Partida Rol por web

-Bueno, pues ¿en marcha? -Exclama la chica con una de sus medias sonrisas especialmente amplia mientras palmea el lomo de su compañero skarmory. La luz del deslumbrante sol relampaguea sobre la cabeza del pajarraco cuando este grazna un horroroso chirrido metálico, lleno de ánimo.

-Miiii... -Comenta el abra, con aire tranquilo y sensato.

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YA EN LA MANSIÓN

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Del almacén salen dos puertas, una en cada lado. Blade confirma que no se escucha nada al otro lado de ninguna de las dos. Solo queda, pues, decidir por qué puerta salir.

Tábata, Jan, Blade, Mia y Tai salen por una de las puertas del almacén y llegan a una amplia cocina muy bien equipada.

Todo está perfectamente recogido, aunque cubierto por una espesa capa de polvo. El único elemento fuera de sitio es una taza de té que a juzgar por las apariencias lleva varios años ahí.

Sin embargo, lo que más llama la atención es que las puertas de los muebles de abajo están arañadas. Parece como si algo hubiera estado registrando la cocina con cierta violencia, se ven muestras de que las puertas de los muebles se han estado abriendo, pero solo las de abajo.

Desde donde han entrado las chicas y los pokémon se ven dos puertas: una en la pared que queda al fondo, a la izquierda, situada a su vez en el lado izquierdo de dicha pared (no en el centro); otra en la pared de enfrente y a la derecha. Esa está entreabierta y al otro lado solo se ve oscuridad, pese a que la cocina está más o menos iluminada por la brillante luz del sol que entra por una ventana situada en la pared de la derecha.

Aquí también hay huellas por todas partes.

-¿Qué tipo de cosas investigaría aquí un cabrón como ese? -Comenta Jan en voz no muy alta mientras curiosea el laboratorio. De vez en cuando mira por encima del hombro, nerviosa. Tiene cierto tic que denota que echa en falta la presencia de Hike, aunque Tábata no sabría decir si es una mirada, un movimiento de la mano o qué.

Mientras las dos chicas están investigando el Laboratorio se oyen unos pasos por el pasillo.

Como movida por un resorte, Jan se lanza hacia la puerta, la abre y salta al pasillo.

¿Que no saben qué tipo de persona puede ser? ¿Que quizá no les interese ser descubiertas? Tarde. Qué le vamos a hacer. Jan es así.

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