Nimruil soltó una risa rasposa.
Ay amigo, creo que lo tienes tú mas fácil por criticar, que yo por salvar un bebé humano... ironías de la vida, eh? De nuevo rió otro poquito, sin llegar a abrir la boca. Me parece que Celestar no hace milagros tan abiertamente desde que se creó el mundo.
Le dio una palmadita.
Bueno qué... ¿Hacemos esas oraciones juntos? Miró al chico Tal vez quieras unirte. Posiblemente estas no las hayas escuchado nunca. Éstas son... la verdadera esencia de Celestar
Clemence sonrió. Rezaría, y hacerlo en presencia de Nimruil sería un honor para él. No contestó a las dudas del drow sobre los milagros de Cellestar, pues en estos momentos oscuros la duda era una bendición y la certeza, la esencia del mal. La fe precisamente se había comenzado a pervertir cuando las creencias dejaron de ser tal.
Se sentó en el suelo con las piernas cruzadas y apoyó la espalda en la fria pared. Cerró los ojos, aún húmedos por lágrimas de tristeza y alegría por igual. Rezar parecía lo más adecuado, lo apropiado. Había muchas cosas por las que rezar.