Partida Rol por web

"Pues vamos a darle la bienvenida" Le gustaba que le hicieran las cosas fáciles. Siempre sentía un poco de culpa al disparar a otros, incluso aunque fuera estúpido sabiendo que a quienes disparaba no sentirían ninguna culpa por volar sus sesos. Pero ¿con los chicos del gobierno? No, nada de culpa, podrían rogarle por sus vidas que él iba a dormir muy tranquilo por la mañana si conseguía llevarse a cada uno de ellos. Una sonrisa de satisfacción se le dibujo cuando vio el furgón desviarse. "Uno menos y faltan..." Esperaba haber acertado a la cabeza de ese cabrón.

Las luces se apagaron como si fuera el momento previo a una gran obra de teatro. La expectación era similar al menos "Bien Duke" Esperaba que la pareja fuera lo suficientemente inteligente para aprovechar ese momento y desaparecer de allí. -Perfecto - Aceptó manteniendo la cabeza gacha y escuchando con atención a los ruidos de la calle, si Duke conseguía dejarlos sin gomas tendrían que salir de allí, y en cuanto viera aparecer uno, tenía el dedo listo para disparar.

Skull va a apagar el motor del coche y va a mandar a todo su escuadrón que busquen por la zona para ver si encuentran a quien ha hecho el disparo, a la vez que se ponen a cubierto lejos del vehículo.

En la oscuridad, escuchas el motor del coche apagarse y las puertas abrirse, así como varios pasos. Algunos se pierden lejos en las calles mientras que otros parecen dispersarse por las calles cercanas. Suena otro disparo, tanto en la calle como en el teléfono y oyes a Duke chasqueando la lengua.

- Creo que no le he dado... Esto de disparar a oscuras es mucho más jodido y me da que los muy cabrones no piensan encender las luces. Voy a seguir intentándolo, pero hasta entonces espero que podamos ganar tiempo... Mientras no nos encuentren ellos a nosotros...

En la calle donde estaba la guillotina, se oyen también algunos gritos y ves el haz de una linterna moverse por el callejón. Sin embargo, desde ahí no va a poder iluminar demasiado y los que están allí tampoco parece que tengan intención de moverse.

Desde donde estaba el coche se escucha una voz proveniente de la radio, con un acento ruso. 

- Muy bien, justisierros. Habéis conseguido salvar la gran cantidad de DOS personas esta noche. Estarréis orgullosos de vosotros, podéis darros palmaditas en la espalda. Ahorra bien... Si nos quedamos sin una presa, tendremos que buscar otra. Es el siclo de vida naturral durante vuestra fiesta nasional. Y en algún momento tendréis que preocuparros también por vuestra propia vida.

Mientras se oye la voz, también escuchas un fuerte golpe y un crujido en la calle, como si alguien hubiese roto una puerta.

Pasos. Eso exactamente era lo que esperaba oír. Recorrió mentalmente la azotea, recordando donde estaba la escalera de incendio y desde donde podría saltar al próximo edificio cuando lo necesitara. Por algo había pasado los últimos días recordando lo que era moverse por los tejados como cuando era niño, pasar de casa en casa, intentando no ser detectado por algún vecino mal humorado. Claro que entonces era solo un juego, y ahora esa diversión infantil podría salvarle la vida. Apuntó de nuevo hacia donde creía que debía ubicarse alguien a juzgar por el ruido. "Marco..." Esperaba un ruido, un movimiento en las sombras, algo que identificara a uno de esos cabrones. "Dos personas, que sabes tu de lo que vale una persona" Respondió mentalmente a la provocación. Una sola persona había cambiado por completo su vida. "¡Polo!" Pensó en cuando percibió el movimiento que buscaba y su dedo apretó el gatillo. 

Justo después de disparar, escuchas un grito ahogado y un golpe sordo, de alguien cayéndose al suelo. Varios pasos, al lado de donde has escuchado los ruidos, se apresuran en lo que suena como el interior de un portal. Incluso por un momento te parece ver luces de linternas en alguna de las puertas de la calle. Otro disparo resuena por las calles y escuchas a Duke maldecir en voz baja. 

- Nada, no consigo acertarle a las dichosas ruedas. Me da que los muy hijos de puta se han metido en un edificio... - resopla y le oyes moverse - Sé que va a ser jodido y seguramente sea una trampa pero no podemos dejar a esa pobre gente a merced de estos bastardos. Voy a bajar, ¿vale? Si te quieres unir, bienvenido al club del suicidio, y si no... En cuanto lleguen los refuerzos, haced que esos cabrones paguen. 

Después de esto, Duke espera unos segundos a que le respondas pero está claro que tarde o temprano colgará la llamada. 

