En esta escena se seguirán todos los pasos necesarios para la creación de un investigador. Los pasos se recomiendan seguir en el orden establecido, pero no es obligatorio; la única excepción son los pasos que requieren si o sí un paso anterior (como ejemplo se puede citar el generar las habilidades del investigador. Ésto requiere haber generado los atributos antes).
Al se ésta una escena no narrativa, será la única exceptuada de la regla de no realizar tiradas de dados, aquí serán necesarias. Cabe destacar que la casilla "Oculta" no debe ser marcada. Aquí se pide a los jugadores que planteen todas las dudas que puedan tener sobre el procedimiento y los significados de los diferentes pasos en el proceso, se intenta empezar el juego sin dudas importantes sobre el investigador en sí.
En caso de que algún investigador muera o sucumba a demencia durante la partida, se usará la misma escena para generar un reemplazo de ser necesario.
Pasos de creación del investigador
Vamos allá.
Vale, la primera tirada no vale porque los he tirado todos juntos...¬¬ Ya me vale.
*Fuerza-12
*Constitución-11
*Poder-11
*Destreza-13
*Apariencia-10
*Tamaño-12
*Inteligencia-15
*Educación--15
Vale, ahora las cambio para que la ficha quede tal que así.
*Fuerza-13
*Constitución-12
*Poder-11
*Destreza-11
*Apariencia-10
*Tamaño-15
*Inteligencia-12
*Educación--15
*Pais de Origen- Estados Unidos (Padres Ingleses)
*Ocupación-Boxeador
*Nombre-Charles Conroy
*Edad-33
Vale, de momento hasta aquí, no?
Motivo: Atributos (1)
Tirada: 15d6
Resultado: 57
Motivo: Fuerza
Tirada: 3d6
Resultado: 12
Motivo: Constitución
Tirada: 3d6
Resultado: 11
Motivo: Poder
Tirada: 3d6
Resultado: 11
Motivo: Destreza
Tirada: 3d6
Resultado: 13
Motivo: Apariencia
Tirada: 3d6
Resultado: 10
Motivo: Tamaño
Tirada: 2d6
Resultado: 6(+6)=12
Motivo: Inteligencia
Tirada: 2d6
Resultado: 9(+6)=15
Motivo: Educación
Tirada: 3d6
Resultado: 12(+3)=15
Todo correcto hasta ahora.
Tu educación sube a 17 debido a tu edad (sos un boxeador experimentado).
El duro entrenamiento y los cruentos combates de tu profesion te han proporcionado un cuerpo resistente (+2 Con) y fuerte (+1 Fue), sin embargo, tu rostro ha quedado magullado (una o ambas cejas partidas, la nariz quebrada una o más veces, y similares) -2 Apa.
Quedarías con Fuerza 13, Con 13, Apa 8
Posees 340 puntos en habilidades profesionales, las cuales son:
Luego tendrás 120 puntos para habilidades libres.
Vale, seguimos.
Para las habilidades, asigno los 120 puntos de la siguiente manera.
Mecánica-35
Conducir Automóvil-30
Cuchillo-30
Fusil-10
Presa- +5
Lanzar- +5
Descubrir- +5
De tal forma que la cosa quedaría así.
*Nombre-Charles Conroy, alias “Brick”
*Pais de Origen- Estados Unidos (Padres Ingleses)
*Ocupación-Boxeador retirado/Soldado.
*Edad-33
*Descripción física-Charles nunca fue un tipo agraciado pero su paso por el boxeo semiprofesional y clandestino le han provocado varias cicatrices que aunque él lleva con orgullo no le convierten precisamente en un hombre apuesto. Una ceja partida, una nariz que tiende a romperse, una fea cicatriz en el pómulo derecho…Charles es todo un cuadro.
Mirada severa, mentón firme, cabeza pelada, bigote ligero, parece más un estibador de puerto que el hijo de un importante magnate de la empresa conservera. Hombros anchos, manos grandes, nudillos castigados, todo su cuerpo está entrenado para el combate. No posee los músculos marcados de los atletas, es, como muchos atinan a decir “un tipo grande”. 1, 92 de altura, casi cien kilos de peso. De aspecto es imponente, rudo, de voz grave. De sonrisa sincera.
*Personalidad-A pesar de lo que pudiera parecer Charles no es un bruto al que le guste meterse en líos. Sus padres se esforzaron por inculcarle una educación inglesa de calidad y aunque la mayoría de los conocimientos que aprendió en sus años jóvenes han caído en el olvido aún queda algo de aquellos años de estudios.
