Era imposible permanecer en aquella sala sin empezar a toser. Solo los pokémon de tipo veneno eran capaces de aguantar allí. Toda la sala estaba cubierta de una extraña bruma morada que al respirar dañaba los pulmones del entrenador que había llegado.

Era una horrible sensación y el primer instinto era salir de allí cuanto antes. Pero quizá hubiera algo escondido o algo de interés y si el pokémon estaba dispuesto a sufrir los daños causados podría permanecer allí para ver si encontraba algo.

A la vez que empezó a toser Speon empezó a marear se también. Con rapidez coloco un pañuelo en su nariz.

vamos, será mejor que corramos.

Era imposible permanecer en aquella sala sin empezar a toser. Solo los pokémon de tipo veneno eran capaces de aguantar allí. Toda la sala estaba cubierta de una extraña bruma morada que al respirar dañaba los pulmones del entrenador que había llegado.

Era una horrible sensación y el primer instinto era salir de allí cuanto antes. Pero quizá hubiera algo escondido o algo de interés y si el pokémon estaba dispuesto a sufrir los daños causados podría permanecer allí para ver si encontraba algo.

El aire denso y maloliente provocaba picores con cada inhalación. Los vapores que lo cubrían todo no había duda que eran toxicos así que no había razón para quedarse allí más tiempo del extrictamente necesario, tiempo para escoger un nuevo camino.

"Cof, cof... no nos quedemos en esta zona Geoda, rápido... cof, cof... ¡Sigueme!"

De nuevo me abalanzo sobre el portal amarillo en espera de encontrar mi primer adversario.

Era imposible permanecer en aquella sala sin empezar a toser. Solo los pokémon de tipo veneno eran capaces de aguantar allí. Toda la sala estaba cubierta de una extraña bruma morada que al respirar dañaba los pulmones del entrenador que había llegado.

Era una horrible sensación y el primer instinto era salir de allí cuanto antes. Pero quizá hubiera algo escondido o algo de interés y si el pokémon estaba dispuesto a sufrir los daños causados podría permanecer allí para ver si encontraba algo.

Por su parte, Kumi había llegado a un lugar bastante tóxico y sus ojos lloraban, por lo que decidió hacer lo que tenía que hacer, acariciar a su querido "Pikachu" y mandarle a buscar algo que pudiera servir para curarle de las heridas que había sufrido de la sala anterior... todo mientras ella tosía.

-Vamos, *cof* Pikachu -dijo sonriendo a su Pokemon- ¡Seguro que *cof*  por aquí *cof* hay algo!.

La zona contaminada dañó aún más a su Mimikyu mientras Kumi se dedicaba a buscar algo por la sala. Por suerte pudo ver algo de valor que quizá le sería útil para los próximos combates. Se trataba del objeto: ¡Gafas elegidas!

De pronto una poderosa luz iluminó las cuatro paredes de la zona de batalla con una imagen

Michiko había perdido su primera vida.

Kumi frunció el ceño ante haber encontrado tan solo unas simples gafas en el lugar, suspirando miró hacia su querido "Pikachu", el cual parecía más herido de lo normal y le acarició la cabeza antes de seguir pensando en qué hacer, en concreto, ir a través de otra de las puertas, quizás la azul fuera la correcta nuevamente.

-¡Vamos! -Dijo aún con entusiasmo- ¡Seguro que aquí encontraremos algo!.

Era imposible permanecer en aquella sala sin empezar a toser. Solo los pokémon de tipo veneno eran capaces de aguantar allí. Toda la sala estaba cubierta de una extraña bruma morada que al respirar dañaba los pulmones del entrenador que había llegado.

Era una horrible sensación y el primer instinto era salir de allí cuanto antes. Pero quizá hubiera algo escondido o algo de interés y si el pokémon estaba dispuesto a sufrir los daños causados podría permanecer allí para ver si encontraba algo.

Abiko empezó a toser y pronto las chispas empezaron a saltar de las mejillas de Raichu cuando éste empezó a estornudar tratando de sacarse ese montón de partículas que entraban por sus narices. - Salgamos de aquí cuanto antes Murray - empezó a hacer sus cábalas. Había estado en cinco salas.

Si los portales eran reversibles, volver por el amarillo le devolvería a la sala eléctrica. No era mal plan, pero quería explorar el campo del Battle Royale y ver si era capaz de entender aquel laberinto de portales. Se agachó recogiendo a Murray - Por aquí, al portal azul, esto debería llevarnos a una nueva sala -

Era imposible permanecer en aquella sala sin empezar a toser. Solo los pokémon de tipo veneno eran capaces de aguantar allí. Toda la sala estaba cubierta de una extraña bruma morada que al respirar dañaba los pulmones del entrenador que había llegado.

Era una horrible sensación y el primer instinto era salir de allí cuanto antes. Pero quizá hubiera algo escondido o algo de interés y si el pokémon estaba dispuesto a sufrir los daños causados podría permanecer allí para ver si encontraba algo.

Por su parte, Kumi había llegado a un lugar bastante tóxico y sus ojos lloraban, este picor y resquemor le traía de vuelta recuerdos para nada agradables, por lo que decidió hacer lo que tenía que hacer, salir de ahí soltando hostias, o algo así similar, a fin de cuentas, Kumi no iba a volver a caer en la trampa venenosa... de nuevo. ¿Qué cosa de cocina podría encontrarse aquí?. Nada comestible, de eso seguro.

-Vamonos, *cof* Pikachu -dijo tosiendo a su Pokemon- ¡Seguro que *cof* aquí *cof* no hay nada!.