Día 4: Fase 1

Esta vez la cosa fue más flagrante que en otras ocasiones.

Aprovechando el hecho de que en las normas de la Hacienda nadie había prohibido tocar la campana de servicio inmediatamente después de haberla tocado o impuesto un sensato tiempo de espera, el consejero de la moneda Rudeus Greyrat decidió usar la campana del Servicio tan pronto como todos se habían reunido en el Comedor para empezar un nuevo día.

Todos lo miraron perplejo. Como broma era más propia de Bermejo que de Rudeus, pero no. No era una broma. El consejero les había convocado a todos en serio a pesar de que ni siquiera se habían dispersado...

La señora Patamás ya tenía decidido por dónde continuar. Lo había meditado durante largo rato y estaba decidida. Las tareas no se iban a completar solas.

No había terminado de levantarse de la silla cuando la campana sonó de nuevo. Resopló. No le hizo falta ni mirar quién la tañía pues incluso en la cadencia del badajo se reconocía la pompa y la necesidad patológica de atención del consejero.

- Mire Greyrat, sabe Dios que estoy deseando regrese el señor Aimons Gueuse aunque sea sólo para que usted vuelva a pasarse las horas bailándole el agua y así perderle de vista de una vez. ¿Ahora qué le pasa?

Era evidente que el Bardo tenía gran respeto por el Consejero de la Moneda, pero que cumpliera con la amenaza que había hecho de hacer el llamamiento una vez que todo esto empezara... fue algo que no le agradó demasiado al bardo. -A ver... -Comentó resoplando- Podías esperar un momento a que terminara de poner la mesa... Si hacemos caso a la Señora Patamás hemos acertado con el último, pero si esto sigue así es porque o hay más traidores... o nos hemos equivocado con el esclavo... ¿Quién era el otro sospechoso del primer asesinato?. Creo que la respuesta que darás va a arruinarnos el día a día...

-Mmmmhh... - Arne parecía molesto, aun estaban a oscuras y al exigir una tercera reunión tan pronto ni tiempo dio para coger una maldita vela para seguir con sus interminables tareas. Aunque, viendo quien fue el convocante ya suponía a quien señalaría en esta nuevo cónclave.

- En efecto, podría haberme esperado a que pusiese la mesa Russus... pero para entonces, más de la mitad de los presentes ya estarían dispersos por las distintas estancias del castillo. - expresó lo que era una obviedad, más teniendo en cuenta de que el bardo siempre buscaba el modo de holgazanear, tardándose más de la cuenta en cualquier labor que se le encomendase. ¿O a caso no se la pasaba horas y horas en la inopia, en busca de una inspiración que en ocasiones nunca llegaba? Y no, no estoy dispuesto a que se pierdan más vidas inocentes de entre los vasallos que fielmente servimos a nuestro señor Amoins Gueuse... en especial, la mía propia... - y es que de perder de vista a lady Marygold, quién sabe si en unas horas debiesen estar nuevamente reunidos allí mismo, pero con un cadáver reposando en el suelo.

- Voy a ser claro. Creo que hay demasiados hechos y testimonios entre los aquí presentes, que conducen a una clara y definitiva sospechosa de ser la restante infiltrada del vil Impostuh. - señaló a la atractiva mujer de alta alcurnia, que trataba de pasar desapercibida una vez más, como tantas otras veces. Sí, estoy hablando de lady Dilaila Marygold. Y sí, admito que quizá con el joven Armand me precipité y pude cometer un error por mis prejuicios hacia el hediondo esclavo.

Levantó ambos brazos para que nadie interrumpiese hasta terminar de compartir una última revelación, y prometió frente al resto no volver a intervenir hasta finalizar el veredicto, aunque siempre estuviese el deseo patente de ser el centro de atención y de escuchar su propia melodiosa voz que tanto amaba.

- Aunque lo dejé entre ver con mis alegatos en la segunda de las deliberaciones, nunca revelé con anterioridad mi condición de portador del Talismán del Clérigo. Siempre oculté el hecho para no centrar la atención de los asesinos a mi persona, pero llegados a este punto en que ya se sabe mi condición, seré muy concreto en los instantes en que hice uso de su habilidad y como por ello logré información muy valiosa...

