La tranquilidad de Astrid le abandonó un poco al escuchar una persona gritar por alguna razón. Avanzó rápido para descubrir el origen, con pasos ligeros y sabiendo que aunque Celebi no estaba allí de forma física, su presencia no se sentía demasiado lejos. Tomó vistazos cortos, pero en todas direcciones, para tratar de hacerse una idea de la arquitectura del lugar, que a pesar de estar cubierta de vida vegetal, tenía cierto patrón como la mayoría de las ciudades.
Motivo: Conocimiento del Mundo
Dificultad: 0
Habilidad: 1+10
Tirada: 5 6 7
Total: 6 +1 +10 = 17 Éxito
Shu se habia quedado, creo, solo Iri vino xD
Que envidia mujer, Inglaterra, Japón...wow ^^
Astrid no consigue identificar el lugar en el que se encuentra, solo sabe que no ha estado allí en la vida. No parece una gran ciudad, más bien un pueblo o quizá incluso una ciudad pequeña. Más allá de las casas se ven árboles y colinas. El paisaje es verde, pero también lo es la ciudad.
-¡Fuera! ¡Largo! ¡Baja de ahí, bicho del infierno!
Al doblar la esquina, Astrid se encuentra que el que grita es un anciano armado con una horca con la que apunta, asustado, hacia arriba, hacia el tejado de su casa, completamente cubierto de musgo, sobre el que se halla un enorme seviper que le responde bufando y enseñando los amenazadores colmillos.
-¡Hssss!
Astrid sabía que los seviper podían alcanzar más de dos metros y medio de alto, pero ahora es cuando cae en que eso es, efectivamente, de alto, desde donde alza el cuello del suelo a la punta de la cabeza, porque de largo es más... mucho más... Y de ancho... El pokémon es tan grueso o más que el hombre y está claro que la hostilidad que muestra va a todos los niveles completamente en serio.
Jaja, bueno, lo de Inglaterra me lo estoy pagando yo de mi bolsillo, además, los vuelos desde España no son muy caros, ya que no está tan lejos ^^U. De todas formas y aunque aquí estoy trabajando a toda mecha, saldré perdiendo dinero respecto a quedarme en España, pero no me importa, porque estoy pudiendo vivir con mi novio por primera vez, durante dos meses :D <3
Disculpa la tardanza, volvemos a la carga :) Aunque ya no queda mucha partida para ti, estás llegando al final de la trama ^^.
Pues yo creo que Shu debería ir contigo, porque te idolatra xD Si te vas sin él y lo dejas con Shiert se sentirá abandonado xD Digamos que lo que él siente por Shiert es parecido a lo que siente Astrid por Shiert xD Si acaso pon que esté en la pokéball y ya está ^^. Pero vamos, como quieras, si no te lo quieres traer, ahí se queda, con la alegre pandilla ^^.
Por cierto, ya sabes que puedes tirar por lo que quieras cuando quieras, sin que yo te lo diga, especialmente si son tiradas para obtener información.
-Yo no haría eso de ser usted, señor.
Astrid había iniciado carrera hacia el sitio, pasando por un lado del hombre, se puso delante cubriendo la visión de la amenaza del campo visual del Seviper. Ya de por sí sabía que podían llegar a ser bastante violentos, aunque se tomó un momento para recordar bien. Levantó las manos, ceñuda, mirando al pokemon.
Nunca había visto uno de esta especie tan...enorme.
-Está bien, quédate ahí... -giró levemente la cabeza a aquella persona- Sería mejor que vaya retrocediendo, tratar de bajarlo con eso, es solo invitar a que lo haga su próxima comida. Imagino que no tendrá un Zangoose consigo, ¿verdad?
Motivo: Conocimiento Pokemon (Seviper)
Dificultad: 0
Habilidad: 5+10
Tirada: 2 5 8
Total: 5 +5 +10 = 20 Éxito
Motivo: Trato con Pokemon
Dificultad: 0
Habilidad: 5+10
Tirada: 1 1 3
Total: 1 +5 +10 = 16 Éxito
Decir que la pifia es un triple 1 xDDDDDD
Astrid se interpone entre el hombre mayor armado con la horca y el agresivo seviper... o debería decir la agresiva Seviper: ahora que ve al pokémon más de cerca y con más atención, no le cabe duda de que es una hembra. Y de que está asustada. Toda su furia y su violencia no son más que un acto defensivo, una amenaza destinada a ocultar su miedo. Pretende hacer retroceder al humano, expulsarlo, y no va a ceder ni un milímetro de su posición... Pero no parece que vaya lanzar una ofensiva. No si eso implica bajarse del tejado, al menos. Al fin y al cabo, si su intención hubiera sido agredir al anciano, ya estaría muerto, razona Astrid.
