Partida Rol por web

Bamberg: una caza de brujas

Dia 1: El Reino de Dios

Cargando editor
20/09/2021, 10:51
Director

La costura es un arte antiguo. Peciso, metódico, ordenado. Un lento trabajo en el que mezclas los ingedientes adecuados para literalmente crear de la nada algo que ants no estaba ahí. Ropa. Muñecos para los niños. Bolsas. Tomas una mas de tejido lisa, informe, y creas algo que tiene más que un uso. Tiene una vida. Tiene una parte de ti, y una parte de un conocimiento que se ha pasado entre mujeres, entre susurros e historias en los talleres, desde un tiempo mucho antes de que nacieses. Es un saber íntimamente femenino, un resguardo de un mundo tiranizado y asfixiado por los hombres, un lugar para que las mujeres os sintáis vuestras y creeis vuestros pequeños pedazos de realidades imaginadas en un brocado, en un dibujo, en una historia.

O en algo más, si quien te enseña ha sabido escuchar voces en el hilo venidas de antes. De mucho antes. Como dónde y cuando ofrecer la simiente aborrecible de un hombre que no deseas a los ángeles negro a cambio de conocimiento y libertad. Dónde coger las hierbas para preservar su carne y tallar su grasa en la Mano de Gloria, que mata como un cáncer desde dentro mientras desde fuera la gente solo ve un hombre ahogándose en su bebida.

Sí. Otros pueden conformarse con tejer mundos brocado con hilo. Tu tejerás tu mundo, en carne y sangre.

 

Eres una Bruja. Perteneces al Grupo de El Culto y tienes la Clase Protagonista.

Cargando editor
20/09/2021, 11:17
Director

La soledad de los bosques te sienta bien. La naturaleza es tranquila, generosa, amante. Otros la sienten caótica y amenazadora, pero ellos no lo conocen como lo haces tú. Allá a lo lejos en esas jaulas de adobe que más parecen un ataúd que un sitio para vivir, viven cada vez más lejos de la madre amante que les da la misma vida que ellos se empeñan en hacer pedazos con su avaricia. Como un fuego, su sola presencia altera la vida de las criaturas del bosque, destruye la calma y la armonía que a Madre Tierra le llevó siglos crear. La armonía que tu abuelo te enseñó a sentir, amar y proteger.

Otros antes que él intentaron protegerla. Fracasaron. Los que tenían poder les pasaron por encima. Sus descendientes fueron más astutos. Aprendieron los secretos oscuros del bosque. Qué plantas podían dañar a sus enemigos. Cómo capturar animales peligrosos para soltarlos cerca de quien se desea hacer mal. Como rezarle a la luna y ofrecerle sangre para que su poder doblegase a quienes destruyen el único hogar verdadero que conoces.

Tu abuelo ya no está en estos bosques. Pero tú sí.

 

Eres un Brujo. Perteneces al Grupo de El Culto y tienes la Clase Protagonista.

Cargando editor
20/09/2021, 11:18
Director

Las Escrituras nos enseñan que el poder es un don divino. Aquellos a los que Él favorece, ganan en él y se convierten en reyes, señores y profetas que pueden doblegar en el nombre de Dios todo cuanto tengan delante.

Bueno, Dios ciertamente no tiene grandes planes para ti ni los tuyos. Has llevado una vida digna, más digna que la mayoría de gente que conoces. Has aprendido sus preceptos y los has seguido. Has cultivado tu devoción, resistido la tentación, sido fiel a tus vínculos con tu familia, bendecida ante sus ojos. Has trabajado con honestidad, laboriosidad y empeño, y has forjado la templanza y la rectitud de tu carácter. Tu familia acudió al llamado de tu Rey a tierras extrañas y velaron por sus leyes. Y como premio, casi murieron de hambre.

Sí, conoces bien la ley de Dios. También sabes de su hipocresía y de su brutal indiferencia, dejando que fornicadores, fariseos y mercachifles medren y tengan el respeto y los oídos de la gente mientras que la gente honrada hoza entre el barro como puercos para sacar dos miserables patatas.

