Partida Rol por web

Pétalos de cerezo en el lago

Interludio-El hombre de la máscara de hierro (Drassil y Jilokasina)

Cargando editor
13/12/2011, 23:52
Drassil

El portero parecía atolondrado, confundido, nervioso, Drassil estaba en forma, así que se aprovechó de ello mientras la elfa, parca en palabras se mantenía en un segundo plano - Porque somos héroes- Respondió con obviedad - Y debemos presentarnos ante el alcalde Clequetto, es posible esté ocupado pero no me diga no puede recibirnos pues nos han indicado que debíamos venir ante él. Venga va, acompáñenos, seguro tiene curiosidad, venga con nosotros

Drassil avanza hacia él, se ha puesto más derecho en la silla, y le da unas palmadas en la espalda, siendo ahora el mediano el anfitrión que invitaba al hombre a entrar en el lugar que él mismo vigilaba.

¿Por cierto te llamabas... ?

- Tiradas (1)

Motivo: av.intenciones

Tirada: 1d20

Resultado: 11(+1)=12

Cargando editor
14/12/2011, 22:06
Jilokasina

la elfa permanecia callada, no seria la primera vez que la locuacidad del mediano funcionaba asi que le dejo hacer

- Tiradas (1)

Motivo: ave inten

Tirada: 1d20

Resultado: 7

Cargando editor
14/12/2011, 22:42
Guzmán

El grandullón se inclina hacia delante, sin levantarse de la silla, lo que pone su lanza apuntando a lo alto.

Guzmán, pequeño... Mi nombre es Guzmán. Pero... Bueno, vale... sois héroes... Supongamos que os creo. Eso no significa que podáis entrar en cualquier sitio sin ningún motivo. ¿De qué queréis hablar con el alcalde? ¿Pretendéis hablarle del tiempo? ¿De las cosechas? El alcalde no tiene tiempo para eso. Id a otro lado si lo que buscáis es conversación.

- Tiradas (1)

Motivo: Engañar

Tirada: 1d20

Dificultad: 12+

Resultado: 16 (Exito)

Cargando editor
15/12/2011, 23:44
Jilokasina

No nos hemos expresado bien, veras el alcalde necesita aventureros la razon la desconocemos pero lo que si se es que los esta reclutando y por eso estamos aqui ,para cumplir con nuestro trabajo asi que si es tan amable dejenos hacer nustro trabajo que es la busqueda del bien de este pueblo y de su alcalde ¿no querra que el alcalde sepa que no permitio pasar a los aventureros que necesitaba ,verdad?

Cargando editor
15/12/2011, 23:49
Drassil

A Drassil estuvo a punto de escapársele un "Pensé que los paladines no podían mentir", pero consiguió aguantarse asintiendo tan solo a las palabras de su compañera, solo tenían que acercarse al alcalde para preguntar por otros mercenarios en el pueblo, pero si esto empezaba a liarse demasiado y a complicarse.... tal vez fuera mejor pasar del tema, tal vez el párroco del pueblo les acogiera mejor o tan solo si pudieran pasar en la taberna un par de días... y así alguno de nuestros compañeros pudiera llegar.

Si nadie llegara... deberían seguir el camino más allá de este pueblito, parece que aquí no habia nada que les retuviera. Con este pensamiento Drassil quedó algo meditabundo, con la mirada fija en el hombre que tenían frente a sí, pero más distraído

Cargando editor
16/12/2011, 01:30
Jilokasina

Notas de juego

me he guiadoo por el mensaje del master que decia que unos aventureros fueron a hablar con el alcalde y he supuesto que ergo los necesitaba 

Cargando editor
17/12/2011, 12:35
Director

Uh... eh... yo... No sé... Verán, el alcalde ha salido en estos momentos. Si quieren pueden esperar en estas sillas.

El guardia se levanta, dejando un asiento más libre.

Uy, no seas así, Cadufolio-dice una enana viejecita cargada con un gran cesto que atraviesa por delante de la alcaldía-No hagáis caso. Ya de pequeño, Guarrente era un desconfiado.

No digas eso, tata. Yo solo sigo órdenes. Y mi nombre es Guzmán, tata.

Nada, nada... ¿No ves que esta chica y su hijo tienen cara de buenas personas? Si Ugberd no estuviera en el barracón de los mineros, seguro que les atendía enseguida. Yo voy ahora para allá, a preparar la comida. ¿Quieren venir conmigo?

Notas de juego

Correcto: no ha sido mentir, solo ser diplomática.