Posee buenos modales, es cortés y educado, un buen ciudadano. Nunca será todo un pisaverde o un gentleman como le hubiera gustado a su madre, pero sabe tratar con respeto y corrección a las damas, jamás dice palabrotas y aunque esté enfadado, no es fácil verle caer en un lenguaje soez.
Es de carácter abierto y amigable, no es raro verle en un bar invitando a un desconocido, hablando con él sobre cualquier tema. Es un compañero leal y valiente, con un fuerte sentimiento de deber. Es inquieto, no puede quedarse tras una mesa de despacho, necesita acción, hacer algo con sus propias manos.
Suele perder a las cartas, jamás se enfada. Buen bebedor, duro con los rufianes, respetuoso con sus superiores. A veces mordaz, si algo no le gusta lo hará saber. Es sincero como un niño y testarudo como una mula. De moral blanca. Con fuertes sentimientos patrióticos hacia Inglaterra y Estados Unidos.
*Un poco de su historia-Sus padres abandonaron su querido imperio británico al ver que los negocios conserveros de Charles Conroy padre serían más fructíferos en Estados Unidos. Se establecieron en Utah donde pronto establecieron un pequeño conglomerado de negocios centrados en la fabricación, distribución y ventas de productos en conservas.
Con la prosperidad económica, Mary Conroy no tardaría en quedarse embarazada y dar a luz al que sería el único hijo del matrimonio, el pequeño Charles. Aunque el niño era americano sus padres decidieron darle una educación de corte británica, más seria y apropiada para un niño que el día de mañana tendría que dirigir un imperio empresarial que cada vez era mayor.
El único problema era el carácter indómito del chico.
Los ingleses son más rectos, más serios, más grises. Los americanos, aunque esforzados y sacrificados, son más dados a la chanza y la broma, desviándose de sus ocupaciones y su deber. Eran más caóticos, más impredecibles. O al menos eso pensaba su padre.
En el caso de Charles estar lejos del hogar de sus padres contaminó su personalidad, haciéndole menos recto y regio que sus progenitores. Aunque estudiaba en casa con maestros traídos especialmente de Inglaterra, al caer la tarde salía a jugar con sus amigos, la mayoría gamberros y chicos de la calle, con los que hacía buenas migas dado su carácter afable y bonachón, siempre dispuesto a la risa.
Creció con letra dura en casa y total libertad en la calle, lo que devino en una adolescencia problemática. Únicamente su padre, de mano dura pero buen corazón, lograron salvarle de que cayera en los peores vicios que esperan al hombre tras cada esquina. Y sin embargo las intenciones de su padre no lograron apartar al joven Conroy del mundo de la noche.
Alejado de sus estudios, Charles Jr. Pasaba mucho tiempo en bares nocturnos, jugando a los dardos, bebiendo entre amigos, seduciendo señoritas…y metiéndose en líos. Pronto quedó claro que su altura y su peso, sumados a los entrenamientos de su instructor personal, le conferían cierta superioridad sobre los demás brutos con los que solía calentarse los nudillos, por lo que probó suerte como boxeador, siendo adiestrado por un anciano retirado de nombre William “Doble Combinación” O´Connel.
Fue O´Connel quien le abrió las puertas de las peleas clandestinas y de circuito semiprofesional, donde empezó a crecer como boxeador. Su nombre empezaba a ser conocido en los locales de apuesta y los bares deportivos. Empezó a ganar su propio dinero, a tomárselo en serio. En varias ocasiones su rostro estuvo grabado en carteles y no pocas fueron las menciones en los periódicos locales sobre el púgil revelación, el que bautizaron como Muro de Ladrillos, apodo que se granjeó por resistir el envite de sus rivales en cada combate.
Entrenaba de día, peleaba de noche. Y luego pasaba sus horas en clubs de mal nombre. No se emborrachaba ni participaba en las bromas groseras de las mujeres de mala vida, de las que nunca utilizó sus servicios. Le gustaba el ambiente, distendido, sin normas, muy distinto al que había en su casa, repleto de normas y prohibiciones, más cerrado.
Fue en esas noche donde aprendió a jugar al billar, a los dados y donde mejoró su puntería con el cuchillo, otro juego bastante común entre la gente más pobre y pendenciera de la ciudad. Pero estaba bien. A pesar de las disputas, a puñetazos la mayoría, eran gente agradable, sincera. Guarra, si, pero allí no importaban tus creencias, tu dios o el color de tu piel. Se sentía cómodo.