Que Dios se quede en su cielo. Tú has encontrado en estos bosques remotos, alejados de su mano donde ahora florecen sus enemigos, un nuevo maestro. Uno que sabe apreciar a los que trbajan diligentemente para él. Y planeas servirle.

Eres un Brujo. Perteneces al Grupo de El Culto y tienes la Clase Protagonista.

Cargando editor
20/09/2021, 11:30
Director

Bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán la tierra (Mateo 5:5-8).

Siempre has sido una chica sencilla. Nunca has pedido más de lo que tienes, o te dieron. Trabajaste con tus padres desde que fuiste lo bastante mayor. Sembraste, recogiste y cocinaste. El ciclo se repitió una, dos, cien, miles de veces. A veces te dolía el cuerpo después de trabajar, a veces casi no había para comer. Pero tus padres tenían siempre una sonrisa, una caricia para tí y algo que contar en la mesa. Tu hogar siempre tuvo leña. No tuviste vestidos como los que veías a veces en los cortejos de la gente importante que pasaba, u oro alrededor del cuello... pero tampoco tuviste nunca esa mirada huidiza y esa boca congelada, tensa, como si a cada segundo esperasen una daga por la espalda.

Crees que si ese es el precio de vestir en tejidos extraños, comer abundante y llevar adornos en el pelo, es un precio que preferirías no pagar. Prefieres tener tu felicidad en ti y los tuyos, y que otros la busquen en otro lugar si les place, aunque no entiendas por qué.

Bienaventurados los mansos.

Eres una Niña. Perteneces al Grupo de El Pueblo y tienes la Clase Protagonista.

 

Cargando editor
20/09/2021, 11:41
Director

La gente habla mucho de Dios. Especialmente estos días, en tu taberna, les oyes comentar mucho acerca de su ira y de un castigo que está por venir.Todos tienen miedo de que esté ofendido con ellos.

Es sólo que no le conocen.

Tú le conoces. Desde que eras niño, le has oído hablarte. Cuando cierras los ojos, juntas las palmas y le hablas desde el corazón, sientes cómo responde.

Los otros jamás te han creído. Siempe te han considerado extraño. Bobo. Desagradable. Las mujeres, especialmente, te rehuyen aún más. Tu cuerpo es impuro, y tu mente lo es más aún. Has pasado noches en vela atormentado por los deseos hasta tener ganas de aullar, hasta el punto de que has buscado... otras formas... de echar esos pensamientos de tu mente.

Sabes que no eres un hombre sabio, ni tienes virtud. Sabes que los demás te desprecian y murmuran sobre tu... alivio. Sabes que este cuerpo tuyo se revuelca en el barro con gusto por más que intentes ser virtuoso. Pero aún así, cuando te arrodilas llorando de culpa y abres tu corazón, en el fondo de él, sientes como Dios te acpeta y te ama cual eres.

¿Cómo pueden los demás temer tanto a alguien que te da ese amor que nadie más está dispuesto a darte?

Eres un Niño (sorry XD). Perteneces al Grupo de El Pueblo, y tienes la clase Protagonista.

Cargando editor
20/09/2021, 11:54
Director

Los tiempos son oscuros. Dios está descontento con nosotros, y la escarcha que ha caído sobre los campos lo demuestra. Has sentido esa misma incertidumbre, pero a diferencia de los demás, has tenido una inspiración. Has oído la voz de Dios en sueños y habéis visto a Su cordero en manos de vuestros vecinos. Nunca has sido capaz de recordar la cara, la voz o los rasgos, pero ssabes que en tus sueños, había un alma inocente. Dios aún quiere bien a gente en esta tierra que tanta miseria y descontento nos da, y sabes, aun sin tener idea de cómo, que alguno de tus vecinos es esa persona que ves en sueños cogiendo al Cordero.

