Partida Rol por web

Evidentemente ninguno de los draenei tenían dudas de lo que había que hacer, muchos de ellos recordaban cuando se tuvieron que infiltrar en el Castillo de la Tempestad para recuperar el Exodar y salir volando de Terallende. También recodaban que los efectos de la magia demoníaca no solo habían afectado a los orcos, sino que también a los elfos de sangre, una raza que en algún momento pudo haber sido tan noble como la de los draeneis pero que ahora estaba consumida por su adicción a la magia e iba a llegar a extremos para saciar su sed.

Al llegar a la isla norte, lo primero que vieron fue que la misma era totalmente diferente a la Isla Bruma Azur, esta era roja como la sangre y no demoraron en ver estandartes de Quel'Thalas en el medio del camino. A lo lejos podían ver luces verdes que se reflejaban en el cielo y que mostraban claramente actividad de brujos.

No les costó mucho avanzar hasta llegar al centro de la excavación elfica. Allí un grupo de soldados vigilaba las entradas pero lo que más les sorprendió fue ver quienes eran los encargados de excavar los cristales gigantescos. Había varios draenei apresados que los elfos habían utilizado para desenterrar los cristales, si bien el Exodar no había caído hace mucho tiempo, los que cayeron más lejos del centro no habían tenido tanta suerte como ustedes.

Desde donde están parece que los elfos no se percataron de su presencia, por lo que pueden tomar posiciones alrededor de la excavación.

-Por la Luz!-fue lo primero que dije al llegar a Isla Bruma de Sangre y ahora sabía el por que de ese nombre. El color de la hierba y la tierra eran de un rojo sangre intenso. Toda la columna de humanos y Draeneis nos quedamos perplejos ante aquella escena. Me di cuenta de que nos habíamos quedado quietos:-No os quedéis parados. En Marcha!-les dije a todos para que volvieran a concentrarse y avanzar. 

Me coloqué al lado del Almirante:-La magia que emana de los cristales ha contaminado la tierra y la ha tornado de este color. Seguro que los elfos de sangre ya habrán encontrado algún cristal, tendremos que darnos prisa.-le dije.

Más tarde encontramos unos estandartes, el Almirante los reconoció y me dijo que se trataban de el emblema de Quel'Thalas, la capital de los elfos de sangre. No tardamos mucho en encontrarlos. Al verlos descubrí que se parecían mucho a E'len, pero con un tono de piel y un color de ojos totalmente distinto. Hice una señal para que la columna se detuviera y se escondiera, Odesyus y yo avanzaríamos para investigar un poco más. Encontramos la excavación y allí descubrimos quién estaba extrayendo los cristales: Mis propios camaradas, los que habían caído en esta isla habían sido capturados, esclavizados y obligados ha extraer los cristales, exponiéndose directamente a la energía de los cristales, No debían de llevar mucho tiempo trabajando por que todavía no se veían síntomas de la contaminación.

Le hice una señal a Odesyus y volvimos con el resto de los soldados.

Las fuerzas de los elfos de sangre eran un grupo de guerreros apostrados en las entradas de la mina. Como la mina era a cielo abierto podían ver que había algún que otro guardia más pero básicamente eran guereros sin ningún tipo de apoyo mágico.

En cambio tus fuerzas estaban formadas por paladines, cazadores, magos, un par de sacerdotes y algunos guerreros de la tripulación de Oddyseus. Aproximadamente ambos grupos estaban compuestos por 20 miembros, pero por más que no había superioridad numérica por parte de ninguno de los grupos el tuyo tenía la variedad como ventaja.

De vuelta a reunirnos con los soldados, empecé a compara las fuerzas que había observado y las fuerzas de las que disponía:-No he visto ninguna clase de mago entre los Elfos de Sangre, espero que no lo haya. Por lo que he observado Velen me ha enviado una fuerza conjunta de cuerpo a cuerpo y distancia. Tengo magos y cazadores para la distancia, paladines y guerreros para el combate cercano y un par de sacerdotes de apoyo. Contando conmigo y Odesyus somos 22 y he contado aproximadamente el mismo numero de elfos de sangre. Creo que sé lo que hay que hacer.-me dediqué a pensar para mi mismo durante todo el trayecto. 

