Partida Rol por web

-Tendrán que esperar. No soy yo quien da las órdenes, su compañero no tardará en aparecer.- Escuchó Vargad al salir de la puerta y adentrarse en el oscuro y húmedo pasillo. A unos cuantos metros se encontraba Ciara, sana y salva, para su suerte estaba acompañada por Gareth que ya había regresado.
Junto a ellos había dos guardias y al parecer estaban teniendo una ligera discusión. Los escoltas que lo acompañaban lo apresuraron a que avanzara hasta sus compañeros, sobre todo aquel que había estado apunto de desenfundar su espada, el cual ahora se mostraba un tanto tosco y grosero.
Ante la sorpresa de Gareth y Ciara, el mago Vargad había regresado, se encontraba en buen estado aunque algo sudado, probablemente debido al calor y la humedad de la sala de donde venia.
Antes de que pudieran siquiera dirigirse palabra alguna uno de los hombres del Bann que escoltaba a Vargad y que lo miraba con desagrado se adelanto a hablar –Ya están juntos, ahora avancen, mientras mas rápido estén fuera de aquí, menos tiempo nos harán perder.-

Por fin Vargad salió de la habitación, acompañado por un par de guardias, que le hicieron avanzar los el pasillo hasta llegar a nuestra altura.

Creo que a ese no le ha gustado la forma de ser de Vargad- pensé, al observar el gesto hosco de uno de ellos, mientras me preguntaba qué habría pasado -Bueno, al menos parece que está bien- me dije, al observar a Vargad. Cuando llegaron a nuestra altura, y antes de poder decir siquiera una sola palabra, uno de los guardias que acompañaban a Vargad no insto a irnos de forma no precisamente amable. Le mire directamente para supiese que le había oído, y tras unos instantes, le ignore descaradamente y me dirigí al hombre del manor que nos había explicado antes la situación, el único que había mostrado algo de respeto desde el ataque.

Tenías razón, no ha tardado mucho- le dije -Como te he dicho, no somos vuestros enemigos, y creo que os hemos ayudado todo lo que hemos podido, pero el resto de nuestros compañeros deben estar esperándonos, así que deberíamos irnos ya- le dije, con un tono amable ya que el también lo había sido, pero de forma que entendiesen que nos íbamos porque queríamos, no porque nos echaban -Si vuestro señor nos necesita, supongo que ya sabe dónde encontrarnos- le dije, a modo de despedida, aunque en lugar de ponerme a andar, simplemente me gire hacia Vargad -¿Cómo estás?- le pregunté.

Parecía que el tiempo se hubiera detenido mientras esperábamos a que Vargad saliese, ha que acabara lo que sea que estuviera haciendo y nos fuéramos de aquel lugar infernal.

Pronto le vimos salir de donde fuera que se encontrara, acompañado por un par de guardias que le "escoltaban" para enseñarle la salida, pensé.

El caballero, por llamarlo de algún modo, nos instó a que nos marcháramos lo más rápido posible a lo que le contesté con una mirada asesina, cargada de rencor.

Gracias... no somos sordos, la primera vez nos enteramos de que no eramos bien recibidos...

Mi cabeza estaba llena de pensamientos que fluctuaban de un lado para el otro. Tuve que contenerme en más de una ocasión para no soltarle ningún tipo de improperio y fastidiar así su "hospitalidad".

Gareth se dirige al guardia de un modo más correcto del que merece, no obstante es algo que le honra. Hasta yo, que parecía una persona calmada, había perdido ligeramente los nervios.

Observé a Vargad buscando algún indicio de herida, algún tipo de gesto que pudiera decirme algo al respecto de lo que había pasado allí dentro. Entonces escuché como Gareth le preguntaba, realmente era lo que yo estaba pensando, pero no quería hacerme ilusiones de que mi relación con el elfo del circulo hubiera mejorado lo suficiente, aún después de que me hubiera demostrado actitudes cercanas en ocasiones anteriores.

- Hablemoslo mientras salimos al exterior, este aire viciado comienza a axfisiarme.

Una verdad a medias, pero en el fondo era lo que más deseaba.

Conversando sobre lo sucedido a las tres partes que conformaban a aquel grupo partido de la legión del trueno enviada a aquel valle, el grupo fue atravesando el interior del castillo, esta vez en sentido contrario hasta ver la luz de nuevo.
Afuera el incendio había sido apagado casi por completo, aunque la nube de humo aun se mantenía firme. Las cosas haya afuera aun estaban algo ajetreadas pero mas ordenadas a la vez.
Aun cuando el Manor los despachara de forma tan grosera, ellos sabían que habían hecho bien las cosas y que habían ayudado en gran medida a esa gente. Y si bien era verdad que quizá aquella fortaleza y quienes la defendían hubieran logrado el mismo resultado por si mismos, era también claro que la presencia de los mercenarios allí facilito las cosas y pudo evitar mas tragedias.
Mas importante aun, el grupo había obtenido información clave y provechosa, por lo cual aun cuando se les sacara prácticamente a patadas, habían conseguido justamente lo que buscaban allí.
Ahora, ya en el patio de la fortaleza del Manor y siendo escoltados a la salida el grupo fue conciente de dos hechos muy importantes, por un lado el día estaba ya muy avanzado y si no se apresuraban se les iría el día sin poder internarse en el bosque; por otro lado, en la entrada de la fortaleza notaron la presencia de varios mercenarios, si la vista no les fallaba se trataba de sus compañeros.