Ahora más que nunca, es importante que las gentes buenas, las gentes que temen a Dios, se unan para protegerse entre sí. Los agentes del Maligno conocen a aquellos a quien vuestro Señor ama, y harán lo posible por quitároslo de vuestro lado. Como dijo Mateo, sed cautos como palomas y astutos como serpientes. La plaga de las brujas es un mal que Dios ha dejado en vuestras manos, para probar vuestra devoción y bondad, la virtud de vuestros corazones. Si falláis, será que estos no son más cálidos que la escarcha de vuestros campos. Debéis proteger a los inocentes, a los puros. Y lo haréis. Aunque sea con las llamas.

Eres una Aldeana. Perteneces al Grupo de El Publo, y tienes la Clase de Ayudante.

 

Cargando editor
20/09/2021, 12:06
Director

Los tiempos son oscuros. Dios está descontento con nosotros, y la escarcha que ha caído sobre los campos lo demuestra. Has sentido esa misma incertidumbre, pero a diferencia de los demás, has tenido una inspiración. Has oído la voz de Dios en sueños y habéis visto a Su cordero en manos de vuestros vecinos. Nunca has sido capaz de recordar la cara, la voz o los rasgos, pero ssabes que en tus sueños, había un alma inocente. Dios aún quiere bien a gente en esta tierra que tanta miseria y descontento nos da, y sabes, aun sin tener idea de cómo, que alguno de tus vecinos es esa persona que ves en sueños cogiendo al Cordero.

Ahora más que nunca, es importante que las gentes buenas, las gentes que temen a Dios, se unan para protegerse entre sí. Los agentes del Maligno conocen a aquellos a quien vuestro Señor ama, y harán lo posible por quitároslo de vuestro lado. Como dijo Mateo, sed cautos como palomas y astutos como serpientes. La plaga de las brujas es un mal que Dios ha dejado en vuestras manos, para probar vuestra devoción y bondad, la virtud de vuestros corazones. Si falláis, será que estos no son más cálidos que la escarcha de vuestros campos. Debéis proteger a los inocentes, a los puros. Y lo haréis. Aunque sea con las llamas.

Eres un Aldeano. Perteneces al Grupo de El Publo, y tienes la Clase de Ayudante.

Cargando editor
20/09/2021, 12:08
Director

Los tiempos son oscuros. Dios está descontento con nosotros, y la escarcha que ha caído sobre los campos lo demuestra. Has sentido esa misma incertidumbre, pero a diferencia de los demás, has tenido una inspiración. Has oído la voz de Dios en sueños y habéis visto a Su cordero en manos de vuestros vecinos. Nunca has sido capaz de recordar la cara, la voz o los rasgos, pero ssabes que en tus sueños, había un alma inocente. Dios aún quiere bien a gente en esta tierra que tanta miseria y descontento nos da, y sabes, aun sin tener idea de cómo, que alguno de tus vecinos es esa persona que ves en sueños cogiendo al Cordero.

Ahora más que nunca, es importante que las gentes buenas, las gentes que temen a Dios, se unan para protegerse entre sí. Los agentes del Maligno conocen a aquellos a quien vuestro Señor ama, y harán lo posible por quitároslo de vuestro lado. Como dijo Mateo, sed cautos como palomas y astutos como serpientes. La plaga de las brujas es un mal que Dios ha dejado en vuestras manos, para probar vuestra devoción y bondad, la virtud de vuestros corazones. Si falláis, será que estos no son más cálidos que la escarcha de vuestros campos. Debéis proteger a los inocentes, a los puros. Y lo haréis. Aunque sea con las llamas.

Eres una Aldeana. Perteneces al Grupo de El Publo, y tienes la Clase de Ayudante.

Cargando editor
20/09/2021, 12:10
Director

El Dios de los hombres frunce el ceño, mientras el vuestro ríe. Sus hijos mueren a decenas por el hambre provocada por vuestros amos. No hay sol que funda la escarcha que conjuraron de las profundidades del abismo, y vuestras risas todavía flotan sobre los campos en que vuestras manos las dejaron caer.