Una vez reunidos:-Agachaos y colocaos a mi alrededor que os explicaré mi plan.-les digo a las tropas. A continuación empiezo a explicar el plan mientras lo dibujo en el suelo con una rama que he cogido del suelo:-El plan es sencillo. Cazadores,primero os encargaréis de los vigías. Aquí y aquí, a ambos extremos del campamento.Después os reuniréis con los magos. Magos, junto a los cazadores, os colocaréis en uno de los lados del campamento. Ajustad bien la puntería no quiero bajas por fuego amigo. Odesyus, tu te encargarás de dirigirlos, ese será el factor decisivo del combate.-explico detalladamente mientras voy dibujando los objetivos de los cazadores y las posiciones que tomarán los magos. A continuación, añado:-Cazadores debéis tener éxito al eliminar a los vigías para que no nos detecten y del la alarma. Paladines y Guerreros, vendréis conmigo hasta el otro extremo del campamento. Odesyus, tu señal para que empieces el ataque será el nuestro. Sacerdotes, uno se quedará con el grupo de Odesyus y el otro vendrá conmigo. No hace falta cúal es vuestra misión. Alguna pregunta?-termino de explicar el plan.

Antes de que digan nada les explico:-Una vez empiece el combate todo irá muy deprisa, así que hay que ser rápidos y decisivos. No podemos permitir que sigan extrayendo más cristales a costa de vidas inocentes.-digo con seriedad:-Vamos a necesitar información así que intentad dejar a alguno vivo para interrogarlo. Entendido?

El plan era bastante complejo pero bien ejecutado supondría una ventaja para el grupo formado por los marinos y los draeneis. Si bien Odyseus no se encontraba del todo cómodo con estar dirigiendo un grupo de tropas en tierra firme, el humano no mostró señales de incomodidad y se aferró a su rol en el grupo.

Tal como habías ordenado los dos primeros vigías cayeron rápidamente tras dos tiro muy precisos y rápidos de tus cazadores y fue esto lo que hizo que empezara a cundir el pánico en las filas élficas mientras los atacaban de ambos lados. Incluso podías escuchar gritos de apoyo por parte de varios de los draeneis que utilizando sus picos y palas intentaban luchar contra los sorprendidos elfos de sangre.

Aprovechando que la mina era una mina a cielo abierto bajas cargando hasta quedar cara a cara con uno de los soldados elfos, el elfo empieza a mover su espada doble, un arma que te recuerda a la que utilizaban los elfos de sangre en Terrallende, tras un breve segundo de sorpresa por la emboscada el elfo se prepara para atacar.

El plan de ataque que había explicado había empezado con buen pie. Al ver caer a dos de loa vigías me había dado el tiempo suficiente para distribuir a mis soldados. Para cuando empezamos la carga los elfos de sangre aunnno sabían que ocurría. Fue grato ver como a un numero de esclavos draenei combatir a sus captores que animó todavía mas a los soldados. Durante la refriega me xuce con uno de los elfos de sangre y empezamos a combatir. Desenvaine el mazo de guerra y me prepare para combatir.

Casi como una coincidencia mística tanto tú como el elfo demoraron en reaccionar, pero una vez que lo hizo uno reaccionó el otro moviendose casi a la misma vez, de todas formas quizás por la diferencia de corpulencia entre uno y el otro el elfo se sintió intimidado y su ataque pasó muy lejos de tu cuerpo.

Diferente fue tu golpe que dió de lleno en el costado del elfo haciendolo caer contra el sucio terreno de la mina. Al abrir los ojos mira a su alrededor y grita algo en talasiano que no logras entender. Se para y vuelve a atacar.

¡Band'or shorel'aran!

Irónicamente parece que la caída lo afectó porque este ataque sigue siendo muy malo y no te cuesta mucho desviar la hoja del elfo cuando llega a tí.

El combate lo empieza el elfo de sangre, torpemente, tal vez le intimida mi enorme tamaño, pero falla estrepitosamente su ataque. Mi turno. 

Ejecuto un movimiento, volteando el mazo de guerra y le propino un fuerte golpe en el costado. Hago que el elfo trastabille hacia atrás y se pare unos instantes intentando averiguar que había ocurrido. Cuando reacciona grita algo en su lengua, para darse ánimos. Mi ataque le había roto un par de costillas por el el suyo venía sin fuerza y no me resulta difícil desviarlo golpeando su espada con mi mazo.

-Archenon Poros!-grito en mi lengua nativa, haciendo que el resto de mis soldados me escuchen por encima del fragor del combate. Agarro con fuerza el mazo de guerra, lo elevo por encima de mi cabeza y lanzo un poderoso golpe hacia su cabeza. 

El elfo gira y esquiva tu ataque con gracia. Tras hacer esto te dedica una sonrisa y te dice.

¿Creían que podrían escapar tan fácilmente? Las fuerzas del príncipe Kael'thas somos mucho más fuertes de lo que ustedes piensan y no van a escapar de nosotros usando una de nuestras propias naves.

