Cuando nos acusen de diabolismo nos va a servir de mucho la experiencia en combate... Dirigiéndome a Margueritte El cuervo ha dicho que ha visto como te atacaban y que también le han atacado a él, creo que es el familiar de Pontifex Snarissel
Editado máster: es Pontífex
-Un cuervo gritó algo cuando nos atacaron, creo que gritó "No" y después descendió rápidamente desde un tejado hasta el suelo de la calle contra los dos que nos atacaron, que estaban escondidos entre las sombras... pero le golpearon con una maza y creía que le habían matado, se desplomó contra una pared.
-Nos acusarán de diabolismo si ayudamos al demonio o, tal vez, si no avisamos de su presencia, yo al menos tengo pensado combatir a esa criatura e intentar avisar a la Alianza, vosotras, como siempre, hacer lo que queráis, pero cuanto más tiempo estemos discutiendo tontamente, más tiempo tendrá el demonio para hacer de las suyas.
-El "cuervo" se llama Aureos y es el familiar de Snarissel, Pontífex de la que es, posiblemente, la más poderosa Alianza de la Orden. Agradecería un poco de respeto cuando os refiráis a mi. Estoy aquí, ¿vale? Ya hablaréis mal de mi a mis espaldas. Y sí, fui yo el que trató de impedir que te secuestraran, pero no acabó de funcionar muy bien el rescate. Otra cosa es que un simple mazazo pueda acabar con mi vida -dice el cuervo, como si tal cosa- Por otro lado, si queréis estar libres de sospecha de diabolismo, mejor que ni os acerquéis a un demonio. Sois duros de oído, ¿verdad? He dicho que será mejor que no... Maldición, voy con vosotros... -añade al fin, viendo que sus esfuerzos por deteneros son más bien futiles. Después de todo estaba hablando a un aprendiz de Flambeau empecinado en marchar hacia la muerte, una aprendiza de Flambeau en férrea discusión contra él y una aprendiza de Mercere que no se despega de su amiga.
No pretendía faltaros al respeto Aureos, mis disculpas si os he ofendido de algún modo. Me temo que intentar razonar con ellos es imposible cuando discuten, la última discusión que presencié acabó con un árbol faérico en llamas... Y, para que conste, estoy de acuerdo con el cuervo!! pero adonde vais! Evidentemente voy la última haciendo de pepito grillo
La sala a la que llegáis tiene una puerta de madera gruesa, pero abierta de par en par. Todo el lugar rezuma un hedor característico e inconfundible a letrina o similar, lo que explica con facilidad porqué podrían haberse escondido aquí sin que nadie les descubriera. Las paredes tienen ese tipo de humedad que uno no quiere tocar bajo ningún concepto, no tienen decoración alguna y en una pared todavía arde una antorcha. Como mobiliario hay una mesa, dos banquetas, algo de pergamino, pluma y tinta, un armario destartalado y un espejo, el espejo, con una tela sucia en el suelo frente a él. No hay nadie ahí, sólo otra puerta de acceso a esta sala (con un total de 2 puertas, por la que has accedido, que sólo tiene una barra para atrancar por el lado interno, y otra más, también con la puerta abierta y que Margueritte recuerda perfectamente como una sala sin más salida que la que podéis ver desde la sala).
El espejo, transformado por las artes oscuras, ahora tiene la superficie de un negro opaco no brillante sumamente inquietante. Nada se refleja en él y por un momento os da la sensación de que podría ser un pasadizo, aunque el espejo esté separado como un palmo de la pared. Pero si es magia, cosas más raras se han visto. En cualquier caso, el espejo no tiene ninguna actividad, reflejo ni presencia en su interior. Si había un demonio en su interior, ha desaparecido... o se oculta en su interior. En la sala no hay nada más remarcable que la presencia ominosa del espejo sin reflejo.