-¿Eh? ¡Qué haces, zagala! ¡Apártate! ¡Esa serpiente del demonio te va a morder! -el hombre gesticula alarmado con la horca, que la seviper sigue con la vista nerviosamente-. No, zagala, no tengo un zangoose. ¡Si lo tuviera no me estaría enfrentado a este bicho del demonio con una horca! ¡Zaape, bicho! ¡Mozuela, ven pacá, que te vas a llevar un disgusto!
Aun así, el hombre ha retrocedido y no se atreve a volver a acercarse otra vez, por lo que sigue a espaldas de Astrid.
-¡Hisssss! -La seviper ha decidido, entonces, que Astrid es su nuevo objetivo y sisea violentamente, mostrándole sus enormes colmillos.
-¡Grrrr! -Iri también le muestra los suyos, clavada en el suelo delante de su entrenadora con el dorado pelo del lomo erizado y las colas en abanico, resuelta a defenderla aunque le cueste la vida. Lo cual no va a pasar, evidentemente, pero a Astrid no se le escapa el gesto, y tampoco que la pequeña vulpix está temblando de miedo.
Uff, casi un mes de tardanza >.< Se me va de las manos. Gomen.
-¡Shhh! No tanto escándalo, señor.
Hizo un esto con las manos, suave, removiendo el aire con las palmas mirando al suelo como para acompañar sus palabras. La verdad incluso ella estaba algo asustada, era humana después de todo y esos grandes colmillos rojos le resultaban bastante intimidantes. Aunque, ese era el propósito del aspecto de Seviper según recordaba, y vaya que era efectivo...de forma lenta, fue retrocediendo un par de pasos, para salir del rango de "amenaza" que estaría en la mente del pokemon.
-Baje eso, esa Seviper está asustada y se está defendiendo. Quizá lo mejor sea dejarla sola un rato y se vaya por su cuenta, o cuanto menos, se calme.
Nada ^^ la cosa está tocando fin, después de todo.
Sin dejar de clavar los ojos con aprehensión en el enorme pokémon negro, el hombre retrocede y baja la herramienta.
Cuando Astrid también retrocede, la seviper le echa un último bufido de amenaza ¡Hisss! y luego retrocede un poco sobre el tejado también y se enrosca en torno a la chimenea, con la cara vuelta hacia los humanos y los ojos amarillos y relucientes fijos en Astrid.
La chica siente la suave cabecita de Iri contra su pierna. No la abandonará.
-Eso está mejor -ella por su parte también retrocedió, lento, sin perder contacto visual. Reconocía cuando era mejor dejar a un pokemon solo para que se calmara. Cuando se supo a una prudencial distancia de al menos 50 metros, habló con tranquilidad.
-Tratar de bajarlo de esa forma no fue la mejor idea, en todo caso debería haber pedido la ayuda de alguien con pokemon. Por lo demás dudo que ese Seviper se quede demasiado ahí, no es un sitio cómodo ni tiene donde cazar. Debería dar una vuelta por el pueblo.
Recogió a Iri del pellejo de detrás del cuello con delicadeza para cargarla y frotar narices premiando su valor. Luego de esto, la bajó nuevamente y sacó a Shuichi. Dentro de todo estaba acostumbrado a estar afuera, así que seguramente no le hacía demasiada gracia el estar demasiado tiempo dentro de una ball.
Shu sale de la pokéball, mira a su alrededor un segundo, familiarizándose con la nueva ubicación y enseguida exclama, con su habitual energía:
-¡Kúuu! ^o^ -Parece muy contento de ver a Astrid e Iri.
El señor mayor es el que no parece tan contento:
-Pero y, ¿cómo v'y a dejar yo al bicho ese ahí en lo alto? ¿Cómo entro yo a mi casa? Tú no eres de por aquí, ¿verdad, mozuela? ¿Por qué dices tú que se va a bajar la culebra esa ella sola? -Habla en una especie de refunfuño continuo. -... Pos ná, me iré a casa del Manolo y a ver si su hijo tiene un pokémon... o una horca más grande o algo. -El hombre echa a andar en una dirección, aún refunfuñando. -Bueno, hasta luego, zagala, gracias por intentar ayudarme, no te vayas a acercar mucho al bicho ese, eh... -se aleja sin dejar de refunfuñar.
La seviper lo sigue con la mirada girando solo la cabeza, sin mover el resto del cuerpo ni un milímetro.
Puedes contestarle al hombre si quieres o si no pasar de él xD Lo que te apetezca.
