La luz de los soles gemelos les saca de la negrura, y el calor sofocante llena el frío vacío en el que han caído. Sus bocas saben a tierra y sus gargantas gritan en silencio por un poco de agua que alivie la sequedad.
Alix es el primero en despertar, cuando lo hace, una vez sus ojos se han acostumbrado a la cegadora luminosidad, se descubre a sí mismo en un paisaje extraño, desconocido. Poco a poco los detalles van dando forma al puzle que le lleva a su nueva realidad; la arena blanca del desierto sobre la que descansa y que cubre su cuerpo parcialmente enterrado, los rojos pedazos de roca humeante que se yerguen como montañas, kilómetros a la redonda a su alrededor. Algunos de ellos testigos en sus formas del cuerpo humanoide del que formaron parte algún tiempo atrás; una mano quebrada, con tres dedos apuntando hacia el cielo, una lejana cordillera hueca que recuerda a una rodilla flexionada, muslo y tibia enterrados en la arena, un peñón con ondulaciones como nudillos, un inmenso domo que parece un cráneo partido por la mitad.
Las últimas piezas del rompecabezas las componen, esparcidas entre las rocas, los restos destrozados de algunas esculturas junto a pedazos apenas reconocibles del club. Por último están los cuerpos, algunos cadáveres, otros agonizantes, y los más afortunados aun con vida, cobijados bajo las exiguas sombras que producen las inmensas rocas o deambulando como espectros sin lograr entender. Al igual que con las personas aún queda alguna criatura con vida, como da fe la ballena de cristal multicolor que surca los cielos sobre ellos, entonando su canto de libertad.
Después de que su mente asuma que el lugar dónde se encuentra es en el mundo espiritual revelado por su ciudad de cristal, y al darse cuenta de que ha sobrevivido a la hecatombe que él mismo provocó, Alix se pregunta que habrá sido de los demás. Tan sólo es capaz de encontrar a Eve que, unos metros más allá, también parece estar despertando y empieza a observar aquel paisaje postapocalíptico con estupor.
Álix se masajeó las sienes tratando de entreabrir los ojos ante el sol del desierto. La boca aún le sabía a ron con cola y el eco de la disformidad cuando intentó contactar con la mente de sus compañeros. Y sin embargo imágenes distorsionadas, como los retales de una tela desgajada asaltaban sus recuerdos en rápidas descargas infernales.
¿Los había matado?¿qué había pasado en realidad?¿Realmente había abierto una puerta a ese mundo fascinante y letal de espíritus del arte encarnado en esculturas de cristal vivo y entes de luz etérea? Un reflejo de la creatividad latente como un corazón ardiente latiendo en el House of yes. Y ahora solo quedaban los fragmentos rotos y desperdigados de ese sueño, junto a los restos de los cadáveres petrificados de cientos de inocentes.
Cayó de rodillas, gritando su dolor y su desesperación por cuanto habían hecho. ¿Como era posible? Solo quería mostrar un mundo de maravillas que pocos se atreven a imaginar, un pedazo de paraíso que arrancara de sus grises vidas a una sociedad enfermiza y conformista. Una chispa que los inspirara para atreverse a soñar, y sus sueños se habían tornado en la peor de las pesadillas.
Las lagrimas caían sobre la arena, perdiéndose como si nunca hubieran existido. Cuando vio a Eve se acercó a ella, sin dejar de sollozar desconsolado y lleno de ira sabiendo que en el fondo ellos habían sido los responsables. Niños egoístas jugando con poderes que escapaban a su conocimiento.
- ¿Eve? ¿Eve estás... estas bien?- Su voz flaqueó, respiró de nuevo buscando un gesto de asentimiento, una mirada de complicidad... maldita sea hasta un grito o una bofetada. Algo que le permitiera saber que su compañera, su amiga, su hermana de la calle estaba viva. Entonces... una respiración.
Estaba bien, Eve estaba viva, pero no encontraba a nadie más. Necesitaba saber qué era ese extraño mundo en el que habían sido vomitados. ¿Estaban realmente más allá del espejo? ¿Habían sido expulsados a un mundo de las maravillas, como Alicia persiguiendo a su conejo? ¿También se verían obligados a huir de una reina asesina y psicótica?
Demasiadas preguntas, y estaban en peligro. Si querían salir de esta con vida necesitaban más información. Apretó los puños con fuerza y secó sus lágrimas con rabia. Se despojó de su camiseta, dejando que el sol invisible de un cielo imposible se reflejara en el sudor que resbalaba por sus músculos de atleta. Respiró hondo y empezó a bailar. Movimientos alternados al principio, vacilantes en las enormes dunas de arena blanca. Luego posó su mano en el suelo propulsándose en un molinete, un salto, dos piruetas. Y al ritmo de un metrónomo invisible empezó a acelerar, como el latido de la propia tierra, deslizándose por las curvas del suelo, saltando por encima de las dunas conectando con el latido primordial de aquel mundo extraño y fantástico .
Si, soy un adicto XD
lo de siempre
paradigma: Todo es caos
Herramienta: Baile
Efecto: extender mis sentidos para comprender donde estoy, lo que hay y buscar en los alrededores. Una especie de visión mental extásica a vista de pájaro XD
Esferas: espiritu 1, mente 1, materia 1
Tipo de tirada: Ritual medio
PD: Brutal los videos que pones, todo un descubrimiento este artista, añado algo de mi cosecha al ambiente :p
Apenas notaba su cuerpo. Parecía estar en una cama, con un sol de mañana que te cagas. Joder, tendría que haber corrido las cortinas al acostarse.