El grupo esperaba con cierta molestia pero concientes de que era mejor no acarrear más problemas; aquellos hombres sobre el muro no dudarían en actuar si las cosas se ponían feas y los legionarios llevaban claramente las de perder.
Sus compañeros habían tardado ya demasiado y no sabían nada de ellos, tampoco sabían que había sucedido del todo en aquel lugar y más aun que había sucedido con sus compañeros durante su estancia. Sin duda tendrían mucha que contarles, así como los allí presentes a ellos enguanto aparecieran.
Y para su suerte esto ya no tardo demasiado en ocurrir. Así tras otros largos minutos, un grupo de 3 personas salio a lo lejos de un gran edificio que parecía ser el central en la fortaleza del Manor. Estos avanzaban a la salida siendo escoltados por cuatro guardias de la fortaleza lo cual resultaba hasta cierto punto extraño. Conforme avanzaban los allí presentes pudieron distinguir sus rostros y corroborar así de quienes se trataba; Ciara, Gareth y Vargad iban hacia ellos.

Hiuz diviso a sus compañeros la imagen le llamo mucho la atención. Pero que diablos esta pasando aquí. Atento señor enano. Esto podría ponerse. Interesante. 

Estoy bien Gareth, aunque algo confuso ¿vosotros estáis bien? ¿Ciara? -respondo preocupado por mis compañeros, especialmente por la bruja.

Tengo algo de información interesante que implica al nuevo Bann con los bandidos, cuando lleguemos con el resto y nos informe os contaré a todos lo que he descubierto -añado andando hacia mis compañeros, deseoso de ver a algunos como a Erackand y asqueado por la presencia de otros, exactamente de Amon.

Al divisar a las tres figuras el enano se alegró. Escuchó las palabras de hiúz y asintió.

Huye de los tiempos interesantes, amigo.

Sin dejar de vigilar a los arqueros que les apuntaban saludó a los tres compañeros que venían escoltados.

¿Estáis bien?

La espera se hizo larga y la impaciencia se asomó más de una vez a mi cabeza, mas la situación no era propicia para mis clásicos despliegues de capricho y egoísmo emocional, por lo que preferí guardar sepulcral silencio y mantenerme al margen completo, sometido a las circunstancias y protegiéndome bajo un manto de obediencia nacida de los modales y la tranquilidad.

Finalmente aparecen quienes esperamos y me relajo al verlos venir, al parecer sanos y salvos. El enano comienza a preguntar y me sumo a su interrogación con una mirada pues no deseo atacar con preguntas que quizás no puedan responder en este momento debido a la presencia de los guardias. Sea como sea, no bajo mi defensa pues uno nunca sabe cuando las cosas pueden tornar bruscamente, mostrando el verdadero color de la triste realidad.

Hiuz espero, a que sus compañeros se asercavan mientras trataba de medir a los guardias si la situación se complicaba el estaría listo 

Al contrario señor enano .... Los espero con ansias-espero que estén bien, los guardias parecen algo tensos -

Estamos bien Vargad, aunque cansados- le contesté a Vargad -Yo no sé vosotros, pero a mí me vendría muy bien una cama ahora mismo- les  dije, intentando aliviar la tensión provocada por la actitud de los hombres del manor... sabía que había temas importantes que tratar, pero no ahora.

Estando ya más tranquilo al estar de nuevo los tres juntos, nos dirigimos al exterior del castillo, recorriendo los pasillos uno tras otro guiados por la escolta que nos acompañaba. Una vez fuera, pude ver que aunque las consecuencias del ataque y del incendio eran evidentes, las cosas ya estaban mucho mejor, y en el rato que habíamos estado dentro, habían empezado ya a recuperar el orden.

La educación no será su fuerte, pero trabajar trabajan bien- pensé al ver como los hombres del manor que se encontraban en el patio se esforzaban por devolver la normalidad al lugar.

Mientras observaba como trabajaban los hombres del manor, un grupo de mercenarios en la entrada de la fortaleza me llamo la atención, pues me resultaban familiares.

Los de la entrada no creo que sean los demás, ¿verdad?- les pregunte a Ciara y a Vargad en voz baja, poco convencido de ello... hasta que, antes de que pudiesen contestarme, pude escuchar la voz de Erackand que nos gritó desde la entrada -Pues parece ser que si- les dije, mientras saludaba al grupo con la mano, indicando que estábamos bien.

Me alegro que hayan venido- me dije -Pero la pregunta es ¿por qué? ¿habrá pasado algo en el pueblo?- pensé, algo preocupado, aunque sabía que esas preguntas y otras debían esperar a estar solos.

Mientras caminamos hacia el exterior, Vargad comienza a hablar. Pregunta por mi estado así que, sin parar de caminar, giro la cabeza para direccionar mi sonrisa.