Astrid suspiró. Percibía que el hombre era un tanto terco como para convencerle de que las cosas podían resolverse de otra forma, por lo cual le dejó ir y ella misma se alejó para salir del campo visual del pokemon. Pero, no se fue del todo, simplemente quería vigilar que bajara por su cuenta de aquí a unos minutos, cosa que esperaba. No quería entablar combate si podía, pero tampoco quería que el anciano volviera con una horca o un pokemon y saliera lastimado. De mientras, saco una baya Ziuela de un bolsillo de sus cargamento, y se la dio a Shuichi.
-Me pregunto si te es cómodo estar con una de estas dentro del caparazón. Eventualmente tendré que conseguirte un par de tapones para que puedas rodar mientras esto. -un dedo frotó bajo la cabeza del Shuckle con suavidad- ¿A que si?
Cuando el hombre se va, Astrid vuelve la mirada hacia la seviper, para ver si baja del tejado. No se ha movido.
Shuichi guarda la baya en su caparazón hacendosamente.
-¡Kú! :D <3 -asiente. No entiende una sola palabra de lo que ha dicho Astrid (quizá, como mucho, "caparazón" o "rodar"), pero sí las buenas intenciones y amistad de la chica. Le pega un mordisquito cariñoso en el dedo con el que lo acaricia, sin hacerle nada de daño, pero dejándole la yema del dedo llena de babas.
Cuando Astrid vuelve a mirar a la seviper, sigue ahí y no da muestras de ir a moverse. De hecho se diría que se ha enroscado más fuerte alrededor de la chimenea y se ha puesto cómoda.
Forma un extraño cuadro, la silueta de la casa cubierta de plantas, como si estuviera forrada de verde, con la enorme serpiente negra descansando en lo alto.
Hm, las plantas aún no abandonan esta zona. ¿Está todo bien, Celebi?
Astrid miró de vuelta mientras molestaba levemente a Shiuchi con el dedo "herido". Suspiró cerrando los ojos, y trato de ponerse de ánimo al respecto. No tenía que intimidarse de Seviper o no iba a conseguir nada. Pero, aparte del hombre, ese pokemon se veía igualmente testarudo en cuanto a salir de allí, y desconfiado. Resolvió aguardar, la luz del sol era agradable para los pokemon como ese, y se veía entrando en un estado relajado...predecía que se dormiría pronto, y se le ocurría algo que resolvería los problemas cuando eso sucediera.
Por mientras, se sentó con la espalda apoyada en el árbol que usaba de escondite provisional, y subió a Iri a la falda para mimarla un poco. Desde ese incidente, no había tenido tiempo de mimarla...y su cabello estaba algo desarreglado. Tomó el cepillo de cabello que usaba en ella, dedicó su mano libre a cepillar con cuidado.
-¿Que días tan extraños, eh?...
-¡Kú! ¡Kú! :3 -Shu parece animado. Cuando Astrid se pone a cepillar a Iri, se baja al suelo y se da un paseo por los alrededores del árbol, ora se arrastra con sus patitas, ora rueda.
Iri cierra sus preciosos ojos almendrados, disfrutando del placer de que le cepillen el pelo. Al tenerla en los brazos, Iri puede sentir, bajo su suave pelaje corto y dorado, el suave latido de su corazón, rítmico, activo, relajado.
Y cuando dice esas palabras y el pokémon abre sus ojos despiertos, Astrid sabe que Iri la comprende. Puede que no comprenda los sonidos humanos, pero ellas no los necesitan, porque una mirada basta, tan en sintonía están sus mentes y sus corazones, tan bien se conocen. Y sabe que la pequeña vida que tiene entre sus brazos se confía plenamente a ella e, igual que la vulpix apoya su peso en sus brazos, Astrid puede apoyar su confianza en su fuerza y en su fuego.
Bien... ¿"bien"?... todo bien... los que nacen viven... los que comen matan... el planeta gira... el sol calienta... los que aman temen... el río resplandeciente sigue su curso...
La hierba quiere crecer y crece... ¡Oh, lo olvidé! Tiene que dejar espacio para que los humanos puedan entrar a sus madrigueras...
Una sombra verde y brillante aparece revoloteando junto a la casa en la que ahora no está su propietario, pero sí la nueva inquilina escamosa encaramada al tejado. Celebi se encuentra con la seviper. Ella alza la cabeza y lo mira. No parece que estuviera durmiendo, aunque es difícil de decir en una criatura que no tiene párpados*. Se aguantan la mirada el uno al otro, probablemente compartiendo un vínculo telepático.
-¡Biii! ^^ -La seviper no se muestra hostil ante el Señor del Bosque. Astrid nunca ha visto que ningún pokémon lo haya hecho. En cualquier caso, Celebi no se ha acercado a la casa por la seviper. La deja tranquila y se dirige a las puertas y ventanas, como si les hablara, y ante los ojos de la chica, que observa desde el árbol, la vegetación se retira de ellas. No de la chimenea, sin embargo, donde la seviper permanece inmutable.
