Mientras Washizuka se aproximaba con cautela a la mansión, una figura humana se le acercó por la derecha. Se volvió presto para defenderse... pero se encontró para su sorpresa cara a cara con Amano, que iba hacia él con su bastón y su kimono rosa.
el viaje habia sido cansado y mis reservas de sake estaban peligrosamente bajas, entre correr y saltar en carretas para viajar habia quedado poco tiempo para dpormir, necesitaba una siesta... en fin, lo importante es que logre llegar, ahora a salvar a la pequeña aika... quien es ese? -washaskoke... wishascuco... capitan, que haces tu por aqui?-
La repentina aparición del hombre borracho que me ayudó a capturar a Shikyoh me sobresalta. ¿Cómo narices ha llegado hasta aqui y cómo es posible que hayamos terminado ambos en el mismo sitio?. Frunzo el ceño ante esas preguntas internas que formula mi mente y niego con la cabeza. Por lo que parece sigue haciéndose el tonto o el borracho. Estoy seguro que es capaz de pronunciar mi nombre. Pero debe ser una artimaña. Lo subestimé al principio igual que hizo Shikyoh y luego demostró tener una habilidad para el combate fuera de lo común.
- Capitan Keiichiro Washizuka. Del Shinshengumi.- le digo con orgullo y cierta paciencia contenida.- Y usted es Amano. ¿Puedo saber qué es lo que te ha traido justo aqui, a esta mansión?.- pregunto finalmente sin poder contenerme.
Antes de que Amano pudiera responder a las preguntas del capitán, pudieron oír claramente un sonido cerca de ellos. No estaban solos en los aledaños de aquella mansión.
- Fin del capítulo -