¿Qué les da su Dios a los hombres? Hambre, muerte, enfermedad e indiferencia. La misma que lo mostró a vuestro señor Satanás, expulsado de sus salones por atreverse a desear y no tener miedo de tomar los dones y las riquezas que por su rango y honor le pertenecían. Mientras vuestros amos, investidos de su poder, os dan la forma de animales y sombras, el suyo les da cuerpos enclenques comidos por la fiebre y mentes ahogadas por las reglas que le placen a su antojo.

Mientras sus cuerpos muestran en si mismos los estragos del pecado, los vuestros son lo que deseais que sean. Podéis tomar la apariencia que os convenga, y podéis sentaros a los pies de vuestros maestros y alimentaros de la carne que os ofrecen. Los hijos de Dios van pasando al matadero, ¿y qué hace El, tan grande y poderoso? Nada.

Sus escrituras llaman a vuestro amo "Príncipe de este mundo". En eso tienen toda la razón. Y es mejor servir a un príncipe que premia tus esfuezos que a un vulgar tirano al que le da igual que vivas o mueras. Serviréis a aquellos a los que Satanás ha dado sus dones, y si el rebaño de ese Dios quiere llegar a ellos... tendrá que pasar antes por vosotros.

Eres un Familiar. Perteneces al Grupo de El Culto, y tienes la Clase de Ayudante.

Cargando editor
20/09/2021, 12:19
Director

El Dios de los hombres frunce el ceño, mientras el vuestro ríe. Sus hijos mueren a decenas por el hambre provocada por vuestros amos. No hay sol que funda la escarcha que conjuraron de las profundidades del abismo, y vuestras risas todavía flotan sobre los campos en que vuestras manos las dejaron caer.

¿Qué les da su Dios a los hombres? Hambre, muerte, enfermedad e indiferencia. La misma que lo mostró a vuestro señor Satanás, expulsado de sus salones por atreverse a desear y no tener miedo de tomar los dones y las riquezas que por su rango y honor le pertenecían. Mientras vuestros amos, investidos de su poder, os dan la forma de animales y sombras, el suyo les da cuerpos enclenques comidos por la fiebre y mentes ahogadas por las reglas que le placen a su antojo.

Mientras sus cuerpos muestran en si mismos los estragos del pecado, los vuestros son lo que deseais que sean. Podéis tomar la apariencia que os convenga, y podéis sentaros a los pies de vuestros maestros y alimentaros de la carne que os ofrecen. Los hijos de Dios van pasando al matadero, ¿y qué hace El, tan grande y poderoso? Nada.

Sus escrituras llaman a vuestro amo "Príncipe de este mundo". En eso tienen toda la razón. Y es mejor servir a un príncipe que premia tus esfuezos que a un vulgar tirano al que le da igual que vivas o mueras. Serviréis a aquellos a los que Satanás ha dado sus dones, y si el rebaño de ese Dios quiere llegar a ellos... tendrá que pasar antes por vosotros.

Eres un Familiar. Perteneces al Grupo de El Culto, y tienes la Clase de Ayudante.

Cargando editor
20/09/2021, 12:20
Director

Las campanas de la Iglesia tocando a redoble rompen la calma de la mañana sobre el pueblo. Los rumores sobre un mensajero llegado del palacio arzobispal se han ido extendiendo por el barrio desde la noche anterior, y ahora, en insistente repique de las campanas convocando a los ciudadanos parece confirmar la noticia.

Poco a poco, las gentes de la ciudad van dirigéndose hacia la plaza de la Catedral, desde donde los campanazos siguen sonando. Algunos que por la localización de sus casas pasan por el puente sobre el Regnitz, donde la torre vigía sobre el puente y los dos anexos del Ayuntamiento cuelgan sobre el agua como por arte de magia, comentan entre susurros que parece haber un numero inusual de milicianos, alabarda en mano y con el blasón del león negro sobre fondo amarillo partido en dos, más que dispuestos a aligerar a empujones a cualquiera que remonolease en su camino.