Aparentemente satisfecho, Celebi vuela hacia donde está Astrid, pasando junto a ella y alejándose hacia el resto de la ciudad.
Voy a encargarme de las demás madrigueras humanas :) Y se va volando. Pero Astrid aún puede sentir la conexión con su mente en el fondo de su cabeza, como uno siente el murmullo de las hojas al caminar por un bosque, o el rumor de un riachuelo aunque no lo pueda ver.
*Las serpientes no tienen párpados, asumo que los seviper tampoco :3
Ya veo. Avisa cuando estés dispuesto a continuar.
-¿Como estás, Iriasvyel?
Astrid tomó unos largos momentos para contemplar a Iri, distraída, pensando y analizando distraída su aspecto y sus reacciones. la conocía desde hace bastante, claro, pero...quería cerciorarse de que no hubiese quedado afectada de algún modo extraño por todo lo sucedido. Estaba en todo su derecho, claro. La verdad, luego de aquellos días de locura, incluso ella quería pasar unos días en casa y luego de estos si comenzar a moverse como había previsto.
Una vez terminó el cepillado y este análisis, se levantó. Dejo la mochila donde estaba, y a la raposa en el suelo con cuidado, y comenzó a acercarse teniendo cuidado a Seviper, tratando de moverse ocultándose tras cosas hasta alcanzar un punto ciego del pokemon.
Motivo: Trato con Pokemon
Dificultad: 0
Habilidad: 5+10
Tirada: 1 2 5
Total: 2 +5 +10 = 17 Éxito
Motivo: Sigilo
Dificultad: 0
Habilidad: 1+10
Tirada: 3 4 5
Total: 4 +1 +10 = 15 Éxito
Dios, Astrid está cansadita, se le nota en las tiradas xD
Ante la pregunta, Iri contesta con un ladridito. Parece tranquila. Parece tranquila ahora. Probablemente lo haya pasado mal en varios momentos de los últimos días, pero ahora, al aire libre y sola con su entrenadora y pokémon como Suichi, el abra o Celebi, se siente confiada, dispuesta a comerse el mundo. Dispuesta a comerse toda la porción del mundo que entre dentro del campo visual de su entrenadora, es decir. Esta aventura la ha hecho crecer, darse cuenta de su fuerza y de lo que está dispuesta a hacer... pero, por otra parte, sus viejos miedos y su carácter inseguro siguen estando ahí y quizá se hayan incluso alimentado por el mido pasado: hará lo que haya que hacer mientras sienta el apoyo de su entrenadora, pero de ninguna manera se separará de ella ni la perderá de vista.
Así, cuando Astrid se acerca sigilosamente a la seviper, Iri la sigue a un metro de distancia, apoyando cuidadosamente sus patitas almohadilladas una tras otra. Shu, para no ser menos, las sigue rodando tranquilamente. Su caparazón hace algo de ruido sobre el suelo de tierra, pero no demasiado, al ir lentamente.
No obstante, no hay mucho donde esconderse. Astrid no puede evitar captar la atención de la seviper pero, dado que se acerca con cuidado, al menos no parece hostil: ni siquiera levanta la cabeza, simplemente dirige sus pupilas alargadas hacia la chica sin moverse, observando la pequeña comitiva.
Oh, hacía tiempo que no veía la palabra "raposa" :') Me gusta esa palabra porque salía en los libros de fábulas que leía de pequeña ^_^
Astrid suspiró. Detectada, y Seviper estaba mas que despierto (o bien, despierta). Pensó un momento que debería hacer, puesto que realmente tenía temor de que el hombre volviera a tratar de bajarlo "a la antigua" y saliera lastimado. Curiosamente, se sentía en entorno familiar, esa clase de situaciones eran de lo más mundano para ella. Quizá, lentamente y de forma poco convencional, las cosas estaban volviendo a la normalidad. Tomó aire, se acercó dos pasos más de forma decidida, y le observó. Si se mostraba temerosa no iba a llegar a ningún sitio.
-¡Baja de ahí! ¡Hay mejores sitios para dormir o anidar! -reclamó con una mano en la cintura como quien regaña a un niño revoltoso, señalándole y luego señalando el suelo. Su idea original era quizá atraparlo con una ball si estaba dormido y dejarlo en algún sitio mas acorde, pero si se mostraba reacio a bajar quizá pudiera pedirle a Iri que tratara por medio de sus "encantos".
Motivo: Trato con Pokemon
Dificultad: 0
Habilidad: 5+10
Tirada: 1 7 10
Total: 7 +5 +10 = 22 Éxito