Partida Rol por web

Traté de sonreís. Los adultos por alguna estúpida razón siempre sonreían a los niños. Luego traté de ser dulce con ella pero yo no sabía ser dulce, así que dije lo que me surgió. Corrí hasta elle, y la agarré por los hombros. 

- Niña. Necesito que me lleves hasta el cubo. ¿Crees que puedes hacerlo? - Pensé que quizá no sabía de lo que le hablaba. Deseé no tener que explicarle cómo era el juguetito del señor Demonio.

No voy a apartarme.- dijo poniendose en mitad del pasillo, tenia que darle tiempo a Rachel.- No vas a hacer daño a nadie mas, vas a irte y a dejar a Jeremiah en paz... vas a hacerlo o voy a patearte el culo, ¿Me oyes Oni?

La niña asintio.

Solo corrio por el pasillo esperando que la siguieras. Entro en una habitacion, la de Orphen. Cuando llegaste tu la niña estaba parada en mitad del cuarto.- Esta aqui... detras del espejo.- dijo señalando un espejo sobre un bonito tocador. Al mirar el espejo viste como si algo se retorciera detras del cristal, esperando que te acercaras.- Pero es peligroso tocarlo...

Hanna irradiaba luz, tal vez fuera su fe increbrantable u otra cosa pero era como agua fria para un gato. Venganza se debilitaba delante de ella, Jeremiah podia volver a tomar el control con poco esfuerzo.

La criatura dio un paso atrás como si algo la cegara, se llevó las manos al rostro y las llamas se extinguieron poco a poco. Las rodillas de hueso crujieron al golpear el suelo y la silueta se encogió como si estuviera sufriendo un dolor terrible. Poco a poco, luego a una velocidad pasmosa los órganos empezaron a crecer dentro del pecho de la criatura, luego músculos, nervios y arteras aparecían mientras la cosa gritaba y gemía con voz casi humana. Lo último en aparecer fue la piel que se extendió negra sobre la carne sangrante. En apenas un minuto Hanna tenía delante de si a Brown que apenas podía mantenerse consiciente.

-¿Hanna?- Preguntó con voz débil mientras traba de incorporarse sin éxito.-

Miré al espejo. Necesitaba algo para coger aquel cubo. Nuestro "Ángel" había dicho que utilizara una tela o algo similar. No tenía tiempo y traté de hacer lo primero que pasó por mi cabeza, me quité la camiseta y moví espejo, por precaución, usando la tela para no tocar nada con mis manos. Primero posé la mano a través de la tela despacio, para comprobar si me quemaba o algo así, y luego busqué el cubo, debía envolverlo, seguramente la camiseta no fuera suficiente asi que busqué alguna tela o chaqueta a mi alrdedor que pudiera usar como refuerzo y me dispuse a coger el cubo.

Joder, ni si quiera había pensado que hacer cuando lo tuviera, pero debía decidir algo cuanto antes...

Hanna corrio a socorrer a Jeremiah, lo abrazo con ternura contra su pecho.- Ya esta Jeremiah, no te preocupes, vamos a salir de aqui. ¿Puedes andar? Apollate en mi, te llevare a una habitacion, podras tumbarte un momento. Aqui no es seguro quedarse.

Berlin comprendio que querias hacer. Fue al baño de la habitacion y te llevo una toalla grande.- Ten cuidado.- dijo la niña con voz temblorosa.

Con la mano palpaste y sentiste como si algun reptil pasara sobre tu piel, aunque no viste a ninguno hasta que al final notaste algo con forma de un cubo perfecto.

Lo sacaste con cuidado. Irradiaba luz en su interior y atraves de la tela notaste como si contuviera la energia de mil mundos concentrada.

- Es la cajita de musica.- susurro la niña reconociendola pero no era necesario. Comenzaste a recordar... recordar quien eras y tus poderes, desde tu infancia hasta el nacimiento de tu hijo, todos los sentimientos arrastrando tu mente como un tsunami.

Estoy bien... solo necesito unos segundos para recuperarme -Susurró-.

Se apoyó en las rodillas y trató de levantarse. Se sentía como su hubiese pasado la vieja pista americana de su regimiento. Empapado en su propio sudor las piernas fallaron y casi cayó de nuevo. Se agarró al hombro de Hanna. Al darse cuenta de que la estaba tocando apartó la mano casi como si quemara.

Vamos, sigamos... Que... -Tomó aire para continuar- ¿Que está pasando?

Hanna zuncio el ceño.- ¡Ya vale, Jeremiah!.- dijo Hanna abrazandole para ayudarle quisiera o no.- Me has tocado mucho mas que un hombro, dejate de tonterias ya. No soy contagiosa, no quemo y no muerdo asi que comportate como un adulto.- le exigio.

Rachel a ido a por el cubo, no se donde estan los demas pero el helicoptero va a venir a recogernos ensegida. Tenemos que subir a la azotea.

Me temblaron las rodillas cuando llegaron a mi todos los recuerdos. Con la caja de música en la mano, cubierta por una toalla. Sabía que debía darme prisa, pero aún así me quedé un momento paralizada, sin saber que hacer. Luego me recompuse, miré a la niña.

- Niña, ¿No sabrás por casualidad como podemos librarnos de esto, verdad? - Pensé que lo mejor era sacarlo de allí cuanto antes, asi que me dispuse a salir de la habitación mientras trataba de pensar qué podía hacer con ello. Si no sabía como destruirlo seguro que podía esconderlo hasta que consiguiera hablar con alguien con los conocimientos suficientes. Pensé en Stark, en mi hijo... ¿Sería en algo como su padre? ¿Sabría qué hacer con esto? No quería arriesgar su vida, bajo ningún concepto. 

A regañadientes y aún débil Brown se limitó a asentir y a seguir a Hanna allí donde le llevase. La seguía de cerca pero no decía nada, su mente parecía perdida en pensamientos muy, muy lejos de la compañía de la mujer.

Hanna acompaño a Jeremiah y casi le obligo a tumbarse un momento en una da las camas de la suit. No sabia donde estaban el resto de sus compañeros pero solo le preocupaba Jeremiah en ese momento.

- He perdido mi espada, no puedo hacer gran cosa sin ella... pero voy a buscar a los demas y nos marchamos de aqui... esto es de locos, los oni estan sueltos...