Partida Rol por web

El día anterior había sido por decir algo, idílico , un día solo para nosotros y nuestros “niños” que llevábamos tiempo esperando, sin problemas, carreras, trabajo… simplemente nosotros.

La mañana siguiente nos despertó algo aún mas molesto que el despertador de Will puesto tan temprano, un fuerte temblor que hiciera temblar los cimientos de la casa, e hizo tintinear la cristalería. Aquello era sin duda algo muy extraño, salté de la cama cuando la tierra dejó de moverse y aunque la calefacción estaba puesta, el frío calaba en los huesos Me puse el albornos y descorrí las cortinas de la habitación. Fuera la niebla del día anterior seguía ahí pero mucho mas densa, era imposible ver los arboles del bosque, incluso los que estaban a menos de un metro de la casa. Eran días extraños…

Pero antes de poder decir cualquier cosa, otro temblor me obligó a cogerme de la cómoda por la sorpresa, el extraño latido que había oído el día anterior y que había preferido ignorar volvía a estar ahí, pero como si todo aquello no fuese suficientemente extraño, en mi cabeza, en algún rincón de ella un grito de ayuda resonaba solo por un instante, helándome la sangre mas rápido que el frío ambiental.

Los temblores no paraban y dudaba que así abriera Kenneth el bar, por lo que aproveché para irme al puerto a buscar al señor capitán otra vez, dudaba que se moviera de su barco en estas circunstancias.

Cuando despiertas encuentras esta nota:  

"Elsa, tengo que irme a trabajar. Perdona por no servirte el desayuno, puedes hacerte lo que quieras. La dirección del bar donde trabajo es XXXXXXXXXX y mi número de teléfono XXXXXXX si necesitas alguna cosa no dudes en contactarme"

Me pongo en pie de golpe y cojo un paño que hay en el cajón de mi mesita, con el cual me limpio el sudor. "Aurora..." pienso mientras noto como desliza por mis dedos y cae al suelo. Me siento en la cama y me quedo mirándolo, intentando recordar cada mínimo detalle de lo ocurrido. Entonces me doy cuenta de que mis piernas tiemblan, y no solo ellas, todo tiembla. Comienzo a pensar en cuánto llevaría todo temblando y en lo selectivo que es mi cerebro: había preferido darle prioridad al sueño antes que al terremoto que se aproximaba. 

Me levanto con las piernas más temblorosas aún que la casa y salgo intentando aguantar el equilibrio hacia el cuarto de Smith. 

- ¡¿SMITH?! ¿Estás bien? 

Entonces en un suspiro, todo a vuestro alrededor se hace oscuridad. No veis nada, en ninguna dirección y las personas que os acompañaban tampoco están. Os encontráis, cada uno solo, completamente solo. Vuestra voz sale de vuestros cuerpos y aún así, no oís vuestras voces. Pero hay algo que suena al fondo de la oscuridad. Lejos y a la vez cerca, el latido de un corazón, como el que habéis escuchado minutos antes. 

En la inmensa oscuridad veis como algo se acerca hacia vosotros. Una luz cegadora que poco a poco, forma una figura humanoide, del tamaño de un niño.

Por favor, tenéis que recuperar, tenéis que volver a juntar las piezas - suena como la voz de una niña fantasmal, algo cansada y débil- ellos arrebataron el corazón a nuestros hogares y ahora mueren. Todo muere y la magia también. Un mundo sin corazón no puede vivir - La luz comienza a titilar  y a perder intensidad. La figura alza ambas manos - en este mundo sin magia, no podréis luchar. Recordad quienes sois... salvad vuestros hogares, salvaros a vosotros mismos... Suerte.

Un nuevo destello os deja cegados por unos segundos y sentís como caéis en la oscuridad, como si la tierra os engullese. Todo vuelve a ser oscuro y el latido del corazón sigue resonando en vuestros oídos.