Uf
Debía de haber bailado toda la noche y algo más para sentirse así. Eve ladeó la cabeza, sin querer despertar. Tragó saliva y sintió ¿polvo?
Un golpe de tos la sacó de su parálisis. Sintió la arena al arrastrar sus brazos para levantarse, la gravilla pinchando todo su cuerpo; el brusco movimiento la hizo sentirse del revés y casi se echa encima todo el alcohol... No ¿las pastillas? Mierda Eve ¿es que te has dormido y despertado en pleno viaje? Abrió los ojos y tuvo que cerrarlos por la claridad. ¿Había visto figuras frente a un horizonte blanco? Y gritos, sollozos. De pronto, otro mareo. Recordó su cuerpo correr y...
No no
Trató de levantarse pero tenía una pierna dormida hasta una altura que no sabía que fuera posible. De pronto su mente veía todo lo que había sucedido, o algo así. Los vasos sobre la barra, sus pies impregnándose de pintura, Red y su rotulador, ella agachándose a recogerlo, la medusa, un par de... ¿tetas de fuego?
De pronto el sol dejó de picar y al alzar la vista hacia él, una figura a contraluz lo tapaba.
- ¿Eve? ¿Eve estás... estas bien?
Álix. Él la miraba con la cara llenita de lágrimas como un niño chico. Ella le dedicó una mirada leve y aprovechó para girar su cabeza y observar dónde estaban. Aquello parecía un escenario de guerra.
La que has liado hijo de perra
Sin mirarle, claramente aun algo desorientada, consiguió alzar una mano y mostrarle el pulgar hacia arriba. Recordaba haberle intentado parar en el House of Yes con su Fuerza. Ahora podía terminar aquel asunto, pero no parecía la mejor opción.
Vamos, espabila
Decidió alejarse de Álix, levantándose sin el más mínimo estilo y empezó a dirigirse hacia uno de los incrédulos que compartían con ellos aquella pesadilla. Álix parecía volver a las andadas y ella decidió no mirar.
No pudo evitar detenerse ante un cristal roto que debía de haber pertenecido al House of Yes cuando aun existía y mirarse. Aquella ropa con toda la tierra era un maldito desastre. Se acicaló el pelo y echó a andar. Cuando una dispone de armas, a veces ni siquiera es necesario usar mayor arte que gestos y sonrisas. Aun así...
- ¡Eh!
a ver si lo pongo biennn: Eve usa Mente, con la voz como instrumento para atraer la atención de los durmientes, cual ángel rubio salvador al rescate (: Añade fuerzas al efecto para amplificar su voz y afectar al mayor número de personas
Motivo: Areté Eve
Dificultad: 5
Tirada (3 dados): 4, 10, 10
Éxitos: 2
Motivo: Baile Alix
Dificultad: 6
Tirada (9 dados): 6, 9, 5, 10, 4, 1, 9, 1, 7
Éxitos: 3
Motivo: Areté Alix
Dificultad: 3
Tirada (3 dados): 2, 5, 3
Éxitos: 2
Tirada oculta
Motivo: Percepción Alix
Dificultad: 6
Tirada (2 dados): 3, 3
Éxitos: 0 Fallo
Tirada oculta
Motivo: Percepción Alix
Dificultad: 9
Tirada (2 dados): 4, 2
Éxitos: 0 Fallo
Tirada oculta
Motivo: Percepción Alix
Dificultad: 9
Tirada (2 dados): 1, 6
Éxitos: -1 Pifia
El calor abrasador de los astros reflejado en el níveo paisaje hace que su cuerpo se bañe en sudor, conforme va aumentado la velocidad el baile se hace más extenuante, pero con cada nuevo giro y pirueta Alix siente como sus sentidos se van abriendo un poco más hasta que, cual Derviche que entrara en trance, su consciencia se expande más allá de lo posible y es capaz de verse a sí mismo y lo que lo rodea desde el aire, como si observara una pintura, o más bien, una imagen digital con todo lujo de detalles en 4K. Tiene la absoluta certeza de que las montañas de color carmesí que los rodean son pedazos del Gigante Rojo que explotó, y puede incluso determinar a qué parte de su anatomía corresponde cada pieza de entre las que se encuentran cerca. Lo mismo le ocurre con los escombros desperdigados que habían dado forma al House of Yes… Luego están los cuerpos y, eso es nuevo pare él, una sensación que nunca había experimentado antes pero que se hace patente en este nuevo mundo extraño; es capaz de sentir las vidas, cual verdades en su mente, de aquellas almas perdidas que han naufragado junto a ellos. Tiene la sospecha de que, si prestara un poco más de atención, si se concentrara sólo en ellos, uno a uno, en lugar de buscar una visión más general de todo aquello cuanto le rodea, podría incluso determinar el estado de salud de cada cual. Luego están las mentes ligadas a esos cuerpos, es capaz de experimentar sus emociones superficiales; la confusión, el miedo, y la desesperación de aquellos que están heridos. Las sensaciones le asaltan como un torbellino, una cacofonía de impresiones que le hacen perder el equilibrio y caer al suelo.
Antes de sucumbir al dolor que le producen tantas percepciones mezcladas Alix es capaz de ver a su compañera acercándose a los durmientes y como estos, ante el eco de su llamada de atención reverberando en todas partes, empiezan a salir de sus escondrijos para rodearla, cual creyentes que han presenciado un ángel que les promete la salvación del infierno en que han caído. Eve no se había dado cuenta, pero el acto de pararse a acicalarse mirándose en aquel improvisado espejo tuvo un efecto en su imagen; su ropa ahora luce perfecta, sin rastro de polvo ni arrugas, su cabello áureo resplandece, sin un sólo mechón fuera de su sitio, y su rostro, embellecido con un ligero maquillaje, muestra la frescura de quien acaba de darse una ducha y arreglarse para irse de fiesta. Podía decirse incluso que su figura proyecta un aura dulce, como si toda su imagen reflejase la visión que en ese momento tiene de sí misma.
