Partida Rol por web

El paladín aprestó el escudo y lo puso ante el hombro. Sabía que era algún tipo de asesino o explorador, que confiaba más en un golpe por la espalda que en un combte real, así que tenía que estar preparado para que el primer golpe fuera por la espalga. De todas maneras no era un bobo. Sabía que podía seguir la voz, pero que también esta se podía manipular. De todas maneras las siguió. El escudo estaba preparado para interceptar un golpe que sería ... nada advertido.

Avanzó con cautela. - Luchemos pues. Dijo apretando los dientes.

La elfa empieza a moverse muy pero muy lentamente, por más que al principio se veía confiada luego se nota que no practicó lo suficiente a la hora de luchar y se tira hacia tí con una lentitud digna de alguien que no practica lo suficiente con la espada.

¡Por Teldrasil! Muere altonato.

Las espadas se dirigen hacia ti pero muy mal dirigidas.

El Elfo de sangre se percata del movimiento y apresta el escudo para el combate. Viendo el intento de carga, lanza un golpe con su arma, para interceptar el cuerpo de la enemiga, que tiene, no solo malas intenciones, sino además, toda la atención de Ikegar, parahacerla caer. Su maza se lanza aprecisa y el esperaba poder neutralizar pronto a esta incursora, para dar novedad de que tenemos espias infiltrados.

Como había dicho anteriormente, las espadas vuelan por el aire haciendo el clásico sonido de cortar el aire, de todas formas los ataques de la elfa pasan muy lejos de tu cuerpo dejandote una oportunidad de oro para contraatacar con un mazaso en las costillas que hace caer a la elfa de costado.

¡Moriras elfo!

Con una gracia increíble se logra parar y vuelve a realizar un penoso ataque en tu contra, esta vez las espadas vuelven a pasar lejos de tu cuerpo dandote una oportunidad de oro para terminar el combate.

El elfo deseaba gritar, pero estaba demasiado concentrado en evitar que le sacudieran y hacer lo propio contra esta invasora. Ya había cruzado demasiadas palabras y era momento de que se cruzasen las armas. El sonido del acero discerniría esta discursión, y terminaría bastante mal para uno de los dos.

Con un ataque certero logras asesinar a la elfa, pero lo que más te sorprende es que uno de sus bolsillos cae un pequeño pergamino. Al abrirlo notas que el mismo tiene un arte bastante acertada de construcciones élficas. No solo esto, sino que es un breve estudio de las fortalezas y debilidades que pueden encontrarse en el Bosque de la Canción Eterna y en Silvermoon.

Seguramente esta información sea de vital importancia para la Alianza a la hora de invadir militarmente Quel'thalas pero lo más interesante es que los Elfos de Sangre son neutrales, ustedes no están en guerra con la Alianza.

Un plan de defensa, pensaba preocupado. Lo guardó de inmediato tras mirar los datos, por si con ello se podía identificar a quienes lo estaban elaborando o a quién sería entregado. Un plan de invasión, según en que casos, podría incluso ser interpretado como una declaración de guerra, y en esta ocasión, siendo arrebatado a un espía, sería de los más peliagudos. Intentó echarse al hombro el cuerpo de caído, pero viendo que era mucho peso, rebuscó en todo su ser, por si algo le podía ser útil, y la cabeza, sería su prenda de valor. De haber revisado esta oportunidad. Era algo asqueroso traer una cabeza, pero sólo así podrían ver los rasgos y saber de la raza que ostentaba el infiltrado.

Tras la inspección y decapitación marchó con el macabro trofeo, el papelote de sus informes y aquello que pudiera serle útil, regresó a todo correr a informar. Esto tenía que ser puesto en conocimiento y sin demora alguna.

Cuando vuelves con la información que acababas de recavar te encuentra con tu amiga elfa sentada en uno de los bancos de la plaza del Halcón mientra toma un poco de agua invocada mágicamente. Al verte llegar se gira y te saluda con su mano mientras te hace un espacio para que te sientes.

Ikegar, veo que has vuelto y encontrado algo de información en los sagrarios.

Se gira y ve que tienes el papel, rápidamente te lo saca de la mano y te mira con una sonrisa.

Lindos dibujos, pero yo te fui a pedir que busques otra cosa ¿que fue lo que encontraste? No me digas que te pasaste todo el día haciendo estos dibujos en lugar de cumplir con lo que te pedí.

Los verdes ojos de la elfa te miran con una seriedad mientras espera tu respuesta.

Ikegar se sentó con toda la ilusión de percibir que era esperado y bien venido. Se sentó y tomó aliento tras darle la nota. Había venido corriendo a lo que daban sus piernas a pesar de la pesada carga física y psicológica que portaba. Cuando el aire empezó a circular correctamente por sus pulmones y se sintió capaz de hablar, contestó, con la voz entrecortada aún por el esfuerzo. - No mi magistrix, no se me ha otorgado el placer de ser así de capaz con el carboncillo. Y aclaró sacando la cabeza decapitada: - Esta mujer de la odiada raza hermana era la poseedora de aquellas capacidades. Respiró otro poco aún fatigado. No había conseguido recobrar totalmente el aliento aún. - De las manos que fueron autoras de esa información. Y empezó con sus explicaciones. - Realmente no la encontré, me localizó ella a mi estando ella bien oculta mientras buscaba, y con la pretenciosidad que caracteriza a insensatos se presentó ante mi y propuso el duelo del que aquí y señaló la cabeza que luego ocultó un poco por educación, tengo la prueba de que estamos siendo espiados. Se escondía muy bien y portaba ropas ideales para el camuflaje en el bosque

La elfa te mira con atención y puedes ver como su cara va cambiando de una mirada atenta a una mirada un poco más furiosa a medida que avanza tu relato. Cuando terminas de relatarlo ella se pone a pensar unos segundos en voz alta.

Así que hay unas elfitas nocturnas viajando por nuestras tierras y nadie las detectó... Además tienen dibujos de puntos de interés para atacarnos... Lo que no me termina de cerrar es como piensan tomar una ciudad totalmente vigilada con un pequeño grupo de asesinos...

En ese momento los ojos de la elfa se abren de par en par y puedes ver las energías de los cristales viles moverse por sus ojos como si fueran mareas en el mar.

¡Tranquilien! 

Te mira totalmente asustada mientras salta del banco y empieza a castear un hechizo azul.

¡Los elfos nocturnos deben estar acampando en las afueras de la ciudad, Tranquilien sería un punto de ataque perfecto para entrar a la ciudad, debes avisarles!

En ese momento las energías del hechizo te rodean y una luz blanca te ciega.