Noté como la adrenalina se apoderaba de mi cuerpo, fluía por él de una forma asombrosa, desde los pies hasta mi cabeza, escuchando incluso como mi corazón se aceleraba.. En un primer momento, pensaba que todo era cosa de sentir que estaba a punto de morir, pero luego noté la velocidad de mis movimientos y como me incorporaba sin apenas esfuerzo.. Resultaba una sensación extraña, era como.. No, no tenñia ninguna forma de describirlo. Al abrir los ojos, me quedé totalmente estupefacta, mirando a todas partes y palpándome el cuerpo, pensando en como había llegado ahí, aunque ahora mi júbilo era tal por poder seguir respirando, que tampoco es que quisiera buscar demasiadas respuestas, tan sólo tenía ganas de dar las gracias..
Al parecer, lo que había sucedido, había pasado desapercibido totalmente para la gente que había allí. - Bueno, tengo que ir a esa entrevista, no sé qué ha pasado pero al menos lo puedo contar..
Volví a echarme a correr hacia el lugar donde me dirigía, pero.. otra vez esa extraña sensación me invadió totalmente. Estaba corriendo como jamás había visto correr a nadie en la vida. Ta no tenía claro si era que se me acababa de ir la cabeza por casi ser atropellada y me estaba imaginando todo esto o es que en realidad estaba corriendo mientras los demás se movían muy pero que muy despacito.. En estos momentos tampoco me importaba, me gustaba la sensación de velocidad, me gustaba correr de esta manera, siendo totalmente libre, veloz como el viento.
Por primera vez desde que había salido de la cárcel, algo que no fuera mi propio sarcasmo o tener una gran amiga como Sarah me hizo sentirme feliz y no quería que este momento acabara.
^^
Un día acaba, y un nuevo amanecer espera. Aquellos que ya han encontrado a su verdadero yo deben superar una dura prueba. La aceptación. Unos se alegran con las nuevas posibilidades, disfrutándolas al máximo, y dando gracias por ser como son. Otros, en cambio, se ven impotentes ante el desarrollo de los sucesos, y se quedan bloqueados sin saber qué hacer. Pero estos no son los peor parados, pues siempre hay alguien que cae más bajo. Alguien que es engullido por la oscuridad más profunda. Y que sin saber ni cómo ni por qué, acaban atrapados en su propia existencia.
Estas personas son las que deben decidir el curso de la historia. Pues han sido elegidas, y bendecidas con un don. Con un regalo... Y está en sus manos usarlo, para bien o para mal.
...
Hace 17 años...
-Bien, los candidatos ya han sido escogidos. Como habíamos acordado se procederá a iniciar el Proyecto Ares. Los 7 escogidos son: Eric Coolidge, Harry Sanders, Jimmy Taylor, Sandra Harriet, Sophie Rousseau, Susan Strauss y Zack Newton.- Dijo el hombre que presidía la mesa.
-Me parece bien, no veo ninguna pega.- Respondió uno de los presentes, el más joven de todos.
-Yo no estoy tan de acuerdo. Me niego rotundamente, eso es una barbaridad.- La mujer que se sentaba al lado del joven dirigió una severa mirada a todos los presentes. -No es correcto. Son niños. Ni siquiera podrán tener una infancia normal.
-Amelia, ya hemos hablado detenidamente sobre el tema. Esto queda aprobado, es por el futuro de la Corporación.
-Sí, pero... ¿A qué precio? Además, ¿quien nos dice que salga bien? Estoy segura de que Harry acabará revelándose. Deberíamos dejar en paz al pobre chaval. ¡Ya le hemos hecho demasiado!
-...- Todos los demás callaron ante el argumento de la mujer. Realmente ella tenía razón.
-¿Y bien?- Amelia desafió nuevamente a todos los presentes.
-Lo siento, Amelia. Pero esto ya está en marcha. No podemos hacer nada.- El hombre que presidía la mesa fue directo y conciso. No hizo falta ninguna otra réplica, sería inútil.
La mujer se quedó en silencio en su sitio, resignada.
CONTINUARÁ...
FIN DEL CAPÍTULO 1