-No me gusta, no me gusta nada. Todo esto huele a azufre de la peor calaña. Jovencita, te espera una laaaarga conversación con la Pontífex Nysaken, que lo sepas -dice refiriéndose a Margueritte- No es que tengas culpa, pero van a querer TODOS los detalles. Y ahora iros todos, salid de aquí, ya habéis visto más que suficiente y ninguno de vosotros deberíais estar aquí. Los matones a estas alturas ya pueden estar a media Alianza de distancia, pero se les puede perseguir con los hechizos adecuados. Yo voy a ir a avisar a mi mago. Esto es serio, muy serio. Dejad a los grogs custodiando la puerta y ¡largaos de aquí de una vez!
Sin esperar respuesta Aureos se echa a volar por el pasadizo hacia el exterior, haciendo esfuerzos para mantenerse en el aire, pero avanzando a una velocidad considerablemente mayor que la de un humano.
-Iván, quédate con Margueritte, recuerda lo que te he ordenado-dice Ardentis antes de entrar en la sala
Observa todo a su alrededor con atención, pero tras dar unos pocos pasos hacia el interior de la sala se detiene. Por unos segundos no hace nada, se gira, mira a Margueritte con los ojos entrecerrados y vuelve a mirar hacia adelante, parece que duda.
Motivo: Percepción
Tirada: 1d10
Resultado: 10(+3)=13
He realizado una tirada de percepción por si es necesaria, sumando Percepción y Atención. Tengo vista aguda pero no recuerdo si eso me da algún bonus. Si no lo he hecho bien, tenga el máster presente la tirada para las correcciones oportunas.
-Quieto Ardentis, quieto, no avances tan rápido -pienso- El maestro te ordenó proteger a la niñata de Margueritte, y aunque el demonio es una seria amenaza, y una gran oportunidad para demostrar tu valía, si te enfrentas a él desobedecerás a tu pater, pero si no lo haces el resultado podría ser peor. En todo caso bastaría con avisar a los magos pero si lo hago ¿que Flambeau sería si no me enfrento al demonio?, ¿envío a Margueritte con Iván de regreso a nuestros aposentos mientras me encargo del demonio?, ¿la acompaño mientras envío a Iván a que avise al resto de la Alianza?. Si no fuese por la confianza que ha depositado en mí el maestro, ¡¡¡me olvidaría de Margueritte y de su querida amiga empollona y me enfrentaría a ese cornudo del infierno!!!
SIn entrar en la sala Basta! Tenemos que irnos, esto es mucho más serio de lo que pensáis, dejad vuestras disputas para las sesiones con Lupus y haced algo sensato por una vez en vuestra vida A los grogs En cuanto los señoritos hayan dejado de hacerse el héroe cerrad la puerta y vigiladla, no entréis en la habitación bajo ningún concepto, oigais lo que oigais, ni miréis el espejo. Yo me voy, Margueritte si te apetece que te curemos las manos ya sabes dónde está la enfermería. Salgo de la habitación y voy hacia la salida, esperaré un rato en la calle a ver si aparecen.
Raquel ya está en Mexico, no creo que se conecte hasta final de mes.
-En otras circunstancias haría oídos sordos, pero Lupus me encomendó una misión, y aunque deseo con todas mis fuerzas enfrentarme a ese demonio, por una vez, y sin que sirva de precedente, voy a escuchar a Sagitta -me giro y la miro a los ojos-
Retrocedo y en cuanto paso al lado de Margueritte la agarro fuertemente del brazo y estiro de ella
-Tú te vienes conmigo. Lupus me encomendó cuidar de tí, y aunque es una tarea desagradable, pienso obedecerle. El demonio tendrá que esperar, ¡vamos!. Iván, dado el estado de Margueritte necesitaremos ayuda y conviene que alguien nos cubra de regreso a nuestros aposentos, los servidores del demonio que perseguían a Margueritte podrían rondar cerca, así que creo que sería conveniente que nos acompañases, pero si prefieres quedarte para ayudar a los grogs de Sagitta no te lo impediré. Si no fuese porque tengo que hacer de niñera yo también me quedaría.
