Partida Rol por web

El tubo del centro pokémon ascendió en el mismo momento en que se cerró la puerta de cristal. Una sensación de temor y nervios inundó su estómago. ¡Era la emoción del principio! Segundos después se encontraba en un extraño lugar:

Había llegado a la grieta, allí había cuatro portales con diferentes colores que podría atravesar para dirigirse a una nueva zona de la arena. El problema era la inmensa grieta que atravesaba el campo de batalla y que para cruzarla haría falta un gran salto si quería llegar a las dos opciones que no podría acceder.

Por fortuna no había nadie allí y podría aprovechar para buscar algo en el interior de la grieta antes de que su pokémon empezase a sufrir el daño que la sala pudiera causarle por culpa de pasar demasiado rato allí.

El tubo les había llevado a un paraje extraño, un lugar árido y sin vegetación con cuatro portales de vistosos colores, y que no era difícil de imaginar que llevarían a otras arenas de lucha. No tendrían mucho tiempo disponible antes de que algún entrenador atravesara aquellos portales, aunque esperaba que emplearan el tiempo en buscar algún objeto que potenciara a sus pokemons. Cosa que ella misma ya se estaba planteando.

"-¡¡Geoda rápido, busca algo en la arena, no tenemos demasiado tiempo!!...", a simple vista la arena estaba vacía así que seguramente habría más posibilidades de encontrar algo en la grieta. Al señalar la grieta la Rhyperior asintió con la cabeza y agudizó sus sentidos.

El gran pokemon se acercó al borde de la grieta, que debía de ser muy profunda ya que la oscuridad dentro de ella no dejaba ver gran cosa. Así que buscó una forma de bajar, como un sendero mientras seguía buscando algo útil...

Geoda buscó por el extremo de la grieta en el que se encontraban sin mucho éxito. En aquel lugar no parecía haber absolutamente nada de interés, así que tuvo que regresar con las manos vacías. Lara no había podido hacerse con ningún objeto que le resultase de utilidad de momento, aunque quizá podría seguir intentándolo, o tal vez elegir un portal diferente para ver qué habría allí.

No puedo ocultar mi disgusto al ver volver a Geoda con las manos vacías pero en este momento cualquier bronca hubiera sido una pérdida inutil de tiempo. Tenía que buscar una estrategia para aumentar la moral de su pokemon.

"-¿En serio no has encontrado nada?", di un par de pasos hacia la grieta y fingí estar escudriñandola, "-¿Aquello no es un envase de Pokeburguer?".

Geoda se incorporó en toda su envergadura muy excitada, "-Rior, rior". Le encantaban las sobras de esa cadena de tiendas de comida rápida. Si con esa motivación no era capaz de encontrar nada, es que no había nada de provecho en aquella grieta.

Geoda olfateó la cueva y se dirigió hacia el envase de la pokeburguer. Cuando abrió el envase encontró una manzana roída y prácticamente terminada y empezó a ponerse muy contenta como si aquello fuese un verdadero manjar.

¡Aquel objeto eran "Restos"! Uno de los mejores objetos con los que se podía equipar a un pokémon antes de un combate.

Geoda volvió con lo que parecían restos de comida, "-mira que casualidad", pensé para mi misma.

"-Bien hecho, como premio te la puedes quedar", acompañé con palmadas y saltitos la frase motivadora. Era bueno para un entrenador empatizar con su pokemon o al menos que se sintiera valorado.

"-Hemos invertido demasiado tiempo en esta arena y no ha aparecido nadie, si las reglas son tajantes debemos abandonarlo antes de que empieces a sentirte mal".

Hago un gesto imperativo apuntando mi dedo hacia el portal de color amarillo que hay a este lado de la grieta, "-¡vamos Geoda, no perdamos tiempo, la lucha nos espera!".

Había llegado a la grieta, allí había cuatro portales con diferentes colores que podría atravesar para dirigirse a una nueva zona de la arena. El problema era la inmensa grieta que atravesaba el campo de batalla y que para cruzarla haría falta un gran salto si quería llegar a las dos opciones que no podría acceder.

Por fortuna no había nadie allí y podría aprovechar para buscar algo en el interior de la grieta antes de que su pokémon empezase a sufrir el daño que la sala pudiera causarle por culpa de pasar demasiado rato allí.

Cuando Arion llegó a su nuevo destino, no pudo evitar dar un pequeño salto por el susto. Frente a él se extendía una enorme grieta que dividía la sala en dos mitades. "¿Pero qué demonios...?" se quejó mentalmente el azabache. Si quería llegar a los otros portales tendría que saltar aquella grieta, aunque de momento no era necesario.

-Drake, vamos a buscar algo en la grieta, seguro que nadie ha explorado ahí antes.- dijo el chico esperanzado en encontrar finalmente el objeto deseado. De un salto se montó a lomos de su dragón y comenzaron a descender lentamente por la grieta, buscando entre las paredes algo que les llamara la atención.

