Partida Rol por web

Por los clavos de cristo

Epílogo: Mouros e outros demos.

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18/01/2023, 21:16
Director

Igual que os atrapó aquella pesadilla, os dejó ir. Ahora mismo, todo estaba en calma, solo el crepitar del fuego os recordaba que el tiempo no se había pausado, ya que os habíais quedado todos quietos por unos instantes. Los cadáveres de los mouros comenzaron a deshacerse. Allí ya no quedaba ningún resto de lo que había pasado, salvo vosotros mismos y el cadáver del lobisome. Ver para creer.

Argia se acercó a Abraham, al que zarandeó suavemente, causando que se despertase. Simplemente se había mareado, pero manifestaba encontrarse sumamente cansado y falto de fuerzas. El metal que colgaba a su cuello, irradiaba calor, si bien por lo demás, era un metal normal y corriente.

Lope, tras ver que las criaturas huían y que Gonzalo remataba a la única que quedaba viva (más bien moribunda), estaba eufórico, la tensión dio paso al júbilo, pero la adrenalina se fue y toda su energía se fue ante el primer movimiento brusco que le recordó la gravedad de sus heridas y la necesidad de un apoyo para andar.

Gonzalo de Bullenos cuidó de que el noble bajase las escaleras, donde encontraron a Gonzalo de Villalba, sobre un charco de su propia sangre y un montón de cenizas, más no había ningún cadáver de mouro. Buen hombre aquel, que había dado su vida por la defensa de sus compañeros.

Al llegar abajo, la comitiva que había partido de Ponferrada, salvo el bueno del infanzón, quedaba reunida. Sin mucha opción de cargar el pesado cadáver de Gonzalo, teniendo que ayudar a andar a Lope, que aún a pesar de sus heridas se mantenía erguido por orgullo propio. También había que ayudar a Abraham, pues se encontraba falto de energías.

Poco a poco fuero alejándose de aquel maldito lugar, a la luz de la lengua de fuego que allí permanecía. Cuando estaban llegando a la linde del bosque, la lengua de fuego desapareció, de golpe, al igual que había aparecido, salvo por un pequeño conato de incendio allá donde parecía haber empezado. Pero poco os importaba, vosotros queríais llegar al castillo.

Nada más llegar, los guardias de la puerta os reconocieron y, al ver vuestro estado, os socorrieron.

-¿Por Dios y la virgen, que ha pasado? Hace un rato don Sebastián casi se nos muere entre los brazos, y ahora esto.- Dicen sinceramente preocupados y alarmados.

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18/01/2023, 21:30
Director

Notas de juego

Por describírtelo de alguna manera: imagínate de resaca máxima y con apenas un par de horas de sueño encima. Así te sientes ahora mismo.

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18/01/2023, 21:31
Director

Notas de juego

Por tus conocimientos, sabes de sobra que lo que lleva Abraham es un amuleto de magia blanca, bastante poderoso y difícil de realizar, por cierto, que lo que hace es básicamente devolver a cada uno al lugar al que pertenece originalmente. Si los mouros son de este plano, seguramente estén de nuevo en la cueva. Si son de otro plano, han vuelto a él.

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19/01/2023, 22:38
Abraham Moshé

No tenía Abraham apenas fuerzas para tenerse en pie. Enloquecía su mente y su espíritu de tanto horror contemplado, y le ardía el pecho, allí donde la reliquia salvadora aún colgaba. No creerían aquellos cristianos lo sucedido, en especial el tal Lope, que tanto desprecio mostraba por su pueblo y su reliquia. Ojalá lo hubiera visto.

Abraham solía darse a la palabrería, pero no tenía fuerzas para mover siquiera los labios. Cuando los guardias les recogieron, pidió agua, y bebió después a trompicones. Necesitaba tomar un camastro y dormir, tanto que dudaba de que fuese a despertarse de nuevo. Sólo cuando oyó el nombre del párroco alcanzó a articular unas débiles palabras.

- ¿D... don Sebastián?

Lanzó una mirada interrogatoria a los guardias, como queriendo saber más. Aquel párroco maligno era el orígen de tanta desgracia, y, al parecer, había sobrevivido, aunque no debía de haber corrido buena fortuna.

Por lo que a Abraham respectaba, no obstante, lo mismo era. Él había cumplido de sobra, y ya sería el Conde de Lemos quien tomase cartas en el asunto, si es que llegaban a informarle.

