Partida Rol por web

Tras las palabras de Dominique nos amodorramos en el sofá, empezamos con las travesuras sensuales y la fogosidad nos envuelve enseguida, la ropa pronto acaba en el suelo o por el sofá tirada, y los besos y caricias se adueñan de nuestras acciones, los suspiros pasan a jadeos y gemidos cuando unimos nuestros cuerpos en uno solo amándonos, retozándo por el sofa y el suelo, sin tiempo, de forma fogosa y cargada de deseo y anhelo, re descubriendo y probando la capacidad de nuestros cuerpos y poniendo a prueba la resistencia de los muelles del sofa hasta que alcanzamos un magnífico orgasmo conjunto y tras cenar nos acostamos.

A la mañana siguiente y aprovechando mi erección matutina y que ambos estamos desnudos en la cama volvemos a la carga, han sido dos días sin vernos y el deseo es grande, así que me escabullo al amparo de las sábanas y despierto a mi chica con lamidas a su entrepierna mientras mis caricias con mis manos admiran su figura.

De ahí pasamos a juntar nuestros cuerpos de nuevo fundiéndose y esta vez probando la resistencia de la cama, jugando de forma sensualmente divertida y amándonos en la preciosa y nublada mañana que nos acontece...

Toda la preocupación, el agobio y la locura de los días anteriores habían desaparecido por completo, el mundo podía estarse cayendo a pedazos y probablemente así era, pero en este momento aquello no me importaba en lo absoluto. Cada caricia, cada beso borraba todo lo malo que había pasado, y cuando al fin nuestros cuerpos volvieron a unirse, todo lo que estaba fuera de las paredes de mi casa, simplemente no existía.

El tiempo parecía detenerse, los besos cada vez más fogosos y cargados de sentimientos, nuestros cuerpos unidos no daban tregua y nosotros tampoco la pedíamos, después de tanto tiempo podíamos volver a perdernos en el otro, y no había duda de que aquello era justo lo que necesitábamos. Y terminamos en un orgasmo catártico para ambos.

El resto de la noche transcurrió tranquila, como si nada de lo que había pasado los días anteriores hubiese ocurrido en realidad, estábamos dentro de nuestra propia burbuja, y después de cenar nos fuimos a la cama.

La mañan , al menos para mí comenzó con una dulce y excitante sorpresa entre mis piernas, despertar con Will al lado tenía sus ventajas, pero hacerlo con el entre mis piernas era micho mejor, disfruté de su lengua en mi entrepierna y de sus manos recorriendo mi piel al completo, para después volver a disfrutar de su cuerpo durante gran parte de la mañana. El día había comenzado de la mejor manera posible, y cuando nuestros cuerpos extasiados llegaron al orgasmo me abracé a mi chico sin gana alguna de salir de la cama, ni de dejarle salir. 

-Buenos días amor.- La digo dulce una vez acabamos de amarnos. -Tengo que ir al curro a ver que pasa ya que el doctor esta fiambre.- Reconozco amárgamente pues no tenía ganas de salir de casa. -De todas formas, quedamos para comer?- La pregunto después, pues me apetecía seguir quedando con mi chica.

-Me voy a duchar, te vienes?- Añado esperando a todas sus respuestas para ir al baño juntos o no...

Mensaje de Regina:  

William, tengo asuntos importantes que atender hoy. Mañana te quiero en mi despacho del ayuntamiento a las 8 en punto. Llega puntual.

Buenos días mi vida - respondo con una sonrisa dulce a su saludo, me dice que tiene que ir a trabajar y tuerzo el gesto, no me apetecía nada separarme de él, pero entendía que tenía que hacerlo - Vaaaaale, le mandaré un mensaje a Rapha para quedar con ella y echar un café - le comento sin ganas, preferiría que nos quedásemos en la cama todo el día, pero esta vez iba a ser que no.

Luego me pregunta si quedamos para comer - Claro, podemos quedar donde la abuelita y comer ahí - le propongo, y una sonrisa pícara se dibuja en mis labios cuando me dice que se va a la ducha y que si le acompaño - Claro que voy contigo amor, eso no me lo perdería por nada - le respondo saliendo de la cama y partiendo al baño. 

Mientras vamos a la ducha me acuerdo de una cosa, sobretodo al mirar por los ventanales que tiene mi chica en su casa. -Amor, ahora que recuerdo.... que hora es? Porque dudo que sea antes de las 08:00 y a esa hora había quedado.... así que no iré a trabajar hoy.- La comento preparando la ducha y ofreciendo mi mano para que la coja y meterla cuando el agua esté caliente.

-No me voy a ningún lado hoy.- Confieso abrazándola y empezando a tomar la ducha conjunta entre caricias, besos y un masaje sensual y erótico. Disfrutando de ella como tanto he ansiado, de sus curvas, sus formas, su calor y suavidad de su piel, del sabor de sus besos mientras nos duchamos y amamos sin tiempo ni presiones...

Cuando llego  al baño mi chico me comenta lo de la hora – pues ni idea de que hora es amor, pero tampoco creo que sea antes del as 8  - le digo, y cuando me dice que no irá a trabajar, la sonrisa que cruza mi cara no puede ser mas amplia - ¿así que tendré todo para mi? – le pregunto coqueta y cuando la ducha está preparada cojo su mano para entrar en ella juntos.

Una vez dentro y mientras el agua caliente recorre nuestra piel, me dice que no irá  a ninguna parte mientras me abraza – no sabes lo mucho que me gusta como suena eso – le comento mientras rodeo su cuello con mis brazo y nos dejamos llevar, disfrutando del otro ahora que teníamos todo el tiempo del mundo y aunque había escuchado sonar mi teléfono, quien quiera que fuese podía esperar.

El agua seguía cayendo sobre nosotros mientras nos entregábamos al otro entre besos, caricias, abrazos y masajes, no había tiempo fuera del cuarto de baño, y por más que tenía de mi chico, mas quería de él, más le necesitaba en todos los sentidos. 

Entre risas y caricias, decidimos quedarnos en casa con los "bichos". Aprovechamos el tiempo perdido entre hacer el amor en cada rincón de la casa, pasear a Sam, dar de comer a Pandora y jugar con ella, comer, ver una peli, escuchar música, hablar de nuestras cosas y nuestros sentimientos, usar el jacuzzi, tomarnos unos tés, cocinar nodlees para la cena, más sexo, leer echos un burruño en el sofá del salón, pasear a Sam de nuevo, cenar de forma romántica, volver a la cama a hacer el amor y quedarnos ahí hasta el día siguiente hablando y riendo...

A la mañana siguiente me preocupo de levantarnos a las 06:30, quiero desayunar tranquilamente y usar la ducha con mi novia de nuevo para ir con una sonrisa resplandeciente a ver a la amargada de la alcaldesa que seguro que me la borra nada más abrir la puerta...

-Buenos días amor, hoy si tengo que ir a ver a la alcaldesa, quedamos esta vez si, para comer mi vida.- Le digo a mi chica ya en la puerta con Sam. -Tu que vas hacer hoy?- Pregunto dándola besos en el cuello que describen mi recorrido hasta sus labios.