Partida Rol por web

Deli y Dania estaban escondidas bajo la manta, muy juntas, cabeza con cabeza. Solo podían verse cuatro ojos redondos y brillantes por el fuego que crepitaba en la hoguera. Las hermanas, impresionadas por la historia que su padre, Orennor, les había contado, miraban hacia todos lados, esperando a que no llegara ninguna de las criaturas que había mencionado.

- Papá... - preguntó Dreon - ¿De verdad había orcos?

Orennor miró a su hijo.

- Sí, hijo mío, con todo mi pesar, aquellas criaturas, mezcla del odio del Señor Oscuro y el corazón corrupto de los Elfos, habían llegado a las inmediaciones de Gondor. Ya no solo la presencia de los orcos les encogía... pues no sabían qué podían hacer en otras aldeas o en otras tierras... Si no que ahora las Tres Damas les preocupaba. Sin saber a dónde se dirigían y sin saber qué se encontrarían, los aventureros planearon el siguiente paso.

El silencio se hizo con la noche, solo el fuego interrumpía el silencio.

- ¿Papá, aquí no hay orcos de esos malos, verdad? - preguntó la más pequeñas de las hijas de Orennor, mientras volvía a mirar a los lados tapándose con la manta junto a su hermana.

El padre sonrió.

- No, hijas mías, podéis estar tranquilas - contestó con cariño.

- Todos fueron juntos hacia aquel lugar del mapa, ¿decididos? - preguntó Dreon.

- Así es, hijo. Tenían que guiarse en los caminos y bosques hacia la cruz que marcaba el mapa, a partir de ahora tenían un nuevo destino...

Hacia el sur de Minantir (Gondor)
Ninui (Invierno), 8º día, año 2898 (Tercera Edad)

"Solo los cuentos pueden hacer inmortales a los hombres"

Tras las despedida con el capitán de los exploradores y sus hombres, los aventureros, con el ánimo a medio camino entre la esperanza y la desilusión, continuaron rumbo al sur, dirección la marca del mapa que Elanor y Vánima encontraron en aquella torre hacia ya varios días cuando avistaron los primeros movimientos enemigos por la zona.

El sol se levantaba alto en el cielo. Los cipreses, ondeados por el ligero viento helado que corría hacia el sur de la tierra de los Hombres, se presentaban agrupados con sus copas heladas por la escarcha matutina que se resistía al calor agradable del sol. Detrás dejaban las Montañas Blancas, a las espaldas. 

El afluente del río Ciril terminaba en aquel cruce, dando paso a un único camino de agua: el Ringló. Su cauce, generoso y profundo, yacía tranquilo y servía de guía para los aventureros. El Ringló, que tenía su origen en la región de Lamedon, en las faldas de las Montañas Blancas, era uno de los ríos más importante del feudo de Gondor; con permiso del Anduin.

Cada uno de los aventureros, sumergidos en sus preocupaciones y pensamientos, caminaron en silencio, asimilando las consecuencias que habían de tener sus actos y las decisiones tomadas. Unos por el origen de su raza, otros por vocación, y otros, por aventuras; se dirigían hacia un destino peligroso y desconocido. Pero la naturaleza de los hombres y seres de buen corazón era generosa y altruista, para el bien de la Tierra Media.

No tenían más información que la que habían encontrado por sus propios medios: los orcos, siervos del Señor Oscuro intentando reclutar a hombres corruptos entre Gondor y Rohan, aprovechando la débil voluntad de algunos de ellos. Las Tres Damas, posiblemente poderosas y respetadas por los orcos y por tanto, encargadas de mano del Mal. 

Pero ellos habían encarado el peligro valientemente con éxito. Dos hombres, dos elfas, un enano y una hobbit: una expedición diga de cuentos y leyendas, una expedición que miraba El Bien de la Tierra Media.

TURNO 1- ELANOR

Ya feliz de haberle explicado a Pippi sobre la varita, me despido de aquellos hombres con una sonrisa dibujada en mi rostro. Quizás hay una mirada de más hacia Theod, posiblemente el interés que ha despertado en mí es un poco notable pero entiendo que entre humanos y elfos, surgen las relaciones pero siguen siendo complejas. Un suspiro se escapa de mis labios y hubiera preferido una despedida más íntima, aún así toca seguir aquel sendero que tanto mi hermana y yo somos capaces de encontrar. 

