Mientras las fuerzas ancient inician la retirada un mensaje llega a todos ustedes.
Descansen valientes defensores de la tierra, el resto corre de nuestra cuenta, soy el almirante Claymore Phoenix de la segunda flota de la coalición interplanetaria y es un verdadero privilegio para mi darles la bienvenida a la Coalición, el día de hoy le han causado un enorme daño al imperio ancient y será todo un privilegio para mi contarlos entre mis aliados en la batalla.
Nosotros los valor reconocemos el potencial de la tierra y sumamos nuestro voto al de los nier y los kladix para acoger a la tierra en la coalición, con esta acción, no sólo han ganado el respeto de nuestra raza, sino de muchas otras. - dice la transmisión mientras muchos cazas se despliegan para dar caza a las pocas unidades ancient que aún seguían presentando alguna resistencia en la superficie de la tierra.
Al ponerse el sol, el combate ya había concluido con la derrota de la flota ancient y la nave insignia de la coalición aterrizaba en una de las instalaciones de la ONU a dónde fueron conducidos todos los pilotos y oficiales de AEGIS.
Varias vidas se perdieron en la refriega, entre ellas las de Rovel, SHAD y Vincent, quienes fueron reconocidos como héroes de la tierra y de la propia coalición al igual que Hellen y Friederich.
Los siguientes meses fueron críticos para la tierra, pues varias misiones de la Coalición fueron llegando e instalándose en distintos puntos del planeta para compartir tecnología e instalar defensas de todo tipo en el planeta, así como para construir una instalación que se convertiría en el primer astillero de la nueva flota de combate de la tierra en donde se construyeron varias naves muy similares al Avalon, las cuales se convertirían en la vigésima flota de la coalición.
El Avalon fue reparado y potenciado para convertirse en la nave insignia de la tierra, el comandante Chmielecki fue ascendido al rango de almirante de flota mientras que la Dra. Vasiliev fue nombrada representante de la tierra ante lo coalición, obteniendo un lugar permanebte en el Concejo de Defensa.
La actuación de los humanos ante los ancient impresionó tanto a la Coalición, que básicamente todo el senado coincidió que la tierra tenía más que merecido un asiento en el Concejo de Defensa.
Una vez creada la nueva flota de la tierra, todas las naciones empezaron a designar soldados profesionales como nuevos pilotos de la segunda generación de mechas de combate que fueron producidos en masa, pero estos nuevos pilotos necesitaban la guía de los pilotos originales y aunque en un inicio fue un verdadero desafío, la capitana Ekatrina no tardó en ganarse el respeto de esta nueva generación de pilotos.
Por su parte, al encontrarse la tierra a salvo, Natasha se retiro a Rusia en dónde llevaría una vida bastante acomodada hasta el final de sus días siendo reconocida como una heroína nacional al igual que Tanya y Ekatrina.
Michael continuó en el servicio activo y, aunque no se encargaba de entrenar a los nuevos pilotos de forma directa, sí que los destrozaba en el simulador, pues pese a que ellos tenían mechas de última generación y un entrenamiento militar formal, poco podían hacer contra la experiencia del inglés quien se casó con Hiroko y permaneció a su lado hasta el nacimiento de su hijo, para luego asumir su lugar como nuevo comandante del Avalon, bajo el mando del almirante Chmielecki.
Michael era consciente de que sus nuevos deberes pronto lo llamarían a salir del planeta a combatir al imperio ancient, pero una duda le asaltaba, ¿Hiroko lo acompañaría o escogería quedarse en la tierra junto a su familia?...
Bueno chicos llegamos al final, pueden escribir sus epílogos como mejor prefieran, el final de Michael va a depender de lo que escriba Hiroko en el suyo.
Tras la batalla Alanya procuró pasar medio desapercibida, aunque fue complicado con todos los medios detrás de ellos buscando entrevistarles o cualquier noticia al respecto. Ella solo quería estar con Elliot que fue ascendido por su contribución en la investigación de nuevas tecnologías. La verdad es que sería complicado que regresara en un futuro a la lucha activa ya que sus capacidades eran muy apreciadas en otros frentes.
Siguieron juntos, viéndose cuando podían, por un tiempo, pero Elliot cada vez estaba más sumergido en su trabajo y poco a poco la relación fue enfriándose. No fue realmente un adios, pero ya nunca fue como antes.
Alanya no sabía tampoco que hacer con su futuro. Pidió un permiso para regresar a su hogar y fue calurosamente recibida por los suyos, un pequeño reducto que apenas conseguía sobrevivir entre los restos de lo que antaño fue una próspera comunidad. Frente a los restos de la ciudad depositó una flores en memoria de sus padres y amigos. No había ninguna tumba ya que nunca se encontraron sus cuerpos.
