Partida Rol por web

-Concuerdo Capitana, cuanto antes podamos tomar las mareas mejor- permanezco al frente de la marcha atenta a todo, en especial si lograse llegar a mi el inconfundible olor a sal característico de la playa.

Una vez que estaba en el otro lado de aquel pueblo, esta muchacha pudo percatarse de que había algunas manchas por el lugar, estas eran claramente de una substancia negra y pegajosa que logró identificar sin demasiado problema como alquitrán. Estas manchas estaban en algunos árboles, así como en gotas en la hierba y parecía que se dirigían hacia el pueblo. Eran recientes.

El sonido de las campanas parecía ser una constante en aquel pueblo, este acaparaba casi todo el sonido que había en la estancia, lo que o bien implicaba que estaban ensordecidos o simplemente que no había nada interés que escuchar más allá del ruido de las campanas. Al menos estaba segura de que nadie les venía a atacar por la espalda.

Comienzo a señalar unas manchas de una sustancia negra tanto en arboles como en partes de la hierba -Capitana, mire, alquitrán, parece un rastro y se dirige al pueblo, parecen bastante recientes- me quede pensativa en que finalidad podría ofrecer esparcirlo o ¿acaso sería un accidente?.

   Oh entonces no es normal - mentaba ante la confirmación de nuestra vigilante - con mayor razón tenemos que abandonar el lugar antes de que el creador de esto prenda fuego a todo... - señalando mas haya del bosque - Por favor compañeras se que les e pedido mucho este dia, pero si todo esto vale para poder seguir contando nuestra historia el dia de mañana.... tenemos que esforzarnos para escapar de este infierno.

No tengo ganas de hablar, sino que tengo los ojos abiertos de espanto. Ese hombre había lanzado la buster call... o igual nos estaba intentando liquidar. Esos marines hacian cualquier cosa con tal de joder al resto, no me fíaba. Tampoco es que tenga ganas de ver nada. Seguía oculta, siguiendo al resto del equipo por detrás, sin mediar palabra.

Teniendo bastante claro a donde querían ir, o mejor dicho dicho a donde no querían ir; el grupo conformado por la Capitána Mari Deepsea, siendo guiados por esta misma y siguiendola Rena Koumori, Yudoku Cho y Malva Indaco, y algo más alejada y oculta Kabi Aiyi emprendieron nuevamente la marcha, acompañados del sonido de las campanas de la Iglesia del pueblo que se iba distanciando cada vez más.