Me preocupa el cansancio de mis compañeros, sus heridas y cómo puede repercutir en un viaje bastante largo. Aún así todos hemos considerando que es el momento indicado, no debemos perder más tiempo porque la oscuridad no descansa y allí cuando ellos se detienen, nosotros debemos atacar. Por esa razón he caminado por cada sendero que ha surgido siempre orientada, en compañía de Vánima que la necesito cerca. Cada tanto le digo alguna que otra tontería sobre el paisaje, incluso me abstraigo perdida en la inmensidad de lo que mis ojos pueden ver, pero allí estoy consciente de lo que toca. 

No tengo idea de quienes serán las tres damas, ni las intenciones ambiciosas de los orcos. Aún así estoy más que segura de que traerá el mal a Tierra Media y debemos evitarlo. Son horas de viaje, mi interés es saber como se encuentra el resto. 

—¿Están bien? ¿Prefieren descansar un poco ahora?

TURNO 1 - VÀNIMA

La despedida para Vànima es sencilla, ya que sabe que su destino está delante, siempre delante, siempre errante, buscando esa redención. Aquellas tierra de Gondor, sin embargo, son hermosas, y empieza a disfrutar de formar parte de una compañía, aunque habla poco, lo suficiente para dar indicaciones o responder a ellas. Es una sensación que no tenía desde hace tiempo la solitaria guerrera, y que parece que rompe un poco lo arisco de su carácter. El trato con Elanor es el más cercano, y comentan pequeños detalles de todo lo que ven, y en ciertos momentos, hablan hasta de ver el mar, el continuo llamamiento a los elfos para que crucen a Valinor. 

- Eso, llevamos horas caminando, y unos combates antes. Quizás debiéramos parar unas horas y reponer fuerzas. Hemos recorrido parte del camino, y no nos interesa llegar al destino y no poder combatir con los enemigos. - Continua las palabras de Elanor. Sabe que los hombres, aunque curtidos, si que necesitarán descansar, y quizás a ellas y al enano y la mediana no les haga mal un alto en el camino, para llegar repletos de fuerza a su objetivo, y averiguar más de las Tres Damas. 

TURNO 1- DROMRI

El enano después de aceptar algo de la provisiones que le habían ofrecido, se despedido sin mayor protocolo, un simple "hasta luego" y un apretón de mano hacia toda la interacción.

Poca cuenta se daba el enano de la belleza que le rodeaba, al fin y al cabo su instinto le hacia estar mas cómodo bajo tierra que a cielo abierto. Su vida hasta el momento había sido de aventuras pero tranquilas, nunca se había enfrentado a una situación donde sintiera aquel peso sobre sus hombros, pero aquello en lugar de asustarlo o reprimirlo, le llenaba de energía para seguir, la oportunidad de alcanzar las glorias de las leyendas de su infancia le llenaba de energía para continuar al punto de que mas allá de la resistencia de su rasa, poca cuenta se daba de las horas caminadas, hasta que las elfas hablaron.

Si fuera por mi continuo mi camino, pero entiendo vuestro punto, ustedes que decís? dijo mientras volteaba a ver a los humanos y a la hobbit, al fin y al cabo uno de los dos primeros había sido herido y el otro por mas acostumbrado que estuviera no seria capaz de llevarles el paso por mucho tiempo, o eso pensaba el enano. Y la hobbit acostumbrada a trabajar poco seguramente y luego reposar en casa quizás ya estuviera llegando a su límite, por mas buen animo que estuviera mostrando.

TURNO 1- Brecca

El montaraz podía sentir los efectos del esfuerzo continuado, habían caminado todo el día y parte de la noche anterior hasta el mausoleo, y luego habían combatido y explorado el resto de la noche. Sin embargo seguí adelante, porque el tiempo apremiaba y mientras más se acercaran los peligros serían más patentes.

