Partida Rol por web

Los jugadores con los dos números impares más bajos ven el equipo de los jugadores a su izquierda.

Vale, solo queda un impar (Harby), así que Harby vería el equipo del jugador a su izquierda, Franz.

Es tontería porque ya lo sabes por mi pifia hace dos turnos, pero Franz pertenece a La Secta.

El siguiente jugador en morir puede elegir matar a otro jugador.

Puesssss... esto me puede crear un problema, porque potencialmene podemos romper el juego. Primera partida de prueba y ya lo hemos roto. Bieeeeeeeen XDDDDDD.

Si os fijáis, en un grupo de 10 hay 3 brujas y 2 niños. Han muerto 2 brujas y 1 niño, con lo cual queda uno de cada. Si ahora muere una bruja o niño, mata a alguien al azar y esa persona justo es el otro Protagonista... eso quiere decir que todos los protagonistas de ambos lados están muertos, con lo cual se cumplen las condiciones de victoria para los dos.

Tal y como yo lo veo, se me ocurren 3 opciones si eso sucede:

1- Declarar un empate.

2- Orden cronológico: gana el bando cuyo protagonista haya muerto el último (me parece más justo)

3- Moneda al aire y salga el sol por Bayreuth.

¿A vosotros que os parece?

Empate 

Te lo escribo en privado:
Yo no lo veo un empate.
Quedan 4 jugadores: Edeltraut, Franz, Harby y Berthold
Los cuales 1 es bruja y 1 es niño
Los inocentes han de eliminar a un aldeano para que el aldeano elimine a la bruja. Si no consigue matar a la bruja, mañana habrá 2 jugadores, empatarán en voto y la eliminación será aleatoria.

Con la caída de la bruja de Clara el día amanecía un poco mas soleado, a pesar de a ver perdido a una de las luces mas intensas del pueblo, la esperanza estaba a un paso de llegar, así lo creía Harby, quien ya pensaba mas en el final y volver a la bendita rutina del pasto y leche, con sus ovejas. Que en la caza del padre y su incansable lucha contra las brujas.

-Ayer dimos el primer paso, Hoy debemos dar el segundo. Franz, es la ultima bruja, con ella esto a de acabar. -Miro a las dos ultimas personas inocentes que estaban con él. -Edeltraut, Berthold; luz del alba, votemos juntos contra él siervo de Satan y volvamos a nuestras vidas de nuevo. -Comentaba intentando no parecer asustado, aunque sabia que nunca nada volvería ser igual en aquella aldea, habiendo sido ajusticiados gran parte del pueblo, amigos y conocidos en su mayoría.

Aquella noche Edeltraut durmió mejor. Pese a la tristeza y desasosiego, saber (creer) que los juicios llegaban a su fin le dio una tranquilidad que no conocía desde que empezó todo.

Ya en el oscuro lugar donde se había mandado ejecutar a tanta gente, Förner mediante, Edeltraut escuchó las palabras de Harby con fervor.

—Sí, votemos a Franz y esta pesadilla acabará ¡Dios Misericordioso!

No quedaban muchos, y lo normal era que el posadero se uniera a la mayoría. Así que ignorando a Harby y a Edeltraut se dirigió directamente a él.

—No esperaba otra cosa de ellos. Llevo días sufriendo sus acusaciones. Como las sufrió Horst. Así que seré directo, ¿vas a votarme a mí Berthold?

Lo sento señó alguasil, pero confío en el cabrero.- Señaló a Harby para acentuar sus palabras, aunque había un evidente nerviosismo en ella.- Yo creí en usté señó. Es autoridad pero non del pueblo sino de brujazas.- Estaba dolido, más incluso que cuando veía cómo quemaban a una bella mujer ya que, desde el comienzo, se había intentado apoyar en la autoridad de Franz.

Clara era brujaza, ellos no.- Volvió a señalar a Harby y a Edeltraut en consonancia.- Lo sento.

—¿De verdad estás seguro de que ninguno de ellos es una bruja? ¿Que Harby no está jugando con todos dirigiendo el cotarro para acabar con el pueblo? ¿Tan claro lo tienes?—Franz puso sus dos manos en los hombros del posadero—. El futuro de Bamberg está en tus manos, Berthold. Piensa bien lo que dices.

Los miraba desde la distancia, temeroso de lo que pudiera hacerle el alguacil si lo tuviera a mano, después de todo el controlaba a parte de la guarnición.

-No te dejes engañar Berthold, la lengua de serpiente te picara en cuanto pueda. -Le imploro al tabernero.

Bueno, pues parece que no hay nada que rascar y todas las partes lo tienen claro.