La gente va poco a poco llegando a la plaza y se empieza a agrupar en torno a la improvisada palestra que se ha montado con tablones delante del pórtico. Unos temerosos de las posibles represalias de no responder al llamado, otros curiosos de ver a qué se debe esta inesperada asamblea. Todos asumís que tendrá que ver o con la escarcha que ha arrasado las granjas de las afueras o con lo crecientes incidentes relacionados con la brujería que los vecinos han ido viendo, ya sea los que fueron informados oficialmente al alguacil, Franz, o simplemente quedaron en corralillos de mujeres o grupos de bebedores en la taberna.

El sol brilla en lo alto y el cielo está despejado, bañando un luz la recia piedra gris de la catedral, con sus cuatro torres levantadas como agujas contra el azul, y a veces arranca un destello de algún charco dejado por la nieve al fundirse sobre los adoquines de la plaza, en una estampa casi veraniega. Pero el frío que muerde cada centímetro de piel expuesta de los presentas deja bien claro que el verano se ha ido... y muchos se preguntan si para no volver.

Finalmente, cuando la plaza está llena, se oyen voces rudas abriéndose paso entre el gentío, y una ríada de figuras armadas, con la insignia de la ciudad cosida sobre el gambesón amarillo, entran en la plaza y toman posiciones, rodeando al gentió y formando una línea frente al espacio elevada. Un par de ciudadanos, temerosos, intentan aproximarse a los hombres, que por toda respuesta les apuntan con sus alabardas y les ordenan a gritos volver a su lugar. Tras eso, nadie más se mueve.

Pasan unos minutos tensos, en los que la guardia obispal y el gentío se observan. Finalmente, como una señal para que finalice esta rocambolesca escena, las campanas callan, y dos hombres suben a la palestra. A uno lo reconocéis como a Franz Laurentius, el aguacil de la ciudad.  No sabéis quién es el otro, pero algo si sabéis, muy dentro de viestras entrañas incluso sin saber explicarlo: que no viene presagiando nada bueno.

Cargando editor
20/09/2021, 13:01
Director

El hombre que le acompaña viste con las tradicional estola negra sobre una túnica blanca de sacerdote, aunque ninguno que vea la calidad del tejido, el brillo del oro en el crucifijo que pende sobre su pecho o la expresión pétrea de su semblante lo confundiría con un simple clérigo de parroquia, ni siquiera con uno de los diáconos de la Catedral. Es el rostro de alguien acostumbrado a que se le ogia y se haga su voluntad como una certeza.

Y también el rostro de alguien que ve el pecado y la decadencia en todo, de un fanático obsesionado y enfermo. Sus ojos, pequeños y duros, hundidos en el rostro magro y avejentado, parecen juzgar a cualquiera sobre quien se posen, y en ningún caso parece que el juicio arroje nada positivo. Su voz parece confirmar esto. Es clara y potente, y se oye por toda la plaza, pero es tan fría como la misma mañana, y tiene la misma cualidad de su mirada. La de alguien que mira y no ve seres humanos. Sólo ganado.

Pueblo de Bamberg. Soy Friedrich Förner, por la gracia de Dios vicario general y obispo auxiliar de Su Alteza, el Príncipe Obispo Johann Georg Fuchs von Dornheim, soberano vuestro en la tierra y custodio de vuestras almas en el cielo. En su autoridad, se os informa ahora de su mandato.

El hombre remeve ente sus ropajes y coge un pergamino, que extiende ante sí. Carraspea para aclararse la garganta y empieza a leer.

Pueblo de Bamberg. Yo, Johann Georg Fuchs von Dornheim, padre y guía de esta tierra, me veo al fin en la obligación de ejercer como tal.