Los incrédulos empezaron a rodearla. Eve identificó a una de las dos chicas que le había estado azuzando a Álix durante la noche para que bailaran. Estaba totalmente demacrada. La otra no llegó con ella así que probablemente estaría muerta. Cada cual era un nuevo horror. Vio extremidades amputadas, un chico andando con el cráneo abierto como un jarrón, masas de carne que ya no se movían. A lo lejos se veían algunas de las pobres víctimas del árbol de los recuerdos. Los desgraciados intentaban controlar incansablemente unos cuerpos de los cuales ni siquiera tenían conciencia que fueran suyos. Todos parecían perros de perrera.
Los incrédulos la miraban. A veces se le hacía muy agobiante pensar en esta clase de ser. Podían ser divertidos, interesantes y estupendos para una buena fiesta. Pero pensarlos, en sus existencias desechables, lejos del Chi por completo, en un tiovivo que sube y baja y da una vuelta y otra y ves a tu mamá y a tu papá y te sonríen siempre con amor cuando les visitas y arriba y abajo... uf.
Iba a necesitar ayuda con ellos. Beat, Red, Blue, Diabolique, Arthur. No veía a ninguno.
Mala cosa
Se dio la vuelta para reencontrar su mirada con Álix. No distinguió bien su danza porque el sol fue a encontrarse de nuevo con sus ojos. Al apartarse no consiguió esquivarlo y un segundo que miró al cielo para localizar al astro quedó cegada no por uno, sino por dos malditos soles. De nuevo orientada hacia los durmientes, con los dedos apretando sus párpados, tragó saliva sintiendo ahora sí el fluido humedecer su boca y alzó la voz.
- Necesito que me atendáis todos y que lo hagáis bien. Vais a agruparos y a esperar mis ordenes. Ni uno se aleja. Nosotros solucionaremos esto podéis confiar en mí - su voz aguda dio paso de nuevo a la del desierto durante unos mínimos instantes - Relajad vuestras mentes, respirad profundamente y esperad - añadió invadida por su faceta de maestra de yoga.
Ni siquiera aquel apocalípsis les habría despertado a la energía y la verdad pura del mundo; más bien algo les había arrastrado dentro de sus camas y les había puesto a flotar en medio del mar. Pobres, seguramente todos necesitarían su ayuda para encontrar la paz con su mente y sus cuerpos.
Iba a alzar de nuevo la voz, pero las sensaciones con las que había despertado aun revoloteaban en su cabeza y un reflujo poco acertado... convirtió su voz en una vomitona en frente de su audiencia. No quiso abrir la boca de nuevo por si acaso repetía.
Al ver su bilis chapotear alegremente sobre la tierra blanca sintió un atisbo de extrañeza. Quizá estaba un poco jodida para abusar de su arte, así que esperó con las manos en las rodillas y la mirada baja. Tardó unos segundos en darse cuenta que ya no vestía igual que antes. Aquella nueva ropa era extrañamente acertada, tan de aquella primavera en que "viajó" sola (como siempre) recorriendo la costa. La arena de la playa era igual a la del desierto.
Llevaba unas mallas cortas negras y una camiseta negra de manga larga que había cortado tiempo atrás y convertido en crop top. En los pies unas buenas zapatillas blancas, tochas y con un diseño que le encantaba. Además con ellas podía saltar que flipas.
Raro que te cagas
- ¡Álix! - gritó volviéndose de nuevo hacia atrás.
Las imágenes empezaron a dar vueltas en su cabeza como un caleidoscopio de colores. Emociones, sonidos, las percepciones del gigante imposible de red, el coloso desperdigado en pedazos por un horizonte imposible de arena blanca bajo un cielo extraño.
Entonces cayó al suelo, dejando que su mente racional diera explicación al momento de verdad que el arte había despertado en su alma adormilada. Se sentía como el niño que daba sus primeros pasos, abalanzándose sin control para caer de nuevo en el suelo. Y sin embargo, debían seguir avanzando.
La voz de Eve, llena de autoridad y fuerza lo llamó despertándolo de sus ensoñaciones. Estaba allí, cubierta de luz con la mirada transparente y respirando paz y verdad. Se acercó, olió su camiseta sudorosa y tras apartar la nariz con el gesto torcido decidió atársela al cinturón.
- Estamos más allá del espejo. En el mundo reflejo donde nuestros sueños y pesadillas conforman la realidad que nuestras almas sueñan de noche.
Le dijo a Eve sentándose a su lado y susurrándole a la oreja mientras saludaba con la cabeza al resto de durmientes.
He podido vislumbrar a los perdidos, la mayoría están aquí a salvo gracias a tu aura, y confío que el resto no tarden en llegar. Pude ver los restos desperdigados del coloso carmesí que bullía en la mente de red. Desconozco si la catarsis de los despertados lo destrozó o fue su muerte lo que nos proyecto abriendo las puertas del país de las maravillas.
Dijo con una media sonrisa.
- Sea como fuere no volveré a meterme en la cabeza de nadie. Supongo que no todo el mundo es tan exhibicionista como yo. Y puede que interrumpiéramos el complejo ritual de Beat con todo lo que empezamos a meter en la olla. Debemos ayudar a esta gente a encontrar de nuevo el camino a casa. Después dejaremos que los brazos de morfeo los convenzan de que fue todo una pesadilla. Aunque la pérdida de una sola alma inocente es un crimen que deberemos asumir como cicatrices por el resto de nuestros días.