Cuando Elanor preguntó si querían parar y luego Vánima sugirió parar unas horas Brecca negó con la cabeza - Preferiría parar al mediodía para un almuerzo ligero y montar campamento al anochecer, mientras más nos acerquemos a nuestro objetivo más peligroso será el camino y el tiempo apremia. - sonrió - Una buena noche de sueño y una comida nutritiva ayudarán a recuperarme y mañana seré un hombre nuevo. - miró al horizonte, en la dirección de la marcha - Tenemos al menos dos días de marcha con sus noches antes de llegar a la Torre. - luego miró a Ódvarr - Claro que tu estás herido y llevas más carga, si prefieres hacer un descanso más largo al mediodía, podría aprovecharlo para buscar hierbas curativas.

TURNO 1- ELANOR

Las respuestas llegan a mis oídos y sonrío ante la fuerza interior que denota el montaraz, aún así lo miro a los ojos mientras respondo a su comentario. 

—Es una buena idea, es importante que descansen pero el momento lo deciden ustedes. 

Mi hermana también habla, ella también es dueña de una resistencia imponente. Soy consciente de que no hemos parado, que esta lucha contra la oscuridad es desgastante, pero mientras ellos puedan lo importante es avanzar y llegar hacia el lugar en donde se encuentran. Aunque no me negaré a un descanso en medio, pero no depende de mi sino de ellos que es necesario por no decir vital, que estén bien. 

TURNO 1 - PIPPI

Pippi andaba tras la comitiva, mariposeando, y cuando pararon a debatir asuntos de menaje, se dio de morros con el compañero que iba delante. Iba distraida, como no, asi que cuando oyó la palabra "almuerzo", con ese dia tan bonito y frio, su mente glotona solo habia pensado en huevos con bacon.

Cuando tuvo la oportunidad, despues de la andanza de la cueva, Pippi habia parado en la primera granja que vió habitada y habia gastado una moneda de oro entera en viadas. La anciana peluda pero de ojos cálidos que habia hablado con ella casi vió roto su corazon al ver la reluciente moneda, y Pippi, que no entendia el verdadero valor del oro, se sintió agradablemente adulada cuando la anciana se deshizo en agradecimientos por la moneda de oro que solo le habia costado: 10 huevos de gallina rojizos, 2 morcillas de la temporada pasada, bacon salado, un bote de barro con un monton de especias sin identificar revueltas en grasa de ganso, tres patatones blandurrios y todo el pan duro que le quedaba por triturar para las gachas. Pippi se puso de nuevo en camino correteando con toda aquella carga para alcanzar a sus compañeros por aquel entonces.

Cuando Brecca y Elanor debatian los pros y los contras de parar ahora, o despues, o incluso no parar, Pippi estaba intentando encender fuego para la primera gran comilona del día.

-¿Como os gusta el bacon?

TURNO 2

La expedición había partido con un ritmo bueno dentro de las condiciones que tenían. Por suerte, las heridas¹ habían sido sanadas por los exploradores de Minantir, que amablemente habían previsto de hierbas y alimentos para suministrar a los aventureros y así no tener que hacer uso de las de sus mochilas.

El día, aunque frío, había amanecido soleado; lo que había hecho que viajar fuera agradable, pues el calor del sol y de los propios cuerpos al andar calentaban los músculos y huesos. Los aventureros caminaban decididos, pensativos a ratos, habladores a otros. Las preocupaciones sobre las nuevas estaban presentes, pero al final, la esperanza estaba por encima de esos pensamientos, manteniendo una visión positiva sobre los acontecimientos.

El grupo paró, invitados por Elanor y apoyado por Vánima. Si bien ellas por su raza élfica podían aguantar las leguas de manera más llevadera, los humanos, aunque duchos en los viajes, tenían algo más de dificultad. Dromri, que también estaba acostumbrado a las grandes jornadas de trabajo en las Montañas Azules bajo las minas y en la piedra, optó por parar si los demás lo necesitaban.

Pippi, que tras disfrutar su viaje y la reposición de su particular alacena de comida jugosa, comenzó a calentar un fuego para comenzare a cocinar. Se había saltado el primer desayuno y el hecho de tener que parar se hacía obvio a sus necesidades culinarias y alimenticias. Pero Ódvarr, la interrumpió.

