Partida Rol por web

TURNO 3- PIPPI

Hacia una rasca bastante considerable y Pippi empezaba a calarse. Espero que este si fuera un buen momento para llenar la barriga para la gente grande. Por si acaso, no quiso tentar a la suerte, y ofreció solo té. Una cueva... eso seria una gran idea. Un agujero calientito en la tierra.

- Puedo hacer té si encontramos un sitio seco.

TURNO 4

La zona, aunque de las mismas características de la última leguas que habían recorrido durante todo el día, no ofrecía un lugar especial que llegara a convencer a los aventureros. Tras varios minutos de búsqueda en grupo, encontraron un lugar apartado pero no lo suficiente¹ como hubieran querido. Estaba cubierto parcialmente y con una amenaza de lluvia no se aseguraba su cobertura.

Aun así, no todo fueron buenas noticias. Elanor, que tras unos minutos de estudio, murmullos y susurros élficos, pudo descifrar el poder de la varita. Unas letras, grabadas en la misma, comenzaron a producir una luz anaranjada, imitando a las llamas. Las letras, que en un principio eran grises, apagadas; producieron un destello y quedaron para siempre encendidas, como si estuvieran vivas.

Elanor (Leer Runas) = 120, éxito.

- "Si tu corazón arde en fuego, un fuego del lado del Bien y la Luz, habla; y con orgullo levanta tu mano al aire y grita: ¡Nayra!²" - dijo la maga, sonriente, mientras miraba a sus compañeros.

Ya una vez instalados, pudieron cenar tranquilamente y recuperar fuerzas de la mano de la cocinera Pippi. Aunque el tiempo había amainado y la lluvia parecía no presentarse, los aventureros no quedaron del todo satisfechos. 

Era momento de contar alguna historia, relajarse, reír y conocerse más entre ellos. Una noche de relajación les vendría bien después del largo viaje.

TURNO 4 - ELANOR

Los momentos llegan cuando debe ser y este era uno de ellos, justo cuando el campamento se ha establecido creo que es conveniente explorar la varita encontrada en el Mausoleo. Si bien leer runas es algo innato en mi, la necesidad de dejarme llevar por la magia en sí, es lo que más me atrae. Es como descubrir un secreto que a simple vista escondido se encuentra, pero que difícilmente puedes hallarlo si sólo te quedas con lo aparente. 

En este caso sucede lo mismo, así que aprovechando ese pequeño rato de soledad me dejo seducir por el influjo del mismo poder que esconde y entre palabras que como suaves susurros se pierden en el ambiente, estoy descubriendo el maravilloso poder que entraña aquello. Sorprendida por la lectura, disfruto de aquel impulso cuando le doy voz a lo que leo y tras darme cuenta de que posiblemente todos estarían mirando, sonrío mientras me encojo de hombros. 

—Es para mi, grato descubrimiento. 

Y sin más disfruté de la cena preparada por la Hobbit, incluso busqué en la cercanía de un árbol un poco de calor y mayor comodidad mientras aguardo impaciente por esas historias que puedan contar. 

TURNO 4 - Dromri

El enano había pasado buena parte del viaje en silencio, después de compartir algunas historias al principio guardo silencio, mientras el clima fue empeorando tambien lo fue haciendo el animo del enano y con ello aumento su silencio, en la búsqueda de refugio poco había logrado, el podía dormir como si de una roca se tratase, en el medio de camino, pero hay que buscar refuuuuugio... pensaba antes de que le grupo finalmente se decidiera por un sitio.

Una ves sentado y alistado el campamento, se sentó en silencio junto a la fogata, encendió su pipa y fumo, varias caladas con la mirada fija en el fuego hasta que las palabras de Elanor lo sacaron de su ensimismamiento...

Pues en hora buena Elanor, espero y puedas darle un uso correcto a ese regalo del destino. Las palabras del enano quizas sonaran algo toscas, pero se notaba que no había ninguna mala intención y fueron dichas con total sinceridad, una nueva calada y se le pudo escuchar suspirar y refunfuñar...

_{Que no daría por una buena cerveza...}

TURNO 4 - VÀNIMA

La elfa no pudo adivinar demasiado de las runas que tenía su hermana sindar. No se frustró, sabía que hay una serie de complicaciones en algunas runas antiguas que no le permitían entender el fondo de las palabras, así que se alegró de que Elanor las pudiera haber leído. Entonces, como el enano, la felicité. -Encontraremos dónde usarla y favorecer a las personas con ella. 

