En cuanto la mujer sangrienta apareció, Will dio un saltito hacia a trás. Se quedó mirando estupefacto toda la escena, lleno de impotencia al ver cómo la chica que estaba muriendo pronunciaba su nombre, como si lo conociera... Sus ojos se mantuvieron abiertos como platos, y su cuerpo temblaba de nervios. Sintió un escalofrío recorrerle la espalda cuando aquella mujer le contó que era su corazón el que andaba buscando.
Intentaba hablar, pero no era capaz de articular palabra. Cayó al suelo, de rodillas, en cuanto la mujer desapareció. Giró su cabeza hacia el gato, que ahora le estaba hablando. Esto mejoraba por momentos. No sabía qué hacer. No sabía quién era Alice. No sabía por qué debía buscar a Alice. No sabía nada, pero lo estaban metiendo en todo. - ¿Quién... Quién es Alice? - Logró susurrar, esperando que el gato arrojara un poco de luz.