Partida Rol por web

Diana se aferraba a su padre con una sonrisa. La aventura por fin había terminado y podría regresar a su vida normal. La alegría que sentía en su interior solo estaba empañada por la falta de su madre. Su esperanza era mínima pero ahora gracias al equipo de rescate al menos habría una ligera posibilidad. Se aferraba a eso.

- Vámonos papá, los especialistas estoy segura que harán todo lo posible por encontrar a mamá.

Miró por última vez la isla y le hizo una peineta... no había podido con ella.

 El helicóptero llega y con eso se marca el final de la odisea de los supervivientes. Ahora era el tiempo de volver a casa. Una casa que se sentiría más vacía al estar desaparecida Elena Morris. Una casa marcada por el trauma de haber sido náufragos durante 7 días en una isla llena de dinosaurios y penurias. Pero una casa que se fortalecía de la esperanza y la determinación de sus huéspedes, pues los Morris habían demostrado ser gente tenaz y perseverante. Luchadores, héroes, supervivientes... si algo positivo se podía sacar de aquella experiencia, era la resiliencia y las capacidades que Melvin y Diana habían descubierto en si mismos.

 Pero no solo eso. Melvin, que hasta antes del incidente tenía una relación muy dañada con su hija, comenzó a entender mejor a Diana. Verla ser tan independiente y aventurera en la isla, incluso cuando eso significó peligro, le hizo pensar que él había sido un padre muy protector y autoritario en el pasado. Y que eso había erosionado su relación con ella. Aquellos 7 días le habían mostrado que Diana era una chica capaz de ser independiente y de defenderse sola. Y que lo que tenía que hacer él era apoyarla y ayudarla cuando ella lo necesitase, pero que no debía coartar su libertad.

 Al subirse al helicóptero, aferrado a su hija, Melvin reafirmó sus palabras.

Ya la encontraremos, Diana. Y le pondremos un cierre final a todo esto, de una vez y para siempre... *I love you, my sweet angel*... quiero que siempre sepas eso.

 En cuanto a las aspiraciones heroicas del estafetero de Salem, digamos que Melvin estaba más que satisfecho. Si bien no era la épica historia de un héroe estoico y solitario que salvaba el día, era la historia de un hombre que buscó hacer todo lo que estaba a su alcance para asegurar la supervivencia de sus pares y de si mismo. Y eso en sí, era la historia de un héroe...