Tras ello, se pusieron a comer la comida de la pequeña Pippi. La guerrera comió sentada sobre una roca, temiendo que el cielo abriera sus puertas y lloviera, molestandoles en aquel momento, que le estaba dando un placer en la compañía que no había disfrutado desde su época joven. 

Cuando terminaron la cena, la guerrera se apartó un par de pasos del resto. De ese modo, se quedaba un poco entre las sombras que generaba la hoguera, y cantó. Ella misma no se la esperaba, pero del alma le surgió. Había vivido la batalla de la Última Alianza entre las tropas de Gil-Galad.

Fue una canción hermosa, triste, era una balada élfica conocida como "La caída de Gil-Galad", aunque lo tradujo como pudo al Oestron*. Cuando terminó ese fragmento, cantó sus propios recuerdos sobre aquel momento: 

Aquellas largas jornadas
a la sombra de la negra torre,
se quedaban cortas al lado
de tantas penas que nacieron. 
Las brillantes espadas golpearon
a los sirvientes del Señor Oscuro,
las lanzas aceradas volaron
contra las nubes oscuras y noche. 
No había descanso en Mordor
mientras la luz deseaba brillar,
los brazos no se bajaban
mientras perduró el Enemigo. 
Que gloria en la caída del mal
y todos los que lo combatieron. 

TURNO 4 - Brecca

El joven terminó aceptando a regañadientes que no podría encontrar un lugar mejor para pasar la noche, al menos parecía ser que no volvería a llover y el aroma de la cena de la mediana logró devolverle algo de energía, la suficente para cenar y escuchar a sus compañeros, pero no tanta como para decidirse él a cantar alguna de las canciones que su padre y su madre le habían enseñado. 

Comió con ganas y se arrebujó en su capa - Mis felicitaciones señorita Prímula, su cocina es, con mucho, mejor que casi cualquiera que haya probado - sonrió - con excepción de la de mi madre, nada supera la comida de la infancia. - terminó de rebañar su plato con el pan, y tomó algo de la infusión que acompañaba a la cena, y en ese momento Vánima se paró y elevó su dulce voz en una canción que tenía siglos, pero que ella cantaba con la pasión de quien ha vivido sus versos. Para su sorpresa la cantó en la lengua común, y luego les regaló unos versos adicionales que confirmaban su presencia en la batalla.

Observando su fina estampa, y arrullado por la dulzura de su voz, Brecca terminó cediendo al cansancio y se sumergió en sus propios sueños, unos sueños guiados por una voz eterea y que lo llevaron lejos de ese prado embarrado pero aún así en presencia de sus nuevos compañeros.

TURNO 5

Después dos días intensos y duros donde el peligro, la sangre y la muerte habían sido protagonistas; era el momento merecido para relajarse. Dromri, que tampoco veía conveniente encontrar un lugar tan apartado, accedió ante la precaución de los demás compañeros. El enano pensaba que su hacha sería suficiente motivo para poder estar seguros en cualquier lugar del camino.

Brecca, que regresó con una mueca de decepción, finalmente se dejó llevar por el cansancio y que el lugar apartado aunque no cubierto totalmente, era suficiente para pasar la noche. Pippi, centrada en hacer la cena, ¡por fin!, se dedicó a preparar las tiras de bacon que había comprado en una aldea de camino. El chisporrotear de la carne comenzó a saltar en la sartén. El aroma de la cena fue amenizado por la canción de Vánima. La Noldo, con un tono fino y elegante, amenizó la noche con una canción basada en la batalla de la Última Alianza entre las tropas de Gil-Galad, en la cual fue partícipe. Su edad era más antigua de lo que la elfa parecía.

Ódvarr, cansado, agradeció la melodía de la elfa, que hizo que sus músculos y su alma se relajaran, invitando a tumbarse de medio lado a la orilla del fuego. Elanor, contenta con su nueva arma, miraba como las letras relucían a la luz del fuego. Sin duda, era un artilugio mágico de gran poder.

La noche fue avanzando, poco a poco, y el sueño y el cansancio se fue apoderando de los aventureros. La noche se tornaba fría, y aunque la lluvia respetaba el ambiente, un gélido frío corría entre las rocas y piedras, silbando. 

Y en un momento de silencio, el fuego, comenzó a apagarse como triste. La noche se hizo más oscura y las estrellas parecían que se entristecieron. Un viento intenso corría a golpes. Una sensación de desolación se apoderó de los aventureros, sus almas se encogieron como si una presencia maligna se estuviera acercando a ellos.