El ambiente nocturno empezó a perjudicarle, cada vez era más sórdido, más sucio. El carácter fuerte de su padre logró sacarle de los circuitos semiprofesionales de boxeo cuando, tras una pelea contra Anderson el “Negro”, quedó inconsciente durante más de media hora. Tras una larga charla, y un mes de recuperación, su padre consiguió que dejase el boxeo y especialmente su vida nocturna, la cual le había pasado factura tras tantos meses de fiesta y celebraciones. El “Negro” no era un rival especialmente pero su baja forma debido a sus excesos había propiciado su caída.
Siguió entrenándose, en casa y en el gimnasio, aunque jamás volvió a competir. Abandonó el mundo de la noche para centrarse en su familia, los cuales acogieron con agrado su nuevo cambio. Sus padres aún tenían pretensiones de que retomase sus estudios pero Charles era incapaz de pasar más de media hora ante un libro abierto.
Trabajó para su padre, con el que confraternizó bastante, como mecánico y conductor. Las máquinas conserveras, así como los camiones de la flota, eran herramientas complicadas que requerían de manos fuertes y hábiles para estar siempre a punto. Era un trabajo que no le desagradaba; le permitía estar en movimiento.
Mientras, con su padre, solía ir a cazar, aunque jamás llegó a tener buena puntería con los viejos fusiles británicos que su padre le obligaba a usar. Pero lo mejor eran las charlas que mantenían. Su padre siempre le hablaba de su patria, la auténtica, la grandiosa Inglaterra. Fueron esas charlas las que llenaron a Charles Jr. de orgullo por sus raíces, por su país de origen y por su país adoptivo. Su padre le enseñó más filosofía y ética en sus tardes de cacería que sus maestros en toda una vida de estudios.
Quedó claro que no tomaría las tiendas del negocio familiar, no era un hombre ilustrado. A su padre empezó a preocuparle su futuro. Charles Jr. tenía un fuego en el pecho que le impulsaba a hacer algo más que apretar tuercas y refinar la maquinaría, el mismo fuego que había estado a punto de meterle en problemas hace años. Era un sentimiento que no podía controlar. Dado que su padre no quería ver como volvía a sumergirse en un mundo sórdido donde dar rienda suelta a ese sentimiento de guerrero que anidaba en su interior decidió hablarle a su hijo del ejército. No era algo que él aprobase pero la disciplina y el deber de servir a su país harían por su hijo más de lo que podía hacer una pelea clandestina de boxeo.
Con mucho pesar por parte de su madre Charles Conroy Jr. se alistó en el ejército a la edad de veintinueve años. Allí encauzó el fuego de su corazón, su alma guerrera, puliéndola, entrenándose. Más tarde soplarían vientos de guerra y aunque no era plato de buen gusto Charles Conroy no se hechó atrás cuando lo llamaron a filas. Debía cumplir con su deber, debía honrar el apellido de su padre, debía comprobar por si mismo si se había convertido en un hombre válido o si seguía siendo el mismo rufián de siempre.
Siempre era bienvenido entre sus compañeros. Era generoso cuando tocaba invitar en el bar y siempre estaba dispuesto a para la risa o una partida de cartas, las cuales se le daban bastante mal. No pocos incidentes le obligaron a defender a sus compañeros en nuevas peleas de bar, a los que jamás dejaba de lado tuvieran o no la culpa de la pelea. Se ganó el apodo de Brick, ladrillo, muy apropiado dado su antiguo nombre de boxeador.
Cuando la Guerra llamó a su puerta dejó atrás a un padre orgulloso y viejo y a una madre enferma y preocupada. Había cambiado a sus amigos; borrachos y marinos de la peor calaña, por soldados, hombres valerosos a los que podía llamar hermanos. Su otra familia lo necesitaba, y su país también.
Dado su historial y esa necesidad de estar emparentado con el ejército no logró tener noviazgos largos. Las chicas que conocía de su juventud o se habían dado a la mala vida o habían abandonado la ciudad. Y las que su padre le presentaba, hijas de amigos adinerados, eran demasiado cultas y finas para un tipo tan crudo como él. Así pues no sintió pena al marchar a la guerra, pues sabía que, al igual que la vida tras una mesa de despacho no eran para él, tampoco lo era una vida familiar.
Charles Brick Conroy no espera gran cosa de la vida, solo una pelea dura, un rival digno y un amigo con el que beber cuando las sombras caen. Y si el día de su muerte hay más de un hombre que pueda hablar bien sobre él, se sentirá satisfecho.
