Partida Rol por web

Mira a la morena, mi pregunta iba hacia Kenneth, pero ya que estaba tan predispuesta a hablar, quien era yo para cortarle? - No, no hay antecedentes anteriores, este es su primer conflicto - respondo con traquilidad - ¿quien cojones es Dantallion? 

Aunque quizás la pregunta correcta habría sido ¿te veo en casa?, sonreí levemente al escucharle, pero al menos eso explicaba ciertos comportamientos de Raphaelle que hasta ahora no había entendido, pero pasaba de preguntar al respecto, ya me contaría ella si quería hacerlo - por cierto ¿como sigue Will? 

El psiquiatra - responde, aún medio aturdida - Y sobre Will no he tenido mucha novedad. En cuanto sepa algo más te lo digo, pero hasta ahora está estable y con una evaluación psiquiátrica pendiente.

Pongo los ojos en blanco - Genial, pero si lo catalogan como loco, diré que ha sido por un golpe que se ha dado con una lampara - bromeo sin mucho animo, ahora mismo tenía unas ganas monumentales de meterme en mi cama, pero iba a ser que no.

Casi estoy al borde de darle la dirección de Eileen pero me lo pienso dos veces, no creo que sea muy buena idea darle un dato así sin pedirle permiso primero a la muchacha.

-Pero tengo su número de teléfono si quieres...- respondo a la vez que le suena el móvil a Lawler y se pierde sin más, en un estado de nervios alterado. Empiezo a creer que esa es su verdadera naturaleza. Vuelvo a mis quehaceres de barman mientras Dominique me pregunta algo que súbitamente Raph contesta por mí. Me quedo callado, escuchando todo de fondo, como se espera de alguien que dirige un local nocturno. Sirvo el vodka reclamado y continuo con mis tareas.

-No te preocupes Dom, lo hablamos mañana en tu despacho, con calma, es la hora feliz- sonrío algo torcidamente.

Mira a Dom y luego a Maynard. Luego de vuelta a la abogada.

Oooh, lo siento. Pensé que me hablabas a mi... Como en la asamblea yo - no importa. Perdón. Por la interrupción, digo. - sonríe y se gira hacia el bar, donde de un golpe acaba con el contenido del vaso frente a ella - Solo ha sido un día muy largo y confuso. ¿Me dejas la botella, guapo? 

Sin esperar respuesta, saca el dinero suficiente para pagar por la botella y lo deja sobre el mesón. 

Saqué un par de billetes de mi cartera y los dejé sobre la barra - Te espero mañana entonces Kenneth, tomaros una copa a mi salud - le dije con media sonrisa. - A ver si la próxima vez te escucho cantar Delilah.

No te preocupes morena, seré yo que tengo la cabeza en cualquier sitio - besé la mejilla de Raphaelle para despedirme y salí del bar con paso tranquilo.

Llegas al Black Rose y allí encuentras a Scott que parece no haberse percatado de tu llegada. El hombre está vestido con un traje y a su lado descansa una gabardina negra. Ves que está bebiendo té (negro crees deducir) y anda muy entretenido formando (o intentando) algo con azucarillos. Está demasiado concentrado, mordiéndose la punta de la lengua mientras poco a poco va colocando los azucarillos. 

Delilah pasó por casa para ducharse y arreglarse un poco, pues llevaba todo el día con el chándal puesto y se sentía sucia. Además, no podía ir a trabajar al Black Rose con esas pintas, seguía queriendo cantar, aunque hoy repetiría repertorio. Tras ponerse un sencillo y elegante vestido azul oscuro y maquillarse ligeramente, puso rumbo al local.

Entró y enseguida distinguió a Scott, que parecía enfrascado en una extraña tarea. Estaba tomando té, ¿a esas horas? Bueno, ese hombre siempre había sido extraño. La muchacha saludó a Kenneth con la mano y un guiño de ojo, como solía hacer, tampoco quería preocupar y levantar demasiadas sospechas. Al llegar a la mesa de Scott se sentó frente a él.

- Buenas noches-saludó con una sonrisa, aunque se la notaba tensa-. Perdón por el retraso-se disculpó por haber llegado tarde. Observó su tarea durante un momento y luego se centró en los ojos de Scott-. Seré clara... Quiero que me expliques qué significa todo lo que ha pasado hoy, qué quiere decir "abajo la sangre roja", quién es la Reina de corazones, qué le han hecho a Zacharias, por qué siento familiaridad con todo esto y qué significa eso de que estoy "despertando". Por favor, necesito respuestas claras.

