Partida Rol por web

23 de diciembre 19:43 h. - M2, carretera hacia Canterbury

Ha pasado un buen rato desde que salísteis de Londres dirección al Hospital Psiquiátrico por la M2, carretera que lleva hacia Canterbury. Patrick conoce la ubicación del hospital, pero no ha tenido necesidad de ir hasta ahora por lo que no sabe el lugar exacto.

La noche se presenta fría y la nieve puede verse sobre las pinadas y el arcén a ambos lados de la carretera. El viaje dura aproximadamente una hora, a pesar de que Bruce Douglas parece no temerle a la velocidad, eso o tiene la suela del zapato caída, apoyándose sobre el pedal de aceleración y abriendo gas al potente motor.

20:04 - RESIDENCIA JOHN MATHEWS

Vista desde fuera, la residencia aparece como un gran edificio con sendos brazos en forma de "L". Al pasar la verja, una pequeña rotonda anuncia en letras doradas sobre fondo negro vuestro destino: Hospital Psiquiátrico John Mathews.
Tras pasar al guardia de seguridad en el Jaguar, aparcáis en la vacía entrada al hospital. Entráis y os encontráis ante un pasillo enorme con puertas a izquierda y derecha. A pocos pasos de vosotros, queda una recepción y una enfermera rubia ataviada en sus papeleos.

Doy un paso atrás, dejando al resto que se adelanten mientras miro las paredes y el techo.

Fluorescentes... "·@#~€~|@#~ fluorescentes. Ni siquiera una cutre bombillita halógena para tener buena luz. Bah, para las fotos que iban a dejarme hacer...

- Agente, adelante. Siempre he creido que en un manicomio suena mejor eso de "Hola, soy el Agente noséqué" que "Hola, soy un periodista de tres al cuarto"...

Sonrio entre lo despreocupado y lo irónico.

Me acerco a Martín, murmurándole por lo bajo: Haga lo que haga, no llame a este sitio "manicomio" cuando estemos con el director.

Dicho lo cual, me acerco a la rubia de la recepción:

Buenas tardes. Digo mostrándole mi placa. Soy el detective Dingwall, del M.I.T. Tenemos concertada una entrevista con el director, el señor Hamblin.

Me vuelvo hacia Martin, haciéndole un gesto con la cabeza, como queriendo decir: "Mira cómo se hace".

"Que asco, bien echo Gary, para una vez que te pones unos zapatos por eso de no llamar la atencion entre los demas y el maldito ruido que hacen las suelas mojadas en este manicomio es unico..."

Caminaba detras de Martin mirando sus pies, mientras a cada nuevo paso dejaba una pequeña huella de humedad en el suelo.

Una vez el policia se hubiera ido a presentar, se apollo en el hombre del periodista sonriendole.
-Mira que rubia colega, no me importaria ser oscultado por ella. Ademas creo que a ti te atenderia bien, debe de estar acostumbrada a tratar con babosos... jeje...-Comento jocosamente, aun apollado en el.

Miro a la rubia sonriendo mientras le susurro a Gary:

- Seguramente, pero me da que el bueno de Bruce tiene más posibilidades de acabar metiendose en sus bragas. Ni tu ni yo tenemos nada que nacer aquí: Tu podrías ser su abuelo, y yo podría ser más encantador, pero paso. Lo nuestro es arrastrarnos por lugares perdidos de la mano de Dios y descubrir cosas que nadie quiere saber, ¿por qué demonios siempre le decimos que sí a las locuras del viejo?

Miro el reloj barato que llevo.

- Aún llegamos a tiempo de ver las noticias de las nueve. Sólo espero que esto no se alargue demasiado. Enfermeras mazizas o no, odio los hospitales...

La enfermera ya os había avistado al entrar por la puerta, un grupo de cinco personas no es dificil de divisar. Ve acercarse a Patrick, y le contesta amablemente.

Oh, claro! El señor Hamblin les esperaba.. detective Dingwall.

Coge el teléfono, marca unos dos o tres números y tras una pausa, por fin habla.

