Partida Rol por web

El pueblo se encontraba justo en el centro de Pigrita, no tenía ningún tipo de camino que la llevara a ningún lado, aunque al parecer esto había sido intencionado para evitar los ataques de los piratas, y el hecho a ser un pueblo recluído también era lo suficiente autosuficiente para subsistir por cuenta propia.

En todo aquel lugar apenas habría una treintena de casas, todas ellas rodeando la mayor construcción de todo el pueblo, la Iglesia, la cual se encontraba justo en el centro del mismo, frente a la única plaza de todo aquel lugar, en donde ahora se encontraba abarrotada de estantes de comercio rotos y maltrechos.

El grupo conformado por el "Capitán" Ryu Kaiyo, el Alférez Kogane Tsumi y el Marine Lero no tardaría en llegar a la zona que querían ir; a fin de cuentas era imposible de perderse, el sonido de las campanas de la Iglesia del pueblo los estaba guiando siempre en la dirección correcta.

-Bueno, llegar no ha sido difícil.

Lero iba rifle en mano preocupado por si aparecía algún enemigo no deseado.

Alrededor de aquella plaza del pueblo, se podían ver restos de sangre parcialmente limpios por la lluvia del día anterior, pero sí lo suficientemente visibles como para saber que ahí hubo un combate, o mejor dicho, una ejecución por medio de los rifles de los marines.

Todos aquellos puestos tenían marcas de balas y algo más... en los agujeros dejados había un leve polvillo de color morado. Aunque tampoco era posible identificar de qué substancia se tratara.

-Por desgracia, si atacamos al vicealmirante nos van a ejecutar a todos, y yo ya estoy en la cuerda floja despues de lo de la buster call.

Le comento a Kogane en respuesta a su pregunta, habia estado meditandolo mucho, a el tambien le encantaria acabar con aquel maldito vicealmirante, pero tenian que hacerlo siguiendo las normas.

Ryu estaba bastante preocupado por aquellas campanadas, por norma general, aquello solia ser una señal de alarma, quizas estaba ocurriendo algo en la ciudad.

Llegar y ver todo aquello maltrecho tampoco le parecía muy buena señal, ¿que estaba ocurriendo alli?

-No, no se si decir que las campanadas nos han venido bien, esperemos que lo que sea que pase no sea grabe, aunque visto el estado del lugar, deberiamos mantenernos alerta.

Respondio ante el comentario de Lero mientras comenzaba a investigar la zona.

Alrededor de aquella plaza del pueblo, se podían ver restos de sangre parcialmente limpios por la lluvia del día anterior, pero sí lo suficientemente visibles como para saber que ahí hubo un combate, o mejor dicho, una ejecución por medio de los rifles de los marines.

Todos aquellos puestos tenían marcas de balas y algo más... en los agujeros dejados había un leve polvillo de color morado. Aunque tampoco era posible identificar de qué substancia se tratara.

Eso sí, era la misma que la que había en el barco-volador.

Todos los presentes pudieron escuchar un sonido proveniente de la parte trasera de la Iglesia, concretamente de la parte que tenía una valla metálica entreabierta y parecía dar al cementerio de la misma. Por desgracia tenían a este edificio eclesiástico en medio, por lo que no eran capaces de saber (ni ver) qué era lo que había en el otro lado.

-El sonido parece que viene del cementerio... si nos creemos eso de que los muertos se están levantando podría ser peligroso. Hay señales de que aquí hubo una ejecución pero no hay cadáveres a la vista... esto pinta muy mal...

Lero hablaba bajito, no se sabe quién podría haber prestando atención por los alrededores.

Ryu tras observar el lugar miro a sus compañeros, se le podía ver tenso y tenia los puños apretados por la rabia, hasta el punto de tener los nudillos blancos. No podía creer que aquello hubiese sido obra de los marines, la organización a la que pertenecía y respetaba.

-No es que nos lo tengamos que creer, lo he visto con mis propios ojos, y es mas- Señalo los restos de polvo violáceo- estos restos los vi en el barco-volador accidentado donde el muerto se levanto, así que sospecho que esta detrás de todo esto, lo que sea esa "enfermedad" es muy contagiosa, la pirata a la que ataco se infecto inmediatamente.

Era difícil ver a Ryu enojado, y esta era una de las pocas veces en las que ocurria.

-Sera mejor que vayamos a la iglesia y nos preparemos, si han estado tocando la campana, supongo que es para guarecerse, enterémonos de la situación y hagamos lo que los Marines DEBEN hacer, defender a las persona.

 Dijo apretando la mandibula por la ira.

Tan pronto empezó a escucharse aquellas campanadas levante mis brazos en un reflejo tratando de cubrir mis oídos pero lo estaba evitando para no quedarme pegado ponía mis ante brazos para taparme los oídos mientras el numero de repeticiones de las campanadas disminuía -Si esto es una señal significa que están acostumbrados, ¿Por que ninguno de ellos ha hecho algo para detenerlos?, o podría ser una trampa de ese bastardo Vice Almirante para intimidar a los pobres habitantes- Me quede pensando unos momentos mirando el suelo -Usemos mi habilidad, si llenamos el suelo del cementerio con mi alquitrán no podrán moverse, podremos incendiarlos pero necesitare tiempo y alguien que me arrastre cuando este débil- Dije señalando mis brazos mutuamente sin que se tocaran.

Hay una expresión bastante común que dice así "Donde manda Capitán, no manda marinero", en este caso literalmente. Por lo que aquellos tres marines se adentraron al interior de la Iglesia, empujando aquellas pesadas puertas de madera, por lo que Kogane Tsumi no pudo hacer aquello en el cementerio, pero le dio tiempo a hacerlo justo frente a la puerta, así si alguien los atacaba, o se adentraba, estos tendrían algo más de tiempo para prepararse.