Ya de noche, solo unos pocos se atreven a encontrar calor en el fondo de una copa (o dos o tres), no hay mucha clientela en el Black Rose esta noche y tampoco sabes nada de Eileen. Al local entrar un hombre un tanto curioso, va con un traje y una gabardina, ambas de color negro. Después de mirar a todos lados, buscando a alguien, decide sentarse en la barra. Te pide un té negro y un montón de azucarillos. Cuando le sirves ambas cosas, bebe su té y se dedica a construir con los azucarillos. Poco después llega Delilah, algo nerviosa. Te saluda y te guiña un ojo, pero su atención va para ese cliente que juguetea con el azúcar. Ves como se acerca a él y comienza ha hablar con él. 

Te mira y suelta una risilla algo estridente. Se mete un azucarillo en la boca y comienza a masticar - conmigo no hay nada claro, pequeña-dice mientras remueve su té - por eso dicen que estoy loco- otra pequeña risa se escapa de sus labios- no puedo decirte por que te suena tanta facilidad, no quiero que te vuelvas tan loca como yo. Piensa en un puzzle que debes solucionar tu sola.

Se cruza de piernas y esta vez si te mira directamente. Comienza a hablar, sin parecer importarle mucho que los otros clientes les oigan - esa frase viene de la revolución que se formó para derrocar a la Reina de Corazones, en el País de las Maravillas. Es una mujer cruel, muy cruel, nos tenían aterrorizados a todos. Lo del prin...Zacharias, parece ser que le ha quitado el corazón. Una maldición, ya sabes - le da un sorbo a su té- si te suena todo esto, sin duda es porque ya lo has vivido, en algún sitio, en otro tiempo.

Mira su reloj de pulsera y sonríe - tengo que volver al trabajo o quizás a dormir, no lo sé... Nos vemos, pequeña.

Delilah arqueó una ceja la primera vez que la llamó "pequeña", ¿a qué venía ese trato? ¿estaba flirteando con ella? Lo peor es que no, no parecía hacerlo en absoluto... eso la desconcertó aún más, ¿por qué la trataba de ese modo si apenas se conocían? 

No apartó sus ojos de los de Scott en ningún momento, intentando adivinar qué pasaba por la mente del excéntrico escritor. Le había dicho lo mismo que Zacharias, que tenía que averiguarlo ella misma... y aún así, él afirmaba que ella tenía que haber vivido eso. También coincidían en la historia de la Reina de Corazones, Delilah comenzó a pensar que tal vez era un nombre en clave o algo así... Sin embargo, parecía algo demasiado serio como para que fuese algo así, e insistía en que era algo que Delilah ya había vivido o visto. Pero no era posible, era un maldito cuento para niños, una historia inventada hace muchos años. 

Cuando Scott se despidió, Delilah lo tomó rápidamente del brazo, reteniéndolo. 

- ¿Qué dices? ¿Cómo voy a averiguar algo si ni siquiera sé qué demonios debo averiguar?-preguntó confundida-. Y no es posible que haya vivido algo así, ni yo ni nadie, porque el País de las Maravillas es solo parte de un cuento, no es real...-dijo, aunque parecía que intentaba convencerse más a ella misma que a Scott.

Delilah sentía que se estaba volviendo completamente loca. Lo que iba a hacer era una locura, pero tal vez la ayudase en algo... o la confudiese más aún. Qué más daba a esas alturas.

- Scott, antes de que te vayas...-Delilah carraspeo un segundo y comenzó a entonar con su hermosa voz la melodía infantil que no dejaba de repetirse en su cabeza, esta vez con la letra:- Brilla, luce, ratita alada, ¿en qué estarás tan atareada? Por encima del Universo vuelas como una bandeja de teteras... ¿Sabes... sabes cómo sigue?

El hombre sonríe - eso es lo que tu quieres creer, ¿has sentido alguna vez que esta vida no es tuya? ¿que se te escapa? - se encoge de hombros - nadie puede salir de este pueblo ¿por qué será?

Cuando te oye cantar aquella melodía, alza una ceja y su sonrisa aumenta- veo que te acuerdas de esa canción, hace mucho que te la canté - hace una pequeña reverencia- hasta luego, pequeña- entones soltando tu mano de su brazo, echa a andar para salir del Black Rose.