Partida Rol por web

Aimons Gueuse

[ESTANCIAS] Comedor

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09/04/2022, 14:46
Mary Reilly

El espíritu de Mary flotó atravesando las paredes, regresando al comedor en que tan buenos momentos había pasado... Y a veces no tan buenos.

Los mortales volvían a reunirse allí, y ella aprovechó para sentarse también entre ellos. De alguna forma se sentía aún comectada a la mansión y a sus gentes, aunque le hubiesen quedado algunas tareas por hacer. 

Miró con ganas los pasteles de la señora Patamás, aún a disposición de los comensales.

-¡Cómo me gustaría poder comerme uno! Urquhat, desgraciado... ¡Arderás en el infierno por matarme! Pero lo dicho... ¡sin rencores! Jajaja... ¡Quizás en otra vida pueda yo cobrarme venganza!

Se hizo a un lado, pues más mortales seguían llegando.

 

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11/04/2022, 00:42
Angus Urquhart

El bueno de Urquhart trató de golpear a Greyrat. Obviamente no lo consiguió, tan solo… igual fue casualidad, pero tan solo logró que un poco del perfectamente perfecto flequillo se le despeinara al nauseabundo y putrefacto Consejero de la Moneda. Pero el efecto fue el contrario, pues hasta eso le quedaba bien, tan acostumbrado estaba el hombre al postureo y las apariencias.

Así que, cuando Gueuse asomó a la estancia y comenzó a repartir distinciones… Angus Urquhart hizo lo único que podía hacer… recorrer los que le separaban de la capilla, bajo la cual se encontraba la pequeña estancia que usaba de escritorio, y donde guardaba los interminables volúmenes que describían la vida y obra de Aimons Gueuse.

Y… salió del comedor soltando flatulencias paranormales y psicoginéticas, vamos, haciendo uso de todos los trucos que enseñaban en primero de fantasmatología a distancia, hecho que propició que todos los presentes siguieran… siguieran… siguieran lo que quiera que siguieran, pues no veían a nada ni a nadie… pero lo notaban.

Así que, sabiendo Urquhart que le seguían, cuando todos entraron al oscuro sótano, se encontraron con varias velas encendidas, y todos los libros extendidos en el suelo. Angus ascendió hasta el techo y se descompuso en una gigantesca ola de material ectoplasmático, cayendo sobre los libros, cayendo sobre los vasallos, cayendo sobre el propio Aimons Gueuse, cayendo sobre Greyrat, especialmente sobre Greyrat, sobre la señora Patamás, sobre TO-DO.

Así, estando todos moqueados, vete a saber como, los manuscritos comenzaron a brillar, acabando por prender…

Una voz como de ultratumba (literalmente era de ultratumba) resonó…

Que el fuego os purifique… 

Notas de juego

Epilogo. Sorry, escrito desde el móvil.