Partida Rol por web

Nahia no aguantaba más, jamás había visto así a su padre. Era cierto que es revelación había sido muy repentina y ella también se había sorprendido de que aquella posibilidad existiese.

¿Xerine y yo ...hermanas?

Pero no era capad de seguir viendo aquella escena sin decir nada. Se acercó a su padre con la mirada triste y lo abrazó lo más fuerte que pudo.

-Papá, todo está borroso en tu mente y no sabemos si fue así, pero, si es cierto eso no tienes porque atormentarte. Ahora eres diferente. Cometiste errores, vale. Pero ocurrieron hace mucho tiempo, no puedes cambiar lo que pasó, sólo aceptar que son parte de tu pasado e intentar, si puedes, subsanarlos cuando averigües lo que fue. 

Faliar miró a Nahia, y luego la abrazó con fuerza, apretándola contra su pecho. Pasó dos minutos sin decir nada, tratando de tranquilizarse. Cuando fue capaz de volver a hablar con normalidad, la apartó un poco y miró a ambas.

- Si... Te... tenéis razón. De momento no lo sabemos con certeza... y Xerine está claro que no va a decir nada. Pe... pero si fuese así... entonces tengo mucho de lo que responder ante ella...

Nahia miró a Cath de reojo, la expresión de su rostro reflejaba el shock que todavía perduraba. Sólo había que darle tiempo, para asimilar la idea, para tranquilizar la mente. Al igual que ella.

-Pase lo que pase sabes que cuentas con nuestro apoyo ¿No? Tanto con al asunto de Ark como con ... Xerine.

Pero de todas formas , aunque Nahia daba todos sus ánimos y sonrisas al afligido corazón de su padre. Una idea algo menos bonita pasó por su mente: ¿Su padre había amado a otra mujer y la había abandonado estando embarazada de él? ¿Igual que con ella?

Negó con la cabeza para alejar los pensamientos como esos, ahora no era de ninguna utilidad imaginar cosas que no sabían hasta que punto eran ciertas.

-No... no eres esa persona Fa. Te conozco, ahora nunca harías una cosa así. Quiero decir... abandonar a la mujer a la que habías... con la que..

Las palabras de la chica rubia parecían salir a trompicones de su boca. Su mirada temblaba, al igual que su voz. ¿Xerine? El destino tenía una manera muy cruel de tejer el futuro.

Apretó las manos de Cath con las suyas. Sabía lo que su esposa quería decir

- ¡No! Quiero decir... que no se lo que ocurrió y... es solo una hipótesis... hasta que Xerine quiera hablar o yo recuerde algo más... Jamás te haría eso, cariño. ¡Te quiero y quiero a este niño! Pero.... entonces era mucho más joven.... Quizás aún fuese ese... peón negro del que habló Seline... y.... y.... Maldita sea.... No me extraña que Xerine me odie.....

Cath reaccionó de pronto. No quería ver a su marido así. Se acercó a su cara lentamente mientras clavaba sus redondos ojos miel en los esmeralda de Faliar y le besó. Fue suave, lo suficiente como para que Faliar sintiera los labios de su chica pero sin que sintiera una presión en ellos.

-No. Eres. Esa. Persona.

No sabía como lo hacía, pero incluso ante verdades o revelaciones que a él le horrorizaban y le hacían odiarse a si mismo, Cath siempre se mantenía a su lado, dándole un apoyo firme y estable. A veces pensaba que no merecía su amor. Y por ello agradecía tanto tenerla a su lado. Sonrió y le devolvió el beso; corto y suave, pues Nahia aún estaba ahí, y no quería que se sintiese incómoda

- No, ya no. Tienes razón

Rodeó con los brazos a ambas, y los tres se fundieron en un cálido abrazo familiar

- Os quiero 

Tras compartir aquel momento, Faliar les dijo en apenas un susurro

- Pero... no le digáis nada de esto a Xerine, ¿vale? Seguid comportandoos con normalidad con ella. Sea lo que sea lo que ocurrió, es algo que tenemos que hablar entre ella y yo

Nahia se limitó a mirar a su padre mientras aún los fuertes brazos de éste le rodeaban. Por su mente un torbellino de ideas.

-Te quiero.