Partida Rol por web

Mientras Galatea narra lo sucedido, Tharion echa un vistazo por la habitación, mirando... en fin lo que quiera que halla decorando paredes y demás, eso si, con un oído puesto en la conversación, cuando ve que han terminado el relato se acerca al eufórico Jhon, le pone una mano en el hombro y le dice -tranquilo, que te va a dar un infarto, te acuerdas de cuando llamé Jan al salir y todo eso, tengo algo que creo que te gustará... primero siéntate, que con lo acelerado que vas puede que te desmalles- cuando Jhon se siente y Tharion vea que sus pulsaciones regresan a un punto sano saca las ball donde guarda los unon y los saca a los 3

Spike se sienta.

Spike se levanta al ver a los pokémon como si se hubiera sentado sobre un sandlash.

-¡¡OHPORARCEUSESTÁNVIVOS NOPUEDOCREERLO SONPOKÉMON FLOTANENELAIRE ¿SONPARAMÍ PUEDOQUEDÁRMELOS?!! -Va farfullando cada vez más rápido mientras da saltitos alrededor de los unown hasta que ya solo se entienden fragmentos. Ni él mismo está escuchando lo que dice: -UNAEFEUNAERREYUNAY... REVOLUCIONARNUESTRACONCEPCIÓNDELAHISTORIAPARASIEMPRE... LLEVOTANTOSAÑOSESTUDIÁNDOLOS... ESLACLAVEQUEBUSCABA... TANTOTIEMPODELANTEDEMISNARICESYAHORA... TESTIGOSDETODAUNACIVILIZACIÓNPERDIDA...

El muchacho se acerca, temblando, a uno de los unown, el de la R, con una sonrisa tan ancha que es físicamente imposible que quepa en su cara y los ojos totalmente brillantes, y alarga una mano para tocarlo.

El unown retrocede, cohibido.

Entonces John habla con una voz dulce y calmada que hace medio minuto hubiera parecido imposible que pudiera producir:

-No te preocupes. Llevo años estudiándoos a vosotros y a la civilización de las Ruinas. Os respeto. Solo quiero conoceros mejor y comprenderos. -Sigue extendiendo la mano, esperando tranquilamente a que el pokémon se acerque. Y lo hace. La R flota hasta su mano y se deja acariciar. En ese momento hay como una conexión, como una corriente de estática que pasa de uno a otro. Spike cierra los ojos, el pelo de la nuca se le eriza levemente y por un momento, él y los tres unown parecen brillar con un extraño aura, o quizá solo haya sido un efecto óptico. Ha sido solo un segundo, un segundo en que en la sala se ha hecho un silencio sepulcral.

La magia del momento desaparece. La conexión se rompe. Aún con los ojos cerrados, Spike murmura:

-...tan feliz... ...todo el conocimiento... -Y a continuación se desploma. Se ha desmayado.

Los unown revolotean en torno a él. Parece que lo reconocen como su nuevo entrenador.

Cuando Spike se desmalla Tharion intenta agarrarlo de las axilas -sabia que esto pasaría- lo coloca en el sofá más cercano y recurriendo a las tipicas bofetadas (suaves) chasquear los dedos o pedir un vaso de agua para echarselo en la cara intenta reanimarlo

Tharion atrapa a John antes de que este golpee el suelo y lo coloca en un sofá. Sin embargo, en cuanto le da la primera bofetada suave, Jan le agarra la mano.

-No lo despiertes. Creo que ya ha tenido suficientes emociones por hoy. Para mí eso de "suficientes emociones" no existe, pero puedo entender que no todo el mundo es igual. Es tarde, lo llevaré a su casa. -Aparta a Tharion suavemente, coge a John por las axilas y lo monta sobre Hike.

-Estoo... vosotros tres -dice dirigiéndose a los unown, que han seguido a John en todo momento-, si queréis quedaros con Spike, será mejor que os metáis en las pokéball y os llevo también.

Los tres pokémon hacen un gesto de aceptación y se meten diligentemente en sus pokéball. Jan las recoge, se las guarda en el bolsillo, se despide de todo el mundo e indica a Hike que salga. Una vez fuera, se monta sobre Hike detrás de Spike, asegurándose de que el muchacho no se desliza del enorme pájaro metálico y echa a volar.

Ya es noche cerrada.