La voz siempre alegre y casi cómica de Álix se torno gris por unos instantes. Llena de tristeza y dolor cubiertos por la plena consciencia que el mal que había provocado nunca lo podría curar. Aunque si unos meros niños despertados eran capaces de tales pesadillas, puede que el tiempo y la experiencia les permitiera crear un lugar de verdad y luz en un mundo consumido por las sombras.
- No he visto a Red, Blue, Arthur o Diabolique.. lo más probable es que quedaran atrapados al otro lado del espejo. En nuestra propia realidad. Intentaré averiguar como salir de aquí. Siempre hay sitios por donde las realidades se separan por capas más finas, como los tornados en Kansas o... Ya lo tengo.
Álix trató de recordar uno de sus libros favoritos. Una obra llena de fantasía y humor, lleno de absurdos que en gran medida iluminó su vida en las horas más oscuras e inspiró su obra hasta el día de hoy. Recordó uno de sus fragmentos favoritos, donde una niña aburrida y hastiada de una sociedad clasista y encorsetada se dejaba llevar por su propia búsqueda de la verdad. Con voz vacilante al principio, fue recordando poco a poco los versos de poder que le permitirían buscar algún lugar desde donde saltar de nuevo al vacío, hacia su propia realidad.
- "Un momento más tarde, Alicia se metía también en la madriguera, sin pararse a considerar cómo se las arreglaría después para salir. Al principio, la madriguera del conejo se extendía en línea recta como un túnel, y después torció bruscamente hacia abajo, tan bruscamente que Alicia no tuvo siquiera tiempo de pensar en detenerse y se encontró cayendo por lo que parecía un pozo muy profundo."
Efecto: Buscar un sitio donde la celosía sea más leve y a ser posible un lugar de paso
Paradigma: Todo es caos
Instrumento: Literatura (Voz)
Habilidad que ayuda a el arte: Carisma + expresión
Tipo de ritual: Extendido medio
PD: Sorry la tardanza finde complicao
Eve alzó su mano derecha para hacerle de visera. Observó a Álix avanzar, vacilante, y no perdió detalle de su manera de exhibirse. Cuando tuviera tiempo de que le subiera la lívido se acordaría de aquella imagen.
Avanzó un par de pasos hacia él, dejando a los incrédulos y su pota blancuzca detrás.
Él se sentó en uno de los escombros que decoraban el paisaje y ahí, cerca de su oído, empezó a hablarla en susurros.
- Estamos más allá del espejo. En el mundo reflejo donde nuestros sueños y pesadillas conforman la realidad que nuestras almas sueñan de noche.
He podido vislumbrar a los perdidos, la mayoría están a salvo gracias a tu aura
¿Qué?
Álix la hablaba demasiado rápido o acaso la mente de Eve aun iba ralentizada, pero no atendió bien después de oír aquello. Mientras recuperaba el hilo empezó a mover la lengua dentro de su boca y giró su cabeza para escupir lo que quedaba del sabor del vómito.
...con todo lo que empezamos a meter en la olla. Debemos ayudar a esta gente a encontrar de nuevo el camino a casa. Después dejaremos que los brazos de morfeo los convenzan de que fue todo una pesadilla. Aunque la pérdida de una sola alma inocente es un crimen que debemos asumir como cicatrices el resto de nuestros días.
Le miró fijamente. El gesto que puso Álix hizo que no metiera más leña al fuego, al menos en aquel momento. Sus ojos aun estaban rojitos.
- No he visto a Red, Blue, Arthur o Diabolique.. lo más probable es que quedaran atrapados al otro lado del espejo. En nuestra propia realidad. Intentaré averiguar como salir de aquí. Siempre hay sitios por donde las realidades se separan por capas más finas, como los tornados en Kansas o... Ya lo tengo.
- Ehm… - Le salió la voz floja y ya que él había dejado de atenderla para pensar a saber qué, se quedó unos segundos con la palabra en la boca – Álix espera- Sus ojos se movieron al percibir un movimiento. Era un destello de color en la arena. Avanzaba como la sombra de una nube detrás del torso desnudo del graffitero. Aquello la hizo distraerse unas milésimas de segundo. Su movimiento la hizo descubrir, en el cielo lejano, la figura de la ballena que nadaba por el firmamento. Parecía una piedra preciosa. Como si a una deidad de otro mundo se le hubiera caído el pendiente.
- "Un momento más tarde, Alicia se metía también en la madriguera, sin pararse a considerar cómo se
- Álix – dijo en un casi grito- Espera, para –le ordenó mientras le agarraba de los hombros para interrumpirle- Necesito que pares un segundo y hables conmigo. ¿Qué es lo que sabes de este lugar? Joder, tenemos que ayudar a esta gente ¿Los has visto? -casi se enciende, dejándose llevar por todo el estrés de la situación, pero decidió rebajar su energía- Tenemos que ayudarles, antes de nada.
perdón yo que he tenido la semana liada ://
Así pues, estaba pensando (tan bien como podía, porque el calor la había dejado soñolienta y atontada) si el placer de tejer una guirnalda de margaritas la compensaría del trabajo de levantarse y coger las margaritas, cuando de pronto saltó cerca de ella un Conejo Blanco de ojos rosados.
No había nada muy extraordinario en esto, ni tampoco le pareció a Alicia muy extraño oír que el conejo se decía para sí mismo: «¡Dios mío! ¡Dios mío! ¡Voy a llegar tarde!» (Cuando pensó en ello más tarde, decidió que, desde luego, hubiera debido sorprenderla mucho, pero en aquel momento le pareció muy natural). Pero cuando el conejo se sacó un reloj de bolsillo del chaleco, lo miró y se apresuró, Alicia se levantó de un salto, porque comprendió de golpe que ella nunca había visto un conejo sacándose un reloj de su chaleco, y, ardiendo de curiosidad, se puso a correr tras él por la pradera, y llegó justo a tiempo para ver cómo se adentraba en una madriguera al pie del seto.
