deformaba, por lo que decidió sacarlas. 

Al día siguiente miró las piedras que había fundido y vio que ésta tenia la misma forma pero la punta que estuvo en la lava tenía otra forma, excepto la obsidiana, la cual estaba muy caliente pero no había cambiado mucho la forma. Esto lo dejó fascinado y con ganas de probar mas cosas. Se dio cuenta que, con el calor de la lava puede deformar la piedra y puede darle la forma que se le ocurra.

Lo primero que trató de hacer fue un pico mejorado, así que agarro su pico, le puso unas rocas de jaspe y de ahí al fuego, vuelta y vuelta. Tras esperar consiguió su pico reforzado de jaspe y como debía ser, lo probó. Los resultados eran mejores que con el de piedra, parecía como nuevo a pesar de dar varios golpes. Esto estaba muy bien, pero no era suficiente necesitaba hacer más.

Se le ocurrió que, podía hacer alguna herramienta para ayudarse a hacer nuevas creaciones. Lo primero seria algo con lo que recoger el material fundido o alguna manera parcial de atrapar lava para moverla, no siempre podría estar cerca de la lava. Luego necesitaba algo para poder agarrar el material caliente y evitar el riesgo de quemarse así que se le ocurrió juntar dos tiras de silex para hacer unas pinzas. También pensó que era difícil hacer formas con los minerales, necesitaba algo para que cuando estuviera fundido le sirviera de guía, así mientras observaba el agujero donde tenía todo sus minerales, cuando pones algo en un lugar algo profundo, se queda con la forma que le das. Pero, no lo puede hacer en el suelo y lo mas común que vio y resistente al calor era piedra y a esta le costaba fundirse, pero para hacer buenos agujeros necesitaba herramientas, por lo que inventó la estaca y el martillo, con los que haría tallas en piedra y los usaría de molde. Tras crear esto último quiso probar a tallar formas en la obsidiana, pero incluso con sus nuevas herramientas no funcionaba, así que cogió dos trozos de obsidiana puntiaguda y así pudo hacerlo.

Tras perfeccionar la técnica de los moldes y mejorar sus tallos para poder hacer con facilidad los picos de obsidiana decidió ir a enseñárselo a otros goblin, como los mineros que pasaban cerca suyo de vez en cuando, los cuales al ver sus creaciones llevaron a Eremito ante el líder de Cozaz Brillantes.

Mira, esto es un pico de obsidiana el mineral que conseguís al picar. La obsidiana es mejor que piedra, por lo que yo crear pico de obsidiana. Pero no ser fácil, necesitar herramientas que solo yo se hacer. -Al líder se le veía interesado- Si quieres probar adelante, no se romperá. -A lo que el líder procedió a picar la piedra mas cercana con la punta, el costado y nada, parecía como si no lo hubiese usado. Uhh, esto bueno. Porque enseñar esto a nosotros, seguro que querer algo a cambio verdad. Bueno, si yo os enseño a hacerlo y os hago mas, parte de las piedras me las dais. Hm... parece bien...solo si dejas que aprendamos técnicas que tu solo saber.

Capítulo 13: ¡BUM!

La minería se hacía rutinaria, les gusta pero alguno se empezaba a cansar. Nuestro amigo Brobo, estaba algo aburrido de tanta minería, pero le gustaba conseguir todo tipo de minerales, hacerlos pedazos para entretenerse y los trozos y polvo restante los combinaba para hacer minerales muy raros. No solo se limitaba a hacerlo con minerales, usaba cualquier cosa que encontraba.

Un buen día combinando todo tipo de piedras y minerales, sonó un estruendo, el cual asustó mucho a Brobo. Lo primero que pensó fue en que cenó ayer, pero era demasiado fuerte como para ser un pedo, además, no olía a tal. Así que pensó que su mezcla había hecho el ruido, ademas del boquete en el suelo y los daños y quemaduras de su mano.

Cuando se recuperó pensó en hacer mas. Aún tenía un poco de los materiales que utilizó, así que se fue a buscar más. Uno era algo blanco conocido como salitre, el otro era muy negro, el carbón, el cual ya utilizaban de vez en cuando para hacer fuegos y el último y mas raro el azufre, que tenía un peculiar color amarillo.

A partir de conseguir los materiales, machacarlos con un martillito y medir la cantidad necesaria de cada uno con una cuchara que creó, inventó un polvo negro al que llamó pólvora. Lo primero que hizo con eso fue pensar como la activó la vez pasada y tras repasar lo que pasó se dio cuenta de que fue la chispa creada por el martillo al chocar con la mezcla. 