- Todo bien gracias, esto no es más que un poquito de suciedad. Nada que un buen baño caliente no pueda remediar.

Un baño Pensó, la sola idea del mismo hizo que se sintiera reconfortada, aunque también la realidad que la golpeaba y de la que era consciente sabía que eso estaba lejos de ser verdad, ni tan siquiera por asomo.

Salimos al exterior, y casi automáticamente, hinché los pulmones de ese aire aún marcado por el olor de la madera quemada.

Me alegré, en cierto modo, de que el incendio estuviese apagado. No por el Manor, sino por toda esa gente que permanecía ahí a su lado, apoyándole de un modo incondicional.

Seguramente en otra situación, su actitud sea diferente. Quizás incluso sea una persona agradable si se le llega  a conocer. Intentó disculparle.

La voz de Gareth la hizo centrar la mirada en el grupo que había en la puerta, ligeramente conocido. Observando un poco más consiguió contarlos a todos, eran sus compañeros que habían venido hasta allí. Quizás alertados por la nube de humo o quizás porque habían terminado las labores que estaban en sus manos y habían pasado a recogerlos.

- Si, parece que son ellos.

Aceleró un poco el paso mientras, en su dentro, estaba contenta por volver a reunirse todos. Había sido un rato muy largo y echaba de menos un poco los comentarios en general del resto del grupo.

Poco más sacaremos de esta zona, debemos partir para abordar nuestra misión antes de que los bandidos cometan algún otro destrozo o pillaje -intervengo apurando a mis compañeros para marcharnos lejos de los hombres del Manor Krole -durante el camino podreis contarnos todo lo que habeis descubierto.

El Manor Krole me ha confundido, parece un buen hombre pero es un verdadero imbecil orgulloso, no puedo fiarme de él y de sus hombres, no parece que quieran que atrapemos a los bandidos...

Vamos pues. Hace rato ya que no hago ejercicio. Si no me voy a oxidar.

El enano verifica que están todos bien.

Ya sabía yo que un fueguito no os iba a hacer nada.

Pero en su cara se puede ver un gran alivio.

Hiuz escucho a sus compañeros, con atención mientras los veía llegar. Se alegro de que estubirran sanos.

es cierto vamos por un poco de ejerció dijo mirando al enano y luego al. Grupo. En el camino nos podemos poner al día con todo lo sucedido 

la verdad era que Hiuz quería salir rápido de la mira de todos esos  arqueros

Nuevamente el grupo se encontraba junto; Vargad, Ciara y el líder del grupo Gareth se encontraban ya en la entrada a la fortaleza del Manor Krole tras apresurar el paso para despegarse de los hombres del Manor y llegar hasta sus compañeros.
Los escoltas acompañaron al trío solo hasta la puerta de la fortaleza, una vez fueron retornaron por donde llegaron, salvo uno que se retraso para indicar a los guardias de la entrada a base de gestos que mantuvieran vigilados a los mercenarios; este ultimo dadas las miradas parecía no tener en gracia al mago Vargad en lo absoluto.
El grupo ahora completo, se encontraba listo para reanudar su misión, ambos grupos habían descubierto muchas cosas importantes que podrían encaminarlos a cumplir su misión. Tendrían que hablar a fondo al respecto y decidir como actuar, sin embargo quizá no fuera lo mejor hacerlo allí.
Hasta ahora no habían sabido nada de Sir Haguen y en el fondo nadie lo extrañaba en lo absoluto, si no se aparecía mejor para todos, podrían trabajar así con mejor soltura; o al menos eso consideraban.

Al fin el grupo había vuelto a juntarse. Estaba tan contenta de que estuvieran todos bien. Aunque no lo estaría del todo hasta que nos alejáramos de allí, pues por el trato que nos prestaban los guardias no parecían tenernos en muy alta estima.

- No sabéis cuanto me alegro de que estéis bien, pero por favor salgamos ya de aquí. Los guardias no nos quitan ojo. Digo refiriéndome al grupo que se había quedado a vigilar nuestros movimientos.

Pongo un pie en el estribo y una vez arriba me acomodo en la silla. Estaba ya a lomos de mi montura, solo esperaba a que el resto se pusiera en marcha.

No les gustan las preguntas -respondo afable dando a entender que soy la causa de su enfado -creo que les he cabreado aunque no creo haber dicho nada raro dada la situación.

Comienzo a andar alejándome de los guardias y, cuando me encuentro en un lugar alejado, pregunto -¿sabeis algo de nuestro evaluador? Tenemos que contarnos todo lo que hemos descubierto para que Gareth decida lo más adecuado ¿que habeis averiguado?

Dedicó una sonrisa en cuanto estuvo a su altura, pero por algún motivo no quiso añadir mucho más. Con un leve giro se colocó preparada para montar, contestando al elfo tras los primeros pasos del corcel. No demasiado, pero tenemos un sitio donde empezar bastante prometedor, aunque más nos vale darnos prisa, el resto de mercenarios está en marcha. ¿que hay de vuestra parte? No pudimos contener la espera con tanto humo por aqui... con esa disculpa enderezó su postura mientras se sorprendía por su expresión momentos atrás, no parecían quedar satisfechos.