Y al igual que Alicia en el cuento, Alix pensó en un primer momento que no había nada muy extraordinario en la chica que se cruzó por delante de sus narices, concentrado como estaba en vislumbrar la celosía que rodeaba ese desierto de maravillas en ruinas en el que estaban confinados.
Alix espera
Podía vislumbrar la extraña niebla de fósforo verde que rodeaba aquel mundo. Era densa, y en un primer vistazo no parecía tener debilidad alguna. Al fijarse bien, sin embargo, se percató de que los zarcillos de neblina luminosa, que flotaban desplazados por una brisa invisible, parecían estar compuestos de hileras de caracteres cambiantes, algunos reconocibles, como letras, números o figuras geométricas, otros completamente extraños.
Alix!. Espera para
Fue entonces, cuando miraba alrededor intentando encontrar un hueco en el espesor criptográfico de aquella niebla, desde dónde poder vislumbrar lo que había al otro lado, cuando la chica volvió a colarse en su campo de visión...
Lleva un ligero vestido rojo, que abrochado tan sólo por un botón deja vislumbrar su esbelto cuerpo de piel morena, el oscuro pezón que se insinúa amenazando con saltar desde su escote, las sensuales caderas y los tersos muslos que se descubren al bailar su falda al son del viento del desierto. A parte del vestido y unas botas de cuero llenas de polvo oculta su rostro con una máscara de terciopelo negro, y no hay nada de extraordinario en aquello, pues en el ambiente desenfadado del HoY se podía encontrar, una noche cualquiera, a gente insinuando su desnudez e incluso mostrándola por completo, y muchos esconden su rostro bajo máscaras por la libertad de una identidad velada.
Necesito que pares un segundo y hables conmigo. ¿Qué es lo que sabes de este lugar?
Sin embargo, cuando los profundos ojos de la chica se clavan en él, resaltando como faros verde neón a través del marco oscuro que los rodea, Alix cae en la cuenta de dos detalles extraños… justo un instante antes de que esta desaparezca por el hueco al pie de una de las inmensas rocas.
El primero que aquellos ojos de mirada limpia le resultan extrañamente familiares, más que eso, los conoce a un nivel tan íntimo que ninguna persona podrá igualar nunca.
El segundo la propia máscara, pues en sus formas puede reconocer la cabeza de un conejo.
Joder, tenemos que ayudar a esta gente ¿Los has visto? Tenemos que ayudarles, antes que nada.
Alix hizo caso omiso a las súplicas de Eve. Conocía la mirada de la chica del vestido rojo, pues la había visto en el pasado, muchas otras veces. No le cupo la menor duda; la dueña de aquellos ojos verdes, que otras veces habían sido azules, y otras grises, negros o marrones, y que ahora le invitaban a seguirlos al interior de la madriguera de conejo, no era otra que su Musa, quien se le había aparecido por primera vez poco después de su Despertar. Fue ella quien le reconfortó tras huir de los efectos del talento salvaje con el que se manifestó su arte, de aquellos policías muertos… Fue ella quien lo animó a marcharse, a comenzar su búsqueda, a encontrar un lugar en el que refugiarse y aprender a controlar sus talentos junto a otros como él. Ella lo había acompañado desde entonces, lo había guiado en los momentos difíciles, como aquel, y no podía hacer otra cosa que atender a su llamada, por mucho que Eve tuviera razón en que debían ayudar a los durmientes.
Volvió su mirada hacia Eve, y simplemente negó con la cabaza, con la mirada baja y triste, en un gesto de resignación que indicaba que no podía hacer otra cosa. Después se volvió y se puso a correr tras la chica por las dunas, al igual que Alicia había corrido por la pradera tras el conejo con chaleco y reloj de bolsillo. Miró a su amiga una vez más, antes de meterse también en la madriguera al pie de la roca, sin pararse a considerar cómo se las arreglaría después para salir…
PNJtizo a ALix
La mirada de Álix.
Eve exclamó un chillido interno de rabia. Como el silbido de una locomotora de vapor. El graffitero se había deshecho con un gesto de las manos de Eve, que lo sujetaban por los hombros.
A la rubia se le tensaron todos los músculos y salió despedida tras él, casi pisándole literalmente los talones. Estaba cansada, aturdida, de resaca, desconcertada y en medio de un puto desierto irreal, pero con un cuerpo bien entrenado y alimentado por una rabieta descomunal.
-¡ÁAaaliiiiiiiiiiix! – gritó en el mismo instante en que comenzaba a perseguirlo, como si el polvo despedido por el acelerón bajo sus zapatillas y su aguda voz no fueran otra cosa que residuos de una energía que había acumulado en un instante y que pensaba soltar de una vez sobre el capullo de su amigo.
No tuvo más en consideración a los incrédulos, que la habían visto tomar el control, vomitar frente a ellos, susurrar secretos y luego perseguir a su interlocutor hacia un… ¿hoyo? Si ninguno volvía, su destino sería la muerte. Pero ninguno de los dos despertados pensaron aquello cuando desaparecieron por la madriguera.
Al igual que ocurría en el cuento de Lewiss Carroll, al principio la madriguera de conejo se extendía en línea recta como un túnel, y después torció bruscamente hacia abajo, tan bruscamente que Alix (al igual que Eve tras él) no tuvieron siquiera tiempo de pensar en detenerse y se encontraron cayendo por lo que parecía un pozo muy profundo.