La brujería y la maledicencia de nuestro enemigo nos asedia. El Príncipe de las Mentiras y su simiente pútrida nos plagan. No hay día que no oiga de los incidentes de brujería, magia negra y maleficia, ya sea por vuestras misivas o bien por los informes de mis alguaciles y guardias. La herejía y el orgullo atroz de los que se dicen "Reformistas" atacan a la institución más sagrada de nuestra tierra, y los perdidos y aquellos ingratos a Nuestro Señor trabajan desde dentro, desde el núcleo de nuestra misma gente y nuestra tierra, para pervertir Su palabra y dañar a Sus hijos. He permitido, por mi debilidad mal entendida como clemencia, que esta peste caiga sobre nuestras cabezas demasiado tiempo. No más.

La enfermedad de la brujería ya no es un problema de ovejas descariadas o espíritus resentidos. Todos habéis visto de primera mano el daño que puede llegar a hacer su gangrena. Y como la gangrena, una vez ha aparecido, ya es demasiado tarde para nada más que para sellarla y sanarla con el fuego.

Desde el día de hoy y hasta nueva orden, un grupo de varones santos designados por mi y bajo mando del Obispo Auxiliar Förner conformarán la Comisión de Brujería. Como apoyo a su labro y prueba de vuestra devoción, abriréis vuestras casas, mentes y corazones a ellos como lo haríais a mi mismo, so pena de prisión. De igual modo, al final de cada día, el pueblo se reunirá en asamblea y, bajo la presencia de sus dignatarios, se hará juicio pubico en el que participará toda la ciudad.

Dios no desea que os limitéis a esperar por su misericordia. Dios desea que templéis vuestros corazones, abráis los ojos y los oídos y arranquéis a las serpientes de vuestro seno con vuestras propias manos. Solo así tendremos un Reino en esta tierra con gente virtuosa, cabal y observadora, digno del Suyo en los cielos. Cada día, entregaréis a cualesquiera sospechoso de brujería a la Comisión, y estos se encargarán de su castigo, hasta que en esta tierra no haya insidia, sino paz.

El hombre finaliza su carta, y alzando de nuevo la voz para imponerse a los murmullos que empiezan a subir de volumen, habla:

Ya lo han oído. Obedezcan las órdenes y colaboren con la Comisión. Cada día se celebrará un jucio a primera hora de la noche. Es obligatoria la asistencia. Quien no se encuentre presente, aténgase a las consecencias.  Espero la máxima colaboración de las autoridades locales- dice mirando al alguacil Laurentius con una clara intencionalidad y de todos y cada uno de ustedes. De no tenerla, no dudaremos en usar cualesquiera medios a nuestro alcance para obtenerlas. Creo innecesario decir que no será agradable cuando suceda. Pueden volver a sus trabajos.

Con estas últimas paabras, Förner se da la vuelta y entra en la catedral, dejando a un patidifuso Laurentius en el estrado y a un montón de guardias que observan la multitud, mano en las armas.

Notas de juego

Ante todo, disculparme por la tardanza. Esperaba postear todo esto a primera hora pero hale, la primera en la frente.

Podéis escribir por aquí un post presentándoos, reaccionando a las noticias o interactuando como mejor os parezca. Estos posts son de ambientación y no cuentan en el límite de 3 posts diarios, simplemente interactuad (o no) entre vosotros o cread historia. Este post se cerrará cuando esté todo el pescado vendido o finalice este turno, a las 14:00 del Jueves 23 (para compensar el retraso).

La partida en sí comienza en la escena Día 1: Juicio.

Cargando editor
20/09/2021, 13:55
4: Edeltraut

Al irse el vicario, con incredulidad y enfado, pues no acostumbraba a que nadie que le ordenase con amenazas saliera indemne (debían hacerlo educadamente, cosa que Edeltraut se encargaba de hacer a menudo), la dama de compañía no pudo evitar hablar sonoramente, poniéndose delante de la señorita en un gesto protector, y con los brazos en jarras:

¡¿Cómo?!—la inquisitiva pregunta de Edeltraut sonó por encima del murmullo. Con voz algo más comedida, continuó—Mi señorita no puede mezclarse con la villanía todas las noches. ¡Que tiene una edad y unos deberes, por favor! El Señor dará su permiso o no. Y... lo mismo para mí, ¿cierto?