"¡Diana!" La súbita subida de adrenalina le provocó una sonrisa hasta que el alma se le cayo al suelo. "Mierda" Aquella excitación venía de haber disparado y posiblemente matado a alguien. Un cabrón que no hubiese dudado en cortarle miembro por miembro y darselos a tragar, pero todavía, una persona. "Soy mejor que esto" Había cierto entusiasmo en la caza que te hacía perder noción de la verdadera naturaleza de todo. La línea entre realidad y ficción se desdibujaba con peligrosa facilidad. Salió de sus pensamientos al escuchar la voz de Duke. 

-Escuche que en el infierno te dan galletitas - Respondió a la invitación con una sonrisa que debió oírse en su voz, calzándose el arma y acercándose sigilosamente a la escalera de incendio desde donde podría bajar y a la vez vigilar a esos cabrones. -Pero bajare por afuera, si salimos los dos del mismo sitio, se la pondremos muy fácil - Cuando la comunicación se cortó empezó a bajar con cautela hacia el callejón, aprovechando las sombras para moverse suavemente evitando hacer cualquier ruido, y la vez aguzando sus sentidos para intentar descubrir cualquier movimiento en la oscuridad.

- ¡Jajaja! Si fuera así, habría menos cabrones vivos. Pero no te preocupes, si pasamos de esta noche nos vamos a por galletas igualmente. - responde Duke, conteniendo la risa para no hacer demasiado ruido - Está bien, nos vemos abajo. 

A medida que vas bajando, con tus ojos ya acostumbrados a la oscuridad de la calle, los ves. Hay tres soldados fuera, medio agazapados en la calle perpendicular a donde dejaron el furgón. Casi a la vez que llegas al suelo, escuchas la puerta de vuestro edificio, por donde seguramente ha salido Duke. Pero por suerte para vosotros, parece que no os han oído ni visto a ninguno.

La respuesta de Duke le ensanchó la sonrisa, y negó levemente con la cabeza para sí. Estaban en una jodida cacería humana y aún así el guacho era capaz de comportarse como si estuvieran bebiendo en un bar. Tenerlo de compañero había sido una bendición, con suerte le ayudaría a conservar un poco de su salud mental. Aunque al ver a los tres cabrones de la calle la emoción desapareció de su rostro como si hubiera sido una ilusión. Los estaban esperando, tres, contra dos. Aún contaba con la protección del callejón. "Nunca fui bueno en los casinos" Apuntó con cuidado y esperó hasta tenerlo fijo en la mira antes de apretar el gatillo, con suerte, le daría a Duke un tiro sorpresa. 

El tiro de Nicolás pasa rozando el casco de uno de los soldados, alertando a Skull y a sus dos compañeros de tu presencia. Después del disparo, Skull es capaz de ver una sombra recortándose contra la fachada de uno de los edificios, cerca de la escalerilla de incendios. Los soldados se preparan para el inminente tiroteo...

El miedo es lo que mueve a los cobardes... Y eso que llaman valentía a los idiotas. Skull sonrió bajo su máscara al escuchar ese primer disparo, viendo que por fin esos cobardes habían pasado a ser idiotas. Se pegó rápidamente contra una pared, utilizando alguno de los portales como refugio para evitar las balas. ¿Cuántos son? Al girarse, su sonrisa se ensanchó al ver que solo era uno. Un chico con la muerte pintada en su cara, igual que él. 

- Desde luego que esto va a ser interresante. - murmuró, disparando contra él. Sería una pena acabar con él de un solo disparo, tal vez por eso dudó y no apuntó todo lo que debería. Quería cazar a esa otra "muerte". Esta era su Purga y quería divertirse.

"¡Mierda!" Se volvió de inmediato pegando su cuerpo a la pared y modulando una cantidad significativa de insultos sin hacer un solo sonido. Estaba seguro que tendrían que haberlo visto después de que tan amablemente les había tirado una bengala a la cara. Solo le faltaba el cartel de neón señalando sobre su cabeza "IDIOTA AQUÍ". Sus sospechas se confirmaron cuando escucho el tipo apenas un instante antes de que la bala atravesara su cuerpo. -Forrodemierdacomoduele - Murmuró apuntando de nuevo, o le volaba la cabeza entonces o.... esperaba escuchar pronto otro disparo. Pero después de haberle hecho un agujero, no iba a ser tan descortés de dejarlo irse con las manos vacías. 

Aunque la bala de Alexei sí termina por impactar en el cuerpo de Nicolás, la bala de éste no llega a alcanzarle... Pero sí a alcanzar a uno de los otros dos soldados, que cae de espaldas con un gemido sordo. Al otro lado de la calle, se escucha otro intercambio de disparos y otro golpe sordo contra el suelo. 

Tantos camaradas y todos tan inútiles. Parece que ninguno recuerda el olor de la pólvora o la sangre cayendo por la nieve... Ninguno excepto yo. Y ese niño no parece que se vaya a rendir. Será entretenido... La bala esta vez va contra la pierna, intentando hacerle caer pero no muerto, no. Tengo otros planes para él.