Para cuando regrese con suerte aún quedará algo de la Alianza en pie
Cuando Ardentis hace ademán de cogerme me aparto. - No se por que te crees que tengo que obedecerte ni escuchar tus insultos, bravuconerías y completa falta de educación. No tienes ninguna autoridad sobre mi. Me voy a casa de Sagitta, ya hablaré con Lupus cuando proceda. - Me voy con Sagitta que me espera fuera.
Antes de que se vaya cojo a Margueritte por el brazo
-¡¡¡Niñata malcriada!!!, ¿que parte no has entendido de que Lupus me ordenó cuidar de tí? ¡¡¡LUPUS EN PERSONA ME LO ORDENÓ!!!, sí, ¡¡¡A MÍ!!!, ¡¡¡al que consideras un bravucón ignorante que se encuentra por debajo tuyo!!!, así que si quieres ir a hablar con él, hazlo, me gustará ver que te dice, pero te guste o no, Lupus me a dado la autoridad suficiente para decirte lo que has de hacer, así que tú te vienes conmigo, ¡¡¡a las buenas o a las malas!!!
La temperatura aumenta
Lo que acontece a continuación es bastante rápido e insólito: Iván trasmuda su expresión de incredulidad a indignación y pleno convencimiento. En un movimiento fugaz el gran pomo redondo de su espada se estampa contra la cabeza de Ardentis, que cae redondo al suelo. La temperatura de la sala vuelve a valores razonables.
-No se grita a una dama, y menos después de lo que le ha pasado -comenta en voz alta dirigiéndose hacia Ardentis, aunque éste ya no le pueda oir- Yo me llevo al chico a su cuarto, vosotras volved a la torre de Tintia y hacedme el favor de no salir hasta mañana -dice ahora con serenidad el alto norteño, dirigiéndose a las chicas. Acto seguido enfunda la espada y se dispone a echarse al inconsciente Ardentis al hombro para salir de allí.
Tirada oculta
Motivo: Tirada orientativa grog
Tirada: 1d10
Resultado: 1(+9)=10
Tirada oculta
Motivo: Crítico
Tirada: 1d10
Resultado: 3
Si no pasa nada e Iván me lleva al cuarto tras despertarme directamente me voy a buscarle a cantarle las cuarenta y recordandole que tenía órdenes directas de Lupus para cuidar de la "dama" y que con su acción lo que ha hecho a sido entorpecer mi labor. Según como se ponga no me hago responsable de lo que le pueda pasar. Luego, en cuanto llegue Lupus le cuento todo lo que ha pasado, el secuestro de Margueritte, el espejo y especialmente "la indigna y traicionera acción de Iván que ha obstaculizado mi labor" (palabras textuales) y que si desobedecí sus órdenes de quedarnos en casa fue porque Margueritte no había aparecido y tuve que tomar una decisión.
Ni que decir, que independientemente de lo que pase en el futuro, no quiero a Iván cerca de mí y si le tengo que aguantar, que se muerda la lengua y controle sus actos o se atenga a las consecuencias. Esto se lo digo antes de ir a Lupus para ponerle al corriente de todo.
Lo pondré más adelante, pero en todo caso, por si se me fuera la pinza: Iván recibe una bronca por parte de tu pater, pero la cosa no acaba ni en castigo físico. Al final se decide que a partir de ahora Iván hará de niñera de Margueritte, bajo las órdenes directas de Lupus hasta nuevo aviso. Iván se mantendrá respetuosamente alejado de ti, salvo que Margueritte tenga necesariamente que estar cerca de ti. Por otro lado, aunque no es abiertamente desafiante, el grog no le tiene miedo ni a la magia ni a ti, eso ha quedado patente.
Lupus, por lo que a ti respecta, tiene unas palabras a solas contigo. Primero te grita que Margueritte es tu frater. Maldice en su extraño idioma natal. La escena es espeluznate, casi puedes ver cómo se enciende por dentro, pero logra controlarse y no llega a golpearte ni lanzarte ningún hechizo. Te dice que esto no puede seguir así, ni seguirá. Pretendía que los dos compartierais destino, pero cada vez es menos probable. Acabaréis enfrentados y eso le entristece mucho... Y como está harto de tu temperamento y tus gritos, cada vez que te oiga gritar, te azotará. Cada vez que se entere de que has gritado, te azotará. Cada vez que se entere de que has gritado a tu frater, buscará un castigo adecuado... Y te deja para que hagas lo que te de la gana, pero que sepas que habrá consecuencias.
