Partida Rol por web

Aquello se complicaba, de repente se sentía en mitad de dos acciones distintas y contrapuestas, por una parte acosada por arqueros y, por otra, resuelta a atravesar un conducto retorcido que por lo visto no parecía prometer un final feliz. Esto último no era difícil de deducir, ya que Menzo que se había introducido por el hueco en cuestión, animado y con un sinfin de planes futuros en su haber, ahora estaba pegando unos alaridos de espanto.

Menzo, ¿qué os ocurre?... No pudo evitar susurrar al mediano en un impulso provocado por la incertidumbre y, siguiendo ese estímulo, se agachó en un intento de distinguir algo, colmada de inquietud, al fin y al cabo el explorador portaba la antorcha al partir, quizás ahora se percibiese algo más del final del conducto, aunque con tanto recoveco la muchacha lo dudaba sinceramente.

Justo en ese momento aquel enorme bárbaro hizo ademán de penetrar en el estrecho túnel con la intención de ayudar a su compañero. ¿Se ve algo?... Le preguntó casi respondiéndose negativamente a sí misma con la cabeza. Tenía las espadas en las manos y en cuanto pudiera se colaría en el interior. ¿Qué le estaría sucediendo al pequeño explorador? ¿Podría regresar o se encontraría atrapado? Necesitaban actuar con rapidez.

Tras seguir con la mirada como el mediano se perdía por el estrecho tunel, solo tubieron que esperar un momento para oirle gritar -Menz...-, su voz se confundió con la de Arianne, Rakas había colocado un pié dentro para ir en su ayuda y el mago se puso tras el, pero el bárbaro reculo un momento, -¿que pasa?- pero en seguida comprendió su acción -bien pensado dejesmole sitio por si quiere salir-, pero en pequeño no aparecía tras el primer reborde que era hasta donde ellos podían ver -¿vamos?.

El pequeño explorador intentó salir del camino para que sus compañeros pudieran aproximarse y ayudarlo a combatir al engendro que lo había mordido, arriesgándose a recibir más daño, sin embargo, aunque por poco, evitó que los feos y podridos dientes volvieran a hincarse en su carne

Pese a esperar unos segundos, Menzo no volvió a aparecer por la abertura, evidentemente había encontrado algo y no podía, o no quería, volver, el resto de los presentes se miró entre si, dudando que hacer, mientras los segundos pasaban

Había que tomar una decisión.

Gliriel dió un saltito cuando escuchó los gritos del mediano.
no te acerques Kuznak. Quieto.
Era obvio que sucedería algo así. Capaz la criatura, o lo que fuere que estaba del otro lado de la abertura, lo tiene aprisionado. Al parecer el "lo que sea", era peligroso...
¡Permiso, voy yo, que puedo correr más rápido ahi dentro!-se acercó a la abertura al trote, con escudo y cimitarra en mano. Miró hacia la oscuridad, y suspirando se llenó de valor dispuesto a entrar. Pero no lo hizo.
¿Queréis que vaya primero?

Se miraban unos a otros y también a la grieta por la que no aparacía el mediano, Gliriel se ofrecía para entrar el primero, echo un ultimo vistazo a sus compañeros -da igual el orden, vamos todos- y sin mas se internó en el pasadizo.  Lentamente fue esquivanzo los rebordes de las piedras hasta alcanzar la salida al otro lado.

Antes de que pudiera seguir los pasos de Menzo, el mago se internó con sus ropajes por el angosto túnel, aquella reacción le sorprendió y dudó un segundo antes de ir tras él. Al contrario que en otras ocasiones, aquel posible combate lo afrontaba con preocupación por saber que le había ocurrido al mediano y la tensión de no saber que les esperaba al otro lado. Odiaba que sus enemigos tubieran la ventaja de la sorpresa.

El mago se internó en la abertura sin saber con que se podía encontrar. Lo bueno, Menzo parecía estar bien, con la espada en la mano y, aparentemente sano (bueno, le cae un poco de sangre del brazo, como si lo hubieran mordido)

Frente a el, y a cada uno que salía de la abertura un extraño ser no demasiado agradable. Parecía un humano, o más bien un humanoide, pero sus garras no eran, precisamente manos, solo unas uñas largas que, no parecían ser muy amigables, sin embargo, lo primero que pudieron ver fueron los afilados dientes de la criatura que parecían con ganas de morder a alguien

El mago se introdujo en la abertura y el bárbaro lo siguió para protegerlo... o quizás para proteger al pequeño mediano. Pronto desaparecieron de la vista del resto...

Ya sabían el porqué de los gritos del mediano, aquel ser de ultratumba le había atacado y ahora seguramente aprovechara su salida de aquella abertura para hacerlo propio con ellos. Ecthelion se habían metido en un problema al encontrarse de frente con el necrófago pues había quedado claro durante sus diversos combates que el cuerpo a cuerpo no era lo suyo.

Sin pensarselo dos veces Rakas salió del angosto pasaje para atraer la atención de aquel ser sobre el mismo, poseía una mejor armadura, sabía como defenderse con cualquier arma y aquel anillo que portaba, de manera que con algo de suerte podría zafar el primer ataque.

Al encontrarse a Menzo vivo no se dió cuenta de la presencia del ser que saeguramente lo había atacado, en ese momento muchas ideas se le vinieron a la cabeza, podía alejarse, intentar atarcarlo o conjurar pero la sorpresa de la situación hizo que su cerebro no trabajase lo suficientemente rápido y somplemente se quedó quieto cuando vió aparecer a Rakas tras de si que se fué a por su nuevo enemigo.