De pronto una poderosa luz iluminó las cuatro paredes de la zona de batalla con una imagen

Jorge Joyero habían perdido su primera vida.
Michiko ya había perdido su segunda.

A pesar de que Murray estaba intacto, decidió equiparle los restos de Jorge, para que se pudiera sanar lo máximo posible la próxima vez que recibiera daño. Con Murray al cien por cien de su capacidad, no dudaba poder ganar al Machamp, pero no esperaba que éste estuviera herido de un combate anterior y su entrenador lo trajera sin más al insectario teniendo aquellos objetos para curarle.

Todo un despropósito para un entrenador pokemon. Pero era demasiado joven, y tal vez por ello descuidado

Motoo observó los portales - Hemos venido por el azul, probaremos el Verde. veremos a donde nos lleva. Espero que en la próxima sala encontremos alguien que nos quiera acompañar, ¿verdad Murray? Se hace tedioso avanzar por las salas sin un compañero. En este momento decidió, que si conseguía ganar el Battle Royale, un sueño que ahora se encaprichaba más cercano, recorrería el mundo pokemon en grupo y no como uno de esos entrenadores legendarios que avanzaron en solitario y jamás se volvió a saber de ellos - 

Había llegado al insectario. Un lugar húmedo y lleno de vegetación, plantas y flores e incluso un pequeño riachuelo. También habí pokémon de tipo bicho de lo más variado. En cada extremo de la sala cuatro portales con diferentes colores que podría atravesar para dirigirse a una nueva zona de la arena. Ninguno de los pokémon que estaban allí parecían ser agresivos y simplemente se limitaban a beber agua o a recolectar el polen de las flores. Como tampoco poseían ninguna pokéball, no podrían capturar a ninguno de ellos. 

Por fortuna no había nadie allí y podría aprovechar para buscar algo antes de que su pokémon empezase a sufrir el daño que la sala pudiera causarle por culpa de pasar demasiado rato allí.

Jorge decidió no arriesgarse. - ¡Imagínate que nos vuelve a salir un mosquito como esos! ¡Mejor salir corriendo de aquí! - y sin pensarlo mucho, Jorge y su compañero salieron disparados por el portal rojo.