(Lo hacían o a ojo o numero de cucharadas.)

Ahora tenía un problema, ¿como enciendo la pólvora sin hacerme explotar a mí mismo? Por lo que buscó cosas inflamables y tras pensar y probar que cosas se prenden con más facilidad al tirarlas al fuego decidió usar las ramas secas de las plantas. Así puso en marcha su plan. Cogió la pólvora la envolvió con hojas le puso una rama y con una antorcha como las que usaban para iluminar en las minas encendió la rama, se apartó y esperó los resultados. El estruendo fue fuerte, tanto que unos cuantos goblins que pasaban por ahí se acercaron a ver que pasaba. Lo que vieron fue a Brobo bailando al lado de unos escombros de lo que parecía una entrada de mina, por lo que se acercaron al ver extraña situación. Hey, ¿que pasar?¿escuchar ruido? dijo uno. Si, por supuesto, yo he hecho eso, yo hacer explosión, espera un momento, yo demostrar-al ver a los demás goblins no dudó en enseñar su creación. Agarró un cartucho que tenía guardado y les explicó:

-Mira, yo crear este polvo que se llama pólvora, esta hacer explosión, que explosión crea agujero en pared para mina fácil. Pero cuidado, si estas cerca hacer un daño brutal. Mira, mira. Cogió el cartucho, lo puso en los escombros de la puerta de la mina, lo activó y salió corriendo con los demás a un sitio seguro. ¡BUM!

Los demás goblins alucinaron, hacía un ruido ensordecedor, pero el resultado era increíble. ¿Tu tener mas? Ahora probar yo. -saltó otro diciendo-No, no yo primero. Y así repetidas veces. 

Brobo los aceptó como aprendices y les explicó como hacer la pólvora y ha crear los cartuchos de la apodada dinamita con hojas y ramas y dichos aprendices pasaron la noticia a las tribus de como el gran Brobo había creado dinamita para hacer minas, pero que si ha alguien se le ocurría otras aplicaciones que lo demostrara.

Capítulo 13: El inicio del ¡Whaaagh!

Gorgo era hijo único, quería mucho a su padre, pero no a su padrastro, del cual sospechaba que se deshizo de su padre real para estar con su madre. No tenía pruebas, pero él lo sabía. 

Su mayor afición era trabajar con el acero y de ahí pudo sacar gran fuerza y voluntad para planear su venganza. 

Le gustaba pasarse cerca de los fosos, para ver criaturas muertas y lo que le recordaba su tarea. Un día les pidió a los tramperos que le dejaran observar la trampa hasta que cayera algo ahí. Le dejaron con la condición de que no hiciera ruido y que a la mínima que molestara se iría. Se quedó todo el día esperando y por suerte, ya que las trampas no suelen ser rápidas, cayó un daimyo en la trampa. Se acercó a ver y pudo ver como el daimyo se quejaba en sus últimos momentos de vida ya que estaba atravesado por las pinchos del suelo del foso. Y ahí lo vio claro, Gorgo necesitaba un pincho, pero ese se ponía en suelo, necesitaba mejorarlo, poder llevarlo en la mano...

Tras mucho practicar y el suficiente tiempo para conseguir los materiales y crear el molde consiguió hacer una versión mas plana pero a la vez bastante cortante del pincho del suelo, el unico problema que era dificil de coger, ya que había que tener mucho cuidado. Eso no era suficiente para él, necesitaba aún mas mejoras.

Pasó mas tiempo aún, muchos intentos y algún que otro corte que lo ralentizaba, pero nada que el tiempo no cure. A pesar de que la solución era sencilla, le costo conseguir los materiales para poder hacer un agarre o mango, que era el nombre que le puso a lo que buscaba. Pero al fin lo creó, un trozo de sílex alargado, los cuales sus lados están afilados y la punta también. Para usarla se agarra de la empuñadura o mango y se ataca al rival. 

Al principio no parecía gran cosa, tras intentarlo tantas veces se quedó con poco mineral por lo que la hoja era corta. Decidió llamarlo daga. Y así comenzó su plan.