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20/01/2023, 11:08
Lope de Oñes

El mal recorre estas tierras, necesito ayuda con mis heridas y salvación para mi alma. Miraba con desconfianza a Lady Argia y con orgullo a Gonzalo, procuraría que el soldado tuviera una más que ganada gratificación. Pero ahora necesitaba que alguien cosiera sus heridas y las limpiara. Después quería confesarse, rezar y sobre todo encontrar al falso párroco para enviarle de una patada al infierno que parecía haber desatado sobre todos ellos.

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20/01/2023, 12:07
Argia Julene de Labort

Argia caminaba seria, intentando limpiarse las manos mientras ayudaba a quienes necesitaran de ello para andar y al llegar ante las puertas miró a los hombres con rostro cansado.

- Tenemos una carta de Don Pedro Álvarez de Osorio que vuestro señor necesitará leer... Además de hablar con él. Mis compañeros necesitarán sanar sus heridas y un baño para limpiar la tierra y la sangre... También necesitaremos sepultura para uno de los hombres que nos acompañaba... 

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20/01/2023, 15:36
Gonzalo

El cura había sobrevivido.

Ese fulano que guarecía a los mouros bajo la iglesia, en aquella gran catacumba de la que casi no salimos vivos. Me apené al ver a don Gonzalo de Villalba allí, postrado su cadáver con sangre sobre y bajo sí. Me agaché un instante para observarle de cerca y resoplar en un úlimo aliento delante de él. Entones me levanté ante las palabras de los soldados.

¿Dónde está el cura? -les pregunté, inquisitivo-. Él es el origen de todo éste mal, amen de otros a su vil causa-. Abrahám, Argia, y Lope... gracias a vos que llegásteis a las catacumbas de la iglesia. Mientras todos vos estaban en el castillo, yo seguí al cura, y el cura me engañó para bajar a las catacumbas, estando ya hecho preso de mí. Y ahí empezó todo: esos mouros y sus cuchillos de oro... Mucho me temo que la niña que ha desaparecido en esta ciudad haya sido presa de esas malignas bocas. Soldados, hablen ya: ¿dónde está Sebastián?

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20/01/2023, 15:56
Director

Los soldados, que realmente se preocupaban sinceramente empezaron a poner caras raras ante las primeras declaraciones de Lope, si bien son las palabras de Argia las que les hacen abrir los ojos al escuchar el nombre de Álvarez de Osorio. Su caracter cambia de preocupación por vosotros a cierto temor.

Aún estaban intentando articular palabra cuando Gonzalo deja caer toda la verdad, y nada más que la verdad. Uno de los guardias tartamudea, y al poco, el otro sale al paso.

-Hemos mandado al párroco con el judío y el viejo boticario pues son los únicos ahora mismo que saben como curar en el pueblo. Todo lo demás, creo que será mejor llevaros ante el señor, parecen asuntos demasiado graves como para resolverlos nosotros. Si nos decís donde yace vuestro acompañante iremos a por él para poder darle sepultura en el cementerio de Cova dos mouros si es vuestra voluntad.

Su voz es de suma preocupación.

Tras una pequeña caminata llegáis al castillo, donde está otra pareja de guardias que dan las indicaciones oportunas a sus compañeros. Os hacen subir al piso superior, donde había muchas de las estancias, entre ellas, las vuestras propias. Pasáis a una habitación cercana a la vuestra, donde están el señor, Xoan de Ouro e Castelo, su mujer, Jacob Hilel, Pardo Ferreiro, el viejo que asistía a las comidas y nunca hablaba, y el propio don Sebastián, pálido como el solo, inconsciente, con un muñón vendado en lo que antes era la mano derecha. Este último está tumbado en un camastro.

Al abrir la puerta todos dirigen sus miradas hacia vosotros. Es el señor el primero en hablar.

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20/01/2023, 16:04
Xoan de Ouro y Castelo

El señor se levanta de un respingo y va directo hacia vosotros, con cara de angustia.

-Menos mal que estáis bien, ¿vuestro compañero Gonzalo de Villalba?. Mira hacia don Sebastián ¿Vosotros sabéis que ha pasado? !Que noche, por Dios, que noche¡.

Sin duda alguna, el noble está nervioso.