Preocupados, se miraron entre ellos, conscientes de que algo se estaba creando en el ambiente, algo estaba acechando.

Un sonido rápido y muy repetitivo se oía cerca, entre los árboles y bosques que se tornaban oscuros y macabros. ¿Algún tipo de magia oscura? Los sonidos se mezclaron con siseos, e incluso alguno de los aventureros creyeron escuchar palabras entre el viento. Un chillido agudo los alarmó.

Pero de repente... 

- ¡Atrás, criaturas del Mal, volved a donde fuisteis creadas, tened muerte y partir con vuestro negro corazón a Mordor!

Una figura apareció, encapuchada. Atacando a las arañas que se acercaban a los aventureros y dándole tiempo a prepararse para no ser atacados por sorpresa. Los aventureros, sorprendidos, no tardaron en ponerse en guardia, con el miedo de aquella presencia oscura. ¿Sería obra de los orcos? ¿De las tres Damas? ¿Qué hacían aquellas criaturas allí, entre los lindes de Gondor y Rohan, tierra de hombres?

- ¡Luchad, siervos del Bien! - gritaba la figura encapuchada mientras blandía su espada - ¡Qué vuestra causa no se vea derrotada!

TURNO 5 - Dromri

Sin pensarlo dos veces y casi en paralelo a las palabras de aquel encapuchado, Dromri da un par de pasos levanta el hacha sobre su cabeza y la deja caer en un fuerte golpe, como si estuviese cortando leña pero pretendiendo cortar a una de las arañas "pequeñas"

Gracias por el aviso, pero quien sois?

TURNO 5 - ELANOR

El instante seguro será recordado por todos los presentes y claramente en palabras se convertirá una historia que seguro le contaremos a nuestros descendientes. Como todo, en Tierra Media cada momento vivido siempre es relatado como una bonita leyenda que trae sobre sí misma un millar de emociones. Sólo que la paz no es algo que se habitúa conservar, no cuando tras una deliciosa nos disponemos a descansar. 

Pero la noche es relativamente corta y escalofriante, cuando se percibe ese frío inusual, cuando el sonido que destaca entre los demás comienza a preocupar. Y así es la presencia de aquellos seres, hijos de la oscuridad están allí con sus malsanas intenciones mientras un hombre intenta ayudarnos y evitar un daño mayor. 

—¡Por Ilúvatar!—protesto un tanto preocupada. 

Y estoy dispuesta a usar la varita—ya conocía su poder tras haber leído las runas—así que es el momento oportuno de probarlo. Ahora o nunca. 

TURNO 5 - Brecca
Asalto 1

Brecca nisiquiera intentó llegar a su arco, su mano fue automáticamente a la cintura y desenvainó la espada de las runas, casi como si la misma lo llamara. Lo cierto era que no había espacio para sutilezas, y decidió enfrentarse a la criatura más peligrosa para mantenerla a raya de sus compañeros. El ataque había sido temerario, y comprobó por su postura que había quedado completamente abierto a un contrataque del enemigo, el doble filo de la espada no se limitaba a su hoja.

TURNO 5 - VÀNIMA
Asalto 1

Vànima no había terminado de dejar la mente liberada totalmente en el descanso que es propio a los eldar, que a veces pareciera más una vigilia que no un profundo sueño. Sin embargo, si que le pilló de sorpresa aquel ataque del enemigo, pues no podía ser obra de ningún otro... 

-¡Engendros progenie de Ungoliant, de infausto nombre! Seréis vencidos por la Luz, vive Ilúvatar que si. -Exclamó la elfa con voz potente, mientras observaba como el extraño visitante combatía con ellos, y les avisaba del peligro. Ya sería tiempo de preguntas, pero aquel que luchaba contra el mal, no podía serlo él mismo. 

Vànima tomó su arco, lo tensó, miró lo que hacían sus compañeros, y tras un instante de vacilación, decidió que era más útil atacando a un objetivo nuevo, intentando que se fijara en ella, y no en otro de sus compañeros

TURNO 5 - ÓDVARR

Ódvarr se había dormido rápida y profundamente cuando todo terminó. Había sido una agradable tarde, y realmente se había dedicado, en los momentos que no estuvo ayudando, a descansar del viaje. Se preocupó de revisar su herida conjunto a cambiarse los vendajes, pero ya era obvio que le quedaría una fea cicatriz. Cuando llegó la hora del sueño, cayó sobre el piso como si este fuera una cama de plumas, y se tornó en un profundo sueño. Pesadillas lo acusaron durante estos, y cuando se despertó, solo sintió una profunda inseguridad rodeándolo. Lo peor de todo, fue cuando apareció una persona desconocida, y más aún, aparecieron terribles criaturas de fábulas en el lugar. Ódvarr no pudo evitar sentir miedo al ver esas gigantes arañas, y, tomando sus armas que estaban a su lado, se lanzó contra la más grande, aunque ciertamente, con la hora, el sueño, y el sobresalto, iba a dar de bruces al piso.