Tras cenar, su "querido padre" siempre se iba a fuera un rato a observar las estrellas. Así que decidió actuar ahí. Mientras estaba distraído le apuñaló con la daga, Aaargh, ¡¿que haces?! Eso doler. Esto pasar cuando hacerme cosas malas.  La ira se apoderó de él y no paró de apuñalarlo hasta asegurarse de que estuviera bien muerto. Tras desahogarse cogió el cadáver lo enterró lejos y cuando volvió le dijo a su madre que se lo comió un agnaktor, escusa razonable. 

Al ver el éxito que tuvo pensó que si esto lo ayudó a él, a los demás también. Así que tras mejorar su daga a versiones mas grandes como la espada o el espadón para los mas grandes y fuertes, se lo presentó a los más fieros, El Club de La Lucha. Buenos días, os presentare mi nuevo invento para ello necesito 3 voluntarios y un cadáver. Se miraron entre ellos pensando a quien matar, pero el líder saltó rápido y dijo -Esperad, ¡traed uno de cangrejo! El resto de la tribu se volvió a girar y se pudo escuchar -Si claro como si nos fuéramos a matar porque un extraño nos lo dijera, ha ha, pff... no... - Mientras se giraba a acatar órdenes. Cuando se presentaron los voluntarios y trajeron el cuerpo, empezó la presentación. -Esto que he creado ser arma, he hecho distintos tipos, la pequeña, la daga, la normal, la espada y la grande recomendable para los mas fuertes el espadón. Estas armas hacen cortes, duelen muuuucho y como no queremos hacernos daño, usamos el cadáver. Lo único que hace falta es usar toda tu fuerza para aplastar al otro. Se puso al lado de cada uno para indicarle como usar cada una y vieron los efectos de las "armas", las cuales habían partido en pedacitos al cangrejo. Asombrados y gustosos le pidieron que enseñara a los herreros y que se corriera la voz, haciendo que las demás tribus mandaran a sus herreros a aprender y aplicar esta nueva tecnología.

Capítulo 14: Protección y elegancia.

La creación de las armas había cambiado la vida de todos los goblins e incluso de los que les rodeaban. El agnaktor ya no podía andar distraído, ya que si caía en una trampa estaba muerto. Otro resultado era que las disputas goblin se zanjaban con facilidad, el problema, que era a base de puñaladas, por lo que fácilmente había gente herida. Por lo que nuestro amigo algo pacifista llamado Zuruk, quiso inventar algo para defenderse de las puñaladas y ya de paso de cualquier cosa que pueda producirte daño. 

Se fue a buscar ideas en las otras criaturas, ya que los goblins eran indefensas masas de carne apuñalada, como los agnaktors en las trampas *pum*, tras esa bromita que se le pasó por la cabeza fue a observar algún cadáver de agnaktor, por suerte encontró uno, eso sí, sin cabeza. Comenzó a inspeccionarlo y sin dificultad alguna se dió cuenta que eran muy duras, que era normal que hiciera falta un clan, además de las trampas y claro las armas. 

Sacó su daga, que todo goblin respetado lleva, ya que si no llevas y no te respetan te apuñalan, y tras estar un buen tiempo pudo sacar parte de la espalda de la bestia, ya que la reconoció como la parte más dura. 

Volvió con su pareja, y le enseñó lo que consiguió y le pidió un poco de ayuda para pensar a ver que hacer. La mujer vio el trozo de espalda, el cual era muy bonito. Ésta se puso por encima la piel, aguantándola con la cabeza. Al hacer esto a Zuruk se le ocurrió como usar la piel, le pidió prestada un momento la piel, le hizo un agujero mas o menos por la mitad. Le dijo- Pasa la cabeza por agujero ¡Rápido!-dijo Zruruk - Espera, ¿que? - mientras lo hacía su mujer se dio cuenta- Claro, paso la cabeza y me tapa pecho y espalda. ¡Es perfecto! Rápido vamos a probarlo. Zuruk estaba ilusionado, cogió la daga y trató de darle, sin pensar que podía salir mal y darle, pero por suerte salió todo bien. 

Al sacar esta idea del aganaktor pensó que del cangrejo podría asimilar alguna otra cosa, lo primero que le vino a la cabeza era su caparazón pero tenerlo junto a la pechera recién creada parecía incómodo y su coraza no era tan dura. Tras pensar y pensar se le ocurrió que: tienen muchos materiales mas duro que el caparazón del cangrejo, pero llevar eso a la espalda tiene que ser molesto, pero si pudieras usarlo en las manos y dejarlo cuando quieras sería mejor. 