Notas de juego

Mientras el señor habla, uno de los guardias que os condujo hasta allí, dice algo al oído a Pardo Ferreiro, y este se dirige hacia el señor, más espera a que termine de hablar. El señor asiente, mas espera primero a vuestra contestación.

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24/01/2023, 00:13
Abraham Moshé

Andaba Abraham completamente agotado, y no encontraba fuerzas para articular palabra, don que siempre le había sido dado. Pero, ¿qué podría hacer él, un pobre embaucador que vendía remedios mal avenidos a las gentes incautas? Ahora lo sabía: había sido siempre un fraude. Y aún así, Adonai le había protegido. No escucharían, sin embargo, sus palabras aquellos cristianos, adoradores de un falso mesías que olvidaban las enseñanzas del antiguo testamento. ¡Que Yaveh le librase de acusar él a un párroco cristiano! Tendrían que ser los propios cristianos, en especial los nobles señores, los que dieren testimonio de ello. Abraham se contentaba con seguir respirando, y con poder descansar en una cama esa noche.

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24/01/2023, 11:34
Gonzalo

¡Don Xoan! ¡Permítame! -entonces me adelanté un paso y me arrodillé, haciendo ver que quería hablar, pero al mismo tiempo ofrecerles mis respetos-. Ese hombre de ahí, el párroco... es el mal que se arrastra en la suya ciudad y el suyo castillo... Déjeme decirle, que bajo la suya iglesia, junto a este castillo, guarda una catacumba donde había un terrible mal. Mientras mis señores -me refería a mis compañeros- estaban con vos en el almuerzo, uno lo descubrió. Sebastián y yo entramos allí abajo, y él mismo declaró ser partícipe de ese mal... ¡Le ruego que le aprese, y cuanto antes!

Aquella revelación no era propia de mí, pues siempre solía dejar a los de más alto rango hablar, y uno acostumbraba a callar. Pero estaba claro que no podía aguantarme las ganas de desvelar todo aquello.

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24/01/2023, 22:31
Argia Julene de Labort

La noble Argia hizo una reverencia ante el Señor Xoan y rebuscó entre sus cosas para facilitarle la misiva que le había sido entregada.

- Mi Señor... - Hizo una reverencia - Fuimos enviados aquí porque un buen amigo de su padre sospechaba que un mal asolaba vuestras tierras y ese mal... - Miró en dirección al párroco - Se ocultaba tras un disfraz de un hombre de Dios...

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25/01/2023, 15:50
Xoan de Ouro y Castelo

Resintiéndose de sus heridas y de la experiencia cercana a la muerte, Abraham y Lope permanecieron mudos, dejando a los demás intervenir.

La pronta y sincera intervención de Gonzalo, acompañado de las palabras de una noble, hicieron mella ipso facto en el señor de Cova dos Mouros. Abrió los ojos escandalizado y se llevó las manos a la cabeza. Miró con odio al cura. Luego con seriedad a Pardo Ferreiro.

-Prepara a los hombres, los quiero a todos armados YA y en la puerta del castillo. Deja una pequeña guardia aquí y ordena cerrar todas las puertas. Encierra a don Sebastián, pero que lo mantengan vivo y que prendan también a Xusto, no me fío de que ese malnacido no tuviera nada que ver en todo esto.

Acto seguido, y tras dar esas órdenes, se dirige a vosotros.

-No es que no me fie de vosotros, pero, podéis acreditar de alguna manera que venís como enviados del Conde de Lemos?- Esperó un pequeño lapso de tiempo*- [B]Sea como sea, esto quiero comprobarlo yo mismo.
[/B]
Dicho lo cual desapareció, citándoos en la puerta del castillo en unos minutos.

Notas de juego

*Podéis enseñárselo o no, la única diferencia será si os trata sutilmente como sospechosos, o directamente os percibe como agentes amigos.

Este será el penúltimo post, podéis aceptar o declinar la "oferta" del señor, a ir a comprobar las catacumbas con los soldados del señor de Cova dos Mouros.

Ya os anticipo que allí se congregarán unos 40 soldados, que junto con el propio Pardo Ferreiro y do Xoan de Ouro y Castelo, partirán con o sin vosotros. Si les avisáis de que hay otra entrada, se dividirán en dos grupos.

Al cura se lo llevarán a las mazmorras del castillo, por si alguien quiere intentar algo. No quedará vigilado, pues los esfuerzos van a otra tarea.