El día en que se produjo el asesinato de Claire Verte y Mary Really, activé el talismán del Clérigo justo en el instante en que se apagaron las luces de la hacienda (fase 18). En ese entonces, la muerte de Claire Verte ya se había producido, mientras que las constantes vitales de Mary Really continuaban activas. Durante los subsiguientes dos periodos (fases 19 y 20), no se produjo ningún cambio en las constantes de Mary Really, y finalmente el talismán se desactivó. - guardó silencio unos instantes antes de proseguir. 

Cuando vi por última vez a Claire Verte, fue en el pasillo J a media mañana (fase 7), y un momento después en que yo accedía al lavadero donde acabaría coincidiendo con lady Marygold, la señorita Verte la vi dirigirse en dirección a la alcoba del mago. - El consejero carraspeó un par de veces - Teniendo en cuenta que PREVIAMENTE se dirigía a la alcoba del mago, y que finalmente su muerte se produjo ANTES del apagón en INTENDENCIA, solo encuentro una ruta posible...

• Cruzó los pasillo J y K hasta acceder a la alcoba del mago (fases 7, 8 y 9), donde se quedaría buscando el artefacto que le indicaría el Grimorio exacto que recoger en la biblioteca (fase 10). Desde allí regresaría sobre sus pasos hacia el pasillo K y J, para tomar rumbo a Intendencia por el pasillo I y el pasillo H (fases 11, 12, 13 y 14). Para cuando accedió a la sala de Intendencia ya sería media tarde (fase 15), y probablemente su asesinato se produjo mientras escribía la misiva para nuestro Lord Amoins Gueuse (fase 16) o en el instante previo al apagón, cuando se disponía a abandonar la sala (fase 17).

¿Qué sabemos de lady Marygold? ¿A dónde pudieron conducirle sus pasos?

• Puedo testificar, y ella nunca lo negó con anterioridad si no que lo afirmó en una de sus últimas intervenciones, que ella estuvo durante la mañana en el lavadero y que allí coincidió con un servidor. No negaré que la dama siempre me ha atraído físicamente  y que coqueteé con su persona, pero en ningún caso vulneré su decoro y respeté su voluntad, abandonando el lugar en dirección a las despensas (fase 10), mientras que ella se mantuvo un rato más allí lavando la túnica del Clérigo Mayor. Como último dato, permanecí en las cocinas calentando la comida hasta casi el mediodía (fase 12), y ella jamás salió por las despensas o avanzó a las cocinas desde el pasillo J. ¿A dónde pudo dirigirse entonces?

1. Mi hipótesis es que ella abandonó el lavadero por el pasillo J (fase 11) y se dirigió hacia el ala norte del castillo, quizá por el pasillo I y H hasta llegar a Intendencia. (fases 12, 13 y 14). Tiempo de sobra tuvo en fingir realizar alguna de las tareas u observar el mapa de intendencia, coincidiendo en ese entonces con la llegada de la víctima, nuestra señora Claire Verte (fase 15).

El final de la historia es por todos conocido...

Si a todo esto le añadimos todos los "despistes" del último día, confundiendo la Galería Cubierta con el Recibidor. El hecho de que afirmase no toparse con nadie, cuando nuestro bardo relató que coincidieron en el Claustro. Y finalmente acusar a Jack O'Lantern de estar en el pasillo H antes del apagón, llegando desde el pasillo I, cuando ya vimos que Angus Urquhart llegaba desde el salón de Invierno...

Nada más que decir. 

Pues votemos y demos por zanjado el tema que tengo muchas cosas que hacer, se me va a  quemar la comida  y aún tengo asuntos que atender en diversas estancias de la hacienda, pues todo debe estar en orden cuando regrese nuestro señor, que ya se e encuentra próximo a volver con todo su ejército para pasar por cuchillo a ese truhan de Impostuh. - digo con seriedad, mientras me dispongo a emitir mi voto.

Tal y como el bardo bien presuponía de antemano, las acusaciones ahora iban a parar en Dilaila Marygold, lo cual claramente esto parecía que iba a significar que el castillo iba a ser un lugar mucho más gris, sin tener a semejante dama alegrando la vista de todos. Y esto visiblemente no le agradaba a Bermejo Russus quien escuchaba con atención lo dicho por el Consejero de la Moneda.