TURNO 5

ASALTO 1

El crepitar del fuego comenzó a avivarse como si las llamas sintieran la ferocidad de los corazones de los aventureros. Valientes, no duraron ni un segundo en empuñar sus armas y lanzarse contra aquellas criaturas nacidas del mismísimo Gorgoroth. Enseñaban colmillos feroces y afilados, salpicando una mezlca de salivajos y un pus envenenado: una herida podría ser fatídica.

Elanor alzó la varita que acaba de encontrar en el mausoleo, y como si lal hubiera forjado ella misma, la alzó en el aire realizando unos círculos que dejaron a su paso un hálito de llama y humo. Sus ojos, encendidos en un vivo naranja, reflejaron la luz de la hoguera y por un momento pareció más poderosa y más peligrosa.

- Nayra... - dijo la figura mientras miraba a la Sinda.

Una llama nació de la varita mientras las runas se iluminaban e impactó en una de las arañas. El fuego envolvió su cuerpo acorazado, derritiendo la parte trasera del cuerpo de la criatura, que emitía unos chillidos agudos. La araña no pudo más que retorcerse librándose del fuego.

Elanor (Hechizos dirigidos, rayo ígneo): 11 pv, B - Crítico: 2pv/asalto, 1 asalto aturdido.

Una piedra silbó en el aire. La mediana, haciendo valía de sus buenas habilidades y su coraje a pesar de su aspecto tierno y su pequeña envergadura, saltó por encima de la hoguera honda en mano y lanzó una de sus piedras contra otra de las arañas. El impacto alcanzó el cráneo con un "crack" horrible, abriéndolo en dos y desparramando una sustancia negra mientras la araña convulsionaba hasta que quedó encogida entre sus patas, sin vida.

Pippi (Proyectiles): 26pv, E - Crítico: 12 pv, -40 a la actividad, aturdido 2 asaltos (MUERTA)

La flecha de Vánima, que ya había volado del su arco voló entre Dromri y Brecca parando en el cuerpo de la araña que Pippi había dado muerte. La flecha rozó la coraza que tenía por cuerpo la araña sin más daño que un rasguño al cuerpo sin vida.

Vánima (Proyectiles): ataque fallido.

La araña grande alzó sus grandes mandíbulas hasta el humano que se le acercaba decididamente. El montaraz, como poseído por el poder de la Espada de la Muerte, no dudó en avalanzarse sobre la criatura oscura, haciendo que estuviera descuidado.

Araña grande (Pico): 22 pv, D - Crítico = sin daño adicional.

La araña, más rápido de lo que el joven montaraz hubiera pensado, se abalanzó sobre él mordiéndole en el cuello. Las mandíbulas, que apresaron con fuerza la carne y los músculos, hirieron de gravedad al humano. Un leve mareo se hizo con su cuerpo. 

- ¡No! - gritó la figura desconocida con gesto preocupado, que se lanzó hacia la araña gigante que acaba de herir al montaraz.

Figura desconocida (CaC): Sin daño.

La araña, con una velocidad increíble, se echó a un lado, esquivando la espada de aquella figura desconocida. La respuesta de la araña fue un chillido victorioso, mientras todavía salivaba veneno y sangre del montaraz.

Brecca, a pesar de la herida sangrante, sus ojos se tornaron negros como la noche y con un grito feroz, lanzó la Espada de la Muerte en el aire, que emitió una niebla negra alrededor del montaraz. Por un momento, no sintió el dolor, apresado por la energía de la espada. Pero aún así, el ataque solo daño levemente a la araña.

Brecca (CaC): 8 pv.

El montaraz, que comenzó a ver doble por un segundo¹, agitó la cabeza con energía, intentando recomponerse.