Su rostro mostraba cierta duda. ¿En serio podía hacer lo que decía? ¿Juicios diarios? Era una locura.

Cargando editor
20/09/2021, 15:35
9: Horst “mataosos”

Horst, destacando por su altura excesivamente alta para la época, miró extrañado al palco donde habían organizado el discurso. Viendo que Wilburg, el molinero, era la persona más  cercana a él que conocido, inclino su gigantesco cuerpo a su lado, susurrándole.

-Oye, Wilburg, ¿tu has visto alguna bruja por aquí? Porque yo la verdad es que de brujas no he visto nada. 

Cargando editor
20/09/2021, 15:54
9: Horst “mataosos”

Cuando inclina tu cuerpo para poder susurrarte, Wilburg, casi das un gritito del susto.

Con ese aspecto tan grande y amenazador intimida tanto como el PROTAGONISTA de uno de esos mitos que hablan de gigantes de tiempos antiguos, que se ocultaban en antiguos bosques atacando a los viajeros descuidados y solo podían ser engañados con extrañas artimañas y engaños.

Notas de juego

No se me ocurrió una manera mejor de decírtelo Xd

Cargando editor
20/09/2021, 16:01
10: Wilburg

El corpulento molinero, tan alto como bobalicón miró directamente a Horst y comenzó a asentir con mucho intensidad a sus palabras.

¡Por supuesto que no! - Dijo en cambio, contradiciendo lo que su expresión no verbal decía - ¡Si hubiera topado con una bruja de seguro me habría convertido en grillo! Pero, una cosa es verlas y otra haberlas. ¡Haberlas haylas! ¡Y solo los locos no cuelgan ristras de ajos en sus pórticos!

También se giró hacia Edeltraut cuando esta expresó su rechazo a los juicios diarios y, señalándola con un dedo acusador gritó

¡¡Bruja!! ¡Solo una bruja se negaría!

Cargando editor
20/09/2021, 18:20
5: Muriel Tudor

Asiente orgullosa tras las palabras del vicario y, cuando desaparece tras el pórtico de la catedral, recoge su pelo suelto tras su oreja, preparada para seguir con sus tareas diarias.

—Semos inocentes, no tendremos nada que temer. De mi lado haré disfrute en participar de cuantas más brujas cazadas, mejor y más seguros seremos.

Agarra bien la cesta de frambuesas recién cosechadas entre sus brazos, desprendiendo su olor característico con el movimiento, que se mezcla con los impregnados de las especias habituales de cocina.

—Allá —señala detrás de Clara, la costurera—, mis fogones a puertas abiertas para curiosos y comensales.

Cargando editor
20/09/2021, 20:19
9: Horst “mataosos”

Horst se quedó mirando atentamente a Edeltraut, como si la estuviera inspeccionando

-No creo que sea una bruja. Una vez un anciano me dijo que las brujas tenían la cara llena de verrugas, pies de pato y ojos de avispa, y creo que la dama Edeltraut tenga nada de eso.

Cargando editor
20/09/2021, 21:52
6: Franz Laurentius

Franz asintió a las palabras del vicario con respecto a la asistencia de sus hombres con gesto grave. Se venían tiempos difíciles para Bamberg. El trabajo por norma general era fácil, pero la caza de brujas era harina de otro costal. Esperaba que todo acabara desmadrándose, pero la acusación loca del molinero llegó demasiado pronto

—Cálmate Willburg—le exhortó—. ¿Acaso quieres darle una excusa a herr Förner para que nos tire a sus hombres encima?

Después de la reprimenda fue a dirigirse a la dama de compañía

—Me temo frau Edeltraut, que no habrá distinciones.

Cargando editor
20/09/2021, 22:08
10: Wilburg

Ante la reprimenda de Franz Laurentius, Wilburg se amilanó, aunque por su mirada se podía notar que la suspicacia persistía.

No añadió nada y dejó que los hombres sabios intercedieran.