Se dirigió a su forja mas cercana y empezó a crear el molde. Era una piedra con una redonda excavada, la cual llenas con el material del que quieres el nuevo invento, dejas que se enfríe y lo sacas. Él eligió sílex, lo mas común. 

Tras crear sus nuevos dos inventos decidió presentarlos, al igual que las armas se presentaron al club de la lucha, la pareja eligió a ellos como los primeros. Saludos, es un honor estar aquí. Queremos enseñar nuestro primer invento la armadura. Queremos usar las duras escamas del agnaktor para nuestra defensa y para demostrarlo mi pareja me apuñalará y no me dolerá. Su mujer le dio con todas sus fuerza y Zuruk resistió el ataque. Como ven estoy bien, aunque la armadura esta algo rasgada. Supongo que no hace falta decir que solo cubre el pecho. -Que chulo- -Que guay- -Yo quiero una- era lo que se escuchaba del público, a parte de un pequeño aplauso. Y ahora lo último el escudo, esta redonda nos defenderá de los golpes, tratar de mirar por donde viene el golpe y poner el escudo ahí. La mujer de Zuruk pidió un espadón y tras esperar que Zuruk levantara el escudo le dio un espadazo de arriba a abajo, haciendo que este rebotara del escudo aunque Zuruk retrocedió de la fuerza. El líder se acercó a ellos y les dio la mano -Gracias a vosotros nuestras vidas serán mas seguras, eso sí, ¡Compañía, a por más agnaktors, necesitamos más armaduras! Waaaargh se escuchó mientras todos se equipaban y marchaban. 

Vurmak era un cazador de la tribu Cozaz Brillantez. La tribu vivía en una mina excavada en un volcán dormido, algunas veces podía oírse el runrun del volcán durmiente y no pocas veces se derrumbaba una galería a causa de los volcanes cercanos, es por eso que los goblins excavaban varias salidas. Vurmak era alto para ser un goblin, ágil y ingenioso había estado estudiando la fórmula de la pólvora con su tío Korva hasta que la mezcla se encendió entre sus manos incinerándolo de inmediato.

 Con la popularización de unos petos de metal y unos guantes de hierro, la mortalidad por accidentes de investigación había disminuido, pero jugar con pólvora seguía siendo peligroso. - Zalitre, todo ed cuenco de zalitre, ahoda... trez cucharadaz de cadbón bien molido, del máz ozcuro, y doz cucharadaz de azufre ziii. Demovev todo zuave, zuave, pazaz pod la ahumadeda.

Al final de aquella primera tarde Vurmak tenía un contenedor de pólvora. Siempre pasaba que cuando algo les salía bien los goblin seguían aunque no necesitaran más.... ahora tenía demasiada pólvora y para su pequeño experimento apenas necesitaba un saco.

La podvoda ezplota, y piedraz vuelan pod todaz padtez zi... ezte boom - Ya tenía un primer explosivo bien envuelto en hoja de helecho del caos. Lo apretó, lo comprimió al máximo y introdujo en el paquete con más miedo que orgullo una pieza de acero. Colocó el paquete en un profundo agujero de aquella galería y dejó caer sobre él un cubo de piedras. La presión hizo que el acero rozara con violencia toda la pólvora encendiéndola y haciendola volar. El enorme estruendo hizo que todos los goblins pusieran pies en polvorosa y Vurmak quedara aturdido en su galería inundada de polvo - Adjó adjó, bien bien, adjó bien. Ezte ezplozivo ya no tened que enzendé con mano y mecha, ahoda probad con cangrejo.

Cogió varios de estos paquetes y se marchó a su zona de caza favorita, eran unos lagos de agua hirviente donde el olor de cangrejo hervido inundaba el valle, sin embargo estos nadaban tranquilamente en aquellas aguas en ebullición. Picó y cavó hasta poder enterrar sus explosivos en tres fosos, y con una daga corrió detrás de un cangrejo hasta que huyó en dirección a las trampas.

Cuando el cangrejo cayó en una, el peso de su caparazón activó el acero y denotó la pólvora. Trocitos de cangrejo volaron en todas direcciones - Wiiiji ziii, zi cangrejo boom, agnaktor boom, minaz boom y club de la lucha boom, todoz boom

El nuevo invento fue mostrado frente al jefe minero y los capitanes de Cozaz Brillantez, determinaron que era demasiado peligroso, que la cacería no exigía de pólvora, y que no necesitaban una guerra con el vecino club de la lucha, así que lo fabricaron en masa. Ya sabeis... porque podían.