Dromri, que había atacado a su par con el hacha de combate, alzó la gran hoja doble cortando la noche y la clavó en la cabeza de la araña que murió al instante. La potencia del golpe partió la araña en dos con un sonido horrible. Los dos lados del cuerpo moribundo de la araña comenzaron a convulsionar sin sentido durante unos segundos entre una sangre negra y espesa. Después, se retorcieron y quedaron paralizadas. El enano era un peligro en combate. La araña grande, que emitió un chillido enseñando sus mandíbulas hacia el enano por darle muerte tan fulminante a una de sus hijas, era el siguiente objetivo.

Dromri (CaC): 29pv, D - Crítico = Destruida (MUERTA)

Por último, Ódvarr que había sido el que más tardó en reaccionar con intención de atacar a la araña grande, no tuvo suerte y tropezó al lado. La araña, cuando vio al pobre humano en el suelo, aturdido por un gran golpe; le enseñó los grandes dientes y se encaró hacia él, dejando al enano por un segundo. Era más goloso dar muerte a ese pobre guerrero tirado en el suelo.

La situación no era muy favorable, pero nada estaba perdido.

TURNO 5 - ELANOR

ASALTO 1

Al parecer este enemigo no será nada fácil de derrotar, pero de alguna manera la varita que tengo en mi mano me dota de un poder especial, uno que jamás he percibido en mis propias carnes durante toda la vida. Es sorprendente como la magia es capaz de recorrerme entera, como ese fuego se refleja en la expresión de mis ojos y es una extensión radical de mi, como si estuviéramos unidas desde siempre. Está claro que la varita era para mi. 

Y mientras el combate se torna complejo, mi objetivo sufre un daño importante y debo intentar eliminarla mientras estoy esperanzada de que el enano y Vánima misma ayuden a Brecca en medio de tanto ruido de acero, el silbido de las flechas y la tensión de la honda de Pippi. Lamento en demasía que haya sido mordido, enfrentar la araña más grande es tener coraje pero implica un sacrificio. Uno inmenso. 

No obstante sigo con mi brazo extendido, apuntando al objetivo y de nuevo mi lengua emite las palabras de la varita, mis ojos cambian de tonalidad mientras las runas brillan con fulgor en la madera. Otro nuevo rayo ígneo, otro ataque más. 

TURNO 5

ASALTO 2

Brecca (Tirada de resistencia vs veneno): 10, fallo.

Brecca comenzó a sentir como los miembros se le entumecían y un sabor amargo le inundaba la boca. La lengua comenzó a hacerse más pesada y una sensación de ahogo se agarraba a su cuello, también dolorido por la mordedura de la araña. Luchando contra un mareo instantáneo, el montaraz intentó mantenerse en pie blandiendo la Espada de la Muerte. 

Pero la vista comenzó a nublarse y las fuerzas se le agotaron. Perdió el tacto en las manos y una sensación de sueño se apoderó de sus sentidos. Cayó de rodillas, y al segundo, de bruces contra el suelo. El cuerpo del montaraz quedó inconsciente en mitad de la batalla.

- ¡Hay que salvarlo! - gritó la figura encapuchada mientras seguía batallando - ¡Si el veneno recorre todo su cuerpo no podremos mantenerlo con vida!

Y esas fueron las últimas palabras que el joven montaraz escuchó.

TURNO 5 - VÀNIMA

ASALTO 2

Estaba molesta la guerrera porque su arco no hubiera sido todo lo efectivo que podía llegar a ser, y por su propio error. Otras vidas estaban en juego, tal como observaron con el envenenamiento de Brecca. De ese modo, tomó el arco, y lo disparó, rápida y veloz, aunque la araña grande y posiblemente, la que dirigiera esa colonia, era más rápida. Rezó para que los Valar permitieran que la flecha acertara, pero se dispuso, de todos modos, a recargar lo más rapido posible para distraer a aquel engendro de Ungoliant, progenie de arañas para desesperación de la TIerra Media

TURNO 5 - PIPPI

Pippi se asusta, sobretodo al ver a su compañia herida, pero se niega a huir. Carga y ondea la piedra mas gorda que encuentra, y con la lengua fuera de la concentración, dispara.

ZIUMMMMM...!

TURNO 5 - DROMRI

ASALTO 2

Dromri de inmediato sintió la presión de ser el objetivo de una criatura de esa envergadura, luego sintió alivio cuando la atención se desvío hacia otro lado pero de inmediato el remordimiento lleno su mente ante el resultado de aquel cambio de objetivo de la araña.

Emprendió carrera hacia la araña grande con intención de golpear sus patas y así limitar su movilidad.

Maldita criatura por aquí!! ehhh!! grito el enano con la intención de desviar la atención del montaraz.