-Me pareció raro que en el anterior debate se confundiera tanto y negara lo que era evidente. De hecho, de cara al final al acusar a Jack O'Lanter me hizo sospechar que estaba tratando de incriminarle cuando en verdad vio a Angus Urquhart... su compañero... el que mintió de donde estaba...

Realmente se fiaba del Consejero de la Moneda, pues de forma proactiva trataba de encontrar a los culpables, y eso era algo loable, pues era él el que se ponía una diana en la cabeza y no Russus.

Durante toda nueva perorata de Greyrat, la señora Patamás fue poniéndose más y más nerviosa. Si había algo que le exasperaba era la gente que no había pegado palo en su vida y lo demostraba haciéndole perder el tiempo a los demás.

- Mire señor Greyrat, aquí los mortales tenemos cosas qué hacer así que ya que nos retiene de nuevo por lo menos háganos el favor de ABREVIAR. Está usted muy acostumbrado a preparar largos discursos y que le escuchen. Y todos los demás también sabemos hablar, pero lo reservamos para cuando NO TENEMOS TAREAS. Usted como no tiene otro pito de tocar está encantado de obligarnos a escucharle. Hablar hablar hablar. ¡Hablar sabemos todos! ¿Pero sabe lo que nos diferencia? Que usted sólo sabe hacer eso.

La intervención de la señora Patamas fue casi o tan vacía como la del bardo o Jack, pero ahora mismo era evidente que nadie mas tenia nada que decir al respecto.

-Se esta jugando mucho Rudeos, de equivocarse de nuevo, esto estará mas al favor de los infiltrados que de nosotros. -Dicho lo cual mantuvo los brazos cruzados y miro a la susodicha acusada. -Como con Angus, esperare a que ella se defienda para tomar una postura. Señora Marygold, le aconsejo que se defienda.

Voto por Lady Marygold

Voto a Dilaila Merygold

El resultado parecía ser evidente, y aunque Bermejo Russus no parecía estar demasiado contento con ello, era algo que tenía que hacerse...

-Teniendo en cuenta que Dilaila Marygold era la otra opción del primer asesinato, junto con el esclavo... y que mintió a la hora de decir que vio a Jack O'lantern en la zona donde ocurrió el segundo asesinato con tal de proteger a Angus Urquhart... Creo que mi voto, con todo el dolor de mi corazón... ya está decidido...

- Si finalmente la señorita Marygold no es culpable... sabe que todo el mundo ira a por usted, ¿verdad? -Miró a Greyrat-. Lo que me parece curioso es que no hayan intentado quitárselo ya de en medio. Solo por hacer que se calle. -Miró entonces a la señora Patamás con una sonrisilla en el rostro. Claramente estaba de acuerdo con las palabras de la cocinera.

Voto a Dilaila Merygold, claro.

Como al final Rudeus sea un impostor ole por él xDDDDDDDDDDDD

Y finalmente la votación llegó a su fin.

Hicieron el recuento y, lo que parecía algo anunciado se hizo realidad. 5 personas habían emitido su voto sobre la doncella Dilaila Merygold. 2 habían votado en blanco.

La servidumbre como un solo hombre se avalanzó sobre la silenciosa muchacha, que había pasado por la Hacienda como un fantasma en vida y la arrastraron al exterior.

Mientras ella forcejeaba por liberarse, la llevaron a la Terraza y, una vez allí la arrojaron al pozo.

Dilaila se precipitó por el profundo hueco subiéndose en la oscuridad, pero desde arriba pudieron ver claramente antes de que se perdiera de vista como al caer se golpeaba en un violento y desagradable golpe contra una de las piedras de la pared en la parte posterior de la cabeza. A pesar de la falta de luz, casi pudieron percibir en su violento espasmo con el choque que se le escapó instantáneamente el último aliento.

El cuerpo ahora sin vida continuó sumiéndose en la oscuridad hasta que un golpe sordo y húmedo ascendió por el tubo del pozo.

En ese momento el vasallaje dio por terminado el día y se retiraron a sus aposentos convencidos de haber obrado bien.