Mientras dice eso mira la sorpresa en la cara de los guerreros de la Alianza.

¿Y esa sorpresa a que viene? ¿Creían que eramos miembros de la horda? Nosotros solo servimos a lord Sargeras, la Legión nos dio una cura a nuestra adicción y nosotros los ayudaremos  limpiar este mundo empezando por tí draenei.

El elfo salta y te tira un golpe muy preciso hacia tu hombro.

Veo al elfo hacer un giro y esquivar mi ataque. En ese momento empieza a hablar: pronunica un nombre Kael'thas, ese hecho preocupa a uno de los soldados humanos que pelea cerca de mi. Cuando ve al humano, pronuncia dos nombres que no esperaba volver a escuchar en mucho tiempo, Sargeras y la Legión. Eso me desconcentra un instante, echo que aprovecha el elfo de sangre para atacar. 

La distracción de las palabras del Elfo calan hondo en tu mente lo que hace que no solo tu ataque fuera malo, sino que le das la oportunidad de realizar un tajo en tu hombro, si bien tu armadura logra protegerte de lo que podría haber sido un corte muy feo el ataque cae con una precisión increíble contra tu cuerpo.

El elfo se gira para mirar a su alrededor y notas que pone una cara de terror, pero eso no hace que deje de atacar y baje sus golpes, el proximo golpe viene de costado hacia tu cintura.

Miras para atrás dos segundos y vez que los draenei y las fuerzas de la Alianza están empezando a ganar terreno y a hacer retroceder a los elfos que quedaban luchando. Además varios de los esclavos que atraparon empezaron a luchar contra sus captores poniendo a los elfos en desventaja muy rápidamente.

Tu golpe si da en el blanco pero el del elfo se resbala contra tu armadura y se va por el costado, si no hubieras tenido la armadura puesta seguramente te hubieras llevado un feo corte. Esta vez es el elfo el que empieza a retroceder.

¿Así que creen estar ganando? ¡Nunca nos....

4 draeneis esclavos saltan sobre el elfo y lo muelen a golpes, escuchas como la espada que tenía en la mano cae al suelo y como el sonido del metal suena en la cantera.

Odesyus llega agotado a tu lado pero con una sonrisa.

Eso es lo que pasa cuando se tiene a otra raza dominada como prisioneros... lamentablemente nosotros los humanos lo aprendimos muy tarde...

La cara del hombre se pone seria pero luego te vuelve a sonreír.

Ahora subamos a buscar esos cristales, si queda algún elfo cerca sería un problema para nosotros y no creo que el profeta quiera que algo de esto llegue a las manos de estos inmundos adictos a la magia.

Empiezan a caminar hacia afuera de la mina y empiezan a acordonar el terreno.

Fue un placer luchar a tu lado Nerghan, yo puedo quedarme aquí ayudando a tu raza a limpiar este desastre, pero creo que tu serías más útil al otro lado del mar. El niño rey es muy inteligente para su joven edad y los draenei demostraron tener honor.

Te da un pergamino.

Muestrale esto a mi capitán y él te llevará a nuestra capital, sería un placer aceptarlos en nuestra Alianza, aunque antes deberías hablar con el Profeta a ver que opina él.

Le ataque del elfo impacta contra mi hombro derecho y me hace trastabillar hacia atrás, de no ser por la armadura me habría llevado un buen corte. Veo que hecha una visual por encima de mi hombro y le veo palidecer. Acto seguido realiza un ataque cargado de furia, esta vez intentando rajarme por la mitad. Esta vez decido recibir el impacto por que había visto lo que él: mis hermanos y los humanos estaban ganando y eso le hace torpe por que no piensa con frialdad y le desconcentra del combate.

Su espada golpea contra mi costado izquierdo y la armadura para el golpe, suelto el brazo izquierdo y rodeo sus brazos con él:-Ya te tengo, maldito saltarín.-le digo estando frente a su cara y le golpeo con la cabeza de lleno en su cara y a continuación mientras está desorientado, empuño el mazo con las dos manos y lo mando a volar unos metros hacia atrás. Se levanta y vuelve a cargar pero resbala y empieza a retroceder. Balbucea algo pero antes de entender qué dice veo a cuatro draeneis caer sobre él y molerle a palos. el elfo deja caer su espada y la recojo del suelo:-Será un buen recuerdo y una prueba de nuestro éxito ante el Profeta!-grito mientras levanto la espada:-Por los Naruu! Por la Luz!!-exclamo ante la victoria frente a los Elfos de Sangre de la Legión. 