Pero, a diferencia del túnel de Alicia, las paredes de este no estaban repletas de armarios y estantes para libros. Su apariencia era orgánica, blanda y granulosa al tacto, y de un color grisáceo, como pudo comprobar Eve por las veloces luces anaranjadas que lo recorrían en ambas direcciones. A veces venían desde arriba, otras de abajo, un destello cuya fuente parecían ser las mismas paredes del pozo y que lo iluminaba a su paso, cegándola cuando la alcanzaban.
El túnel no siempre discurría hacia abajo, a veces se ensanchaba en espacios más amplios, que formaban una especie de nodos que conectaban con otros túneles similares. Eve flotaba en su interior un instante, para ser despedida a toda velocidad por otro de los accesos.
Continuó así un tiempo, algo mareada por los cambios de dirección y las luces, hasta que fue a dar sobre el suelo…
Sintió el golpe sobre la pista de contrachapado, y vio como ¿su skate? salía despedido. No recibió mayor daño que el de una caída típica al practicar uno de sus deportes favoritos. ¿Qué estaba pasando?, tumbada boca arriba sobre el suelo de madera, pudo ver que el techo estaba pintado con dibujos en los que se reconocía el estilo inconfundible de su amigo, iluminados por la luz que se filtraba a través de las vidrieras.
Se incorporó un poco, aunque continuó sentada, y al examinar su entorno constató que realmente se encontraba sobre una pista de skate, ¡que estaba construida en el interior de una iglesia! ¡Y con las obras del grafitero adornando muros, techos y vidrieras!
Le recordaba mucho al Autum Bowl, aquella otra pista que ella misma había ayudado a construir y Alix a decorar. Sólo que en lugar de una iglesia esta se encontraba en uno de los edificios de “La Ciudad Olvidada”, un complejo de unos 15 almacenes históricos abandonados, en la rivera del East River, un poco más al norte de donde estaba el HoY. Los antiguos edificios medio derruidos del siglo 19 habían pertenecido al Greenpoint Terminal Market, una antigua fábrica textil que en la actualidad era el santuario de skaters, exploradores urbanos, y otros jóvenes que acudían a los conciertos clandestinos e intervenciones artísticas que se celebraban de vez en cuando. También era el hogar de algunos marginados, entre los que se encontraban unos cuantos despertados… y de los chuchos, ¡malditas jaurías de perros salvajes!, acojonaban de verdad… En alguna ocasión habían tenido que salir por patas, pues los Magos que habitaban la Ciudad Olvidada les habían advertido, no en pocas ocasiones, que era mejor no enfrentarse a ellos…
Alix estaba en uno de los balcones que dominaban la pista, junto a la chica con cabeza de conejo. Esta ya no llevaba la máscara, y su rostro era tan bello que Eve pensó que podría inspirar la más hermosa canción de amor, o la más trágica epopeya. Estaban mirando a través de la vidriera decorada, y Alix la golpeaba con el puño con gesto airado.
- Espera un poco Alix – le dijo la misteriosa Musa poniéndole una mano sobre el hombro para calmarlo - tienes que aprender a pensar antes de actuar… tómate tu tiempo para observar lo que ocurre y sabrás lo que debes hacer-
El descenso por aquel estómago gargantuesco,
la caída por aquellas lombrices invertidas bioluminiscentes,
la bajada a través de aquella extraña partida cósmica de volleyball en que Eve y Álix eran ambos la pelota…
…dejó claro una cosa; Las reglas del juego habían cambiado. Pero cambiado ¿a qué exactamente?
Cayó de espaldas y de pronto aquella sensación de parque de atracciones se había disipado. Se incorporó deprisa, tanto que no analizó el estilo de las pinturas. Se estaba obligando a reaccionar al segundo. Era preocupante la velocidad a la que estaba cambiando aquel mundo en el que estaban encerrados. Y más preocupante aún era el hecho de saber que si Álix seguía jugando a ser el niño hiperactivo de la clase, todo iría a peor.
El skate, después de elevarse disparado, volvió hacia su dueña. Eve apoyó su mano derecha sobre él cuando hubo finalizando su lento paseo hasta detenerse a su vera. Alzó la mirada para analizar rápidamente cuál era la nueva situación, aunque no le habría hecho falta. Era como el Autum Bowl de "La Ciudad Olvidada" y ella acababa de caerse mientras patinaba, vale.
Al menos aquí no tenía que preocuparse por unos incrédulos ya muertos.
Tenía otras preocupaciones. Álix ya se había adaptado tan ricamente a su nueva situación e Eve seguía igual de enfadada que antes. Aunque la rubia, acostumbrada a relacionarse con cierta clase de hombres y mujeres, en ocasiones (muchas) tenía ramalazos completamente machistas. Su enfado, tras mirar a su compañero, encontró un nuevo objetivo.
Se quedó mirando a la acompañante de Álix, flipándolo. Seguramente habría sido todo culpa de ella. Con esa cara y esa ropa. Había engatusado a Álix hasta allí. Había hecho que dejara de escucharla a ella.
A mí
Pues se iba a enterar. Eve estaba dispuesta a parar todo esto de una vez por todas.
Echó a andar mirando hacia el balcón.
- Hola Álix, cariño ¿te acuerdas de mí?
