Partida Rol por web

La noche es fría y oscura.

Sentado en tu sillón, con la ventana abierta y la habitación a oscuras, atreves posar tu mirada en las estrellas, cuando hasta el mismo cielo te huye. Hace frio, pero mantienes la ventana abierta pese a todo. Te gusta sentir el frio en tu rostro, la gélida caricia de la noche y la niebla de Londres se te antoja... poética.

Suspiras y una pequeña bocanada de aire frío sale de tu boca calentando tu rostro. Cierras los ojos y recitas un padre nuestro en silencio. ¿Que esperas, Mordred? La virgen María no lavara tu alma, por mucho que reces. Pero no rezas por ti. Rezas por ellos. Por su pobres y pútridas almas. Esas almas llenas de dolor y pecados. Dios dio alma al pecador solo para que la pudiera lavar en el rio de la bondad y la rectitud de la vida. Ama a tu prójimo , dice ese libro en el que ahora depositas tu fe. Y tu los amas a todos. Eres como un pastor guiando ovejas, y hay ovejas que necesitan ser encaminadas. no tanto ya sus cuerpos pero si sus almas. La muerte , su redención, su castigo. Su oportunidad de libertad.

Para mi, querido Jackie... no eres mas que un lobo entre ovejas.

Sabes que el periódico te llama algunas veces. Jack el destripador te llama el. Curioso nombre, piensas y sonríes. Seria mas acertado Jack el salvador. Jack el liberador de almas. Jack el Justo!!

Pero ya basta!. Te levantas de tu asiento. Mordred esta noche no se presentara. Habías quedado con el pero no ha aparecido, así que decides salir solo en busca de tu pecador. Londres esta lleno de ellos. Tan solo tienes que alargar la mano y recoger esa manzana del pecado que pende del árbol de la vida.

Te pones el abrigo,el sombrero y recoges tu bastón. Después sales por la puerta sin rumbo aparente.

Tus pasos te guían hasta el puerto. Tus pasos resuenan en el empedrado. Cerca tuyo ves a una jovencita prostituta que parece que se ha perdido. Perfecto. La conoces de vista y sabes que su vida no merece mas que tu liberación. Una corderilla escapada del redil de Dios.

Pero antes de llegar a ella oyes algo extraño en la calle contigua.

Te acercas sigilosamente para ver algo que tus ojos no son capaces de creer.

Vagó sistemáticamente por las calles londineses, pensando en rutinas típicas suyas y de Morgan, y en rumbos predefinidos.
Iba a por los burdeles, las posadas, los lugares públicos y los callejones más sucios. Es donde solía haber pecadores.
En su trayecto dio con una prostituta. Joven, de nombre exótico, casi para engañar a la clientela y apoyar el escapismo erótico a la que los hombres se rendían con ella: Berta Brecht. Una alemana veinteañera y rubia, que nada tenía que ver con el Sacro Imperio Romano surgido en las tierras germánicas. Nada de puro en ella, la edad era la de cien pecadores. Entre las más promíscuas, trabajaba en ello por el goce y sus gritos desgarraban el cielo con su talante profano. Y, curiosamente, estaba limpia de enfermedad. Pero no de suciedad.
Era, pensó, irónico que él, el juez, supiese tanto de las víctimas. Acercándose y apartando el pensamiento , guardándoselo en un cajón en el fondo de su conciencia hasta un posterior uso, agarró el bastón con las dos manos e hizo presión en el mango elegante, girándolo y abriendo el palo. El acero se asomó tímidamente en la noche, apenas haciendo ruido. Mas la atención del lobo se desvió y dio a un callejón aparte, donde una escena se desarrollaba.
Quería llevar a cabo el castigo, pero estaba atado al evento, sin poder oponerse.
"No hoy, Berta. Estás de suerte." pensó Mordred disgustado, pensando en el despilfarro que seguiría más aún por aquello. Volvió a enfundar el estilizado arma y tan sigilosamente como se había acercado a Berta, se dirigió hacia la escena, aún oculto por las sombras.

Aquello era increíble, surrealista, sacado de una narración fantástica. Un gigante de voz atronadora, un aparente esclavo, una muerte -¡No suya!¡Quizá era inocente la dama muerta!- un engendro satánico -hizo la cruz tres veces y oró un Padre Nuestro- y una mujer que desapareció sin más...
¿Dónde estaba Morgan para verlo?
Pero el negro parecía estar del lado de la víctima, y en contra de la criatura. Dudaba mucho de que fuera religioso, pero había demostrado valentía contra lo satánico, y así también la mujer invisible.
Alcanzó con la mano el rosario que llevaba por debajo de la camisa y lo alzó, lo besó y lo devolvió después a su sitio.
Pensó en acercarse. Estaba tentadísimo. No eran personas de clase alta, y Berta aguardaba el castigo... Pero aquello tan paranormal necesitaba una explicación razonada. Reforzaría así su Fe. Era imperativo ir...
Pero decidió observar, como tantísimas veces hacía. Berta se podía ir al cuerno. Tenía material increíble entre manos... Además, ¿y si se le acusaba de esa muerte? Ignoraba la identidad de la víctima pero podía ser una inocente, simple capricho del espectro de aquella mujer repugnante...

Bien,resumo. Tu rol sera el siguiente ( imaginacion XD):

Despues de esa escena, despiertas en tu habitacion y crees que todo ha sido un sueño. Sin embargo algo te dice que hay mas verdad que mentira en esa premonicion,vision de dios, etc... tuya

Oistes lo de buscar a Alice y recordaste que podria conocer de oidas a la familia Badcock. Asi que decidistes ir a su casa al dia siguiente para comprobar las cosas.

Asi, de esta manera, te puedo introducir en la escena actual... como llegando a casa de Alice ( los demas estan alli ahora mismo). Tengo que decirte, que Alice y Edward saben tu secreto ( ya sabras el porque) , pero no diran nada :P

A ver que te parece^^