Partida Rol por web

Después de casi una hora de escasa clientela, aparece Erick con una sonrisa. Se acerca hasta ti -buenos días señorita Dylan ¿qué tal el día? - miró a otro lado dubitativo- venía a ver como se encontraba la pequeña... y a ver como estas tu también claro - sonríe con inocencia - ¿puedo verla?

Smith se encargó de recoger la manzana que ése hombre había tirado al suelo. No me daba buenas vibraciones, para nada. Pero bueno, no le haría caso y ya está. 

Después de un rato que se me hizo eterno, vino Erick para alegrarme el día. 

- Hola Erick.- Dije algo sosa, como de costumbre, controlando mi humor. - Acaba de venir un idiota forestal que quería llevarse a Kida.- Sí, en ésa hora muerta del trabajo había tenido tiempo de pensar en un nombre para ella. - Decía que era ilegal acoger animales heridos en casa. Le he tenido que enseñar mi título de veterinaria y finalmente, se ha ido. Pero no me fío ni un pelo de él... Era un desagradable y masticaba asquerosamente fuerte. 

Miré a mi ayudante para que me hiciera el favor de quedarse un rato en el puesto y como de costumbre, lo hizo. No sé que sería de mi vida sin Smith. Indiqué que Erick me siguiera y le abrí la puerta, dejándole pasar. - Las damas primero.- Bromeé. 

Allí estaba Kida, en las mantitas que le había puesto, descansando. Para ser un zorro era muy vaga. Alzó la cabeza y comenzó a mover la cola, con las orejas para atrás, al ver a Erick, pero no se movió del sitio. 

Alzó una ceja extrañado -¿de verdad vino un tipo así? Bueno no te preocupes,  ¿Kida? estará mejor contigo que con los forestales. Bonito nombre por cierto.

Sonríe ante la invitación a pasar en broma que hiciste. Su sonrisa se amplia al ver a la pequeña zorrita entre las mantas, se le veía mucho mejor y muy contenta. 

-Vaya, si que está cómoda y bien cuidada, me da hasta envidia - ríe un poco - ¿si me parto una pierna me cuidarías así de bien? 

- Puede... Al fin y al cabo te has preocupado de un animal indefenso. Eso no lo haría mucha gente.- Le contesto a Erick, sonriéndole. - ¿Quieres un té o algo? Ya sabes, en mi casa no hay refrescos... Aunque estaba pensando en ir a la cafetería a ver si encuentro a mis amigas por ahí ¿Te apetece? Les quiero contar un sueño que he tenido esta noche donde ellas salían. Pero no recuerdo mucho...

Sonríe ante tu comentario - es todo un honor entonces- arrugó un poco la nariz y ladeo la cabeza como un cachorrillo - ¿a dónde? ¡Ya me vas a presentar a tus amigas? que rápido... - levantó ambas manos a media altura- es broma Dylan. La verdad es que no suelo quedar con muchas chicas, me pongo un poco nervioso aún - suspira afligido- tengo el coche fuera ¿a dónde te llevo entonces? - mientras se encaminaba hacia la salida estaba pensativo - ¿qué clase de sueño tuviste?

- Pues no recuerdo casi nada, solo una sensación extraña en el interior y... Latidos. También recuerdo a mi amiga Eileen y a Mariam, aunque habían más habitantes del pueblo. Recuerdo un corazón. Pero no sé de qué ni quien. También la sensación de peligro... Me da rabia. No sé porque extraña razón no suelo recordar mis sueños. Antes sí, creo. Aunque me parecen muy lejanos. - Me quedo cabizbaja, extrañada. - Supongo que solo es un sueño, pero soy algo supersticiosa.- Salgo de la puerta tras él, echándole un último vistazo a Kida. - Vamos al bar de mi amiga Eileen.