Eve llegó al balcón en el que estaba Alix junto a su “nueva amiga” sin recibir ninguna clase de respuesta, el pintor ni siquiera aparto la vista de lo que fuera que estaba mirando. Ella también se asomó (ya le echaría la peta más tarde) y lo que vio a través de la vidriera la dejó loca. Bajo sus pies se podían observar los taxis amarillos, que decenas de metros más abajo parecían cochecitos de juguete, y el ajetreo de gentes en la acera de enfrente, cruzando los pasos de peatones, o deambulando por la plaza como hormiguitas atareadas. Llamó su atención la figura trapezoidal de color rojo sobre la que descansaba un gran número de aquellas personitas. Eso, junto con las enormes pantallas publicitarias, le dio la pista pasa saber lo que estaban mirando, ¡era el puto Times Square!
Alix miraba absorto, intentando descifrar qué significa aquello, ella hizo lo propio; tal como le había aconsejado la putilla con cabeza de conejo tenían que observar para entender, así que esperó con paciencia a que ocurriera algo… y entonces lo vieron.
Los anuncios publicitarios de todas las pantallas de la plaza cambiaron al unísono, y lo que mostraban era lo mismo. Se vio a ella misma, junto con Alix y la Coneja, mirando hacia afuera desde el interior de la iglesia. El video duró tan solo unos segundos, pero para Eve fue suficiente. Pensó que desde el otro lado su vidriera era una de aquellas pantallas, y que tal vez la chica no fuera tan petarda, pues les había mostrado una ventana hacia el mundo real.
Alix no entendió nada - ¡podemos salir! - gritó, y agarró el skate de Eve con la intención de quitarselo para liarse a golpes con el cristal de nuevo. Eve agarró fuerte, pues temía que si se lo arrebataba conseguiría hacerlo pedazos, aniquilando la única posibilidad que tenían de comunicarse con lo de fuera.
Motivo: Per + esoterismo (Eve)
Dificultad: 6
Tirada (6 dados): 6, 9, 5, 9, 3, 1
Éxitos: 2
Motivo: Per + esoterismo (Alix)
Dificultad: 6
Tirada (2 dados): 1, 3
Éxitos: -1 Pifia
Motivo: Quitar patín
Dificultad: 6
Tirada (1 dados): 3
Éxitos: 0 Fallo
nan, tira Fuerza + Artes Marciales dif 6. Alix no ha sacado ningún éxito, así que con qué tú saques uno consigues que no ye lo quite.
Eve agarró con fuerza el patín. Con fuerza rabiosa. Trató de mirar a Álix a los ojos como una niña que después de jugar a las espadas con palos, recibe un golpe fuerte y se encabrona. Si conseguía mantener el skate, quizá le daría un trastazo en la cabeza al graffietero o a su amiga la guapa vestida de ridícula.
La vidriera daba una sensación de altura y adrenalina, muy hecha para Eve, que iba a juego con el forcejeo anterior. Esta vez, la rubia decidió actuar ella primero. Sin pensarlo. Álix no se iba a adelantar como un niño mimado con sus padres siempre detrás, recogiendo lo que él se iba cargando.
Yo no soy tu madre
Se acercó a la vidriera, como si se fuera a lanzar en picado al vacío. Abrió los ojos para ver intensamente a través del velo, manteniendo la mirada fija. Posó sus manos en el entre de los dos mundos. Focalizó su mente, su mirada y su cuerpo en la caída vibrante que había ante ellos.
Trataría de recrear el instante en que las pantallas mostraron sus rostros, de reconectar los mundos. Puso sus manos en forma de gota, uniendo pulgares e índices a la altura de su pecho. Tensó sus piernas, medio dobladas, con los tobillos juntos. Buscaba una fuente de energía que manipular con su Fuerza la fuerza de su mente* para reactivar las pantallas. Sus pupilas estaban fijas en el vacío lleno que tenía delante. Buscando la conexión con cada pestañeo.
Pero una vez que todos pudieran verla de nuevo ¿Qué haría? Si su cara aparecía invadiendo todo Times Square, con que después viniera un logo de Gucci, nadie se percataría de su presencia. Focalizó su Mente en una idea: "hay una chica atrapada al otro lado de las pantallas".
Cambió sus gestos y movimientos hacia algo menos sereno y más animal. Necesitaba que el ritual fuera visceral para que todos miraran y poder llegar a sus consciencias. Pegó su rostro al cristal, sin dejar de mirar, aplastando sus labios y su piel como si pretendiera colarse como una gota a través de la vidriera. Necesitaba que la vieran. Tenía que tomar ese segundo de fama y debía aprovecharlo. Que les vieran. Que les sacaran de allí. Quizá los demás estaban muertos, o quizá se encontraban allí afuera, buscándoles.
¿Se le había ocurrido actuar así a ella sola o lo había visto antes en algún sitio? Esperaba que funcionara. Era una idea buenísima hacer eso con su cara, seguro que toda la ciudad se fijaba en ella ¿De verdad que no lo había visto en ningún sitio?
Al terminar y relajar sus músculos se le pasó por la mente que alguien podría haberla fotografiado en un fotograma luciendo especialmente fea y volverla un meme. Repetiría la acción más veces, si Álix no se entrometía. Así hasta que alguien útil lo viera. No una marabunta de incrédulos. Y saldría preciosa.
Motivo: Agarrar el skate y dar un golpe aleatorio
Dificultad: 6
Tirada (6 dados): 10, 8, 2, 3, 9, 4
Éxitos: 3
Eve usa Fuerzas con su Performance y los Mass media como instrumento para manipular la energía de las pantallas que conecta con su realidad y hacer que vuelvan a mostrales y Mente para hacer aparecer en aquellos que la miran la idea de que hay una chica atrapada al otro lado de las pantallas.
*Narrador: nán los magos normalmente no hablan de las esferas, sólo se usan como sistema, entienden su magia a través de su paradigma y no saben si usan fuerza tal o mente cual para sus efectos.