Me dejo caer sobre el suelo exhausto y magullado por el combate:-Menos mal del plan, pensaba que no lo lograba.-pienso en voz alta mientras veo acercarse a Odesyus:-Veo que lo hemos conseguido almirante.-le empiezo a comentar. Odesyus comenta de encontrar los cristales restantes por si aparece algún elfo:-Tiene razón. Ayúdeme a levantar-me, estoy agotado.-le respondo con una sonrisa. Llegamos a la colina donde se ve toda la mina y me entrega un pergamino:-para mi también ha sido un honor combatir junto a un amigo y camarada. Iré a ver al Profeta Velen para informarle, aunque creo que ya sé cuál será mi próximo destino. Espero volver a verle. Me marcho.-termino por despedirme con una inclinación de cabeza. Me doy la vuelta y me encamino al Exodar. 

Llego unas horas más tarde y me reúno con Velen:-Profeta, la amenaza de la isla del Norte ha sido neutralizada, el Almirante Odesyus se ha quedado allí, junto a nuestros hombres, para vigilar y acordonar la zona. Me ha hecho entrega de este pergamino para que lo transporte hasta su Capital y hable con su Rey para poder formar parte de la Alianza.-informo al Profeta de lo ocurrido y de lo que me ha pedido Odesyus:-Humildemente creo que deberíamos aceptar, ayudar-nos entre nuestras razas sería beneficioso para todos, pero usted tiene la última palabra.-termino por decir. Me mantengo delante del Profeta esperando una respuesta. 

El profeta se encontraba sentado sobre un pequeño trono en el arca de las luces, si bien el ancestral draenei te escucha con atención mientras hablas, algo en su cara te dice que Velen ya sabía lo que iba a pasar, no le dicen el profeta por casualidad. De todas formas se toma unos segundos para pensar antes de contestarte.

Llegamos a un mundo extraño, en Draenor intentamos vivir al margen de las guerras de otros. Bien sabes que nuestro principal enemigo es la Legión Ardiente, los orcos fueron victimas de estos y nos atacaron pero al no tener aliados no pudimos hacerles frente.

Velen se para y se apoya en su bastón, la imagen del gran líder lo hace parecer imponente pero a la vez frágil, una extraña combinación pero que en la figura de Velen se puede ver sin que resulte extraña. Levanta la vista y te mira.

Los draenei tenemos que dejar de vivir en nuestro mundo, si en estas tierras hay aliados que pueden ayudarnos debemos aceptar su propuesta. A la Legión no le importa la raza de sus enemigos, si alguien se pone en su camino los eliminarán, solo la unión hará la fuerza.

Con los movimientos lentos pero seguros que acostumbran al profeta se acercó a un pequeño escritorio y empezó a garabatear algo, luego te lo entregó y te mantuvo la mano entre las suyas mientras te miraba a los ojos.

Si el rey de estas personas acepta nuestro pacto nos uniremos a la Alianza, con esto empezarán las primeras de muchas batallas.

Te da el papel y te suelta.

¡Que la luz te acompañe campeón!

Las palabras del Profeta me llenan de orgullo por pertenecer a la raza draenei. Cuando me hace entrega del pergamino y me nombra Campeón, no quepo en mi mismo de orgullo:-Así haré Profeta. Partiré de immediato hacia la capital de los humanos para asegurar un pacto e ingresar en la Alianza.-le respondo al Profeta Velen, al tiempo que inclino realizando una reverencia y me marcho de su presencia hacia el campamento de Odesyus. 

Una vez allí me encuentro con el Capitán de su barco:-El Almirante Odesyus me ha entregado este pergamino con órdenes de llevarme a vuestra Capital y formar un pacto en la Alianza.-

Uno de los enanos que se encontraba cuidando el campamento te mira un poco sorprendido al ver que llegas con un mensaje para él.

¿Y donde está O...

Al escucharte se calma y mira el sello.

Así que nuestro capitán decidió quedarse con los tuyos por un tiempo. Un gran hombre que hace lo que tiene que hacer, ahora a nosotros nos queda un largo camino por delante. Bienvenido a bordo paladín.

Tras decir esto el enano mira a todos lados y empieza a gritar.

¡Señoras y señores tenemos un mensaje urgente para el rey y para el regente, debemos partir rápidamente para Ventormenta, levanten todo el campamento cuanto antes!

Puedes ver un remolino de gente que empieza a trabajar rápidamente para preparar todo para partir. En tan solo media hora el barco ya está listo y puedes ver como la Isla de la Bruma Azur se pierde a lo lejos y con ella la nave que los trajo hasta este lejano planeta.