Había conseguido su venganza y había honrado a los suyos, pero la pequeña comunidad tenía muy poco que ofrecerle. Durante un tiempo recorrió el mundo, pero le seguía faltando algo. Tenía que tomar una decisión y tenía que tomarla ya.
Se presentó en el cuartel central de defensa planetaria.
- Teniente Alanya solcitando la vuelta al servicio activo.
A fin de cuentas el ejercito había sido su familia y era donde mejor se sentía. Le daba igual comandar un equipo, enseñar a los nuevos o trabajar en la retaguardia.
Ahora estaba en casa.
Pequeño epílogo... al final no la veo con Elliot, últimamente estaban ya bastante separados.
La batalla contra los Ancient fue sangrienta y se cobro demasiadas vidas. Era una posibilidad que se había barajado en el futuro la de descubrir así que no estamos solos en el Universo, pero eso no servirá nunca le consuelo a los millones de personas afectadas por la guerra.
Y sin embargo la tierra sobrevivió. Contra todo pronóstico, contra todas las probabilidades, la tierra, ese pequeño planeta atrasado según los estándares de aquellos que nos han visitado, sobrevivió.
Ahora toca devolver el golpe, ahora toca demostrar lo que el ingenio humano ha hecho a lo largo de los milenios: coger algo que sirve como arma e irlo mejorando hasta hacerlo letal. El paso de los meses lleva a ver como los mechas son mejorados, entre otras cosas en el enlace neuronal haciendo posible que ya no tengan que ser adolescentes quiénes los piloten.
¿Pero y qué pasó con Hiroko?
Por supuesto me casé con Michael, ese hombre maravilloso con el que tantas cosas he pasado. Todavía enemistado con sus padres biológicos, decidimos vivir en el Avalon aunque haciendo visitas cada poco tiempo a nuestro hijo que por otra parte se creará con sus abuelos, mis padres.
Tras la guerra recibimos mucha atención y muchos homenajes, y aunque todo eso ha pasado ahora la tierra vive en paz trabajando todos unidos para construir más y más naves con las que fortalecer nuestra flota. Las nuevas hornadas de pilotos siempre se encuentran con el serio Michael y la alegre Hiroko, hablándoles casi como uno más, hasta que se enteran de quiénes son realmente. Y muchas veces eso no sucede hasta que visitan el simulador por primera vez.
Sin embargo la guerra se aproxima, el momento de devolver el golpe y atacar el imperio Ancient. Por tanto en ningún momento descuido tanto el aprendizaje de las nuevas tácticas y del uso de los nuevos equipos como la actualización del fabuloso Skorpia, que junto al León Blanco se han convertido en la prueba palpable de la resistencia humana, elevándolos casi al rango de míticos.
Un buen día por fin todo parece preparado. Me levanto junto a Michael y le acaricio suavemente la cara. Es hora de vengarnos, hoy empezamos el viaje para asegurar un futuro a nuestro hijo. Terra invicta digo recordando el sobrenombre que le han puesto al Avalon.
El combate había sido agotador, Tanya había enfrentado el combate de forma física y psicológica, su mente se encontraba más en el combate, pero le guardaba un espacio a Eliza en sus pensamientos.
Salir de aquella ratonera y encontrarse a la pelirroja sana y salva, aunque combatiendo, fue un alivio.
A partir de ahí el combate acabó y la rusa pudo respirar tranquila, los días posteriores fueron una sucesión de descansos, reuniones y planes a futuro.
Ser reconocida como heroína de Rusia fue algo irónico, aquel país que la repudiaba por su sexualidad la estaba ensalzando. Tanya esperaba que aquello cambiase la mentalidad de muchos y la deriva que tanto tiempo había perdurado en el país del que procedía.
Por su parte no iba a perder la oportunidad de continuar una vida junto a Eliza. Siguieron un buen tiempo como pareja, sin casarse. Tanya se dedicó a entrenarse para batallas futuras y a entrenar a las nuevas hornadas de pilotos. La rusa no conocía otra cosa que no fuera combatir y le gustaba la pelea demasiado como para mirar hacia otro lado.
Al tiempo decidió que era hora de pedirle matrimonio a la pelirroja mexicana con la que convivía y se enlazaron como ya hicieran Hiroko y Michael, para quienes ambas, habían servido de testigos en su boda.
Por su parte, Kyoga podia estar satisfecho
"Bueno gentes. Lo hemos conseguido"
"La guerra seguirá ¡pero tenemos un mañana para los nuestros!"