Eve tiró con fuerza del skate, hacia un lado y hacia arriba, propinando un fuerte golpe a Alix en plena cara. Las piernas se le doblaron por el dolor del impacto y se vino al suelo como un guiñapo, llevándose las manos al rostro que chorreaba sangre; le había roto la nariz… Terpsichore, pues ese era el nombre de su Musa, se agachó junto a él para comprobar si estaba bien.
-¡Me cago en la puta! ¡Te vas a enterar! – se quejó el grafitero. Y ante la intención de este (una vez se hubo recuperado un poco) de levantarse para ajustar cuentas con su amiga, la chica le agarro y le habló con ternura para tranquilizarlo -No pasa nada Alix, ha sido un accidente. Observa lo que está pasando…, por favor-
Eve ya no prestaba atención a la pareja. ni siquiera oía ya sus palabras, pues al sintonizar sus sentidos con la energía descubrió que había electricidad por todas partes. Era como si todo ese nuevo mundo; el ventanal, los muros, e incluso ellos mismos… estuviera formado, en cierto modo, de electricidad. Era como si el patrón de todas las cosas estuviera tejido por finos hilos de energía que brillaban, como la danza de destellos en un cuerpo de agua en movimiento cuando le da la luz del Sol. Solo que los destellos que ahora podía ver parecían evocar extraños símbolos, formando una especie de código que no era capaz de comprender. Un pensamiento loco cruzó su mente era como en la peli de Matrix, pero mucho más sútil*…
Centró su atención en la vidriera y en ella pudo ver el reflejo de las células LCD del anuncio que se veía en el exterior. Sólo tuvo que apagarlas, y la pantalla volvió a ser un simple cristal trasparente tras el que todos podrían verla actuar.
Motivo: Daño
Dificultad: 6
Tirada (4 dados): 3, 6, 2, 10
Éxitos: 2
Motivo: Absorber daño (Alix)
Dificultad: 6
Tirada (2 dados): 4, 3
Éxitos: 0 Fallo
Motivo: Inteligencia + informática
Dificultad: 8
Tirada (3 dados): 4, 3, 10
Éxitos: 1
He tirado daño y absorción por el "patinazo" a Alix.
Tiro también Percepción + Informática para ver si encuentras algún significado en lo que ves. Has oído hablar de la Red Digital por lo que puedes establecer la relación.
Tu efecto sería Fuerzas 2/Mente 3, al ser coincidente la dificultad es 6. Necesitas 2 éxitos mínimo y los adicionales pudes usarlos para ver el número de gente a la que afectas, usaremos una tabla, como en el efecto de Beat. Podemos considerarlo un rito breve, así que puedes hacer tres tiradas de Areté. Puedes tirar también Carisma + Arte (dif 6) para bajar la dificultad. Como siembre, a un mínimo de 3.
Separó la cara del cristal y se limpió la saliva con el dorso de la mano.
“Estamos más allá del espejo”, recordó. El enfado se le había evaporado de golpe, sustituido por una embriagadora vergüenza. Álix había tenido razón todo el rato y había sabido actuar. Les había llevado a una salida. Eve, detrás, sin una explicación por parte del graffitero, había tratado de entorpecerle y mantener un ritmo que no podía asumir.
Estaban en un mundo falso, él se lo había dicho y ella ni siquiera le había sabido prestar atención. Y aquello tenía sentido en la energía que constituía todas las cosas allí, algo que no había presenciado antes.
Se le cruzaron por la mente varios pensamientos que le dieran -a ella- una explicación de lo que estaba viviendo. ¿Estaban fuera del flujo de la energía vital llamado Chi? Quizá no hubiera nada dentro de todo el conocimiento difuso y carroñero que había adquirido a lo largo de su vida que hablara de lo digital. Nada de todo lo que le daba sentido y paz mental a la relación con su Arte le servía ahora. Para ella, todo se basaba en verdades nacidas de la apropiación y reinterpretación de otras culturas, conocimientos que había aprendido con el yoga y gracias a personajillos sumidos en la cultura New Age. Y nada de eso había llegado aún a la movida de Mátrix, al menos que ella supiera. Cuando salieran, comentaría la jugada con algún porrero, trazador o adicto al yoga con los que conectaba a varios niveles.
Este sería un nuevo paso en su montaña personal, que la acercaría a un nuevo grado de iluminación y comprensión de Todo. Había tenido el poder de llegar allí, pues su deseo vital la había conducido. Deseo es poder. No debía tener vergüenza, aunque Álix hubiera sido más listo que ella.
Se acercó al graffitero toda sonrisas, con una actitud como de reírse. Su carita, sus paletos separados que le daban un aire adorable y sus gestos de rubia tonta no solían fallarle.
- Tio lo siento ¿estás bien? Sé que tenías razón. Acabo de sentirlo.
Al verlos a los dos se le pasó por la mente que parecían ya un matrimonio. Iba a ser difícil caerle en gracia a la coneja, pero había que intentarlo. Puso una buena sonrisa. Eve, cuando era simpática, ¡era tan simpática!
- No nos hemos presentado. ¿Quién es
la conejita esa
tu amiga? Yo soy Eve.
Motivo: Performance
Dificultad: 6
Tirada (8 dados): 5, 1, 6, 7, 8, 8, 9, 1
Éxitos: 3
Motivo: Areté
Dificultad: 3
Tirada (3 dados): 4, 10, 7
Éxitos: 3
Motivo: Areté
Dificultad: 3
Tirada (3 dados): 6, 9, 4
Éxitos: 3
Motivo: Areté
Dificultad: 3
Tirada (3 dados): 5, 5, 8
Éxitos: 3
Edito: se me olvidaron los guiones para poner el diálogo jasjaj