- Me temo que todavía el desayuno debe esperar - le espetó el guerrero con una sonrisa tierna -. Estoy con Brecca - comentó mirando al grupo -, es verdad que las armaduras y cansancio no está haciendo mella, pero todavía estamos en condiciones de avanzar al menos hasta el mediodía y después hasta que caiga la luz y así descansar más plenamente - se volvió a girar hacia la hobbit -. Sigamos un poco más, yo también estoy deseando probar esas deliciosas tiras de bacon. 

Con el gesto de desilusión de Pippi, los demás sonrieron. Tomaron agua de las pieles que portaban en las mochilas y comenzaron a caminar de nuevo.

El paisaje siempre se muestra perfecto para mi, sin importar en la Estación del año que me encuentre. Aún así durante todo este largo viaje, mis silencios fueron una constante. Me agrada percibir los bosques, cada sonido y el lenguaje único que siempre ha guiado cada travesía durante toda mi vida. Pero el instante de organizarnos ha llegado y mi preocupación está en ellos, por el cansancio y lo que pueda implicar el exceso de esfuerzo. 

—Si ustedes se encuentran bien, avanzaremos—respondo y continúo—. Lo siento pequeña, pronto podremos probar tus delicias. 

TURNO 2 - Ódvarr

Ódvarr prefirió hacer ese pequeño sacrificio del desayuno para poder avanzar en el camino, porque, si bien intentaba poner todo de su parte para que su humor ocultase lo peor de sus pensamientos, la sombra que se cernía sobre la aventura de todos ellos realmente le preocupaba, sobre todo porque parecían haber duchos enemigos y muy poco conocimiento de estos. Más aún, eran enemigos tales que ni siquiera personas tan versadas en la inmortalidad como las elfas conocían. Ódvarr, aprovechando el momento, les dijo;

-Ojalá podamos parar cerca de un riachuelo, así trataré de pescar algo y podremos complementar la merienda, ¿Qué les parece? No suelo viajar por esta zona, pero si logro encontrar algo de setas y hierbas para acompañar la comida será algo mucho más reconfortante para todos...-

Dijo, mientras se dedicaba a dar una buena búsqueda a medida que iban avanzando, observando cada detalle del camino y los arbustos que lo rodeaban con la mirada, intentando buscar ingredientes para la cena que pudieran levantar el corazón de todos aquellos que lo acompañaban.

TURNO 2 - PIPPI

Cuando oye que no es hora de comer y cantar canciones, Pippi se enfurruña, mas que se enfada, pero no emite queja. Ha pellizcado el bacon crudo para probar un bocado antes de reemprender la marcha, eso si. Ummm delicioso.

TURNO 2 - Dromri

Al comenzar a caminar, el enano despeina a la mediana en gesto casi cariñoso... Tranquila ya comeremos, hablaremos y cantaremos no te preocupes y mientras tanto mientras caminaban me pongo a contarle alguna de las leyendas de mi gente. La primera que se me venga a la mente mientras enciendo mi pipa para acompañar el caminar ya que entiendo no es un andar forzado.

TURNO 2- Brecca

El joven humano sonrió al ver que la mediana comenzaba a encender el fuego, afortunadamente la cordura primó a la hora de tomar la decisión de seguir y el tranco se extendería por unas horas hasta el mediodía. - Hagamos un trato señorita Prímula, cuando acampemos para almorzar usted prepara el almuerzo. - le dijo con respeto y sin perder la sonrisa.

Lo cierto era que si paraban demasiado terminaría cayendo presa del agotamiento, por eso pensaba aprovechar la parada en el almuerzo para buscar hierbas útiles, seguramente algo habría en la zona, la tierra era generosa con sus dones. Entendía por eso mismo la razón por la que Odvarr quería hacer algo cuando se detuvieran, si él, que había entrenado su cuerpo para sostener marchas extremas tenía problemas, el guerrero debería estar pasándola mal con tanto metal encima.