- Gracias Ivan, no me moveré de casa de Tintia en toda la noche y por la mañana esperaré a ver si todo sigue con normalidad antes de volver a casa. - Me giro a Sagitta, arqueo una ceja y la cojo del brazo para ir juntas hacia su casa.
A riesgo de que me azote le grito diciéndole que Margueritte es una malcriada y que ella no ha puesto nada de su parte para que nos llevemos bien, es más, todo comenzó cuando me presenté en su alcoba para hablar con ella al tener el mismo maestro y proponerle que nos ayudásemos mutuamente, cosa que rechazó con malos modos, y que desde entonces no para de insultarme. Reconozco que yo tampoco me he quedado corto y me he metido con ella, pero no sería un flambeau si dejase que alguien se meta conmigo sin hacerle nada. Por lo demás hice lo que lo hice durante esta misión cumpliendo sus órdenes, y a pesar de que Margueritte es una estúpida, si no me hubiese ordenado cuidar de ella igualmente hubiese salido en su búsqueda al saber que no aparecía, ya que a pesar de ser una niñata impertinente, no deja de ser una flambeau, cosa que dudo que ella hubiese hecho por mí, ya que se cree superior por encima de todos.
-Maestro, me he arriesgado por ella, incluso a desobedecer una orden suya ¿eso no cuenta?-digo muy enfadado. La temperatura ha subido considerablemente durante todo este tiempo.
-Arrdentis, chico, te aprrecio, has sido un buen aprrendiz, perro a veces de verrdad que te darría dos bofetones bien dados, a verr si espabilas de una condenada vez. Serr educado no es serr anti-Flambeau, serr considerrado no es serr anti-Flambeau. Comporrtarrse como si uno fuerra el mejorr perrmanentemente es una estupenda manerra de toparrse con alguien que te pueda demostrrarr que estás equivocado, y crréeme que en vuestrro caso es más que notable la facilidad con la que se darría eso. Date cuenta, aprrendiz, de que te ha dejado inconsciente un grrog. Podrría haberrte matado si hubierra querrido. Obviamente ni se le pasó porr la cabeza, conozco a Iván y me fío de él. Esperro que después de todo esto hayas aprrendido una lección valiosa y seas capaz de disculparrte, porr tus prropios medios, con tu *frraterr*. Porrque son tus malos modos los que hacen que ella sea tan frría y desagrradable contigo. Cambia o te verrás solo, muchacho, no te querrrrá nadie a su lado, ni los Flambeaus. Marrguerritte es un buen ejemplo de lo que puedes conseguirr comporrtándote así. No te voy a obligarr, perro esperro que rrecapacites. NO estás castigado.
Y, efectivamente, no lo estás, aunque Lupus tardará un par de días en volver a daros clases a ninguno de los dos.
-Meditaré sobre lo que ha pasado maestro, especialmente con lo sucedido con Iván, pero me atrevo a pediros que hagáis lo mismo respecto a Margueritte. Reconozco que más de una vez me he enfadado, tal vez en exceso, pero en algunas ocasiones ella me ha provocado, y en esta ocasión, cuando intentaba cumplir sus órdenes, y especialmente debido a las circunstancias lo único que conseguí fue que me hablase con malas formas, de ahí mi enfado y posterior reacción de Iván a favor de Margueritte. Creo que todo el mundo tiende a juzgarme con una idea preconcebida, por lo que luego no me ponen la tarea fácil cuando intento ser amable o ayudar. Si la soledad ha de ser mi destino la aceptaré, pero estoy seguro que con el tiempo lamentarán no contar con alguien como yo a su lado. Por lo demás dejo este asunto zanjado...por el momento.
Dicho esto me retiro y hasta que Lupus vuelva a hablarme paso mi tiempo realizando mis obligaciones por un lado, y mi tiempo libre en la biblioteca estudiando.