Cargando editor
18/12/2011, 21:51
Drassil

¡Eso, no seas así Cadufi!- Bromeó Drassil a riesgo de ser ensartado como un conejo, por lo que muy prudentemente se acercó a la anciana, quien parecía dominar la situación y sujetándole un brazo se prestó a ser guiado - Déjeme que le ayude señora - Por el camino, Drassil dió buena cháchara a la vieja, como si él fuera otra de esas cacatúas arrugadas que se juntan en la plaza del pueblo a hablar de la hija de fulanita - ¿Sabe? No soy bien bien un niño, soy un mediano, no creo que crezca mucho más, somos una raza pequeñita, aunque recuerdo la historia de Odros Zampabollos, un hobbit de cuatro metros de alto que era capaz de lanzar un gorrino a seis metros, porque el deporte de los medianos es el lanzamiento de pesos. Además soy músico, y no quiero fardar pero soy el mejor violinista que hay en mi pueblo.

¿Es ese el barracón? ¿Qué hace el alcalde allí? ¿Necesitamos dirigirnos a él de alguna manera señora?

Cargando editor
18/12/2011, 22:30
Jilokasina

la paladina les seguia por detras y veia como se daban del brazo esta vez si el mediano estaba a la altura y se reia por lo bajo con el comentario de lanzamiento de gorrinos que le habia hecho mucha gracia , sin duda Drassil era un compañero muy ameno y no podia tener uno mejor

Cargando editor
19/12/2011, 09:50
Tía Gertrudis

Uy, hijo. Si no creces más es que no me estás comiendo bien. ¡Mira que cara de flacucho tienes!-pellizca el pellejo de piel que se ha formado en vez de mejilla tras tres días de ayuno involuntario.

Me acuerdo de Odros. Siempre se pelaba las rodillas jugando, el muy travieso. La de trabajo que me daba a zurcir pantalones rotos. La aficción por los gorrinos le venía de lejos. Aún le vi el otro día, y tenía un aspecto muy saludable de todo ese chorizo y ese tocino que se mete entre pecho y espalda, pero ya estaba así de fuertote de niño. El único deporte que hacía Odros era levantar el tenedor y llevárselo a la boca.

Tú no quieras ser múscio de mayor, ¿me oíste? Esos son todos unos vagos y no dan palo al agua en su vida. Oy, no-no-no-no... Tú búscate un trabajo de verdad. Minero, herrero, leñador... Aunque te parezca que no tienes cuerpo para eso, ya crecerás.

¿El barracón? ¿Ese? Uy, no. Ahí era... ahí era... ¡Ah, sí! Ya me acuerdo... Ese es el almacén de piedras. Ahí se guardan las piedras para cuando hay que construir alguna casita para los enanos. Los humanos usan madera, pero... ¿quién en su sano juicio querría vivir en un hogar hecho de un material tan poco robusto? Tú, de mayor, consigue una buena esposa y construye una casa de piedra como Moradin manda.

Ugberd fue al barracón a hablar con los chicos. Yo creo que les va a regañar por no hacer bien su trabajo, pero en el fondo él es muy bueno. Tan solo sé amable. Tienes que ser respetuoso con tus mayores. Cuando estés con el alcalde dí señor, y buenos días... y por favor, muchas gracias... con permiso... Deja hablar a los adultos. Responde cuando te pregunten. No corras dentro del barracón. No alces la voz. Límpiate los zapatos contra el escalón de piedra antes de entrar, que luego la que barre soy yo.

Distraída por la conversación, la pobre anciana da la sensación de haber torcido por una calle que no era para volver a incorporarse de nuevo por la calle que los tres estaban recorriendo poco antes. Pero ahora parece bien enfilada hacia el barracón, dónde quiera que estea. La enana echa la vista atrás, por encima del hombro para dedicarle un comentario a Jilokasina.

Espero no parecerte muy indiscreta, chica, pero el barracón de los mineros no es un sitio para una madre y su pequeño. Allí, rodeados de hombres malhablados... El niño puede escuchar muchas palabras soeces, y más cuando esos hombres vean a una muchachita tan bien parecida como tú. La de cosas que te van a decir. Yo creo que no respetan ni a una mujer con un anillo en el dedo. Por cierto, ¿estás casada?

Cargando editor
19/12/2011, 21:53
Jilokasina

no le apetecia contestar pero la viejecita habia sido amable con ellos asi que contesto lo mejor que se le ocurrio

Para aguantarme ,tiene que ser un cielo y eso que yo no soy un sol precisamente

Dijo sonriente y lo mas calida y cercanamente posible sin responder claramente si tenia novio o no

Cargando editor
20/12/2011, 11:04
Tía Gertrudis

No seas tan estricta a la hora de buscar marido, hija. Sino, te quedarás para vestir santos. Oh, ya hemos llegado. El barracón es ese edificio de ahí.

Señala un largo pabellón, semejante al que se dedicaba para guardar piedras de cantería. Es más, no es semejante sino idéntico. La viejecita se ha confundido esta vez o la anterior porque se trata del mismo edificio. Seguramente haya dado más vueltas de las necesarias para llegar.

Al doblar una esquina, llegan al callejón por el que se accede al interior. La puerta está abierta, y abriendo el paso, la enana accede con los dos aventureros al barracón. Lo que hay allí es sorprendente...

Notas de juego

¡FIN DEL INTERLUDIO! Seguimos en el capítulo 3.