Cualquiera opción que se os ocurra, podéis plantearla. Esta semana estaré pendiente de la partida todos los días al mediodía y a la noche la revisaré, para contestaros las dudas que os puedan surgir respecto a lo que queréis hacer.

Con lo que me preguntéis/posteéis, haré el post final para cerrar la aventura el viernes. Que será un post especialmente largo. También postearé una escena donde desvelaré toda la trama para quien pueda interesarle (aunque seguramente en fin de semana). Si alguien prefiere no saber los entresijos y secretos de la historia, que avise para no marcarlo en los post.

Ánimo con la semana!

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25/01/2023, 19:14
Lope de Oñes

Tenemos una carta lacrada de Don Pedro Álvarez de Osorio, fuimos enviados aquí para ayudar a vuestro padre si era posible pero llegamos tarde.

Después hemos pagado con muerte y sangre el mal que se escondía en vuestras tierras mi señor. Pero la luz de la verdad y de Cristo nuestro señor iluminará nuestras almas para que los muertos descansen en paz y los culpables acaben ardiendo en las piras del infierno.

Notas de juego

Creo que la carta la llevaba Argia.

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26/01/2023, 16:53
Abraham Moshé

Ya estaba todo dicho, y nada quedaba por añadir. Abraham se encontraba exhausto más allá de toda posible recuperación, y con un hilillo de voz alcanzó a pedir la venia del señor.

- Mi señor, si me lo permitís, me encuentro exhausto tras la dura jornada de hoy. Mis amigos sabrán contaros los detalles.

Y de aquel modo, tras recibir la venia, se marchó a dormir, pensando que con aquello se acababan sus días de patear villas y servir a señores, y de tratar de ser un curandero digno de tal nombre. Su trabajo como tal había resultado un fraude, y era hora de dejarlo. Quizá si el buen Conde de Lemos tuviere a bien darle una pequeña recompensa por sus servicios, podría retornar a su Burgos natal e instalarse allí con su familia, de vuelta al hogar. Había visto suficiente mundo, y aprendido algunas cosas. Ahora llevaría la reliquia de Adonai con gran pasión y amor, y le contaría al Rabino cómo le había salvado. Sería una gran oportunidad para congraciarse con su comunidad y reconciliarse consigo mismo.

Pero eso sería al día siguiente. En cuanto cerró los ojos, se durmió, y fue visitado por terribles pesadillas. Pero el calor que ardía en su pecho le protegía de todas ellas, y así hubo de salvarle de la oscuridad.

Notas de juego

Y aquí dejo mi pequeño cierre ;D.

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26/01/2023, 19:43
Argia Julene de Labort

Argia estaba cansada, había tenido suficiente de diablos y malditos por un buen tiempo... Una vez hubo entregado la misiva la actitud del Señor cambió y aunque una parte de ella deseaba poder descubrir más de aquellos secretos sabía que no sería bien vista y mucho menos si demostraba poseer los conocimientos que poseía... 

- Gracias por la oferta Mi Señor pero mi cuerpo y mi alma están exhaustos... Mis hijos e hijas me esperan en casa... Mi deseo es regresar junto a mi familia...

Y esperaba, de corazón, que ninguno de quienes habían presenciado el fuego pensarán que era algo que no era... Pero en aquellos tiempos las mujeres con los conocimientos alquímicos que ella poseía eran tachadas de brujas y adoradoras de Satán... Ella regresaría a los ungüentos y pócimas para los dolores de las jóvenes y en curar las fiebres y males que asolaban a los infantes... Además, echaba en falta a su esposo y a su madre... 

La noble rehusó ir a ningún lado y solicitó un barreño de agua caliente para poder limpiar su cuerpo de sangre y barro... Se tumbaría en el lecho ansiando regresar a su hogar... 

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28/01/2023, 17:44
Director

El señor asintió a vuestras peticiones.

-Claro, descansad, buena gratitud os debo por la ayuda prestada hasta ahora. Disponed de nuestros bienes como si fueran vuestros, os lo habéis ganado.

Luego miró hacia el ballestero.

-Levantaos, levantaos, permanecer en pie en mi presencia os lo habéis ganado. Nos haríais el favor de indicarnos la entrada que Don Sebastián ocultaba?