*Fuerza-14
*Constitución-14
*Poder-11
*Destreza-11
*Apariencia-8
*Tamaño-15
*Inteligencia-12
*Educación-17
•Puñetazo (50%)
•Presa (30%)
•Cabezazo (10%)
•Patada (25%)
•Esquivar (Des x2)
•Lanzar (30%)
•Saltar (25%)
•Trepar (40%)
•Descubrir (30%)
•Mecánica (35%)
•Conducir Automóvil(30%)
•Cuchillo(30%)
•Fusil(10%)
Corrígeme si algo está mal. Sé que me tienes que asignar las habilidades como soldado, perdona que me haya pasado al siguiente paso para poner la descripción y la historia, pero tengo más tiempo los fines de semana que entre semana.
Excelente, me gustó mucho la historia y definición del personaje.
Hay que ajustar el tema de las habilidades.
Toda habilidad tiene una base (vienen detalladas en la escena Grimorio de Carne), los puntos que se asignan van sobre esa base. Por ejemplo: Mecánica tiene una base de 5%, con lo que deberías sumarle ese 35 asignado y la habilidad quedaría en 40%. Esto es importante ya que el máximo de 88% es contando la base sumada, así como el valor que usaré en juego.
Lo más importante: te saltaste los 340 puntos por tu profesión! esos debes repartirlo entre las habilidades que mencioné que son profesionales. Aquí el porcentage que te indiqué es la base sobre la que deberás sumar los puntos que desees con el máximo de 88% ya indicado.
Aquí debo indicar que esos 15 puntos que asignaste a habilidades profesionales quizá los quieras asignar a otras habilidades (tendrás muchos puntos para subir Lanzar, Descubrir y Presa).
Quizá te interese ponerle algo a Artes Marciales (que representaría tu entrenamiento en el arte pugilística), ya que eso daría posibilidad de mayor daño a tus aatques desarmado.
Vale, a eso le llamo yo empezar con buen pie. Ya lo he entendido (O eso creo). La cosa quedaría tal que así:
340 a repartir.
Puñetazo (50%) + 38 (88%)
Presa (25%) + 63 (88%)
Cabezazo (10%) + 50 (60%)
Patada (25%) +5 (30%)
Esquivar (22) +60 (82%)
Lanzar (25%) +39 (65%)
Saltar (25%) +25 (50%)
Trepar (40%) + 20 (60%)
Descubrir (25%)+40 (65%)
120 a repartir.
Mecánica (20%) + 15 (35%)
Conducir Automóvil (20%) + 15 (35%)
Cuchillo(25%) +15 (40%)
Fusil(25%) + 15 (40%)
Artes Marciales 0 + 60 (60%)
¿Correcto?
Motivo: Suerte
Tirada: 1d100
Dificultad: 55-
Resultado: 49 (Exito)
¿Correcto?
Todo correcto excepto la base de mecánica, que es 5% no 20%. Si querés podés ajustar algunos valores debido a ello.
De todas formas, pasamos a tus beneficios de entrar al ejército:
- Tu rango es soldado raso.
- Posees 55 puntos para repartir entre:
Ocultar (15%)
Ocultarse (10%)
Descubrir (65%)
Discreción (10%)
Escuchar (10%)
Lanzar (65%)
Primeros Auxilios (30%)
Fúsil (40%)
Perdona, pero en Grimorio de Carne mecánica tiene un 20% de base y medicina un 5%.
Mecánica (20%)
Medicina (5%)
¿Están cambiados los porcentajes o he vuelto a meter la pata?
Sobre las habilidades de soldado, las distribuyo así.
Ocultar (15%)
Ocultarse (10%)
Descubrir (65%)
Discreción (10%)
Escuchar (10%)+ 15
Lanzar (65%)+ 15
Primeros Auxilios (30%)
Fúsil (40%)+25
Es correcto, yo metí la pata. Tus habilidades estaban bien y es como indicas, vi medicina que está al lado.
Charles está completo, ya puedes agregar lo que creas pertinente en la escena Dramatis Personae, tu prólogo comenzará pronto.
Motivo: Prólogo
Tirada: 1d6
Resultado: 3
Prólogo: nido de ametralladoras
Una vez que todos los nuevos investigadores finalicen su prólogo, serán incorporados en la escena principal.
Entiendo que no respondo a tu último turno, que cierras el prólogo así. Ok, entonces espero a los demás!
Un saludo
Has entendido correctamente, el prólogo ha terminado.