Hubo un funeral faraonico para los buenos amigos que se perdieron en la guerra, Vincent, Rovel, Elizabeth (Aunque no se habia muerto) y SHAD. Sus restos fueron enviados al sol, como héroes que fueron.
Mientras Elizabeth Baker seguia gritando "¡Que no estoy muerta! ¡Sacadme de aquí!"
Sus padres fueron algo reacios a la idea de que su hijo siguera jugandose la vida en el frente, aduciendo '¿No has hecho ya suficiente?' y tras un sinfin de insistencias, Kyoga accedió a solicitar un cambio en la posición.
A su madre le dio un soponcio al oirlo: Kyoga habia pedido unirse a una nave de exploración espacial, para conocer los mundos acerca de los que Joly habia hablado, y formarse en las nuevas ramas de la física multidimensiolal.
Cita:
"Asi que eran dimensiones completas. El electromagnetismo, la gravedad, la interaccion fuerte y la debil, las cuatro fuerzas básicas que ya conociamos, son simplemente dimensiones que no podiamos percibir... ¿Por qué nadie se le ocurrió?" dijo mientras estudiaba la teoría
"Se os ocurriría, tarde o temprano" le dijo la instructora
Tras algunos años de misiones, tanto diplomáticas como en alguna ocasión teniendo que pilotar una nave o un Mech, Kyoga encontraría el amor de su vida en una alien. Contra todo pronostico de los Shippeadores, no fue Joly -con quien mantendría una cercana amistad durante años- Sino con otra piloto llamada Nahatsukikokendorentametsu la hermosa. De la raza Valor
Kyoga y Nahatsukikokendorentametsu fueron el primer xeno-matrimonio de la humanidad.
La madre de Kyoma, Yui, sigue siendo incapaz de recordar correctamente el apellido de su nuera.
Y contra todo pronóstico, se demostró que los humanos y Valor eran compatibles genéticamente.
Aunque para el horror de Kyoma, descubriría que en lugar de los humanos -que nacen de uno en uno, o mellizos y trillizos a lo sumo ¡Ellos ponen docenas de huevos en cada camada! ¿Cómo si no podría repoblar una raza guerrera como los Valor tras cada refriega?
El fin de la batalla por la tierra había llegado, pero una nueva guerra se aproximaba a paso inevitable. Haber sido aceptados por el resto de razas como parte de la resistencia contra los Ancients era solo el comienzo, pero nada de eso impediría que muchos continuarán con sus vidas hasta que el servicio llamase de vuelta… en mi caso de manera más literal.
-¿Sí? -contesté el teléfono desde mi habitación en el Avalon: habría participado en la defensa de la tierra, pero como nada más que un nuevo recluta, necesitaría participar en más guerras antes de poder tomarme unas vacaciones como el resto. -. Oohh, cuanto tiempo sin saber de ustedes… -escuché unas breves palabras a través del teléfono. -. Sí, sí, lo sucedido durante la batalla fue una desgracia, pero viendo el lado positivo, con más cadáveres hay menos gente que investigar.
Sea quién sea que me estuviese hablando al teléfono, tendría toda mi atención mientras jugaba con un cuchillo dándole vueltas en mi mano derecha mientras me recostaba lo máximo posible en el espaldar de mi silla.
-¿Qué sí he considerado reemplazos para Rovel y SHAD? No estaría mal tener más aliados en esto, pero… Estoy seguro de que me las arreglaré solo, no tienen que enviar a nadie más -respondí, levantándome entonces de mi silla para acercarme a una de las paredes. -. Lo sé, lo sé… La última vez prácticamente no conseguí nada, pero por eso la tierra sigue en una pieza: ¿se imagina que hubiera pasado si hubiera hecho algo y nos hubiesen faltado pilotos para defender la tierra?. Ahora que formamos parte de la Coalición, y están llegando nuevos reclutas prometedores, podré ponerme un poco más… trabajador…
En esos momentos, observaría con una amplia sonrisa una pizarra en mi pared, en donde estaban colocadas fotos de muchos de los integrantes destacables del Avalon conectados por chinchetas e hilos formando conexiones de algún tipo, algunos resaltados con marcadores y otros directamente tachados con X, estos últimos siendo exactamente los que fallecieron.
-No se preocupe, señor. Para cuando todo acabe, no quedarán rastros de los ancients… -aseguré antes de colgar el teléfono, tirándolo a un lado antes de seguir prestando atención a la pizarra de relaciones. -. Muy bien… Manos a la obra -y tras sujetar firmemente mi cuchillo, lo arrojaría prácticamente al azar hacia la pizarra para que se clavase en alguna de las fotos.
Mi trabajo apenas empezaba.