Raudo y servicial, el de Bullenos asintió, y así fue como todo se desencadenó.

Mientras el resto de la comitiva se iba a descansar, Bullenos lideró la expedición hasta la trampilla de la Iglesia. A recomendación de este, cada soldado, a parte de sus armas, portaba una antorcha. Pardo Ferreiro encabezaba la comitiva junto al ballestero, seguidos del propio señor de Ouro e Castelo y sus soldados.

Abrieron la trampilla y bajaron ordenadamente, para encontrarse con el escenario exacto que estos habían descritos y restos de sangre allí donde la lucha previa había acontecido. Poco tardaron los bichos en aparecer, pero esta vez las tornas habían cambiado. Los soldados iban bien pertrechados con armaduras, incluído el propio Gonzalo, para el que habían dispuesto una de las que en el castillo había.

La lucha llevó un tiempo, pero uno a uno los monstruos fueron cayendo, hasta que un reducido grupo, vistas las posibilidades de supervivencia, huyeron del lugar en forma de sierpe. También se lamentó alguna baja entre los cristianos soldados. Una vez despejada la sala principal, exploraron en grupos aquellas catacumbas, descubriendo varias entradas, no solo aquellas que conocía Gonzalo. El señor dio orden de dejar vigilancia en todas ellas, por si aparecía alguno de esos monstruos. Y alguno apareció, especialmente en su forma alternativa.

Gonzalo salió ya amanecido, junto a otros 5 soldados, por la misma escapatoria que había empleado más temprano en la noche. Apuró a comprobar el lugar de la trifulca junto a las ruinas. Los soldados le dijeron que aquello había sido un castro, un pueblo amurallado de los antiguos pobladores de Cova dos mouros, de aquellos que eran oriundos de la zona antes de la llegada de los romanos. Descubrió entre los restos el cadáver de Gonzalo de Villalba, rígido y pálido, pero con una sonrisa en la cara. Pero no solo a él, si no a Onofre, muerto a las afueras de la torre, con múltiples heridas, y un virote en el pecho. Nadie hizo preguntas, pues a nadie le importaba la suerte de aquel "loco".

Los soldados recogieron el cadáver del infanzón para enterrarlo en el cementerio del pueblo. Gonzalo, con pena en su corazón se despidió de aquellos hombres, y quedó un rato más para enterrar en aquel lugar a Onofre, pues sentía que así se lo debía.

Ya amanecido, un cansado Gonzalo se reunió con sus compañeros para la misa de entierro del valiente infanzón y los soldados perecidos en la acometida nocturna. No hubo misa, pues no había párroco que la oficiase, pero si pronunció unas palabras de loa el señor de Cova dos Mouros.

Lo allí acontencido había pasado desapercibido para la mayoría de la población, aunque seguramente los males que achacaban individualmente como población, tuvieran su origen en aquel pequeño infierno que mantenía Don Sebastián.

Tras la solemne ceremonia, Pardo Ferreiro y Xoan de Ouro e Castelo se os acercaron y os agradecieron sinceramente vuestra ayuda, disculpándose Pardo por no haber actuado con más presteza, ya que había ignorado el peligro, ocupado como estaba sospechando del judío que, a todas luces, ahora, parecía inocente.

Xoan os agasajó con unos cuantos maravedíes a cada uno, que si bien para Argia eran calderilla, para todos los demás suponía una cantidad que os cambiaría la vida. No obstante, no se despidió sin encomendar tarea.

-Amigos, pues eso habéis demostrado ser. En Cova dos mouros tenéis hogar y comida siempre que lo deseéis, pero ahora que partís, os rogaría un favor. Debo de poner orden por estas tierras, juzgar a Don Sebastián y seguramente a Julián, pues uno de los pasadizos daba a su casa. Avisad al conde de Lemos de lo que aquí habéis visto, y decidle que haga lo posible por poner a la Vera Lucis en camino hacia aquí. Mucho me temo que esto no sea todo. Partid con mi bendición y agradecimiento eterno.- al mismo tiempo que se despedía, os dio un correo para el Conde, explicando de su puño y letra lo mismo que a vosotros, pero con la impronta e importancia de su sello.

Tras despediros como correspondía, todos pusisteis camino a Ponferrada con gusto y prisa, deseando dejar atrás aquel malfario subterráneo que os había atormentado las últimas 24 horas.