Partida Rol por web

Puse una mano en el hombro de la capitana a modo de apoyo, todos habíamos oído lo que había pasado con su antigua tripulación. Debió de ser muy duro perderlos tan de golpe quedándose prácticamente sola. 

No sé preocupe capitana, saldremos de esta, si se pone feo le haremos caso, ya sabemos que sus decisiones siempre son acertadas ya que usted es una superviviente nata. Seguiremos sus órdenes a rajatabla.

Mientras trataba de animar a la capitana miré alrededor tratando de buscar algo que pudiera ayudar por si la cosa se ponía fea.

Gracias a aquel buen oído, aquella persona pudo escuchar más de lo que aquel doctor estaba murmurando solo para sí mismo:

_{^{-Y colarme en el tren del Dr. Toshigo tampoco es un plan, los vagones que no están llenos de esas cosas, está él y su laboratorio portatil y... sinceramente, no quiero que me convierta en uno de esos monstruos fallidos... y por las vías tampoco puedo andar porque las olas son fuertes y la corriente te empuja lejos... y si los buques del Vicealmirante están atentos acabaran con cualquiera que no vaya en tren...}}

Gracias a aquel buen oído, aquella persona pudo escuchar más de lo que aquel doctor estaba murmurando solo para sí mismo:

_{^{-Y colarme en el tren del Dr. Toshigo tampoco es un plan, los vagones que no están llenos de esas cosas, está él y su laboratorio portatil y... sinceramente, no quiero que me convierta en uno de esos monstruos fallidos... y por las vías tampoco puedo andar porque las olas son fuertes y la corriente te empuja lejos... y si los buques del Vicealmirante están atentos acabaran con cualquiera que no vaya en tren...}}

A pesar de que habían caído algunos marines, el resto de la fuerza militar se mantenía firme, al igual que Ryu Kaiyu, conteniendo a aquellas amenazas. Si echaba un vistazo hacia atrás, podía ver como ya los médicos dejaban de cargar cajas al Tren 3, y empezaban a subir los heridos al tren 2.

A pesar de que habían caído algunos marines, el resto de la fuerza militar se mantenía firme, aunque no podía ver si Ryu Kaiyu se encontraba bien, la Marina estaba conteniendo a aquellas amenazas. Los médicos dejaban de cargar cajas al Tren 3, y empezaban a subir los heridos al tren 2.

Cuando Alessio Narvaez llegó a la OTRA locomotora este se encontró con la grata sorpresa de que, en efecto, ahí había un solo maquinista que pudiera ayudarle a poner en marcha aquel tren; de hecho la locomotora estaba a medio preparar para iniciar la marcha, al parecer aquella muchacha la estaba poniendo en marcha.

Por lo que este tren parecía ser la principal ruta de escape, o al menos de las que había visto, la que estaba más preparada para que iniciara la marcha hacia la salida.

Aquella maquinista dio un pequeño salto al ver como un marine le había asaltado la locomotora en donde ella se encontraba, siendo una clara invasión a su privacidad y a su centro de trabajo, todo de ello junto; por lo que armada con una llave inglesa, esta muchacha señaló a Alessio Narvaez.

-¡Acho!. ¡¿Que vos face aquí?!. -Le dijo con lo que podría ser un extraño acento- ¡Fuera de mi vigta o te arremanto de ostia' que aquí no morimo lo do', tu de la' ostia' que te meto y yo porque me muero de hambre po'quedame sin mano pra' meterme comi'a no papo!.

Al parecer no tenía demasiado a bien tener a aquel hombre ahí.

Al igual que Lero había hecho, vigilando la parte trasera del tren; Malva Indaco decidió hacer lo mismo pero en sentido contrario; pegada a otra de las ventanas, esta estaba oteando el exterior del tren, pero en dirección hacia la propia locomotora de la misma. A fin de cuentas así tendrían vigilado todo un mismo lateral.

-Capitana Doctora, ni idea de lo que dices, pero... puedes contar conmigo para lo que necesites. -Pero antes de dar un discurso sobre su lealtad y apoyo; esta se interrumpió a sí misma- Acabo de ver al marine gordo salir de la locomotora e ir a la locomotora del Tren 3. -Advirtió al resto de los presentes- ¿Qué hará allá?.

En aquel vagón no parecía haber nada de utilidad, no había ningún tipo de arma o herramienta anti-zombies que Mari Deepsea pudiera utilizar. Tan solo había dos maletas en las repisas de la parte superior, así como hileras de asientos conjuntos a modo de banquetas acolchadas a ambos lados de aquel pasillo que miraban hacia la locomotora.

Quizás hubiera algo interesante entre los vagones, pero a parte de una puerta que daría hacia el vagón de delante y el vagón de detrás; tan solo había el método de enganche entre vagones.

-Están empezando a montar a los heridos en los vagones intermedios de este tren, supongo que no quedará mucho para partir, de momento estamos aguantando bien la embestida...

Y susurrando añade un:

-...pero no veo al capi...

Poco había que hacer, decidió seguir recorriendo el tren, a sabiendas de que tenía que ponerlo en marcha.

Sí, sí. Dije ante la maquinista asustada, si te place, cuando salgamos golpéame, pero de momento, ocúpate de poner esto en marcha para salir. Te cubro. Dando la espalda a la maquinista y vigilando para que nadie más subiera. No querrás que esas cosas te coman viva, mientras trabajas.

Kabi Aiyi había decidido que lo mejor que podía hacer en estos momentos era continuar explorando aquel tren, vagón por vagón, hacia los vagones delanteros de los mismos. Por suerte para ella habían entrado en los más adelantados de todos, por lo que tan solo tendría un vagon por delante antes de llegar a la locomotora.

V.Cola - V.Trasero - V.Trasero - V.Medio - V.Medio - V.Medio - V.Delantero - V.Delantero - V.Delantero - Locomotora

Aquella superviviente se encontraban en la zona de los Vagones Delanteros, en concreto en el primero de ellos contando desde la locomotora. En cada tren había 9 vagones y la locomotora en sí. Y en este en particular sabían que los Vagones Medios eran de los enfermos, mientras que el Vagón de Cola y los otros Vagones Traseros así como los Delanteros eran para el personal sanitario.

Este vagón está vacío.

El tren sigue parado.

Aquella maquinista no parecía estar demasiado cómoda con un marine que le había asaltado la locomotora en donde ella se encontraba. A pesar de todo, ella trato de ser lo más amable que podía en una situación que claramente la estaba superando, algo bastante normal.

-¡¿Pero peaso mierda que dise usteh?!. -Le dijo con lo que podría ser un extraño acento- ¡Yo ya e'taba currando! ¡No te meta no medio o te doy de hostias hasta quedar jarta!.

Al parecer no tenía demasiado a bien tener a aquel hombre ahí. Aún así, esta muchacha bajó su herramienta y continuó trabajando para poner en marcha aquel tren.