Señor Hamblin, el detective Dingwall ha llegado junto a otros compañeros. Tras una pausa en la que veis como su cabeza asiente a la par que responde: Sí.... sí... de acuerdo señor Hamblin... si señor, muy bien.

El señor Hamblin vendrá en unos instantes señor Dingwall, si son tan amables de esperar... ahí pueden tomar asiento.

Señala hacia un antiguo sillón con posabrazos de madera y bien decorado, situado enfrente de la recepción.

-¿Abuelo? MMmmmm... "Touche".-Le dijo sonriente y alzando su hombro de el.-Pero sabes que no soy tan viejo, como mucho su hermano mayor y guapo al que pide consulta sobre sus novi...-Callo entonces al escuchar las palabras de aquella enfermera y como señalo aquel sillon que a falta de algo mejor era sin duda lo mas confortable.

-Si no les molesta, yo tomare asiento, asi podre descansar de este maldito calzado.-Acto seguido camino hasta aquel curioso sillon para tomar asiento, sin esperar replica alguna por alguno de sus compañeros.

"Espero que no tarde mucho en llegar, en algo estoy de acuerdo con Martin, si no estas enfermo estar en un hospital no puede traer nada bueno y menos rodeado de locos"

- Muchas gracias señorita.

Me quito las gafas y las limpio púlcramente y acompaño a Gary hacia la zona donde está el sofá. Miro a Patrick y dirijo mis palabras a él.

- Patrick, ¿qué pretendes contarle a este señor? Creo que lo mejor sería dejarte hablar a tí o, al menos, que me digas que no debería decir, para no herir sensibilidades, entiendeme.

Gracias, señorita. Creo que hoy el doctor Hamblin se queda hasta tan tarde en el hospital para hacernos un favor. Nuestro retraso es inexcusable. y viendo que la enfermera tiene bastante que hacer con sus papeles, me dispongo a reunirme con el resto con permiso...

Aprovechando que se ha quedado omnibulada mirando mi utilitario en realidad la muchacha divisaba al grupo de 5 personas según dijo Debion, pero Bruce por supuesto lo interpreta todo basandose en su carrocentrismo y a que también ha visto la placa de Dingwall, quizás podría conseguir la ficha de Gallagher antes de que llegue el doctor. Claro que si llega el doctor y me ve con la ficha en las manos, seguro que se puede cabrear. Mejor que nos la deje ver él.

Mientras habláis y Bruce se vuelve hacia el sillón dejando tras de sí un Por supuesto de la enfermera, alguien aparece por la puerta de salida principal.

Se trata de un tipo normal, pelo canoso y bien vestido.

Buenas noches caballeros !, el individuo se muestra simpático. Les estaba esperando, aunque debo reconocer que unas horas antes. Jajajaja Suelta una risotada cómica mientras expande su brazo derecho buscando estrecharla mientras se presenta.

Soy Richard Hamblin, el director de la residencia John Mathews. EL señor Klodzinsky me avisó de su llegada.

Martín se adelanta y estrecha firmemente la mano del doctor.

- Buenas Noches Doctor. Soy Martín Martín. Lamento el retraso, me temo que el tiempo no ha sido demasiado apropiado para viajar. Mis colegas, los señores Douglas, Bautista, Sansegundo y el Agente Dingwall. - Martín señala levemente a los presentes - ¿Sería posible sentarnos en algún lugar más discreto? Imagino que el señor Klodzinsky le habrá informado de nuestro interés en el caso... pero no creo que este sea el lugar apropiado para habñlar de ello. Si usted es tan amable...

Martín lanza una mirada fugaz al agente Digwall, dejando asomar un leve atisbo de sonrisa divertida...

Estrecho la mano del director de manera formal, a pesar de que no me ha gustado su demostración de humor, mientras miro de reojo a mis compañeros, como esperando a ver cuál de ellos es el primero en romper el hielo con un chiste sobre locos en un manicomio.