- Si alguno de vosotros quiere ayudarme a buscar hierbas cuando nos detengamos, me sentiré complacido de contar con vuestro apoyo. También puedo matizar la búsqueda con una historia de mi madre acerca del terreno en el que nos encontremos, fue la forma en la que me enseñó acerca de las plantas útiles y las dañinas.

TURNO 2- ELANOR

Ante las palabras de Brecca, desvío la mirada hacia el Montaraz y me agrada la idea de ir a recolectar hierbas. Si bien soy una elfa que ha vivido más en el bosque que en otro lado, es gratificante hacer una tarea que implique conocerse un poco más y hacer algo que en toda mi vida ha sido una constante. 

—Te acompaño, además me gusta escuchar historias. 

Y no digo más, sigo los pasos de aquel humano con tal de mirar el suelo, los alrededores, así puedo encontrar algo que realmente sea útil. 

TURNO 3

El día continuó sin ningún problema de camino hacia la torre hacia el sur de Gondar. Los aventureros, que decidieron seguir el viaje en vez de descansar un rato, avanzaron juntos sin ningún peligro aparente cercano. El grupo se dirigía cerca del río. todavía a lo lejos no se podía divisar el mar pero sabían que iban en la dirección correcta pues el cauce del río los guiaba.

Tras varias horas más de viaje en la que fueron hablando poco a poco y conociéndose más entre ellos llegaron a un claro donde podían acampar y descansar un rato.

Ódvarr se dedicó a buscar víveres agua y demás pero el cansancio, al igual que le pasó a Brecca, le hizo mella y no pudo encontrar nada de provecho. Llevaba mucho tiempo caminando y viajando y aunque la temperatura era baja debido al invierno, el calor de las armaduras y del viaje se apoderó de ellos. Elanor, que también se unió a la búsqueda junto al montaraz, tampoco tuvo suerte y no pudieron encontrar nada de provecho que pudiera utilizar para el viaje.

Ahora en el momento de Pippi. La mediana, empezó a sacar sus herramientas para cocinar y en su rostro se dibujaba una gran sonrisa. Comenzó a preparar un pequeño fuego ayudado por Dromri, donde puso una pequeña sartén y alguna de las piezas de Bacon que había comprado. La mediana disfrutaba de aquel momento que llevaba echando de menos mucho tiempo.

El sol caía desde el cielo perpendicularmente, ya que era mediodía. Los aventureros se sentaron y montaron un pequeño campamento provisional para poder comer y descansar.. Era la primera vez que paraban desde que comenzaron la aventura y sus piernas y sus huesos los agradecieron en especial los de Ódvarr y Brecca. Los humanos, aunque no estaban de todos recuperados, agradecieron esa pausa y volvieron al viaje con otra alegría y con otro ritmo.

Vánima, que se separó unos metros del grupo para divisar el horizonte, volvió de nuevo con los aventureros y a pesar de su carácter cerrado, se mostró amistosa y afable con ellos dentro de lo que es su preocupación le permitía.Tras una hora de descanso en la que pudieron recuperar fuerzas, los aventureros levantaron el campamento y volvieron en dirección al río, dirección a la torre.

La tarde, con el paso del tiempo, comenzó a volverse más fría y una pequeña llovizna empezó a caer del cielo. Las nubes, quede repente cubrieron casi todo el cielo, no tardaron en formar una pequeña masa gris, dejando que la luz del sol no pasara con tanta fuerza.

Esta impertinencia retrasó un poco el ritmo de los aventureros, que venían de andar con una temperatura agradable y en un terreno seco. Aún así el ánimo y el ritmo no decayeron, y tras varias horas de viaje en la que pararon solo unos minutos para beber agua, llegaron al final de su primer trayecto.

La llovizna amainó y la noche cayó sobre sus cabezas.

TURNO 3 - VÀNIMA

La guerrera había caminado en silencio tras la reanudación del camino. Efectivamente, estaba asumiendo toda esa realidad de estar en grupo y compartir, además con otros compañero no élficos. Así pues, en la comida se mostró contenta y participativa, de hecho, por vez primera desde que la conocían, había estado cantando algunos fragmentos de las antiguas baladas de Beleriand que había oído en su infancia. No perdía de vista la angustia de ir a la torre, pero ese descanso era bueno, incluso en ese plano mental. 

