Desde muy pequeña tenías muy claro lo que querías: proteger a tu padre. Tu madre había muerto cuando apenas eras una niña y tu padre era lo único que te quedaba en este mundo. El hombre fue un gran guerrero, llegó a ser general. Pero su tiempo combatir ya habían pasado o eso creías tú. Estalló una guerra que duró mucho tiempo, demasiado. Muchos jóvenes soldados morían, así que había que tomar medidas drásticas. Un hombre de cada familia debía ir a luchar. Te horrorizaste, en tu familia solo podía ir tu padre y él ya estaba muy mayor como para poder luchar. Entonces decidiste ir tu en su lugar, sería peligroso y no sabías coger un arma, pero debías protegerle. Además no podían saber que era mujer o sería una deshonra para tu familia. Antes del amanecer del día en que tu padre partiría, cogiste su arma, su armadura y ensillaste a Khan, tu corcel.
Te sentías perdida, mareada y no sabías como ibas actuar, ni que ibas a decir. Entonces apareció un joven, un joven extraño con unos ojos sobrenaturales. Mushu era su nombre, era un espíritu guardián, era TU espíritu guardián. Su cometido era ayudarte y guiarte en todo. Por arte de hechicería se transformó en un tatuaje en forma de dragón en tu espalda, así iría siempre contigo. Llegaste al campamento y aunque fue duro, no te quedaste atrás y los demás confiaban en ti. Tu tapadera funcionaba.
Entonces durante la defensa de una de las montañas que era defensa natural de la capital, te tocó ir con un grupo de exploradores. Divisaste a vuestros enemigos, tenían la intención de sepultar a vuestro campamento bajo la nieve. Os descubrieron y abatieron a tus compañeros, pero por suerte tu pudiste escapar. Tenías que llegar a tiempo, para poder dar la alarma. Pero fue demasiado tarde y viste como todo quedó sepultado. Habían ganado, todos estaban muertos. Pero no podías rendirte tan fácil, debías luchar. Con la ayuda de Khan avanzaste lo más rápido posible hacia la capital, tenías que dar la alarma.
Por fortuna llegaste a tiempo y diste el aviso, salvaste la capital y al emperador. El enemigo fue derrotado, aunque no acabó la guerra. Por desgracia te descubrieron y sabías que eso estaba penado con la muerte y la deshonra sobre tu familia. Pero el emperador fue "clemente" y te perdonó. Tu único castigo fue el destierro.
Vagaste por meses y tus provisiones y buen humor se estaban acabando. Llegaste a un lugar llamado Misthaven, también conocido como El Bosque Encantado. Bagaste por aquel inmenso bosque, tus provisiones se habían acabado días atrás. Entonces, en un descanso, cuando tu estómago dolía tanto por la falta de alimento, alguien llegó a donde estabas. Se trataba de un hombre unos años más mayor que tú. Intuiste que era un leñador por el hacha que llevaba, aunque era un hacha extraña, era de plata..Se llamaba Sebastian. Se sentó enfrente tuya, con toda confianza y te ofreció su comida. Te invitó a pasar la noche en su casa. Al principio dudaste, pero no tenías que perder. El hombre vivía en una casita modesta junto a sus dos hijos, Hansel y Gretel, los cuales te recibieron con los brazos abiertos, como si te conocieran de siempre. Descubriste que era viudo, quizás por eso la pequeña tenía tanta fijación contigo. Decidiste pasar unos días con él, días que acabaron siendo semanas y poco a poco en su compañía empezabas a sentir algo por él, algo que fue reciproco.
Pero la pequeña paz que habías creído alcanzar despareció. Un grupo de rebeldes se alzaron contra una tirana a la que llamaban Reina Malvada. El pueblo estaba resentido con ella y quería que esa bruja desapareciese de sus vidas. Sentimiento que Sebastian compartía. Descubriste que esa mujer utilizó a sus hijos tiempo atrás, casi costando sus jóvenes vidas. Pero el enemigo era mucho peor de lo que ellos habían pensado. La Reina había hecho aliado y lanzó una terrible maldición sobre este lugar y otros más... y todo por venganza. Era el fin de los finales felices.
Eres Raphaelle Hyde, pero también eres Fa Mulan.
Mushu es tu guardián, tu guía espiritual. Siempre ha estado ahí para ayudarte en las decisiones difíciles. Es algo tosco al tratar contigo, no tiene muy buen genio que digamos. Tampoco es el tipo más sociable que has encontrado. Permanece contigo en forma de tatuaje a tu espalda. Cuando se "materializa", este tatuaje desparece.
Un leñador viudo y con dos hijos. Te ofreció alimento y un lugar donde resguardarte cuando más lo necesitabas. Acabaste enamorándote de él y fue reciproco. Amable, bueno y atento, aunque a veces era algo gruñón. Tenía un hacha de plata, el hacha era capaz de cortar todo lo que toca.
El hijo mayor de Sebastian. Es un niño alegre, bastante travieso y comilón. Es bastante protector con su hermana. Su sueño de mayor es ser un gran guerrero y luchar con espada. Algo que te ha pedido mil y una veces que le enseñes.
La hija menor de Sebastian. Es un poco enfermiza y quizás por eso están tanto encima de ella y consintiendo todo lo que quiera. Aún así es una niña muy feliz, de risa fácil y risueña. Al llegar tu, se alegro mucho, tanto que los primeros días quería dormir contigo. Se sentía un poco sola al ser la única chica de la casa.
Sebastian te habló de esta maldición que usa la Reina Malvada para aterrorizar y matar a sus enemigos usando su propio corazón. Puede usar más magia, pero sin duda este es el peor de los que pueda poseer... aparte de la maldición en la que os encontráis.
Cualquier duda aquí ^^ espero tu post en la escena principal ya después de lo que hagas escribiré yo.