Franz, quedan dos elecciones. Si eliges matar a alguien cuando mueras y, en tal caso, a quien.

Pues me llevo por delante al brujazo de Harby. Sin rencores amigo :D

Aviso del Master:

Estos dos ultimos dias han sido un poco crazy, así que en breve haré los posts finales y cerraré la partida. Para que no estén las cosas en el aire:

Franz muere, y se revela como bruja. Al mismo tiempo mata a Harby, pero por desgracia para el, Harby no era un Niño, sino un simple (aunque sagaz) Aldeano. EL auténtico Niño (Berthold) sigue vivo, por lo tanto El Pueblo gana la partida y Bamberg se salva del Diablo... por esta vez.

Intentaré hacer los posts de los ultimos acontecimientos y la escena de cierre hoy, o mañana a más tardar, según cuanto me enmierden en el curro.

"Lo siento, señor algozí".

En cuanto Berthold dijo esas palabras, avergonzado, mirando en otra dirección, Franz se puso en pie y se lanzó como una flecha hacia Harby.

"Me has marcado como serpiente... sea. Pero que sepas que una serpiente siempre tiene un mordisco antes de morir"

Los alguaciles del pueblo dudan unos segundos preciosos ante esto. Ninguno quiere tener que actuar contra el hombre que les ha dirigido y ha compartido sus penurias con ellos durante tantos años. Los soldados de la Comisión no.

Cuando Franz está llegando casi hasta el pastor, apartando gente a empujones y derribando sillas, tres lanceros se posicionan a su alrededor y, moviendose como uno, dan un paso a la vez y atacan, hundiendo sus tres lanzas hasta media asta el cuerpo de Franz. Una escena de horror que no es nueva en estos ultimos se repite. El acero rasga la carne, la sangre se extiende como un charco, gotea hasta el suelo y el cuerpo se hunde hacia el suelo...

... y se levanta, mientras la sangre sisea y se deshace en humo al llegar al suelo. Los soldados gritan y sueltan las armas, por cuyos mástiles de maderaempiezan a crepitar las llamas.

¡Ballesteros! ¡Ballesteros!

A la orden de Förner, se oye una docena de chasquidos secos y un silbido penetrante satura el aire cuanto los virotes vuelan hacia su objetivo. La mayoría de gente ha sido lo bastante rápida para lanzarse al suelo. Un alarido que se corta en un gorgoteo revela que al menos una persona no ha reaccionado a tiempo.

Las flechas se hunden en el cuerpo de Franz Laurentius... o lo que sea que es ahora, pues es imposible que esté vivo.  Casi de inmediato, empiezan a arder. Con tantos focos de pequeñas llamas puntuandole el cuerpo, las ropas del alguacil no tardan en prender, y pronto es una pira que camina, con determinación ciega, hacia su objetivo, incendiando sillas, vigas  todo lo que tenga a su paso. Finalmente, llega a la altura de Harby, que se ha quedado clavado en el sitio, sus ojos fijos en los de la masa de llamas que le observa, pero que habla con una extraña entereza.

"Non te tengo miedo. Tu eras el ultimo brujazo y te hemos vencido. Te he vencido. Matame si quieres, que a mi se me llevarán al Cielo por haber librado a la tierra de ti, y a ti se te comerán esas llamas pa el resto de los tiempos".

Laurentius ríe y extiende sus brazos.

"Sin rencor... Harby"

Ambos se funden en un solo cuerpo , y las llamas saltan hacia el cielo. Las vigas, que ya crujían al dilatarse por el calor, prenden y empiezan a resquebrajarse. Los pocos aldeanos o guardias que quedan huyen. Todos salvo Förner que, de pie, asiendo su Biblia con dedos blanquecinos por la presión, observa la escena y ríe convulsamente, como si el final de esta tragedia le hubiese reveleado algún detalle del absurdo de la mente y el alma humana que su cerebro solo puede asimilar con la risa como escudo contra la simple sinrazón.

Ni Laurentius, ni Harby ni Förner salieron de la sala en llamas. Ni quedó rastro alguno de sus cuerpos a la mañana siguiente. El viento que bramó durante toda la noche como un aullido colérico arrastró hasta las cenizas del incendio, y al mirar el esqueleto renegrido de la antigua sala de juicios al día siguiente, el pueblo de Bamberg solo pudo sentir que era una imagen apta. El tiempo de los juicios se había acabado y algunos, menos de los que quisieran pero más de los que esperaron, seguían vivos bajo el sol que empezaba a calentar de nuevo...

La última bruja ha muerto, y el último Niño ha sobrevivido a la noche. El Pueblo se ha salvado.