Sábado, 10 de agosto del 2019.
Mediodía, temperatura 26ºC
Hora Local: 15.00; 
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Diana corrió y corrió. ¡Corrió como si su vida dependiese de ello, que justamente así era! Y finalmente logró encontrar un hueco donde ocultarse y donde el TRex no la alcanzó. Poco tiempo después, el dinosaurio se cansó de ella y se marchó y Diana llegó hasta lo que parecía una hermosa playa que se encontraba en el otro extremo de la isla.

Allí pudo ver restos de una pequeña civilización. Como si alguien hubiese estado viviendo allí. Había restos de madera apilada y restos de alguna hoguera apagada, maletas abiertas y colocadas estrategicamente. Señales y carteles de SOS que clamaban ayuda al cielo. Pieles de frutos y cáscaras de cocos abiertos...

Alguien había estado viviendo allí durante días pero ahora no había ni rastro de lo que parecían haber sido un grupo de supervivientes. Sin duda, los que viajaban en la cola del avión también habían sobrevivido, al menos una parte de ellos. Pero ahora ya no había ni rastro. ¿Alguien los habría rescatado y se habían olvidado de ellos?

Había conseguido, milagrosamente, dar esquinazo al T-Rex... una suerte que no se atrevía volver a intentar.

Tenía hambre, mucha, y habían muchas maletas apiladas. Sin importarle quién o para qué lo habían hecho, se puso a rebuscar por la zona cualquier cosa de comer. Eso sí, sin cambiar la formación de las maletas.

Sábado, 10 de agosto del 2019.
Mediodía, temperatura 26ºC
Hora Local: 16.00; 
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Aquella zona estaba más que revisada. No había absolutamente nada de utilidad, nada que pudiera servirle para algo. Lo cuál solo significaba que si algún barco o avión había venido a rescatarles, los supervivientes se lo habían llevado todo. Aunque lo que no tenía sentido era que se hubieran dejado las maletas.

Quizá quien se había llevado todo había sido alguien que todavía andaba por la isla y que no había logrado escapar, o quizá había desaparecido porque el TRex se lo había comido.

Sábado, 10 de agosto del 2019.
Mediodía, temperatura 26ºC
Hora Local: 17.00; 
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Diana estaba cansada, se tomó un poco de tiempo antes de continuar.

Domingo, 10 de agosto del 2019.
ALBA, temperatura 22ºC
Hora Local: 06.00; 
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Diana estaba tan cansadas que no pudo aguantar más tiempo despierta y cayó prácticamente inconscientes. La debilidad por la falta de hambre y el cansancio acumulado durante todo el día le llevó a aquella situación. 

Los primeros rayos de sol del nuevo día le despertaron. Había dormido prácticamente durante 12 horas y ahora estaba mucho más hambrienta que antes. ¡No podían seguir perdiendo la consciencia de aquella manera o terminarían siendo pasto de los dinosaurios que no andaban lejos de allí!

Diana ni siquiera se había dado cuenta que había caído dormida, totalmente extenuada. Por suerte para ella la noche había pasado sin incidentes y un nuevo día se alzaba para recibirla.

Tenía hambre, hambre como nunca había tenido. Un rápido vistazo a su inventario además le confirmó que las dos botellas que llevaba estaban vacías, tampoco le quedaba agua.

No había podido volver con su padre y mucho menos llevar algo de comida. Comida, esa era la prioridad. Aquí estaba todo rebuscado, tenía que moverse aún a riesgo que alguno de los grandes saurios que había encontrado pudieran atacarla. La única forma de encontrar comida era encontrar algunos de los frutos que ya había encontrado anteriormente.

Un plan se fue formando en su mente, primero regresar a la zona del río y alrededores donde era más probable encontrar algo de comer y aseguraría además el suministro de agua. La segunda sería encontrar una forma de superar la empalizada y acceder al interior del perímetro. Por mal que estuviera, era mejor que ser devorada por un dinosaurio o morir de hambre.

Se orientó un poco con el sol y empezó la marcha.