Sonrío amablemente al director, aparentando estar tranquilo y atento a pesar de que la familiar sensación de seguir el rastro en una investigación empieza a calar en mi. Debo recordarme que no estoy aquí como detective de policía, sino como civil, por lo que no conviene que use mi habitual táctica de amedrentar al interrogado con mi placa y mis modales de poli brusco. No, Hamblin está dispuesto favorablemente hacia nosotros gracias a Klodzinsky. Es mejor dejarle hablar a él... de momento.

Sí. Le digo a Hamblin, mientras me preparo para memorizar lo que el hombre nos diga (estaría mal visto que lo transcribiera ahora a mi agenda). Esperamos que nos informe del caso clínico de Richard Gallagher, las circunstancias en torno al mismo, sus impresiones y, por supuesto, estaríamos interesados en verlo en persona.

Por supuesto!, Richard Hamblin os invita a que le sigáis al fondo del pasillo, donde un ascensor de grandes dimensiones aguarda. Subís al primer piso, donde Hamblin sale primero. No ha parado de hablar durante todo el trayecto.

Klodzinsky debe tener influencia en Londres sin duda ! Saben ?, mañana temprano recibiremos la visita de un periodista indio para hacer un reportaje para un programa científico... . Se muestra jovial y extrovertido, aunque algo amanerado.

Por fín llegáis a su despacho. Es un lugar acogedor y confortable, un salón amplio con un par de sillones para una persona tapizados de verde frente a una gran mesa marrón oscura la cual aparece bastante ordenada. Hamblin enciende la luz de la lamparilla situada en una esquina sobre una mesita de madera. Al instante, se encienden también las luces de la sala, la cual queda totalmente alumbrada.

Y bien caballeros, supongo que querrán hablar del pobre teniente Gallagher.
Sentado sobre un sillón con respaldo ancho, posa sus codos sobre la mesa y junta los dedos mientras os invita a sentaros...
Oh! siento no poder ofrecerle asiento a todos. Sonríe. Lo cierto es que tampoco esperaba tanta gente!

Ohh! va usted directo al grano sr Dingwall, eso está bien, por supuesto. Clínicamente, Hamblin hace una pausa, mientras piensa en lo que dice. Gallagher presenta síntomas identicos a los de un desdoblamiento de la personalidad.

Pero ha sido muy rápido, aún no hemos dispuesto del tiempo necesario para analizar a Gallagher, es solo una primera impresión.
Sin embargo, su voz y su carácter cambian repentinamente, se revuelve sobre sí mismo en cmisa de fuerza creyendo poder ... simplemente hacerla estallar en mil pedazos...

- No se preocupe Sr. Hamblin, prefiero permanecer de pie.

Sonrío amablemente, quitandole importancia al asunto.

- Sr. Hamblin, dice que el Gallagher sufre desdoblamiento de personalidad. ¿Han llegado a averiguar hacia que clase de personalidad migra en sus episodios de crisis? Entiendame, ¿qué tipo de persona cree ser en esos momentos?

A cada frase que digo, miro a Patrick. Es evidente que tengo miedo a decir algo indebido.

Gary, al ver llegar a aquel hombre de extraño humor, simplemente alzo la mano, aun sentado en ese comodo sillon y lo saludo con una timida sonrisa en sus labios. Camino molesto porque aun querian seguir andando y no era precisamente hacia la habitacion de aquel loco.

Una vez llegados al despacho fue uno de los elegidos en poder aposentar sus posaderas en un sillon no tan comodo como el primero pero sin duda mejor opcion que la que eligio Sansegundo, al menos eso pensaba el arquitecto.

Se cruzo de brazos y piernas y escucho a las personas de su alrededor sin mediar palabra, despues de todo el poli no era el y mucho menos un periodista curioso.

"Bonita despacho que tiene montado este personajillo... Lastima que yo no soporte los sitios cerrados"

Verá Sansegundo se pone más agresivo, murmura palabras ilegibles para sí mismo con un tono casi satánico, y entiéndame usted, que se lo digo desde el punto de vista científico.

Sonríe amablemente.

Pero lo que más me preocupa no es esto señores, Gallagher no ha comido nada desde que llegó, hace dos días, y rechaza cualquier tipo de comida que le servimos... hace una breve pausa. Y les aseguro que no es tan mala!