Arion aprovechó que la sala estaba vacía para buscar algún objeto en la grieta. Pero por mucho que él y su compañero buscaban sin parar no fueron capaces de hallar absolutamente nada. 

Arion no podía creerse la mala suerte que estaba teniendo en este torneo. Después de pasar un buen rato buscando, no había logrado encontrar absolutamente nada. Aquella situación empezaba a frustrarle, pero debía mantener la calma, la desesperación no traería nada bueno.

-En fin... Drake, vamos a hacer otro repaso, y si no conseguimos nada nos iremos a otra sala.- le dijo a su compañero mientras le acariciaba el lomo. Éste asintió y volvió a volar por dentro de la grieta y las cercanías de esta, esperando encontrar algo al fin.

Arion y su pokemon sobrevolaron la zona de batalla aunque no eran capaces de sobrevolar el espacio que dividía la sala. Era como si una especie de fuerza les impidiese volar y cruzarla. Pero mientras lo hicieron pudieron ver un pequño punto que se iluminó tras un reflejo.

Salamence aterrizó rápidamente y Arion tomó el objeto que había visto, se trataba de una híper poción. No era nada de lo que andaban buscando, pero quizá le resultase útil durante un combate o después.

De pronto tres sonoros golpetazos retumbaron en la sala y tres imágenes se proyectaron en las paredes de la misma. Las dos primeras:

Que habían sido descalificados de la competición.
Y por último:

Que había perdido su primera vida.

Tras un rato buscando, finalmente Arion logró divisar algo, pero al acercarse suspiró decepcionado al ver que no era lo que buscaba. Aún así, el objeto podía serle útil, por lo que lo guardó en su mochila. Tras eso se vio sorprendido por unos repentinos anuncios, los cuales indicaban que dos personas habían quedado descalificadas, y otra había perdido una vida.

"Vaya, han descalificado a la chica del dibujo, una lástima, me habría gustado conocerla" pensó el moreno al ver la imagen de la chica de ojos claros. Aún así, no podía distraerse con cosas como esa, por lo que avanzaría a su siguiente objetivo.

-Vamos Drake, no perdamos más tiempo aquí.- dijo Arion mientras se dirigía junto a su compañero hacia el portal verde, evitando saltar aquella grieta.

El tubo del centro pokémon ascendió en el mismo momento en que se cerró la puerta de cristal. Una sensación de temor y nervios inundó su estómago. ¡Era la emoción del principio! Segundos después se encontraba en un extraño lugar:

Había llegado a la grieta, allí había cuatro portales con diferentes colores que podría atravesar para dirigirse a una nueva zona de la arena. El problema era la inmensa grieta que atravesaba el campo de batalla y que para cruzarla haría falta un gran salto si quería llegar a las dos opciones que no podría acceder.

Por fortuna no había nadie allí y podría aprovechar para buscar algo en el interior de la grieta antes de que su pokémon empezase a sufrir el daño que la sala pudiera causarle por culpa de pasar demasiado rato allí.

La arena a la que había llegado le sonaba poderosamente...

"-¡Anda!, hemos vuelto a la grieta, nuestro puesto de partida", aunque habían aparecido al otro lado de la grieta.

Lara había completado el primero de los circuitos, el de los portales amarillos, anotó mentalmente las cuatro arenas por las que había discurrido mientras decidía que portal eligiría en esta ocasión.

"-Bien Geoda, ¿cual te parece que escojamos ahora?", señaló a los portales y Geoda eligió uno... "-Ryphe, ryphe!".

"-¿Como que el amarillo otra vez, que parte de hemos vuelto a nuestro punto de partida no te ha quedado claro, ¡mentecata!", la gran pokemon se rascó la cabeza mientras trataba de entender que había hecho mal.

"-Sígueme de cerca, no quiero que te pierdas por el camino", Lara cruzó el portal azul seguida de la Rypherior.

Había llegado a la grieta, allí había cuatro portales con diferentes colores que podría atravesar para dirigirse a una nueva zona de la arena. El problema era la inmensa grieta que atravesaba el campo de batalla y que para cruzarla haría falta un gran salto si quería llegar a las dos opciones que no podría acceder.

Por fortuna no había nadie allí y podría aprovechar para buscar algo en el interior de la grieta antes de que su pokémon empezase a sufrir el daño que la sala pudiera causarle por culpa de pasar demasiado rato allí.

Creo que es un buen momento para equiparse, compañero. - decía Jorge mientras le daba los Restos a su Machamp. - Tómate esto también y recupérate.

¡Vaya compañero! Sigues algo herido. Tómate esta hiper poción, luego saldremos a luchar contra alguien. - comentó Jorge dando una palmadita en la espalda de su Machamp.

Machamp se tomó la hiperpoción que su entrenador le dio, y aunque no fue suficiente para curarse del todo, casi le restableció la salud por completo. 

Bueno, en esta habitación hemos estado mogollón. Ya hemos descansado, te he puesto las sobras de mi merienda encima... ¡Pues toca moverse! - comentó entusiasmado. - ¡A la siguiente sala, por el portón verde!