- Pippi, la comida ha estado excelente. Repetiría, claro que si, si quedase algo. Estoy esperando con deseo la cena, seguro que es otra delicia. 

Era la hora de continuar el camino, y Vànima se volvió a concentrar en el objetivo. El Enemigo no descansaría, y ellos habían recuperado fuerzas para enfrentarlo. El cielo se tornó gris, como hablando de la preocupación que tenía, y al llegar la noche, amainó, y tuvo la esperanza de ver algunas estrellas, y a la hermosa luz del Silmaril de Eärendil. Tras adelantarse un poco y buscar un lugar para pasar la noche, volvió y les dijo: 

-No he visto ningún lugar demasiado bueno ahí delante*, pero es posible que se me haya pasado algo. Incluso podríamos descansar por aquí, si os parece. Y si, seguro que nos sienta bien otra buena mano en la cocina. - Insinuó la elfa, sonriendo.  

TURNO 3 - ELANOR

La búsqueda no ha resultado como esperaba y no queda más opción que aprovechar ese momento para darle un descanso al cuerpo, comer algo y conocernos un poco más. Pippi a cargo de la comida ha sorprendido a todos, incluida a mi que agradecida le ofrecí un dulce abrazo lleno de ternura. Tiene una mano excelente en ello, así que es vital tener un almuerzo considerable para continuar el camino. 

Y lo hacemos, con la lluvia cayendo sobre nuestro cuerpo. Es una bendición para mi el disfrutar aquello, pese a lo arduo que puede ser en medio de un viaje. Aún así mi sonrisa resplandece en mi rostro, feliz de sentirla en mi piel porque es un regalo de Ilúvatar, una bendición que recibimos como sus hijos. Incluso Vánima ha estado de buen humor, más distendida, eso sí que es gratificante también. 

Una vez seguimos el sinuoso camino a la par del río, la noche se acerca y es conveniente descansar. En sí que todos—más aún los humanos—se tomen su tiempo para tener unas horas de sueño. Un gran trayecto hemos avanzado y mientras se decide u organiza sobre ello, me dispongo a interpretar las runas de mi varita. 

TURNO 3 - ÓDVARR

Ódvarr disfrutó muchísima la comida, e intento confraternizar lo más posible con aquellos con los que viajaba, saber de cada uno de ellos, sobre todo como vivían y como eran las historias en sus tierras, puesto que para él, eran vidas completamente desconocidas. Además, solo sabía de las fábulas que había escuchado sobre ellos, pero ahora, tenerlos enfrente era algo totalmente distinto. Al llegar al final del principio de la travesía, miré a todos mis alrededores y les dije;

-Me gustaría dentro de lo posible que busquemos un buen lugar donde descansar, ojalá, dentro de lo posible cubierto de la lluvia. Ha sido un largo viaje, y dentro de lo posible me gustaría partir mañana un poco más tarde para que podamos descansar bien, puesto que ya nos estamos acercando más a las zonas que serán probablemente más peligrosas. –Dije, mirándolos a todos.

TURNO 3- Brecca

A lo largo del día Brecca fue hablando de tanto en tanto con sus compañeros, y la parada al mediodía, si bien sirvió para reponer fuerzas resultó un fracaso en cuanto a la búsqueda de hierbas, aunque la historia de su madre acerca de las orillas de los ríos y las semillas robadas por Varda amenizó la búsqueda considerablemente.

El montaraz llegó al inicio de la noche con muy poca energía, y la poca que le quedaba fue lavada por la llovizna al punto que no era capaz de distinguir un buen lugar para acampar - Busquen terreno alto, una cueva sería ideal pero dudo que encontremos aquí, que el agua escurra lejos nuestro y no hacia nosotros si vuelve a llover, y si se pudiera improvisar un refugio mejor que mejor. - él podía envolverse en su capa y dormir en el barro si era necesario, especialmente en el estado en el que se encontraba, pero un buen lugar para encender una fogata no le vendría mal al grupo.